Yahari Ore no Seishun (NL)

Volumen 10

Capítulo 6: Galante, Yukinoshita Haruno Ahuyenta el Tiempo

Parte 2

“Sí, tengo la misma opinión. Es sólo que…” Ebina-san abruptamente dejó de hablar. Su mirada se dirigió a la esquina de la habitación, sin mirar a nadie en la habitación.

“¿Es sólo que…?” Yuigahama la instó a seguir adelante.

Ebina-san sacudió la cabeza ligeramente. “¡Es solo que, todo el mundo terminó yendo al mismo lugar, por lo que no creo que vaya a ser mucho como una referencia!”

“Ahh, eso es cierto,” dijo Yuigahama.

Ebina-san pronunció sus duraderas palabras de forma poco natural y Yuigahama asintió con la cabeza. Sin embargo, me senté allí incapaz de asentir. Justo ahora, ¿qué era lo que Ebina-san realmente quería decir?

Yukinoshita cruzó las piernas de nuevo y le preguntó a Ebina-san aún más, “¿Dijo algo más?”

“No recuerdo nada más particularmente en relación…” Ebina-san ladeó la cabeza en perplejidad, como si estuviera buscando a través de sus recuerdos, pero su mirada se dirigió hacia mí. “Oh, pero bueno, tal vez Hikitani-kun podría saber cuándo se trata de pequeñas cosas por el estilo, ¿verdad?”

“¿Eh? ¿Yo?” Me señalé a mí mismo por instinto después de ser lanzado bruscamente en la conversación.

“Eso es cierto, Hikki observa a la gente cier–”

Ebina-san se puso de pie e interrumpió a Yuigahama. “¡Ves! ¡Es como una conversación de ojo único para los homosexuales! ¡Es todo acerca de Haya-Hachi!”

“No hay tal cosa,” dije.

¿Qué cosa en el mundo es una conversación de ojo único para los homosexuales? Es eso algún tipo de disposición Newtype? ¡Maldita mujer! ¡Deja de tratar de ser una chica podrida!

“Ahórrame los chistes por el estilo”, le dije. “A-Ajaja…”

“Haa…”

Yuigahama hizo una sonrisa forzada mientras Yukinoshita dejó escapar un breve suspiro, presionando contra su sien como si restringiera un dolor de cabeza.

Ebina-san dejó salir su habitual risa podrida “gufufu” con una voz aterradora, pero luego empujó de repente el marco de las gafas con su dedo. No podría decir hacia donde se dirigía su mirada debido a la mirada en los cristales de sus gafas.

“… Bueno, sin embargo yo no diría que es completamente una broma.” Ebina-san añadió con un hilo de voz. En todo caso, era tan minuto que pensé que iba a perder por completo. Antes de que pudiera cuestionar la intención detrás de sus palabras, Ebina-san movió su silla y se inclinó hacia delante. “¡Oh, pero siempre podemos hablar de nuestro cerebro sobre las posibilidades de Haya-Hachi!”

“De ninguna manera, sin duda…”

“Eso sí que es una vergüenza”, dijo Ebina-san. “De todos modos, voy a volver ahora. Nos veremos de nuevo, Yui, Yukinoshita-san”.

Se puso de pie y se dirigió hacia la puerta de la habitación del club. “Ah bien. ¡Gracias!”

“Si te encuentras con cualquier cosa, estaremos encantados si podrías dejarnos saber de nuevo.”

“De seguro. Nos vemos más tarde.” Ebina-san le respondió a Yuigahama y Yukinoshita con el movimiento de la mano y salió de la habitación.

Mirando la puerta por un momento, dejé escapar un breve suspiro. “Parece que va a tomar un poco más de tiempo hasta que nos encontremos con algo.”

“Supongo que sí.” Yukinoshita asintió y se acercó a su té que se volvió frío.

Yuigahama tenía su taza en una mano, así mientras jugaba con su teléfono celular en la otra.

“… Iré al baño bastante rápido.” Les informé brevemente y salí de la sala del club.

