Tokyo Ravens (NL)

Volumen 8: Grito De Guerra

Capitulo 4: Revelación

Parte 2

Entonces, antes de que la luz se dispersara, se convirtió en una ráfaga de viento. El brillante viento sopló sobre la carretera en un instante, barriendo instantáneamente el área que Harutora indicó.

Entonces,

“¡Ah!” 

La magia del sigilo había sido ligeramente interrumpida. Como era de esperar, aún estaba allí. Un hombre vestido con traje y pantalones, con un abrigo que se había quitado bajo el brazo. Este hombre había estado usando magia para monitorear el dormitorio.

“¡Eh, tú, ¡qué haces!” 

Sacó el siguiente amuleto mientras rugía. También era un amuleto de madera. Lo capturaría por ahora. Pero el oponente también era un practicante, así que no podía ser descuidado. Harutora inmediatamente planificó sus tácticas, desatando la magia que surgió en su mente.

“¡Orden!” 

Gritó y soltó el amuleto.

Pero en ese momento. La energía mágica que infundió en el encanto se sobrecargó involuntariamente.

Su producción aumentó incontrolablemente. El aura gigante de su cuerpo se hinchó en un instante, como si tratara de levantar su propio cuerpo.

… ¡Esto está mal!

Su energía mágica se estaba descontrolando. La intensa energía mágica fluyó hacia la magia, y el encanto de repente ardió cuando dejó sus dedos.

Las vides se extendieron por todas partes con la fuerza de una explosión. Harutora, que estaba justo al lado, fue rápidamente engullido.

“¡Maldición!” 

Intentó frenéticamente controlarlo, pero no pudo. La mágica salida de energía causó una enorme presión con la que fue difícil para él intervenir. El hombre, que había liberado la magia de la ocultación, se giró para mirar, asombrado. Luego, recobrando el sentido, huyó. Harutora ni siquiera tuvo tiempo de gritarle al oponente.

Las vides se enrollaron alrededor de Harutora, presionándolo contra el suelo. Qué desastroso, ser atacado por su propia magia. Su producción de energía mágica todavía no se detuvo en ese período de tiempo, y su aura continuó aumentando.

“¡Harutora-sama!” 

Kon había observado la condición anormal de su señor y había abandonado su persecución para volver al lado de Harutora.

Giró la espada Kachiwari para cortar las vides que cubrían Harutora.

Aunque la energía mágica fuera de control también fluía hacia su shikigami Kon, si ella usaba fuego de zorro ahora mismo, se arriesgaría a dañar a Harutora por usar demasiado poder.

Pero a pesar de que Kon hizo todo lo posible para balancear su wakizashi, la velocidad a la que cortaba no podía igualar el ritmo de crecimiento de las vides. El camino circundante ya estaba cubierto de enredaderas, como un desastre espiritual.

Debido a la enorme energía mágica que había liberado repentinamente, la mente de Harutora comenzó a perder la concentración, como si su cerebro estuviera privado de oxígeno. “¡Harutora-sama!” Gritó Kon. Pero no importaba responder, cada vez era más difícil para él escucharla claramente.

…Maldición… ¡Natsume! 

Harutora lloró en medio de su lenta pérdida de conciencia.

Justo en ese momento. El chasquido de una lengua sonaba de alguna parte.

“…No hay elección. Esta vez te ayudaré”.

 Una voz masculina muy fiable.

Finalmente, Harutora perdió el conocimiento.

***

Natsume dejó la cafetería aturdida, persiguiendo a Harutora, que de repente había huido.

Pero finalmente se dio cuenta cuando llegó a la entrada.

La energía mágica de Harutora había explotado.

Fue extremadamente anormal. La liberación desenfrenada de energía mágica sólo podría describirse como una explosión. Su cara palideció instantáneamente debido a su aura de fuga.

“¡Harutora-kun!” 

Se precipitó frenéticamente. No estaba lejos, así que pronto podría llegar allí. Allí, a la vuelta de la esquina. Natsume cogió el encanto de Ohtomo que acababa de sacar para mostrarle a Harutora.

Pero justo antes de que Natsume doblara la esquina, una fuerte aura apareció en el otro lado.

Era diferente del aura de Harutora. No, era más como miasma. Aura demoníaca.

