Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 8

Capitulo 65: El Pueblo Fronterizo

Parte 6

En cualquier caso, nada de esto cambiaba el hecho de que Pacto Carmesí había brindado un apoyo más que suficiente al ejército, transportando mercancías, proporcionándoles provisiones, ayudándolos en la batalla y curando sus heridas.

Además, si bien los otros dos grupos se habían quedado cortos en comparación a estas chicas, eran mucho más hábiles que cualquiera de los cazadores que habían ayudado al ejército hasta la fecha y proporcionaron mucha más ayuda que cualquier grupo de soldados.

Todos los cazadores que habían participado en este esfuerzo habían anotado home runs, y todos y cada uno de ellos fueron fundamentales para que ni un solo soldado—ni un solo miembro de su fuerza especial en general—haya perdido su vida en el cumplimiento del deber.

El Capitán reconoció fácilmente esto, junto con el hecho de que sin tener los mismos miembros una vez más, no había forma de que pudieran lograr el mismo resultado en el futuro.

“También tenemos comida y bebidas ligeras preparadas para los cazadores. Una vez que hayan llenado sus barrigas, no duden en regresar al Gremio. Enviaremos un informe de la finalización de su trabajo. Supongo que no tuvieron muchas oportunidades de conversar con los otros cazadores mientras estábamos marchando o acampando, ¿verdad? Se separaron entre los escuadrones mientras marchamos, y Pacto Carmesí se retiró a su tienda después de comer. Sería bueno para todos ustedes pasar un poco de tiempo juntos, ¿verdad?”

Los cazadores se dirigieron hacia el edificio indicado, aceptando con gusto la amable consideración del Capitán. Era justo como dijo; no habían tenido muchas posibilidades de mezclarse, después de todo.

“Lo siento…”

Cuando llegaron al lugar donde habían preparado la comida y la bebida, Wulf, líder del Paraíso del Maligno, inclinó la cabeza de repente.

“A decir verdad, todos las subestimamos. ‘Nuestros dos grupos van a hacer tres veces más de lo que harán esas chicas, así que todos deberían intentar apuntar al menos dos veces’. ¡Augh! ¿Qué estaba diciendo? Me da vergüenza solo recordarlo…” Dijo, cubriéndose la cara con ambas manos. “De todos modos, lo siento mucho. Y también gracias. Ya tomaron nuestro dinero para la comida, así que eso es suyo, pero realmente nos salvaron con esa magia curativa, y han mejorado la reputación de todos los cazadores ante los ojos de esos soldados. El hecho de que todas estuvieran aquí fue solo una de las razones por las que el ejército tenía una actitud mucho mejor hacia nosotros de lo que suelen hacerlo—así como por qué este trabajo salió muy bien en ese aspecto—pero ciertamente fue una razón importante. Ese Capitán siempre fue bastante favorable en lo que respecta a los soldados, pero, aun así—normalmente las cosas son mucho peor que eso.”

Vegas, el líder de la Hermandad de las Llamas, así como todos los demás miembros del grupo, asintieron.

“Aun así, quiero decir, los dos grupos tomaron este trabajo en el que de otro modo no tendrían interés solo porque estaban preocupados por nosotras, ¿verdad?” Preguntó Reina.

“¿Hm? ¿Cómo lo—? Leutessy, si será…”

Wulf inmediatamente adivinó a la culpable. Aparentemente, la empleada con la que habían hablado se llamaba Leutessy.

“En fin, todos pudieron evitar lesiones, y todos ganamos un poco de dinero. ¡Así que eso es todo lo que realmente importa!” dijo Pauline.

¡¿Un poco?! Ante sus palabras, los otros dos grupos intercambiaron miradas exasperadas. ¡Básicamente nos saqueaste!

Por supuesto, todo el dinero que habían ganado iba a los bolsillos de todo el grupo, no solo al de Pauline, pero por la sonrisa malvada en su rostro, los otros cazadores no pudieron evitar ver quién tenía las cuerdas del bolso.

Aun así, basado en el pago de una moneda de oro especificado en la publicación del trabajo original, Paraíso del Maligno había ganado cinco monedas de oro, y la Hermandad de las Llamas seis.