No había transcurrido mucho tiempo desde la salida de Ebina-san desde el Club de Servicio. No debería haber llegado tan lejos. Yo quería ir con un poco más de detalle, no, yo quería preguntarle lo que realmente quería decir con esas palabras.

Y encima de eso, sentí que todavía tenía algunas cosas que quería hablar porque yo fui el único al que no le dijo adiós. O eso, o ella puede ser que acabara olvidándose de mí. En ese caso, eso es más como intimidación, ¿verdad? Si la presencia invisible fuera otro, entonces probablemente alguien moriría.

Con estas ideas en mente, di vuelta a la esquina y, efectivamente, Ebina-san estaba caminando por delante.

Los sonidos de mis pasos resonaban en el pasillo y Ebina-san se dio la vuelta.

“Sabes, yo creo que es una especie de sentido.” Ella comenzó. Su tono era como si ella había anticipado que iba a ir tras ella.

“¿Qué cosa?”

“La forma en que estás cavando alrededor como esto. Hayato-kun no es alguien que vaya a exponer sus debilidades tan fácilmente”.

Se detuvo con la mirada más allá de sus lentes fijos en mí. La frialdad de su mirada mostró un claro contraste con la expresión que ella mantiene todos los días. O, posiblemente, esta rigidez podría haber sido una parte de su naturaleza real. Era algo que había percibido en el incidente durante el viaje de campo.

Me encogí de hombros ligeramente y me encontré con la mirada de sus ojos. “…Lo supuse. Pero después de hablarle genial a Miura, tengo que hacer esto”.

“Uh huh…”

Al respecto, nuestras palabras desaparecieron.

En este pasillo, los únicos presentes eran Ebina-san y yo. Cuando ambos fuimos calmados, un silencio llenó el aire con sólo los sonidos audibles del viento golpeándose contra las ventanas.

Sintiéndose incómodo del pie aún en el silencio, me rasqué la cabeza y lo que quería preguntarle a Ebina-san me vino a la mente. Tosí a su vez y abrí la boca.

“De hecho, me gustaría preguntarte, ¿tu lado está bien con esto?”

“¿Qué quieres decir?”

“Bueno, independientemente de cómo van las cosas, no puedo imaginar que los individuos que actúan de la misma manera como esa siem-”

“Eso no va a suceder.” Ebina-san me interrumpió y respondió con prontitud. “Hayato-kun de seguro que encuentra una manera de evitar el problema y creo que Yumiko lo va a entender. No creo que el cambio de clase en realidad hará que todo se rompa”.

Su declaración era ambigua, pero su voz tenía una calidad similar a la convicción. “Ya veo. Confías en ellos un poco, ¿verdad?”

“Eso no es realmente así… Sólo pienso que Hayato-kun va a elegir el método en el que no lastime a nadie. En lugar de confianza, es más como un deseo egoísta mío”.

Ebina-san sonrió, sacando la lengua.

Tal vez, si yo fuera como antes, estoy seguro de que no habría sentido una tinta de sospecha en las palabras de Ebina-san. Creo que me he decidido arbitrariamente en algunos aspectos que Hayama Hayato era ese tipo de persona.

Pero ahora, es diferente. Sus palabras pueden no ser claras, o algo tangible, pero aun así, lo que se alojaba profundamente dentro de ellos era una sensación de turbia incomodidad.

Es por eso que me dieron ganas de preguntar. “Hey, ¿por qué crees eso?”

“… Responder a las expectativas de todos es trabajo de Hayato-kun, después de todo.” Ebina-san se quitó la mirada de mí y volvió a sonreír. Ningún tinte de encanto estaba en esa sonrisa, sólo una ligera curva hacia arriba de los labios; una expresión fría.

Después de haber sido testigo de eso tan cerca, no podía pensar en ninguna palabra para responder. En ese pequeño silencio, Ebina-san dio un paso atrás de mí y levantó la mano un poco. “Está bien, voy a ir a casa ahora.”

