Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 7

Capitulo 1: Hoy, Mañana

Parte 1

Año 851 del Imperio, 3 de Junio, Mañana–

Después de que el Cuarto Ejército Imperial recuperara la Ciudad Chaineboule, marchó hacia una colina 10Li (44km) hacia el este, y estableció allí la base.

El lugar estaba rodeado de vastas llanuras con nubes blancas y suaves vientos.

Si no estuvieran en guerra, este sería un gran lugar para tomar una siesta por la tarde.

Después de reabastecer en el oeste, la base finalmente tenía una gran carpa.

A raíz de la batalla de Lafressange, era una carrera contra el tiempo, ya que los obligaron a marcharse a la costa oeste. No solo las tiendas, incluso abandonaron sus cañones. Durante ese tiempo, las oficinas centrales estaban rodeadas de lona simple y ni siquiera tenían techo.

Y ahora, la nueva tienda incluso tenía ventanas para tomar la luz del sol, y era bastante espléndida.

Estaba custodiada con mucha infantería fuertemente blindada.

En la base, tanto la comandante Altina como el estratega Regis estaban presentes. La sirvienta Clarisse estaba preparando el té.

“Por favor, ten algo”.

“Gracias.”

Después de recibir la taza de té, Regis finalmente pudo humedecer su garganta reseca.

Altina dio unos golpecitos en el mapa colocado sobre la mesa. “Sir Jerome seguro que es lento”.

“… Después de todo, se le encargó todo tipo de diversos trabajos. Dejando eso de lado, cuando sea hora de descansar, deberíamos descansar”.

Regis abrió el libro en su mano.

El libro en sus manos ahora relataba la historia de un joven que ingresó a la Academia Militar una vez más. No era porque él fue retenido, simplemente fue atrapado por los poderes de alguien con súperpoderes que podría retrasar el tiempo. Tal era la juventud.

Altina se asomó a las mejillas de Regis.

“Está bien leer libros, pero pasa un tiempo conmigo también”.

“¿Eh? ¿Quieres discutir algo?”

“No es eso… Habla conmigo a veces… Tómate un poco de té… ¿Está bien?”

“Pero lo único de lo que puedo hablar es el contenido de los libros”.

“Eso está bien también”.

Altina estaba haciendo un alboroto desde la nada e hinchó las mejillas. Ella parecía enojada. Eso podría ser así, pero tampoco se sentía así.

Regis hizo todo lo posible para recordar escenas similares que eran similares a la forma en que actuaba.

Era como una niña engatusando a un buen amigo o amante… Imposible.

Ella era la cuarta princesa del Imperio Belgaro. Y ella era la comandante del Cuarto Ejército Imperial, y tiene el rango de Teniente General.

Solo con quince años, buscaba convertirse en la próxima Emperatriz, una niña apoyada por muchos soldados y ciudadanos, especialmente los nuevos nobles del sur.

Marie Quatre Argentina de Belgaria no es como una niña de nacimiento común. En contraste, Regis tenía una evaluación muy baja de sí mismo.

Durante todo este tiempo, solo pudo buscar situaciones similares que leyó en los libros, y lograr la victoria con la ayuda de excelentes compañeros de equipo y suerte. Nunca había pensado que poseía un talento extraordinario.

Al final, Regis se consideraba a sí mismo como “si una situación similar a la que se encuentra en los libros no ocurre, no se podrá hacer nada”.

Desde que asumió el puesto de estratega de Altina, el manejo del desdichado inspector fue el mérito de Eric, y no pudo hacer nada al respecto del plan de Latreille durante el viaje a la capital imperial, Versailles, en Abril, al principio.

Luego compiló las indirectas de Eric, la información de Eleanor y el hecho descubierto por Altina para establecer una manera de contrarrestarlos.

Cuando el Séptimo Ejército Imperial luchó contra los High Britannians, sabía que cargar con la clásica formación apretada presentaría problemas, pero no pudo plantear una opinión que pudiera cambiar la mente del comandante.

Regis se consideraba a sí mismo como un estratega de segunda clase. Además, era malo con la esgrima y no podía montar a caballo.

No tenía ningún encanto como hombre en absoluto.

Debido a todos estos motivos, descartó la posibilidad de que ‘Altina estuviera engatusando a un amante’, que no merecía más análisis. Al menos no era posible para Regis.

Si eso era así, ¿qué pensaba Altina?

“Ahora estoy aburrida, cuéntame una historia interesante– ¿a eso te refieres? Eso podría ser así, pero no puedo hacer una historia interesante como un bardo”.

Regis sonrió con ironía.

Altina había hecho una solicitud difícil.

“Qué, me haces sonar como una Emperatriz deliberada”.

“Bueno, no en la medida de ‘cuéntame una historia interesante todas las noches o te mataré’ como esa persona”.

“¿¡Qué es eso!?”

“¿Eh? ¿No lo sabías? En el pasado, había un rey…”

Regis le contó una historia que leyó en el pasado. Aunque Regis siempre había estado leyendo libros, todavía entendía cómo podía contar la historia de una manera que la hiciera interesante y fácil de entender.

No solo Altina, incluso Clarisse estaba escuchando atentamente.

Él relató la historia mientras bebía té, y cuando estaba a punto de terminar su té…

“El general de brigada Beilschmidt y el teniente general Beaumarchais buscan una audiencia”.