No está nada mal por solo cuatro cortos días de trabajo. Por supuesto, cuando se consideraba la alta probabilidad de que pudieran haber sido utilizados como un escudo para los soldados—y la posibilidad de que fueran heridos en gran medida o asesinados—no era una cantidad de pago particularmente generosa para un cazador veterano.

Pero en comparación con otros trabajos de duración similar, realmente no era tan malo.

Pacto Carmesí, mientras tanto, tenía cuatro personas, lo que significaba que ganaron cuatro monedas de oro. En términos de dinero japonés, esto representaba ganancias de aproximadamente 400,000 yenes.

En cuatro días—solo un noveno del mes de treinta y seis días—habían ganado esa cantidad.

Y luego, teniendo en cuenta la comida que habían vendido a los otros cazadores y soldados, habían ganado casi el doble.

Habían ganado salarios mucho más altos que esto, muchas veces antes—como cuando cazaron a los bandidos o lidiaron con el wyvern. Aun así, para un cazador promedio de rango C, esta sería una recompensa espectacular… Suponiendo que todos los miembros del grupo regresaran ilesos.

Los tres grupos comieron la comida proporcionada y conversaron un poco, intercambiaron información y, en general, se conocieron mejor. Luego fueron a darles las gracias a los soldados y se dirigieron, como un solo grupo, de vuelta al Gremio.¡Aplausos!

Al entrar al Gremio. Fueron recibidos con aplausos.

“¿Qu-Qué?”

Los tres grupos estaban atónitos y confusos por lo que estaba ocurriendo. A través de la cacofonía, Leutessy, la recepcionista, los llamó.

“¡Eso fue increíble, chicos! ¡Lo hicieron espléndidamente! El Capitán del ejército mismo vino aquí antes para cantarles alabanzas. El maestro del Gremio extiende su gratitud también. Y además…”

Echó un vistazo al Pacto Carmesí, confirmando que estaban completamente ilesas.

“Fueron de gran ayuda para nuestras amigas que vinieron de muy lejos. ¡Son el orgullo de nuestra rama!”

Los aplausos estallaron una vez más del personal del Gremio y cazadores.

Sin embargo, Paraíso del Maligno y la Hermandad de las Llamas tenían expresiones confusas mientras recibían los aplausos. Estos hombres estaban en conflicto profundo.

Era comprensible, por supuesto.

Las que se habían lucido eran estas jóvenes novatas, cuyas habilidades no habían podido reconocer, mirándolas con la arrogante suposición de que serían los salvadores de tales inocentes criaturas. Y, sin embargo, los elogiaban, todos pensaban que los logros de esas chicas—que, por el contrario, los habían salvado de muchas maneras—eran sus logros.

Había pocas otras cosas en la vida que pudieran causarle angustia a un hombre.

Sin embargo, esto no era algo que pudieran explicar a los demás. Eso requeriría que hablasen de las habilidades especiales y los métodos de combate de las chicas, así como de sus habilidades.

Para un cazador, compartir información sobre otros cazadores que habían conocido en el cumplimiento del deber era el mayor de los tabúes. Tal cosa podría afectar la vida y la seguridad de un cazador, después de todo.

En otras palabras, no podían dar ni el más mínimo indicio de las habilidades o de la fuerza de las chicas. Además, incluso si insistieran en que las chicas del Pacto Carmesí habían sido las que les habían salvado la vida, nadie les creería. A lo sumo, algunos podrían pensar que solo estaban bromeando o tratando de hacer algún tipo de broma.

Además, cuando comían, las chicas habían dicho: “No tenemos la intención de mantener en secreto la magia de almacenamiento de Mile, pero no le digan a nadie sobre su capacidad de almacenamiento, o sobre nuestro estilo de combate. Simplemente hagan saber que los tres grupos trabajamos duro y contribuimos todos al éxito de esta misión.”

¡Ugh! ¡Esto es tan incómodo! Los dos grupos gritaron internamente en agonía mientras los otros cazadores los felicitaban y les golpeaban en los hombros mientras las ofertas de invitaciones a por cervezas llegaban.