“Ah, sí…” dije, respondiendo. Observé la espalda de Ebina-san tal como ella se iba.

A partir de ahora, sin embargo, tenía que llegar a algo que recordara a una respuesta.

Sin embargo, algo se sentía extrañamente fuera de lugar. Al pensar sobre el origen del mismo, me dirigí de nuevo a la sala del club.

De repente, miré hacia el cielo desde la ventana del pasillo. Hasta donde yo veía era un cielo de invierno indistinto, tenue, teñido de púrpura y añil.

A su debido tiempo, el cielo se ennegrece con el tiempo.

Sin pensar, naturalmente, y traicionando las expectativas de nadie.

***

Después de que Ebina-san se fuera y volviera a nuestro club, no vimos a ningún visitante más. Una vez que era el momento para que termináramos nuestras actividades, partí hacia mi hogar.

Anuncié mi retorno en la entrada con “Volví”, pero no fui recibido con una respuesta. Mis dos esclavos corporativos padres no eran susceptibles de darle tiempo a la casa y Komachi era estaba ya fuera en la escuela o en su habitación.

Subí las escaleras, entré en la sala de tono negro y encendí las luces. Flippity-flip. La luz llenó la habitación.

Posteriormente, una figura humana apareció en la sala de estar que pensé debería haber estado vacía.

“¡Whoa! Raro…”

Echando un vistazo más de cerca, Komachi estaba descansando sus mejillas en su mano distraídamente en la mesa.

Después de haber escuchado mi voz patética, se giró hacia mí y sonrió. “… Ah, Onii- chan. Bienvenido.”

“S-sí, estoy de vuelta…”

Tiré mi abrigo y el bolso sobre el sofá y encendí el calentador. Al parecer, Komachi había estado aturdida por un tiempo ahora. El salón estaba completamente frío.

“¿Qué pasa, Komachi?” Yo estaba sentado en el sofá y le pregunté.

Komachi mostró una sonrisa avergonzada y cayó hacia adelante sobre la mesa.

“N-no más. Yo sólo no puedo más…” Komachi sollozó mientras hablaba y luego comenzó con la cabeza. “Uuuu… cuando falle este examen, sin duda va a ser el comienzo de la espiral descendente de mi vida… Y entonces los vecinos se reirán de nosotros, ‘¿Has oído acerca de los dos niños en el hogar Hikigaya? Son dos guisantes en una vaina, fufufu’… ¡Estoy segura de que no seré capaz de llevar una vida propia!”

“Uh, aunque no soy un hikikomori…”

No prestando oído en absoluto a mi réplica, Komachi se agitaba el pelo y se dejó caer hacia delante sobre la mesa de nuevo.

Oh chico, aquí va de nuevo… Es la misma trampa en la que caí antes durante el final del año.

Bueno, había cosas como matrimonios azules o maternidades azules, también hay Tail Blue*. En el caso de Komachi, sería algo así como exámenes azules. Otros incluían a los individuos de la fuerza Sentai como Puntos Rojos de Examen o Esclavo Corporativo Negro. Qué desagradable fuerza Sentai, sí.

*(Ore, Twintails ni Narimasu – Lo plano es la justicia)

De todos modos, yo tenía una idea general de cómo manejar a Komachi.

“¿Qué hay de tomar un descanso? Tal como pensar en algo divertido”, le dije, de acuerdo a mi manual de Onii-chan, pero no vi ninguna respuesta por parte de Komachi. Por lo general, ella lo muerde al instante…

Descansé en el sofá encontrándolo extraño y me giré hacia Komachi. Ella estaba desplomada sobre la mesa y fue ligeramente haciendo pucheros. Su puño encima de la mesa estaba ligeramente agarrado.

“… No hay manera de que vaya a tener diversión.”

A diferencia de antes, la clave del humor en su voz había desaparecido. Su mal humor me trajo recuerdos de cuando era una niña pequeña.

“¿Pasó algo?”

“Nada.”

