Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 6.5

Capitulo 6: Una Mañana Fría en la Estación

Parte 2

Una vez que confirmó que se había enviado, escribió: [¡Mira lo que obtuvimos!]

—Eso deberia funcionar.

—Eso deberia darnos una idea, ¿eh?; Kawaguchi dijo con satisfacción.

Konno le preguntó qué estaba haciendo y luego envió una foto que mostraba su propia respuesta. Ella no le pidió directamente que le enviara una imagen, pero un mensaje y una imagen similares serían la respuesta natural.

—Probablemente enviará una foto. Aunque estamos hablando de Shuji, podría ignorar la pista.

—Ah ja ja… eso es posible.

Izumi se rio entre dientes, pero estaba realmente agradecida de poder contar con Konno para intervenir con ayudar con sus preocupaciones.

Este fue un gran favor, a pesar de que Izumi estaba saliendo con la misma persona de la que ella estaba enamorada. Konno no era del todo egoísta.

Ella podría ser realmente aterradora, e Izumi todavía creía que la intimidación que había hecho estaba mal, pero no podía evitar que le gustara de todos modos.

—Oh, mira, lo leyó; Dijo Konno.

—¡¿Qué?!; Izumi respondió, sorprendida. Estaba en parte nerviosa por la forma en que él respondería y en parte un poco celosa. Él nunca leyó sus mensajes de LINE tan rápido.

—¡Me pregunto qué dirá!

Kawaguchi sonaba un poco emocionado. Izumi estaba preocupada, pero Kawaguchi no tenía nada que perder. Además, ni siquiera estaban seguras de que Nakamura estuviera siendo infiel. En general, ella se mostró optimista sobre la situación.

Después de una breve espera, Nakamura respondió. Como esperaban, respondió con una foto.

La foto era de Takahiro Mizusawa comiendo una hamburguesa en un restaurante. También había un mensaje corto: [hamburguesas con Takahiro ]

—¡Así que eso es lo que está haciendo!; Dijo Izumi con un suspiro de alivio.

—¿Ves? ¡Te dije que te preocupas demasiado!; Kawaguchi golpeó el hombro de Izumi y sonrió.

—Sí, él está loco por ti. Nunca te engañaría; Kamimae se amontonó alegremente.

—¿C-Cierto? Lo siento por hacer tanto alboroto, chicas…; Había comenzado a decir Izumi,

cuando Konno notó algo.

—Esperen un segundo. Miren; Ella dejó el teléfono sobre la mesa y amplió una parte de la foto.

—… De ninguna manera.

—¿En serio?

—Dios mío.

Fuera lo que fuera, eran malas noticias.

Konno estaba apuntando a un iPhone con una funda obviamente femenina.

—Eso no pertenece a Shuji o Takahiro, ¿verdad?; Preguntó Izumi, a pesar de conocer la respuesta obvia.

—Nop; Dijo Konno con calma, frunciendo el ceño. —Bueno, Takahiro también está ahí, y solo porque una chica esté ahí no significa que te esté engañando …

—… Sí; Izumi asintió y completó el pensamiento. —Pero … ¿por qué lo esconde?

***

Después de eso, ellas cuatro tuvieron un animado debate sobre la foto.

—¡Solo lo escondería si estuviera haciendo algo sospechoso! ¡Y es aún peor que él tratará de ocultarlo en un mensaje para mí!; Dijo Kawaguchi.

Konno ladeó la cabeza. —Te lo envió, pero apuesto a que supuso que podrías estar con Yuzu.

—Sí, podría ser. No dije con quién estaba.

Konno asintió. —Además, ¿no crees que es extraño que haya dos chicos, Shuji y Takahiro, pero solo una chica? Apuesto a que la otra chica está con ellos.

Kawaguchi se quedó boquiabierta de sorpresa ante la deducción de Konno. —¿Te refieres a una de esas fiestas de emparejamiento?

—Sí; Dijo Konno. —Mira, estamos hablando de Shuji y Casahiro. Es totalmente posible. Además, Takei no está con ellos.

—Ah ja ja. ¿”Casahiro”?; Kamimae se rio de ese apodo sospechoso.

—… Ugh…; Izumi se deprimía más cada segundo, pero tenía todas las razones para hacerlo. Su novio estaba con otra chica y básicamente había mentido al respecto.