Mientras tanto, Mavis, a diferencia de sus tres compañeras de equipo, podía relacionarse demasiado bien con los sentimientos de los cazadores, y los observaba con lástima.

“Gracias por todo lo que hicieron. ¡Espero, que podamos hacerlo de nuevo en otra ocasión!” Dijo Wulf.

“¡Claro! También lo esperaremos con ansias. ¡Gracias por su ayuda!” Respondió Mavis mientras los grupos se retiraban a sus respectivos hogares.

Aparentemente, como cazadores veteranos, no se hospedaban en una posada sino en su propia base de operaciones. Por supuesto, incluso si se llamaba una base, en realidad era más un domicilio típico, alquilado, establecido para la vida compartida.

Todos ya habían recibido sus marcas de finalización junto con su paga. Paraíso del Maligno y la Hermandad de las Llamas se excusaron poco después, alegando que estaban exhaustos— probablemente en un nivel emocional por tener que soportar los elogios de todos.

En cuanto al Pacto Carmesí…

“Más que nada, me alegra que todas estén a salvo. De ahora en adelante, espero que elijan trabajos que se adapten un poco más a sus habilidades,” dijo Leutessy, la recepcionista, un poco cortante.

Aparentemente, Leutessy supuso que Pacto Carmesí había vuelto a salvo gracias al Paraíso del Maligno y la Hermandad de las Llamas, y, después de haber sido la que informó a estos dos amables grupos sobre la difícil situación de las chicas y los convenció de participar, sintió que indirectamente había sido responsable de salvar a las chicas.

Parecería que, al elogiar a los dos grupos, el Capitán del ejército no había nombrado a ningún individuo, sino que ofreció su agradecimiento a los cazadores en su conjunto.

De hecho, la mayoría de los soldados eran generalmente conscientes del ‘gran tabú’ de los cazadores, por lo tanto, no ofrecían ningún elogio concreto con respecto a las acciones del Pacto Carmesí.

Por lo que no era sorprendente, que Leutessy pensara que las palabras de felicitación estaban destinadas principalmente a los dos grupos veteranos.

“Ajajajajaja…”

Capaz de adivinar claramente todos estos hechos, Pacto Carmesí no podía hacer nada más que reír.

***

“Hay que tomarlo con calma durante los próximos dos días,” propuso Reina.

Las otras tres asintieron. En una capital regional, tres monedas medianas de oro por día eran suficientes para cubrir la comida y el alojamiento de cuatro personas.

Incluyendo sus ventas, se habían llevado unas siete u ocho monedas de oro, por lo que era normal que tomaran unos días para turistear.

Si bien no estaban lastimadas o exhaustas, los que trabajan sin descanso todos los días nunca viven vidas muy largas.

Además, ¿cuál era el punto de trabajar sin parar hasta el punto de la muerte o lesionarse cuando ya hacían un trabajo que las ponía en la línea de peligro por el placer de disfrutar y vivir una vida feliz? No importa que tan rápido apunten a un ascenso, apresurarse así solo las desviaría con lesiones y trabajos fallidos.

Fuera de dormir en posada, Pacto Carmesí apenas había estado usando su dinero.

No usaban flechas o cuchillos, lo que exigiría reponer municiones para sus armas, y tenían dos expertos en magia curativa a mano, lo que significaba que nunca requerirían vendas o medicinas. Cuando se trataba de comida, el almacenamiento de Mile ya estaba repleto de carne, hierbas y verduras adquiridas de la caza y cuando recolectaban, e incluso tenían un stock de pescado también.

Ya habían acordado colectivamente que no comerían de sus ahorros, excepto en circunstancias extraordinarias, pero en realidad, era casi imposible gastar lo que ganaban.

Así que pasaron su tiempo haciendo turismo por el pueblo, que aún no habían visitado, probando la cocina local y comprando recuerdos para la pequeña Lenny.