La voz en la respuesta de Komachi fue contundente. Sin embargo, contrariamente a ser tan breve, sonaba como si quisiera decir algo más.

Me senté allí en silencio, esperando a que continuara. Casi todo había pasado un minuto. En el salón, los sonidos perceptibles eran sólo el tic-tac de segundero del reloj de la pared y la prisa de los automóviles conducidos pasando afuera.

Con el tiempo, Komachi dejó escapar un suspiro de resignación.

“… Es que, ¿sabes? Cuando tomo un descanso, o justo antes de dormir, o cuando como, comienzo preguntándome si lo hice o si terminé esto”, dijo Komachi, hablando poco a poco. No se veía así a mi manera, fijándome sólo en el puño ligeramente agarrado. “Tal como eso, ¿qué voy a hacer si no lo logro?… o cosas similares, qué pasa si fallo, ¿qué voy a hacer? Cosas como esas.”

Ella aplastó su puño más duro. Para desentrañar eso, hablé con ella lo más lentamente posible. “No tienes que preocuparte por eso. Después de todo, ¿no pasaste los exámenes de la escuela privada?”

“No es como si yo quiera ir allí.”

Komachi dirigió la cara lejos de mí. Al hacer esto, no pude obtener una lectura de su expresión. Entonces, pude oír una voz desarticulada.

“Sería tonto pagar por una escuela a la que no quiero ir… Voy a sentirme mal por papá, también.”

Ambos de nuestros padres trabajaban, así que tuvimos un poco de flexibilidad. Honestamente, creo que habíamos ahorrado lo suficiente para cubrir la matrícula de una escuela privada. Pero el dinero no era probablemente el asunto del que Komachi quería hablar.

Pero ella se siente mal por papá, ¿eh? Por lo general, ella simplemente lo omite, pero en momentos como estos era cuando se le aparecía.

Por supuesto, no es como si Komachi realmente odie a padre.

Pero retrocedió hasta la esquina de los exámenes, su naturaleza normalmente oculta se deshacía por las costuras.

“Además, yo realmente no quiero escuchar que he fallado…” Su voz temblaba.

Komachi era una hermana poco brillante y capaz, siempre con una sonrisa en su rostro. Ella maneja nuestra casa y, por supuesto, incluso cuida de su hermano

mayor. No hay duda de que ella guarda este comportamiento energético en la escuela también.

Sin embargo, durante las vacaciones de invierno, lo cierto es que ella estaba tratando de tomar cierta distancia de sus amigos. Actualidad no era la fricción y la presión de las relaciones humanas que no podía comprender.

Mientras más activos son, más evidentes son cuando su luminosidad se va. Las escuelas privadas ya habían anunciado los resultados de los exámenes y ese debería haber sido un tema que viajara alrededor de las clases entre los compañeros. Las miradas espinosas que a primera vista normalmente eran triviales con el tiempo se convertirían en lanzas apuntando al corazón.

Es por eso que la gente quería tomar un poco de distancia de las personas y de la realidad.

Cuando Komachi terminó sus palabras fragmentadas, en su lugar, pude oír un suspiro como si ella estuviera llorando.

Me levanté del sofá y me senté en el asiento frente a Komachi.

“Bueno, sí, los exámenes de secundaria son ciertamente importantes. Si no pasas éste, definitivamente va a haber una diferencia considerable entre tú y tus amigos de la escuela secundaria y va a ser difícil hacerles frente”.

“Eh eh…” Komachi respondió con una voz que no parecía entender del todo bien.

Es posible que esto se reiterara en la escuela, desde abandonar la escuela, o incluso por nuestros padres. Pero yo seguía sin tenerlo en cuenta.

“Pero los exámenes de las universidades son mucho más importantes y la búsqueda de empleo es probablemente mucho, mucho más importante. Y mientras que estás haciendo todo eso, tus amigos disminuirán y, sobre todo, si logras pasar a través de ellos, vas a convertirte en un completo desastre”.

“S-sí…”

Su voz se mezcló con la confusión a la que respondí con toda mi confianza “, pero no habrá ningún problema.”