Konno le palmeó el hombro con una media sonrisa. —Todavía no sabemos nada. Tal vez simplemente no quiere tomarse la molestia de explicarlo… Pero no creo que sea una buena idea ser demasiado confiada. Es posible que te lastimes más tarde.

—… Sí, tienes razón; La expresión de Izumi permaneció sombría.

Konno la miró y pensó por un segundo. —Bueno, si te molesta, pregúntale a Takahiro cuando llegues a casa esta noche. Pregúntale con quién estaba. Si le preguntamos a Shuji ahora mismo de quién es ese teléfono, será demasiado sospechoso.

El rostro de Izumi se iluminó ligeramente. —Buena idea. Probablemente a él no le importaría.

—Si te dice que estaban con una chica, sabrás que era solo una amiga. Pero si dice que fueron solo él y Shuji, sabrás que Hiro también está involucrado.

—… Sí, eso haré; Izumi asintió con determinación. —Gracias, Erika.

—No te preocupes; Dijo Konno casualmente, pero estaba tratando de tomar una decisión sobre algo.

Llámalo la intuición de una chica o tal vez la premonición de una reina, pero ella tenía un presentimiento.

¿Debería decírselo a Izumi o no?

Si me preguntas, será mejor que no lo sepas. 

***

Esa noche, Izumi yacía en su cama sosteniendo su teléfono con manos sudorosas. Se abrió una ventana de chat de LINE en la pantalla.

El nombre en el campo “Para” estaba escrito Takahiro Mizusawa.

Un millón de pensamientos pasaban por su mente mientras escribía.

¿Debería fingir que no lo había notado y simplemente charlar al azar? Pero eso sería extraño dado el momento, y Mizusawa fue astuto. Había una muy buena posibilidad de que notara que algo estaba pasando.

Entonces, ¿debería confesarle honestamente que estaba preocupada?

Pero si ella hacía eso, podría decírselo a Nakamura. Y eso podría hacerle pensar que ella era pegajosa, lo cual no quería.

Ella se decidió por un tercer enfoque, escribió las palabras y presionó enviar.

[¡Hey! Tú y Shuji tuvieron un día de chicos, ¿verdad?] 

Eso fue todo… un mensaje muy simple.

Le costaría leer sus intenciones solo con eso, ¿no es así?

Presionando sus manos contra su pecho para desacelerar los latidos de su corazón, abrió su página de inicio y esperó su respuesta.

Si le decía que otra chica había estado con ellos, ella estaba a salvo. Pero si él insinuaba que eran solo ellos dos, ella estaba en problemas.

Arrojó su teléfono a una esquina de la cama y se deslizó bajo las mantas. Tan pronto como lo hizo, escuchó el timbre de un nuevo mensaje. Ella se estremeció ante la velocidad de su respuesta.

A toda prisa volteando la manta para buscar su teléfono, ella bajó la vista hacia la pantalla. Esto es lo que decía el mensaje.

[Sí. ¿Por qué?]

Ella silenciosamente volvió a deslizarse bajo las mantas.

***

Pasaron unos días. Izumi había recibido un mensaje de Nakamura y lo estaba ignorando.

Él no había dicho nada más, ella simplemente había terminado la charla sin responder a su pregunta. Había sido vagamente fría con él en la escuela, pero él no lo había mencionado. De hecho, sus acciones eran tan sutiles que apenas contaban como ignorarlo.

Probablemente a él ni siquiera le importa que yo no responda, pensó Izumi para sí misma.

Cuando Nakamura tardó un poco en responder a uno de sus mensajes, ella se puso celosa, pero cuando dejó su mensaje sin respuesta durante días, él ni siquiera pareció darse cuenta.

Todo el asunto la puso triste y sola, casi desesperada. ¿Qué había estado haciendo estos últimos meses?

—¡Aaaaaargh!

Ella enterró la boca en la almohada y gritó. Pero en lugar de liberar sus emociones, solo se sintió más ansiosa.

—… Erg.

Ella pensó en su relación con Nakamura. La vez que la invitó a salir al parque.

El fin de semana ella le apretó la mano.  La primera vez que fueron a su casa solos.

El calor de su mano cuando la golpeó burlonamente en la frente. La expresión de su rostro cuando pensó que ella no sabía que la estaba mirando.

No pudo evitar pensar en él a la menor oportunidad.