“¿Qué?” 

Se congeló y se le puso la piel de gallina.

Ya se había acostumbrado al aura demoníaca desde que Touji había sido capaz de controlar su viviente poder espiritual. Pero el aura demoníaca que sintió esta vez definitivamente no era algo con lo que Touji pudiera compararse. Era la primera vez que Natsume experimentaba una intensidad y una presencia tan fuertes. Una “fuerza” abrumadora. Sus instintos aullaban de terror.

Pero – el aura demoníaca, que parecía hincharse, desapareció en el momento siguiente como si hubiera sido aplastada. Natsume contuvo la respiración, rápidamente moviendo las piernas que se habían detenido por un momento y girando la esquina.

Lo primero que vio fue a Harutora tirado en la carretera y a Kon a su lado.

Harutora había perdido el conocimiento. Aún había rastros de un aura turbulenta y caótica en los alrededores. Pero la salida de energía mágica parecía haberse detenido ya. Su poder espiritual se agotó debido a su repentina liberación de energía mágica. Aunque la situación no era buena, por ahora estaba a salvo.

Por otro lado, Kon se agachó junto a Harutora, y al mirarlo más de cerca, parecía estar protegiendo a su señor en vez de apoyarlo. Su mano derecha agarró su wakizashi y el cabello de su cola estaba erguido. Miró fijamente a un hombre en la distancia que estaba al otro lado del camino.

En el instante en que miró a este hombre, Natsume volvió a encogerse de miedo.

Un hombre gigante. Era lo suficientemente alto como para rivalizar con Shaver, quizás incluso más alto. Pero comparado con el cuerpo delgado de Shaver, el de este hombre era templado y fornido.

Su áspero traje occidental también era muy llamativo, y no podía ocultar la naturaleza salvaje en su interior. Su corto cabello dorado era como una corona a la luz del sol.

El aura demoníaca de hace un momento provenía de este hombre. Natsume tenía ese tipo de instinto sin duda.

Un oni.

No era un shikigami hecho por el hombre, sino un verdadero oni.

¿Por qué estaba aquí?

“…Hey.” 

El hombre habló abruptamente. Con solo eso, Natsume casi se cayó de su tensión.

“¿Qué pasa con esa maldición?”

“…Eh?”

Natsume no entendió las palabras del hombre durante un tiempo y ni siquiera sabía con quién estaba hablando. ¿Estaba hablando con el inconsciente Harutora, el asediado Kon, o ella, que había venido corriendo?

“Se convirtió en esto porque no fue removido completamente.”

“…”

El hombre volvió a hablar con frialdad. Natsume estaba abrumada por él y no podía responder. El espíritu de lucha de Kon era ardiente, y su expresión parecía decir que no era el momento de hablar de esas cosas.

Estaba decidida a proteger a su señor hasta la muerte sin cuidar de su propia seguridad, encajando su identidad como shikigami defensivo.

En cualquier caso, Natsume estaba en posición, preparada para convocar a Hokuto en cualquier momento y al mismo tiempo devanarse los sesos.

La mayor prioridad era escapar de este lugar con Harutora. Pero, aunque huyera, probablemente sería difícil escapar. No podía actuar imprudentemente antes de entender la razón por la que este oni había aparecido aquí.

Es muy probable que Harutora se esté descontrolando a causa de este oni. Pero Natsume

había sentido el aura demoníaca después de que el aura de Harutora se descontroló. Además, había aparecido en el momento en que la condición de Harutora alcanzó el nivel más peligroso, entonces, Harutora había dejado de perder el control. ¿Podría ser que este oni hubiese detenido a Harutora? Pero, ¿por qué, exactamente?

Los alrededores estaban llenos de un silencio hirviendo a fuego lento, e incluso la respiración se sentía difícil.

No mucho después,

“El Raven’s Wing se ha activado”.

“…Eh?”

“No se puede usar ahora mismo. Es arriesgado.” 

¿Qué estaba diciendo? Natsume estaba confundida y no entendía. Pero Natsume finalmente se dio cuenta que el hombre no tenía animosidad. Aunque Kon no había bajado la guardia, Natsume sintió que no era un “enemigo”.

“… ¿Qué está pasando?”

Preguntó con cautela.