Komachi levantó la cabeza. Sus ojos eran ligeramente húmedos, con una expresión un tanto sorprendida. Cuando ella hizo una cara como esa, los recuerdos de cuando era más joven salieron a la superficie y se deslizaron afuera en una sonrisa.

“En tu lugar, puedes ponerlo de esta manera: Mientras todo salga bien al final, ya está bien. Lo mismo ocurre con los playoffs del béisbol. Asistir a una escuela secundaria o universidad sorprendente es similar a recibir una ventaja para tomar el primer lugar en una temporada regular. Las ventajas serán a tu favor, pero no va a decidir todo”.

Una vez, había un equipo que se había apoderado del título del número uno en Japón al subir a través de una serie de batallas cortas en el resumen posterior a la temporada desde el nivel tres de la temporada regular. Nadie sabía lo que pasó. Cuando se está perdiendo, se sustituía en un bateador emergente que podría conducir a un malestar como un golpe lento dentro del campo. La vida y el béisbol eran dramas sin un guión.

Pensé que estaba contando una historia con pasión, pero Komachi no parecía demasiado interesada en la charla sobre el béisbol como si se hubiera dividido en zonas a mitad de su rostro y sólo se dirigió hacia mí, sin responder.

Mmm, de acuerdo con mi radar Onii-chan, esto no es lo que quería oír Komachi.

Me rasqué la cabeza, ni idea de qué más decir, y decidí simplemente decir lo que me vino a la mente.

“Bueno, ya sabes… Si se llega a esto, si eres sólo tú, vas a hacer algo al respecto.”

“Onii Chan…”

“El apoyo a dos personas no es lo único que difiere mucho de una persona. Le pediré a nuestros padres por ti”.

“Se supone que tienes que decir que vas a trabajar allí…” Komachi se secó los ojos mientras hablaba y sonreía.

“Eso es un último recurso para mí… y esto puede ser extraño viniendo de mí, pero tu Onii-chan es un bastante increíble maldito. Puedo tener éxito con la mayoría de las cosas… Es por eso que, simplemente, relájate. “Estiré mi mano y di ligeramente unas palmaditas en la cabeza de Komachi, entonces, crujía su pelo.

“Hey, Onii-chan. Cuando te miro…” dijo Komachi, cortando sus palabras.

Ella puso su mano contra la mía y me miró con los ojos que aún estaban ligeramente húmedos. Ella dejó escapar un suspiro agotado. “Empiezo a pensar que volverse tan preocupado es muy tonto…” Ella sacudió la mano.

“…Bien por ti.”

Esta maldita hermana pequeña… Esto es lo que me pasa por ser amable con ella… Por otra parte, eso la hace linda también, ¿de acuerdo? Mmm, pero la ternura que Onii-chan estaba esperando era sólo un poco diferente…

“Argh, bien, suficiente de esto. Vuelve a estudiar”.

Komachi se levantó de su silla, volviendo a la misma de siempre y se dirigió hacia la sala de estar. Cuando se llevó a cabo el pomo de la puerta, se detuvo bruscamente.

“Gracias.” Murmuró, rápidamente salió por la sala de estar, y cerró la puerta.

Más allá de la puerta estaba sólo el sonido de los pasos de escalada que sonaban mucho más atareado de lo normal.

***

Al día siguiente después de la escuela, Yukinoshita, Yuigahama y yo llegamos en la parte delantera de la sala de conferencias.

Nos quedamos aquí para asistir al consejo estudiantil en lo solicitado por Hiratsuka- sensei ayer, es decir, para prepararse para el centro académico y profesional.

Aunque había dicho que habría estado bien solo, las dos llegaron a la conclusión de que no tenían nada más que hacer y la situación terminó con “¡Terminemos esto rápidamente con los tres!”

La última vez que estuve aquí en la sala de conferencias fue durante el Festival Cultural; además, durante los preparativos del Festival Deportivo.