Normalmente, no se compraba recuerdos hasta justo antes de volver a casa, ya que solo hacía más equipaje para cargar, pero para Mile, con su magia de almacenamiento y su pseudo inventario disfrazado de magia de almacenamiento, esto no era una preocupación. Podrían comprar lo que quisieran en el momento en que lo vieran. Eran absurdamente útiles, estos trucos de Mile…

***

Cuatro días después, las chicas del Pacto Carmesí se pararon en el salón del Gremio de Cazadores en Mafan, capital de un feudo en la región fronteriza del Reino de Marlane.

“Hmm. Realmente no hay nada interesante aquí…” Murmuró Reina, pero eso era más o menos la norma.

No había muchos trabajos ‘interesantes’ y bien remunerados que un cazador novato encontraría emocionante en un lugar remoto como este, y si lo hubiera, serían arrebatados del tablero en el momento en que fuera publicado.

El mundo era un lugar duro, después de todo.

“Ah bueno. ¿Quieren hacer algunos trabajos diarios o un trabajo de escolta? Si hacemos algunas solicitudes diarias, podemos estudiar la propagación de plantas y monstruos en esta área, y si hacemos un trabajo de escolta podemos familiarizarnos con la geografía local y ponernos cómodas con los otros grupos que vienen en el viaje. Luego, pueden contarnos más sobre cómo funcionan las cosas por aquí. Y, de cualquier manera, ganaremos algunas monedas,” dijo Mavis.

Reina, que deseaba ganar un ascenso lo más rápido posible; Pauline, que quería ahorrar dinero para apoyar el sueño de establecer su propia compañía; y Mile, que solo quería vivir una vida sin preocupaciones, asintieron con entusiasmo.

“¿Un trabajo de escoltas de ida y vuelta, con destino a Glademarl?”

La solicitud que Reina había encontrado mencionaba un nombre que no le era familiar.

El hecho de que nunca hayan oído hablar del lugar significaba que probablemente estaba ubicado en un lugar que todavía no habían visitado, y ya que el trabajo era de ida y vuelta significaba que no tendrían que viajar sin pagar para el regreso.

Además, era poco probable que la mayoría de los mercaderes volvieran en el momento en que llegaran a algún lugar, por lo que probablemente tendrían un poco de tiempo para explorar este nuevo pueblo cuando llegaran allí.

La verdadera pregunta era cuán lejos estaba este Glademarl o lo que fuera de Mafan.

En momentos como este, era mejor preguntarle a la recepcionista. Pacto Carmesí se acercó a Leutessy, que rápidamente se estaba convirtiendo en un rostro familiar.

“Um, sobre esta solicitud de escolta, el trabajo destinado a Glademarl…”

“¡¿Qué?!”

Leutessy parecía sorprendida. “¿Qué pasa con todas ustedes y con sus ganas de tomar estos trabajos?”

“¡¿Qué?!”

Esta vez, fueron las chicas del Pacto Carmesí las que alzaron la voz sorprendidas. No tenían idea de lo que quería decir.

Escoltar una caravana mercante era un trabajo normal para grupos de rango C, sin importar quienes fueran—ya siendo muy experimentos o recién promocionado de rango D. Además, era normal que un grupo como Pacto Carmesí, que emprendía un viaje de entrenamiento, eligiera este trabajo.

De hecho, buscaban activamente misiones de escoltas que las llevaran en la misma dirección en la que ya querían viajar, e incluso si el empleador ya había llenado sus espacios y ya no aceptaba solicitudes de cazadores, se abrirían camino de alguna manera u otros, ofreciendo tarifas reducidas o similares.

Podrían elegir entre caminar a pie, cargando con todas sus cosas o viajar en carruaje, que a su vez tendrían un pago por dicho privilegio. No había ningún cazador que fuera en un viaje que no buscaría tomar un trabajo de escolta. Como resultado, no entendía la duda de Leutessy hacia ellas.

“Ah, aún no conocen bien el área, ¿verdad? Glademarl está a tres días de aquí. Se quedarán dos días. Por lo que el viaje completo será de ocho días, siete noches. La aldea en sí, es un lugar muy agradable y tranquilo.”