Apareció un guardia de infantería pesada que estaba fuera de la tienda.

Jerome Jean de Beilschmidt era un reconocido general que tenía el título de ‘Caballero negro’ y ‘Héroe de Erstein’.

Ahora estaba sirviendo con Altina, pero aún era uno de los mejores generales del Imperio.

Regis confiaba en él incondicionalmente en una batalla. Entró en la tienda con un caballero que tenía el pelo naranja.

Ese era el comandante del Segundo Ejército Imperial, el teniente general Benjamin Emanuel de Beaumarchais.

El hermano mayor de la Casa del Marqués Beaumarchais. Su hermano menor Jestin Gabriel era el subcomandante.

Por cierto, el tercer hermano de Germain era el ayudante de confianza de Latreille.

Regis vio a Benjamin durante el Festival del Día Fundador en abril, pero no hablaron.

En este momento, mostró una cara insatisfecha después de saludar.

El segundo ejército que fue devastado por los High Britannians fue asignado al nuevo cuarto ejército por orden del mariscal de campo Latreille.

Entonces Benjamin era ahora un subordinado de Altina.

El Imperio Belgaro tenía una profunda mentalidad patriarcal. Además, Altina solo tenía quince años.

Era natural para el teniente general Beaumarchais que tenía casi cuarenta años el sentirse incómodo.

***

Al mismo tiempo, la casa de Marqués Beaumarchais era una de los grandes nobles que residía en la capital, lo que significaba que pertenecía a la facción del Segundo Príncipe.

El enemigo político de la Cuarta Princesa en la lucha por heredar el trono.

Si no fuera por la guerra con High Britannia que amenazaba la supervivencia del Imperio, las dos partes se pelearían mutuamente.

Él probablemente esté pensando lo mismo, pensó Regis.

¿Aprovecharán esta oportunidad y lo enviarán a su muerte para obtener una pequeña ventaja en su lucha política? Era natural que Benjamín tuviera tales dudas.

No se sentó después de entrar en la tienda, sino que inspeccionó el entorno con ojos cautelosos.

“……”

“Por favor tome asiento.”

Regis hizo un gesto. Benjamín reflexionó por un momento y asintió. “Bien.”

Debió haber juzgado que no era apropiado que él permaneciera parado solo.

Jerome quien ingresó al mismo tiempo trató este lugar como su propia casa, agarró una silla y se sentó.

“¡Realmente, eres realmente un esclavo! ¿¡Te equivocaste cuando le pediste a la caballería que transportara recursos!?”

“Oh, lo siento. La infantería habría tomado demasiado tiempo”. En este momento se habían reunido todos los personajes clave.

Sentada en el extremo más interno estaba Altina, con Regis a su izquierda.

Jerome estaba más cerca de la entrada, y a su derecha estaba Benjamin, quien estaba estirando su espalda.

Clarisse estaba parada en una esquina como una estatua sin expresión. Ella solo sonreía frente a las personas a las que era cercana, y sería tan fría como una muñeca en presencia de otros.

Altina le dijo al teniente general Benjamin que aún parecía nervioso. “¡Gracias por tu duro trabajo! ¿Cómo están todos?”

Habló sin moderación, lo que era su estilo.

Sin embargo, el teniente general Benjamin era como un niño que no podía resolver un problema de matemáticas, mirando la mesa con los puños apretados.

“……”

Para él, Altina no era solo realeza sino que también era su comandante.

Pero ella era una niña de quince años de edad, y la figura central de su facción rival.

Su posición y pensamientos complicados lo hicieron sudar profusamente, y ni siquiera pudo hacer informes estándar.

Jerome se encogió de hombros.

“¿Los soldados? Están confundidos ya que estaban realizando una misión que no entendían. ‘¿Traigan tanta agua del lago con cubetas? ¿Estás tratando de hacer un estanque?’ ”

“Bueno… aunque expliqué cómo la usaríamos…” Jerome resopló.

“No entiendo lo que estás diciendo, es como la magia. ¿Deberíamos convocar a la inquisición?”

“… Esto se basa en ciencias naturales básicas”. Altina se inclinó hacia adelante.

“Regis acaba de llegar a la buena parte de la historia que estaba contando justo ahora. Es muy interesante.”

“N-nada… es solo una historia sencilla…” Jerome miró a Regis con una extraña mirada.

“Hey Regis, pensé que solo eras un estratega, ¿en realidad eres un bardo también?¡Aunque seas tan débil!”

“… No soy un bardo, pero ya sé que soy débil”.

“¡Durante mi estadía en la capital, odié más a los hombres maricas! Ni siquiera hablaría con ellos si los veía en el palacio. ¡Si eres un hombre, debes recoger una espada!”

“¡Entonces contraatacaré con mi lanza!”

“Erm… Ese no es el problema aquí…”

“¡Tch, chicos que solo pueden engatusar a las chicas con palabras dulces son maricas! ¡Basura!”

“¡Y-yo soy una princesa! ¡No me engatusarán!” Regis negó con la cabeza en señal de resignación. El rostro de Altina estaba rojo por el pánico.

“¿¡Hah!? No fui engatusada… Solo pensé que la historia era interesante… Sí, eso es todo”.

Incluso las raíces de sus orejas eran rojas.