Ella siempre era la que lo perseguía, siempre preocupándose de que se escapara a alguna parte si ella no lo sujetaba.

Por supuesto que él miraba a otras chicas. Como la que estaba con él cuando le envió la foto a Kawaguchi.

¿A qué tipo de chica pertenece ese iPhone? ¿Qué se pone ella? ¿Ella se parece a mí? ¿O es completamente diferente?

… ¿Es ella más hermosa que yo?

Los pensamientos daban vueltas y vueltas en la mente de Izumi hasta que finalmente no pudo soportarlo.

—¡¡¡Blrghhhh!!!

Ella volvió a gritar contra la almohada, esta vez más fuerte.

***

Ocurrió al día siguiente.

El teléfono de Izumi sonó temprano en la mañana.

Despertada por la vibración, vio la palabra Shuji en la pantalla. Fue una llamada de LINE de Nakamura.

—… ¿En serio?

Ella de repente se despertó del todo y se le hizo un nudo en el estómago. No se habían enviado mensajes durante los últimos días. Justo antes de eso, se había enterado de su comportamiento sospechoso y la posibilidad de otra chica.

Y ahora esta llamada.

No pudo evitar pensar que todo apuntaba a una cosa.

Eso es todo. 

Mirando la pantalla, ella dudo en responder.

Si huía ahora, nada cambiaría. Simplemente pospondría lo inevitable. Pero todavía no se atrevía a responder.

Cuando cesó el zumbido, él asumió que se había cansado de llamarla.

—… Ugh, odio esto.

Intentó desesperadamente pensar con la cabeza todavía adormecida.

¿Qué debería hacer? ¿Qué debería decir?

¿Cómo podría escapar del horrible destino que la esperaba?

Antes de que pudiera encontrar una respuesta, su teléfono volvió a sonar.

Su corazón latía tan fuerte que no podía creer que hubiera estado dormida solo unos momentos antes. Ella no quería hablar con él. Pero tenía que hacer algo o la ansiedad la aplastaría. Esta vez, respondió con la esperanza de terminar de una vez.

—… ¿Hola?; Dijo, haciendo un esfuerzo por sonar normal.

La voz al otro lado de la línea era incluso más alegre de lo habitual, lo que le pareció desconsiderado, incluso cruel.

—… Hey.

—¿Qué pasa?

—Uh…

Su voz era baja. Mientras tanto, ella estaba tratando de ocultar sus sentimientos con un tono normal falso. Esto fue vergonzoso.

Él continuó, vacilante. —¿Tienes … tiempo para … reunirnos y hablar ahora mismo?

—… ¿Qué?

Su siniestra corazonada se convirtió en certeza. Estaba pidiendo hablar sin decir de qué se trataba.

—¿Por qué?

Ella se quedó en silencio por un momento, luego respondió con un poco más de fuerza. —

Puedes adivinarlo, ¿no?

El corazón de Izumi se congeló. Sí, ciertamente podría ser. —Uhm… sí.

—Entonces, ¿puedes venir a mi casa?

Ahora ella estaba segura—él la iba a dejar. Podía sentir la vida desapareciendo de su voz cuando una poderosa ola de arrepentimiento se apoderó de ella.

¿Por qué había hecho eso? Después de ver la foto, después de haber consultado con Mizusawa, ¿por qué había dejado que su orgullo y competitividad sin sentido ganaran? ¿Por qué no había respondido a su mensaje de LINE?

¿Y si hubiera hecho algo al respecto una vez que sintió que él se alejaba? Quizás no hubieran llegado a este punto.

—… Odio esto.

El temblor que había estado luchando por controlar se apoderó de ella, y sus emociones llegaron a sus palabras.

—¿Qué?

—¡¡Dije que odio esto!!; Ella gritó.

—… ¿De qué estás hablando?; Nakamura dijo malhumorado.

—¡Simplemente lo odio! ¡Sabes a lo que me refiero! ¡Sé que entiendes la palabra odio!

—Quiero decir, sí, pero… ¿Qué?

—No iré; Dijo desesperada. —No quiero escuchar lo que tienes que decir, así que no iré. Me quedaré en casa todo el día.

—¿Quién eres y qué has hecho con Yuzu Izumi?

—Soy Yuzu Izumi; Dijo infantilmente e inmediatamente se arrepintió. Cuanto más hablaban, peor se sentía ella.