Las cuatro estaban sorprendidas. Su destino no era un pueblo si no que una aldea. Y no era un mercader ambulante el que se dirigía a esta pequeña aldea, si no toda una caravana. Esto era muy inusual, al menos, suponiendo que no haya alguna razón excepcional.

“Sin embargo, la ruta hacia la aldea atraviesa un camino montañoso muy empinado, y se encuentran muchos monstruos, así como bandidos.”

“¡¡Genial!!” Gritaron las chicas. “¿Qué?”

No era algo común que un grupo gritara de alegría al escuchar la posibilidad de toparse con bandidos.

Pero a estas alturas, Leutessy y Pacto Carmesí solo estaban intercambiando interposiciones, y la conversación se detuvo.

“D-De todos modos, los mercaderes viajan regularmente entre aquí y el pueblo de enanos de Glademarl para vender las necesidades diarias y comprar las herramientas que fabrican allí, pero esta ruta es más peligrosa que las otras, por lo que no es muy popular. Tampoco se otorgan muchos bonos. Los cazadores veteranos suelen tomarlo a veces como si fuera por caridad.”

“En ese caso, ¡Ese es el trabajo perfecto para nosotras!”

“¿Eh?”

La inesperada respuesta de Reina hizo que la chica volviera a tartamudear.

“¡Bueno, estamos rebosando de espíritu caritativo!” Dijo Pauline con una sonrisa.

Ante eso, Leutessy se resignó, ya no sabía qué más hacer. “Bien, entiendo. Supongo que deberían tomarlo entonces.” Mientras tanto, Mile prácticamente vibraba de emoción.

Enanos… ¡Enanos! ¡¡¡Por fin voy a conocer los enanos!!!

De hecho, ahora Mile había conocido a casi todas las razas de este mundo: elfos, gente bestia, hadas, demonios, dragones ancestrales y más. Sin embargo, la única raza que aún no había conocido era la raza de los enanos.

Si realmente lo pensaba, probablemente podría haber encontrado algunos en una de las capitales reales, pero aún no había visto a ninguno. Después de todo, en la capital, habían pasado la mayor parte de su tiempo en casa o trabajando.

“¡Si! ¡Finalmente, el juego completo!”

“¿¿¿Juego completo???”

Como de costumbre, nadie tenía idea de lo que estaba hablando. Las otras tres chicas del Pacto Carmesí y Leutessy la miraron en silencio.

***

“Creo que algo como esto debería bastar…”

La tarde después de que aceptar el trabajo, Pacto Carmesí recibió la noticia de que su partida sería en dos días, por lo que, al día siguiente, cada una se fue por el pueblo individualmente, haciendo sus propios preparativos para su viaje de vacaciones.

Aunque Mile tenía comida más que suficiente para todas ya almacenada, comprar artículos de lujo, libros para entretenerse y cambios de ropa seguía siendo importante para prepararse para una salida tan larga.

Normalmente, nadie traería libros caros en un viaje donde seguramente terminarían hechos trizas—y de la misma manera, pocos pensarían en traer algún artículo de lujo, lo que sería de más llevar. Sin embargo, Pacto Carmesí tenía a Mile, junto con su absurda cantidad de espacio de almacenamiento.

Con eso en mente, las tres chicas se dedicaron a comprar lo que quisieran, sin preocuparse por el transporte o almacenamiento.

Eso en realidad no era bueno. ¿Qué pasó con su promesa de que trabajarían más duro para sobrevivir sin Mile? No era bueno, nada bueno…

Siguiendo el ejemplo de Pauline, Mile decidió que probaría un poco con el comercio. De hecho, si había algo que sabía que les gustaba a los enanos, era una bebida bien fría. O al menos, eso era de conocimiento común en todos los libros que había leído en su vida anterior.

“Dime, señorita, ¿está bien que compres eso? El alcohol es bastante potente. Y, de todos modos, ¿cómo vas a llevarlos a todos?”

En efecto, Mile se había encargado de viajar a todas las cervecerías del pueblo y comprar las cervezas más fuertes que pudiera encontrar.