Puse mi mano en la puerta y la sala de conferencias ya estaba desbloqueada. Es probable que Isshiki y los demás miembros del consejo estudiantil ya estaban aquí.

Llamé a la puerta y pude oír una voz lerda, “Eeeeentren.” Abrí la puerta e Isshiki en el lado de la ventana se dio la vuelta.

“¡Ah, senpai!”

Como diciendo, “Que lento” Isshiki trotó y trató de agarrarme la manga. Pero tan pronto como se dio cuenta de las dos detrás de mí, se inclinó lentamente.

“Oh, gracias a las dos por venir.”

“¡Yahallo, Iroha-chan!”

“¿Qué debemos hacer?”

Yuigahama alegremente respondió a su reverencia y Yukinoshita veía el interior de la sala de conferencias.

Del mismo modo, moví mis ojos en el interior y la habitación estaba actualmente en su configuración por defecto. Una larga y cuadrada estrecha formada por asientos estaba alineada de forma sistemática a su alrededor.

“Como nos estamos preparando para el centro académico y profesional, tenemos que reorganizar la habitación. Además, el consejo estudiantil tiene que estar alrededor y actuar como apoyo apropiado o algo así”.

“Eh, suena como que va a tomar un tiempo”, dije.

Isshiki dejó caer sus hombros. “Sí, eso es correcto. Y esto se supone que es el trabajo relacionado con el consejo estudiantil también… En serio no es nada más que trabajo duro aquí… “dijo Isshiki.

“Bueno, eso es justo lo que es el consejo estudiantil…”

“No he oído una sola cosa acerca de esto… Bien, si no fuera por un cierto alguien que me indicara que entrara como Presidenta del Consejo Estudiantil…”

Flick flick flick. Isshiki me envió intencionalmente miradas.

“Que molesta… Pero por lo mucho que estás gruñendo, parece que en realidad estás trabajando.”

“… B-bueno, es un trabajo, después de todo,” dijo Isshiki, retorciendo su cuerpo, incómodo y apartó la mirada de mí. Luego tosió una vez y ella negó con la pila de papeles en la mano. “¡B-bueno! Por favor, muevan las sillas y mesas. Entonces, creen seis cabinas especiales con las particiones. Senpai y vicepresidente, por favor manejen el trabajo pesado”.

¡Ey ey! Asentí con la cabeza, haciendo un signo de paz interior ☆, e Isshiki regresó uno también. Luego miró a Yukinoshita y Yuigahama.

“En cuanto a las chicas, por favor manejen las sillas. Debe haber un asiento en el lado de los tutores y dos en el lado de los estudiantes. Al terminar, por favor preparen té para el uso de los tutores”.

Isshiki repartió instrucciones mientras miraba a la copia impresa. Sorprendentemente, se había vuelto muy eficiente y ahora era bastante experta. La chica secretaria en trenzas asintió en respuesta a las instrucciones.

Por otra parte, un individuo fue inclinando su cabeza. Por supuesto, era Yuigahama. “¿Chuuter…? ¿Un ratón?”

“No es el nombre de una mascota, sabes…”

No estamos hablando de Nyanta, Hamtaro, Ebizou o Kikuzou aquí. Me preguntaba cómo debía explicárselo, Yukinoshita asertivamente dio un paso adelante.

“Los tutores son personas que dan consejos y ayudar con la orientación de la educación. En este caso, van a ser las personas que están haciendo el asesoramiento”.

“Está bien. Junto con los profesores, también estamos teniendo ex alumnos y alumnos de tercer años que recibieron recomendaciones”, dijo Isshiki.

“Ex…” Yukinoshita lo vio mal.

Qué casualidad. En este momento, probablemente imaginaba exactamente lo mismo que ella. Era un presentimiento desagradable que tenía a menudo.

“Bueno. Tengo que ir a llamar a los tutores, por lo que vicepresidente, por favor maneja el resto”.

Isshiki declaró y salió de la sala de conferencias.

El resto de nosotros procedió con las preparaciones de acuerdo con las instrucciones del vicepresidente.