Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 8

Capitulo 66: La Aldea De Los Enanos

Parte 1

“¡Ahí está! ¡La aldea Glademarl!”

En la mañana del cuarto día, el conductor del primer carruaje, que tenía el punto de vista más alto en la caravana, se volvió y gritó a los demás que estaban detrás de él.

Este conductor en particular no era uno de los mercaderes, sino un profesional que había sido contratado para la expedición. No importa la industria, estar a la vanguardia siempre era una posición que requería de la máxima habilidad.

Habían logrado llegar después de haber recibido solo el ataque de unos ogros. Por supuesto, uno era suficiente. Si sus escoltas hubiesen sido menores en número, o si hubiera habido grupos de menor rango entre los grupos, alguien podría haber salido gravemente herido o muerto, sin mencionar los daños que la caravana podría haber sufrido. Ser atacado por siete ogros a la vez no era exactamente un hecho común.

De todos modos, ahora habían llegado sanos y salvos a Glademarl.

Solo pudieron llegar tan temprano por la mañana porque habían acampado bastante cerca del pueblo la noche anterior. Llegar tarde por la noche habría causado problemas a los aldeanos, consideraron los mercaderes, y era un gasto innecesario. Por supuesto, los cazadores, que generalmente se quedaban en posadas siempre que fuera posible, no podían entender esta lógica.

No era que no pudieran comprender la explicación de los mercaderes—pero, aun así, tenían que preguntarse por qué no podían acampar en algún rincón vacío de la aldea, o en la plaza de la aldea, si los gastos eran su única preocupación.

Sería mucho más conveniente, aunque solo fuera en términos de obtener agua. Las chicas del Pacto Carmesí reflexionaban sobre esta pregunta, pero los otros dos grupos ni siquiera parecieron prestar atención, como si este era el patrón en cada viaje.

“Oh, ¿ya es esa ocasión de nuevo? ¡Bienvenidos a la aldea de Glademarl, mercaderes y amigos!”

Justo a la entrada de la aldea, fueron recibidos por una joven que parecía no tener más de diez años.

¡Oh por dios, es el primer enano que conozco! ¡Es tan pequeña y linda! ¡Un momento, no, no seré engañada! Puede parecer una estudiante de primaria, ¡pero bien podría ser madre de tres hijos! ¡Sus patrones de habla son definitivamente de adulto, sin duda!

Ajustando su propia primera impresión, Mile habló, dirigiéndose al enano de aspecto juvenil.

“Disculpe, pero esta es la primera vez que nuestro grupo está aquí. Nos complace conocerle. Y espero que perdone mi grosería—pero ¿cuántos años tiene?”

¡Santo Cielo! Pensaron los demás.

Era una pregunta directa, justo al grano. El grupo quedó estupefacto ante la franqueza de Mile.

“Tú misma lo dijiste  niña—eres bastante  grosera.  Pero

olvídalo. ¡Si quieres saber, tengo diez!”

“¡¡Ella también fue directo al grano!!!” Dijo en coro el grupo.

¡Qué truco de doble cara! Pensé que era una vieja disfrazada de niña, ¡pero realmente es una niña! ¡Los enanos son formidables!

La primera ronda fue una derrota para Mile—no es que tuviera con quien luchar en primer lugar.

La niña enana no tenía barba, y su cuerpo no era una figura baja y robusta que se podría esperar de la mayoría de la raza de los enanos. Era un poco más baja que los 144 cm, la estatura promedio de las niñas de diez años en las razas humanoides, y era un poco regordeta, lo que le daba una apariencia de una cochinilla.

Aparentemente, las tasas de crecimiento de los enanos eran las mismas que las de cualquier otra raza humanoide durante sus años de formación. Era solo que sus alturas alcanzaban su tope máximo un poco antes que las demás razas. Los elfos funcionaban de la misma manera.

Si, según su conjetura anterior, la altura de Mile era el promedio de altura de todas las razas humanoides—humanos, elfos, enanos y demás—entonces sería afortunado si ella terminara siendo una humana un poco baja, con la altura alta y características elegantes de los elfos que cancelan la mayoría de las características enanas.

Excepto por las áreas donde la combinación de sus características solo amplificaba su falta de ciertas partes…

La caravana pasó junto a la niña y se dirigió a la plaza en el centro de la aldea. La primera orden del día era comenzar a vender todos los bienes que habían traído.

Para la cena, esperaban hacer una comida con pescado fresco y vegetales comprados a los aldeanos. No había tiempo para eso en el medio del día, así que para el almuerzo comerían la comida que habían traído consigo.