Pero el hombre no respondió. Como si ya hubiese terminado su negocio, se giró en silencio e indiferentemente le dio la espalda a Natsume.

Entonces, Natsume no pudo evitar jadear cuando finalmente se dio cuenta. La chaqueta del hombre. La manga de su brazo izquierdo no tenía ningún grosor y la tela se balanceaba lentamente junto con los movimientos del hombre.

Un brazo. En otras palabras, un oni manco.

¿Podría ser? Los ojos de Natsume se abrieron de par en par y se quedó sin aliento. El hombre se detuvo repentinamente.

“…Pídele ayuda a Saotome Suzu si hay una emergencia. Aunque no lo recomiendo”.

 Después de mirar por encima de su hombro y dejar esas palabras, el hombre realmente se fue.

Todo el cuerpo de Natsume estuvo paralizado durante un tiempo y ella permaneció congelada. Luego, esperó a que el hombre se fuera. Sólo después de que el aura demoníaca se desvaneció por completo, huyó al lado de Harutora.

Revisó su estado. Como era de esperar, aunque su aura era muy débil, ya se había estabilizado. Con esto, no habría problema, aunque no usase el encanto de Ohtomo.

Las palabras del hombre y el balanceo de la manga izquierda se convirtieron en un ominoso remolino en su mente.

Pero por ahora, Natsume las sacó de su mente, y junto a Kon, trajo a Harutora de vuelta al dormitorio.

***

No había usado una yukata desde que era niña. Kyouko dejó que su madre, que rara vez estaba en casa, le ayudara a ponerse la suya mientras se miraba un poco tímidamente al espejo.

La madre de Kyouko no era una Onmyouji, pero tuvo que mantener a su marido y a su familia en muchas áreas como miembro de la familia Kurahashi.

Además, ella misma era muy culta, le gustaban las ceremonias del té y los arreglos florales, y a menudo usaba kimonos. Por supuesto, ayudar a otro a ponerse una yukata era bastante trivial para ella.

Con eso, tal vez se quejaría de que “tienes que hacer este tipo de cosas tú misma” en contra de su acuerdo original, pero como ella ya había accedido a ayudar a ponerlo en práctica, no había nada más que pudiera decir.

Una vez terminados los trabajos de preparación, suspiró y comprobó la hora. Se reunían por la noche, y todavía había mucho tiempo. Pero una vez que se quedó ociosa, no pudo evitar pensar en lo que podía olvidar cuando se estaba preparando.

La conversación con Natsume ayer después de la escuela. Además, iba a ver a Harutora pronto.

Sin darse cuenta sonrió irónicamente.

“…ayer me pasé un poco de la raya.” 

Ella no había profesado sus emociones de esa manera durante mucho tiempo. Su cara se enrojeció inadvertidamente cuando lo recordó.

Por supuesto, no se arrepentiría. Fue un gran alivio dejar salir los sentimientos que siempre había ocultado. Fue estupendo que pudiera hacer todo lo posible y hablar con seriedad. Ella realmente lo creía. Aunque su relación con Natsume no había vuelto a lo que era antes, al menos podían empezar de nuevo.

Pero, aunque podía terminar el negocio con Natsume con un mínimo de vergüenza, el problema era Harutora. Lamentablemente, el problema sigue siendo extremadamente complejo. Además, podría volverse aún más embarazoso después de que su relación con Natsume fuese restaurada con éxito.

…Uh oh. Debería haberme callado sobre el pasado si las cosas iban a salir así… 

Pero en ese momento, lo había dicho porque tenía que hacerlo, y ahora no había nada que hacer. Solo podía enfrentarse directamente a Harutora como había hecho ayer con Natsume. Incluso si la relación entre los dos se volviera aún más complicada debido a ello, definitivamente no se “rompería”. La experiencia de ayer le había dado a Kyouko esa confianza.

“…Bueno, pero, es realmente vergonzoso…” 

No podía calmarse sin importar lo que hiciera. ¿Qué sentía Harutora en este momento? al menos esperaba que él estuviera tan nervioso como ella.

Su madre, que la había ayudado a ponerse su yukata, regresó mientras ella, sin darse cuenta, hacía una mueca en el espejo.

Una estudiante de la Academia Onmyou la había llamado a su casa. Kyouko inconscientemente le preguntó: “¿Por mí?”.