—… Entonces iré hacia ti.

—¿Eh?

—Te llamaré cuando llegue a la estación.

—Espera…

—Okay, nos vemos…

—¡Espera! Él colgó.

—… Diablos.

Su teléfono sonó.

Se había olvidado de cargarlo la noche anterior, y el símbolo rojo de la batería en la pantalla le decía que solo le quedaba el cinco por ciento.

—¡¡Ahhh…!!

Ella trató de liberar su estrés gritando tan fuerte que incluso su almohada no pudo absorber el sonido, pero todo lo que pudo hacer fue esperar a que Nakamura volviera a llamar.

***

[estoy en el tren de las 10:24]

Su mensaje le llegó.

Ahora que su destino estaba sellado, Izumi cerró tranquilamente la aplicación LINE. Enchufó su teléfono al cargador y lo colocó debajo de la almohada para no ponerse aún más nerviosa.

Luego se acurrucó en su cama y esperó. Su mente estaba en blanco, pero luego …

¿Qué estaba planeando decir cuando le rompiera el corazón? ¿La perdonaría si ella se negaba a dejarlo? ¿Perdonar qué? ¿Él estaba simplemente aburrido de ella? Si ella decía que no quería romper, ¿eso la volvería pegajosa?

Se golpeó a sí misma con preguntas incontestables hasta poco después de las diez.

—… Será mejor que me vaya pronto.

No llevaba maquillaje, pero se puso un par de lentillas de colores que agrandaban sus ojos negros. En cuanto a la ropa, no pudo evitar elegir con cuidado incluso en un momento como este. Después de todo, Nakamura la estaría viendo. Se sonrió cínicamente a sí misma.

Llegó a la estación alrededor de las 10:20, se envolvió el cuello con la bufanda para que le cubriera la mitad de la cara y esperó.

Pasaron unos minutos.

Por primera vez en mucho tiempo, su forma familiar apareció en las escaleras.

—Ah …

Las lágrimas ya estaban saliendo de sus ojos con solo verlo.

Había sentido esta opresión en su pecho antes… cuando ella estaba esperando su respuesta en LINE después de que habían estado separados por un tiempo o cuando rechazó una de sus invitaciones. Su mente se llenó de ansiedad.

Pero en el segundo en que vio su rostro, todas sus emociones dieron un vuelco como las piezas en un tablero de Otelo, y su afecto por él tomó el control.

Odio esto. Lo odio. No quiero que termine.

Ella reprimió el impulso de simplemente darse la vuelta y correr. Se subió aún más la bufanda y se escondió detrás de la suave tela. Estaba segura de que sus lágrimas se derramarían si se quedaba allí en el frío con todos estos sentimientos, y no quería que él la viera tan débil.

Debajo de su bufanda, se mordió el labio y se obligó a no llorar.

Nakamura estaba justo frente a ella ahora. —Hey… No te he visto en un tiempo; Él evitó sus ojos, pareciendo extrañamente inseguro de cómo actuar.

—… Sí.

Pero Izumi lo miró a la cara de todos modos. Tal vez fue porque ella quería grabar la imagen de su novio, de Nakamura en su memoria.

—Este no es el mejor lugar… ¿Quieres ir allí?; Ella indicó un banco en el parque frente a la estación.

Ellos se habían sentado en ese banco innumerables veces desde que empezaron a salir, hablando de temas importantes y sin importancia. Allí se habían creado tantos recuerdos.

—… Okey; Izumi asintió y lo siguió.

Ellos se sentaron uno al lado del otro. Un viento seco y polvoriento azotaba las ramas desnudas de los árboles.

Se quedaron en silencio por un momento.

Entonces Nakamura abordó el tema. —Bueno…; Él comenzó lentamente, con las manos en los bolsillos.

Izumi se sentó y esperó a que continuara, seguro de que estaba a punto de sacar una daga invisible y romper su relación.

—¡¡Espera!!; Gritó, desesperada por interrumpirlo. —¡¡No puedo!! ¡¡No quiero romper!!

Sin hacer caso de lo que él o cualquier otra persona pudiera pensar, ella le dijo la verdad. Nakamura la miró, aturdido.

No le importaba si su lucha era inútil. A ella no le importaba si él pensaba que ella era pegajosa. Lo único que sabía era que todo dentro de ella quería aferrarse a esta relación.