Como los viajeros rara vez se detenían en este pueblo, situado en medio de las montañas, no había posadas ni nada por el estilo.

Había un pequeño restaurante, o, mejor dicho, una taberna, pero no se podía esperar que albergara una afluencia repentina de más de veinte personas además de su multitud habitual. Tendrían que haber abastecido y preparado comida extra antes de tiempo.

Por lo tanto, la caravana no tenía más remedio que encargarse de sus propios servicios.

Pacto Carmesí inicialmente supuso que simplemente harían su comida usando los ingredientes que Mile ya tenía almacenados, como cuando estaban acampando, pero se les informó que deberían dejar un poco de dinero en la aldea mientras estaban allí. Si no compraran algunos alimentos a los lugareños, como solían hacer los mercaderes, los aldeanos podrían ofenderse.

En una pequeña aldea como esta, los cazadores, los carniceros y los vendedores de comida podrían ser amigos o parientes de los herreros, o del jefe de la aldea. Lo que significa que había bastantes trampas potenciales…

El líder de la caravana fue a saludar al jefe de la aldea, mientras que los otros mercaderes comenzaron a descargar las mercancías de sus carruajes, estableciendo un mercado al aire libre.

“¿Hm? ¿Qué haces, Mile?” Preguntó Pauline, mirando con curiosidad mientras Mile sacaba una larga mesa y comenzaba a alinear varias botellas y jarras sobre ella. Detrás de Mile había una botella particularmente grande.

“Oh, bueno, traje un poco de licor conmigo. Pensé que a los enanos les gustaría. Es licor fuerte y de alta calidad…”

Murmullos. Murmullos.

Los enanos murmuraron algunas cosas mientras miraban a los mercaderes trabajar, todos esperando ser los primeros en comprar los mejores productos.

“Alta calidad, ¿eh?”

“No hay razón para que lo haya traído hasta aquí si fuera algo barato. ¿Me pregunto si debería estar intrigado?”

Un grupo de enanos, todos bajos, robustos y completamente barbudos—muy parecidos a los que podrías señalar y decir, “¡Sí! ¡Ese es el tipo de enanos que escuchas en los cuentos de hadas!” —lentamente comenzó a acercarse.

“¡Sí, por supuesto! Hmm, supongo que puedo darte una pequeña muestra. Sin embargo, solo una muestra de cada uno. ¡Si dejo que todos tengan todo lo que quisieran, beberían todas mis existencias!”

Los enanos soltaron una risa irónica, como diciendo, “¡Nada mal niña!”

Para ser justos, eligieron a ocho personas confiables entre ellos, cada uno sirviendo como representante de una de las tres variedades de vino y cinco tipos de licores.

Cada uno recibió una muestra. Entre los licores estaban los similares al whisky, destilado de maíz y trigo, y los similares al brandy, destilado de las frutas. Cosas como la caña de azúcar y la melaza eran caras, por lo que no se veían productos del tipo ron en el mercado.

Cada uno de los representantes tomó una taza de la mesa y luego la pasó por la línea para que cada persona pudiera saborear un poco—después de haber tomado el primer sorbo, por supuesto. Todos bebieron de las mismas tazas; no había nadie aquí a quien le molestara algo así.

Cada uno olió la taza, se metió un poco en la boca, parecía que se enjugaron sus lenguas y luego lo bebieron, todo con una mirada muy seria en sus rostros.

Esto es un poco espeluznante, pensó Mile, y realmente no se podría culpar. Fue un poco espeluznante ver a tantos veteranos barbudos en un solo lugar, con una mirada tan seria sobre cualquier cosa.

“¡Me llevaré! ¡Uno de cada uno!”

“¡Tomaré dos de cada uno de los licores!”

“¡Aguarden un momento! ¡No se los acaben mientras todos los demás todavía los están probando!”

“Tengo que correr a casa y traer mi dinero, ya vuelvo. Tres de cada uno, ¿puedes guardarlas para mí? Será mejor que no se agoten mientras estoy fuera, ¿de acuerdo?”

La multitud se dividió en dos: aquellos que deseaban comprarlo ya y aquellos que estaban preocupados de que todo se vendiera antes de que tuvieran la oportunidad de hacerlo.

También hubo quienes no tenían suficiente dinero a mano y tuvieron que apresurarse a casa por más y aquellos que se apresuraron a comprar sin siquiera probar, según las reacciones de los ocho enanos representativos.