Preguntó a personas que habían estado en el pueblo de los enanos antes. Según su investigación, aunque había cervecerías en la aldea, su producto no se comparaba con los licores de clase alta vendidos en Mafan, y de hecho había muchos enanos que disfrutaban de una bebida fuerte.

Por otra parte, eso no era cierto solo para los enanos.

En un mundo como este,  donde las diversiones eran pocas y los alimentos deliciosos difíciles de encontrar, no era extraño que hubiera mucha gente aficionada a una buena bebida.

De hecho, incluso entre los humanos, que eran, después de todo, hermanos de los enanos, había muchas almas a las que les gustaba la botella, mucho más que en el Japón moderno.

Esto no cambiaba el hecho de que había muchos enanos que disfrutaban beber, por lo que la suposición de Mile no estaba totalmente fuera de lugar.

“¡Estará bien almacenado!”

Con eso, todos los barriles y jarras que Mile acababa de comprar desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.

“Tienes habilidad de almacenamiento, ¿verdad? Y una cantidad tan grande—Qué envidia.”

Después de un choque momentáneo, el viejo mercader la miró con profunda envidia. Era normal que cualquier mercader fuera codicioso de dicha habilidad, pero para un cervecero, poder transportar mercancías de manera segura era un regalo que se anhelaba tanto.

Y ese era el propósito por el cual Mile estaba usando su habilidad en este momento.

La ruta que iban a recorrer era un camino de montaña, raramente mantenida, y estaba llena de monstruos y bandidos.

¿Alguien correría el riesgo de transportar alcohol, que se almacenaba en contenedores pesados y fácilmente rompibles, a lo largo de esta ruta?

No era una necesidad diaria, e incluso las aldeas más jodidas y remotas producían su propio alcohol. Tener en cuenta el costo del tiempo de transporte y la mano de obra y contratar escoltas causaría que el precio de venta se disparara por las nubes.

Y luego estaba el hecho que, sin importar de cuán alta calidad fuera, si no te dejaban hacer las cosas como los locales lo harían, nunca se vendería.

Por lo tanto, había pocos mercaderes que se molestarían en transportar alcohol para vender, o eso había juzgado Mile.

***

El día de su partida, Pacto Carmesí llegó campante y temprano en la plaza ante el Gremio de Mercaderes. También se habían contratado otros grupos, y no podían hacer esperar a sus empleadores. Era de esperar que un grupo de cazadoras novatas de rango C bajo fueran las primeras en llegar al punto de encuentro. Esperaron un rato, hasta que finalmente…

“¡Son todas!”

“Así que ustedes son los otros grupos que tomaron este trabajo, ¿eh?”

Habían aparecido dos pares de caras familiares: Paraíso del Maligno y la Hermandad de las Llamas.

“¡Esa desconsiderada, Leutessy! Llegó hasta nuestra casa para decirnos: ‘¡Oh, esta pobre caravana, si no contratan a más escoltas pronto, no podrán salir a tiempo!’ Y tuvimos que tomar el trabajo.”

“Ella vino a nosotros también…”

Los dos líderes de los grupos, Wulf y Vegas, comenzaron a quejarse.

Oh cielos… pensó Pacto Carmesí. Era obvio que la recepcionista había actuado una vez más en su nombre.

Fue una especie de bendición mixta para ellas, aunque seguramente, en lo que respecta a los otros dos grupos, no había nada ‘bendecido’ al respecto.

“¡Lo sentimos!”

Aunque no era culpa suya, Pacto Carmesí se sintió obligado a inclinar la cabeza para disculparse.

“Está bien—sabemos que no es su culpa. Por el contrario, se siente mal decirlo, pero probablemente seremos una carga para ustedes.”

A pesar de las palabras de Wulf, en lo que respecta al Pacto Carmesí, tener a todos estos capaces cazadores presentes significaba que nadie se molestaría en meterse con su grupo; viajar con dos de esos grupos aparentemente confiables a su lado las tranquilizaba un poco. Nada malo saldría de este viaje.

“¡Estamos ansiosas por pasar otra misión junto a todos ustedes!” Dijo Mavis alegremente, y los otros dos grupos asintieron en respuesta.