Después de todo, alguien que ella conocía llamaría directamente a su teléfono celular. No se le ocurría ningún estudiante que pudiera llamar a su casa.

“¿Es realmente un estudiante?” 

“Quién sabe. Pero su voz suena como la de una chica joven. Pero su manera de hablar es como la de un niño”.

Instantáneamente pensó en Natsume cuando escuchó eso, pero sabía el número de teléfono de Kyouko. Incluso si su teléfono celular estaba roto, podía pedir prestado el de Harutora o el de Touji, para no tener que llamar deliberadamente al teléfono fijo de su casa.

Kyouko salió de la habitación con asombro, llegando a la habitación en la que estaba el teléfono.

Levantó el auricular de su cuna:

“…H-Hola?” 

Ella saludó. Entonces,

“¿Kyouko? Perdón por molestarte tan repentinamente. Soy Souma Takiko, hablamos ayer.”

“Ah.”

En su sorpresa, Kyouko contestó que aún la recordaba. Pensándolo bien, Takiko había dicho una vez que tenía conexiones con su padre. Aunque no supiera el número de teléfono móvil de Kyouko, no sería extraño para ella saber el número de teléfono de su familia.

Pero,

“¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?”

Ayer se encontró por primera vez con Takiko en el pasillo y la llevó al aula, hablando de clases durante todo el camino. Ellos también se habían presentado. Pero acababan de decir sus nombres. Parecía saber de Kyouko por su padre, pero Kyouko no sabía nada de sus orígenes.

Las dudas que no podía desterrar surgieron en Kyouko. “En realidad…” Takiko habló como si tuviese algo difícil de decir.

“Ayer tuve un pequeño desacuerdo con Natsume y los demás… Bueno… Luchamos al final. No era mi intención original. Pero por varias razones, y porque era un mal momento…. Me puse muy sentimental. Ya me estoy arrepintiendo.”

“Una pelea…” 

Los ojos de Kyouko se abrieron de par en par.

Ahora que mencionó ayer, Kyouko y Natsume habían tenido una pelea que podría llamarse una pelea. En otras palabras, si lo que dijo Takiko era verdad, entonces Natsume había chocado con Takiko, así como con Kyouko.

Además, a diferencia de Kyouko, la lucha de Takiko con Natsume no había sido fácil.

“¿Qué pasó?”

“Lo siento. No puedo decir ningún detalle. Creo que yo fui la responsable. Pero está mal que nos peleemos así. Yo… Quiero ser amigo de Natsume y de los demás. Esperaba que pudiéramos volver a hablar tranquilamente”.

“…” 

Kyouko intentó imaginar la situación de Takiko.

Tal vez ella era igual que ella. Se había enterado de que Natsume era en realidad una “chica” y por ello luchó con ella.

Takiko parecía haber conocido a Natsume desde antes, pero lo más probable es que fuese el “chico’ Natsume. Como no era estudiante, no sabía que la identidad de Natsume había sido expuesta en la sucursal de Meguro.

Entonces, se había enterado de ese hecho mientras observaba ayer los estudios de la Academia Onmyou… y por ello había chocado con Natsume. Si eso fuera cierto, entonces Kyouko podría entender su ambigua actitud.

“Kyouko. Lamento mucho preguntarte esto después de haberte conocido ayer. Eres muy cercana a Natsume y a los otros, ¿verdad? Escuché que ayer estuviste un poco fuera de lugar con ellos, pero aun así han sido amigos por más tiempo que yo. Así que, por favor. ¿Podrías ayudarme a mediar entre Natsume y yo?” 

“… ¿Yo?”

Takiko contestó “nn” a la pregunta de Kyouko, tan manso como un niño.

“No quiero molestarte. Sólo quiero que me prestes tu fuerza y que tengamos la oportunidad de hablar. Por eso llamé tan egoístamente. ¿Está bien? ¿Estoy pidiendo demasiado?” 

Preguntó ansiosamente Takiko.

No sabía lo que Takiko había oído de su padre, pero para Kyouko, que la acababa de conocer ayer, esta era una petición bastante descarada. A juzgar por las palabras y el tono de Takiko, ella misma parecía ser consciente de ello. En otras palabras, tenía que pedirlo, aunque se avergonzara de ello.