“Así que, dio en el clavo con esto, ¿eh? Bueno, supongo que no estoy sorprendida, si pueden comprarle estos por solo el doble de lo que pagarías en el pueblo…”

Los otros mercaderes quedaron atónitos al ver cómo florecía el puesto de Mile. Por supuesto, por mucho que todos corrieran hacia ella ahora, todavía tendrían que comprar sal y otros productos básicos, y cualquier artículo de lujo que quisieran, por lo que los demás comenzarían a obtener ganancias también una vez que la exageración haya disminuido. Como resultado, los mercaderes no se molestaron para nada.

Sin embargo, todavía estaban atónitos, tanto por lo increíble que tuviera tanto espacio de almacenamiento como por los precios de ganga por los que estaba vendiendo sus existencias.

Incluyendo el viaje de ida y vuelta y la estadía en el pueblo, esta expedición tomaría 8 días en total. Había 15 guardias y 7 en el grupo mercante. En total, son 176 días entre todos.

La asignación promedio esperada para apoyar a una persona por día, al considerar el peligro, era de 2 monedas medianas de oro por día, que totalizaba hasta 352 monedas medianas de oro. En términos de dinero japonés, eso era 3.52 millones de yenes.

Al considerar más a fondo los gastos necesarios para un negocio y asuntos como el desgaste de carruajes y caballos, era necesario agregar alrededor de 600 monedas medianas de oro para obtener una ganancia suficiente.

Ese número era en beneficio bruto, sin embargo, no un rendimiento neto. En otras palabras, incluía los fondos para comprar bienes de la aldea para reventa. Era importante reinvertir fondos adicionales aquí, para que no perdieran todo en caso de un ataque de un bandido o monstruo.

Incluso si pudieran escapar con seguridad, moverse apresuradamente dejaría los caballos, los carruajes y una porción de sus bienes en ruinas.

Y, sin embargo, aquí estaba Mile, vendiendo un artículo tan pesado, fácilmente rompible, innecesariamente de alto riesgo, como el licor, por un mero 100% de ganancias. Tal cosa sería completamente imposible sin esa habilidad suya…

La envidia se desborda, los mercaderes no pueden dejar de soltar un suspiro al pensar en esta flor tan rara y preciosa, que nunca será suya.

“Entonces, Miley, ¿cuánto beneficio has generado por nosotras?” Preguntó Pauline con una sonrisa.

“¿Eh? Este es mi negocio. Compré los productos en mi propio tiempo libre y los vendí en mi propio tiempo libre. No tiene absolutamente nada que ver con el trabajo que aceptamos, así que… ¡Eeek!”

Pauline casi explotaba. Sin embargo, la sensación que transmitía su expresión era un giro 180 grados de lo que indicaba hace un momento.

“Entonces. Miley ¿Cuántas ganancias hay para nosotras?”

“Uhh, oh ah, uhm, aaah…”

Mile palideció al sentir el aura oscura que emanaba de todo el cuerpo de Pauline.

“Supongo que incluso la pequeña dama la tiene difícil…”

Los mercaderes que habían estado mirando a Mile con envidia no podían evitar mirarla con lástima ahora.

“Pauline, eso es un poco…”

“La última vez que Mile hizo dinero extra, llevando los productos para los mercaderes que nos contrataron, fue algo que todas acordamos que era ‘parte del trabajo’, ¿verdad? Como escoltas, nuestro trabajo es proteger la caravana, y eso incluye tanto a las personas como a sus propiedades. Sin embargo, esta vez es un poco diferente. Estoy segura de que incluso tú sabes eso, Pauline.”

“Grngh…” Pauline se quejó ante las reprimendas de Mavis y

Reina.

A diferencia de Pauline, Mile tenía poco apego al dinero. Sin embargo, a pesar de que las otras chicas del Pacto Carmesí eran sus amigas—o, mejor dicho, porque eran sus amigas—deseaba ser un poco independiente en lo que respecta a los asuntos de flujo de dinero. Después de todo, había muchas historias en todo el mundo sobre amistades desgarradas por dinero.

Ella nunca pidió dinero prestado de otro lado que no fuera el banco. Más importante aún, ella nunca prestó ni depositó dinero en otro lugar que no fuera el banco. Incluso si era amenazada, nunca entregaría dinero sin razón. Si lo hiciera incluso una vez, habría gente mordiéndole los talones por el resto de la eternidad.

Esta fue una lección que su padre le había inculcado a ella y a su hermana menor una y otra vez en su vida anterior, y renacida o no, era una enseñanza que tenía la intención de mantener.

Y así, Mile continuó vendiendo sus productos.