—Sé que soy un idiota, y siempre me interpongo en tu camino, pero aun así…

La presa se rompió y sus lágrimas se derramaron mientras gritaba el resto de su oración.

—¡¡Todavía te quiero!!

Hubo silencio.

Ella no apartó los ojos de él. ¿Pero qué estaba pasando?

Algo andaba mal con su reacción. Como si sus palabras brutalmente honestas no hubieran tenido ningún efecto en él, como si…

—No, escucha.

Izumi nunca podría haber imaginado lo que estaba a punto de decir.

—Feliz cumpleaños.

Izumi se sentó allí boquiabierta en silencio. —… ¿Qué?

Nakamura sonrió con ironía. —… No tengo idea de lo que está pasando por tu cabeza, pero…; Él estaba extendiendo su mano con un pequeño paquete envuelto en un lindo papel de regalo sobre su palma. —Hoy es tu cumpleaños, ¿verdad? Solo quería darte tu regalo. Dios

santo; Parecía irritado, pero su sonrisa era burlona.

Izumi pensó en cómo había estado actuando últimamente y en todo lo que había sucedido desde que se conocieron. De repente, toda la historia encajó y ella gritó.

—¡¿Aaaaaaaaah—?!

—¡Ja ja ja ja ja!

***

Nakamura pareció encontrar toda esa situación divertida.

—¡No es gracioso! ¡Estaba realmente preocupada!

—Maldita sea. Tenías razón sobre ser una idiota.

Izumi no podía discutir con él, así que se sonrojó y gimió.

—La razón por la que no pude pasar el rato últimamente es que estaba pidiendo a una amiga de Takahiro que me ayudara a elegir un regalo para ti.

—Así que ese teléfono femenino en la foto que enviaste era …

—De ella. La conocimos en un festival escolar al que fuimos hace un tiempo. No pasa nada.

—Ohhhh…; Izumi estaba tan avergonzada que ni siquiera podía mirar la cara de Nakamura. —Y cuando dijiste por teléfono que yo debería saber por qué querías que nos juntáramos…

—¡Jajaja! Me refería a que hoy es tu cumpleaños.

—Cierto…

Era tan obvio ahora que su comportamiento antes parecía completamente irracional. Ella lo había olvidado por completo. Ella no tenía nada que decir.

Nakamura se secó las lágrimas de reír con tanta fuerza y giro sus ojos. —Oh, dios, ¿quién olvida su propio cumpleaños?

—¡Cállate!

Usando su manga para secarse bruscamente las lágrimas que ni siquiera sabía por qué estaba derramando, ella dejó que todas sus emociones se mostraran. Toda su vergüenza se había ido, y ella lo miró con ojos de un animal salvaje.

Nakamura la miró gentilmente y suspiró. —Escucha… no estoy interesado en nadie más. Así que deja de preocuparte cada vez que pasa algo.

—Uh…

—¿Sí?

Su mirada penetrante era tan honesta y directa como siempre.

Él siempre es tan simple e infantil, ¡pero luego lo usa para llegar a mí! Izumi pensó para sí misma. —… Bien. Entiendo.

De alguna manera, había conseguido su consentimiento. Él dio una sonrisa de satisfacción. —

¿Qué? ¿Nadie más te ha deseado feliz cumpleaños todavía?

—¿Eh?

Ella había estado tan deprimida que ni siquiera había cargado su teléfono, y después de que él la llamó esa mañana, mirar los mensajes de cualquier otra persona estaba fuera de discusión.

Ella abrió su aplicación LINE.

—… Oh.

Estaba lleno de mensajes de Konno, Kawaguchi, Kamimae, Hinami, Nanami y otros amigos.

—Diablos; Sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo.

—¿Qué pasa?

—Me estaba muriendo, y ahora de repente estoy tan feliz que mi cerebro no puede seguir el ritmo.

Era como si las piezas de Othello hubieran cambiado de negro a blanco y luego a los colores del arco iris.

—Ja ja ja. Tú estás realmente loca.

Este tenía que ser el peor y mejor cumpleaños que había tenido, pensó Izumi.

—¡¿Y qué si lo soy?!

Y así resultó que el ataque de depresión de Yuzu Izumi había sido en vano.

—¡Aaargh, no puedo soportarlo! ¡¡Estoy tan feliz!! Su sonrisa habitual había vuelto a su rostro.