Tokyo Ravens (NL)

Volumen 8: Grito De Guerra

Capitulo 3: Natsume Y Kyouko

Parte 5

Pero ya no había retirada. No podía ocultarlo ni escapar a mitad de camino.

“Dices muchas cosas loables. Entonces, ¿por qué no las dices ahora? ¿Por qué te callaste cuando notaste mis sentimientos? Hubo muchas oportunidades para hablar, ¿verdad? Podrías haberlo dejado claro sin tener que mencionar la “tradición familiar”, ¿verdad? Pero al final, dejaste mis sentimientos en paz y lo tuviste fácil por tu cuenta. ¿Estoy equivocada?”

“¡Eso…!”

Eso no era verdad. Kyouko y Natsume también deberían ser capaces de entenderlo. Aunque hubiera habido la oportunidad de ser franca, no poder decir tal cosa era normal. Cuanto más cerca estaban, más difícil era contar un secreto que destruyera esa relación. Incluso Kyouko, que culpaba a Natsume, podía entenderlo.

Kyouko sabía que su crítica a Natsume era injusta e irrazonable.

Pero aun así tenía que culparla. No podía contener su ira. Esa era la verdad en su corazón. Entonces, ya no necesitaba esconderlo.

“Está bien si crees que no importo. ¡No puedo evitarlo! Pero por favor no vengas aquí a disculparte y a fingir compasión ahora. ¡No te obligaré a disculparte! ¿Qué más dijiste? “No espero que me perdones”, ¡qué chiste! Si realmente sabías que estabas equivocado, deberías haber pedido perdón sin importar nada, ¿verdad? Si querías ser perdonada, ¡entonces deberías haberlo dicho claramente! Cuando dices que está bien, aunque no te perdone, al final no te importan mis sentimientos”.

No necesitaba preocuparse por los defectos de sus afirmaciones, y a quién le importaban las contradicciones o cosas por el estilo. Gritó Kyouko como una bestia salvaje. Su corazón estaba lleno de un caos intrincado y entrecruzado. Arrojó sus expuestos sentimientos hacia Natsume con todas sus fuerzas.

Natsume se mordió el labio, pero no movió la mirada de Kyouko. Lágrimas brotaron de sus ojos puros, pero miró a Kyouko sin siquiera pestañear.

“Kurahashi-san… Kurahashi-san!”

 Gritó con todas sus fuerzas mientras contenía sus lágrimas.

“Probablemente no pude hacer nada sobre tus malentendidos. Pero definitivamente me importan tus sentimientos. ¡No podría pensar de esa manera! Después de todo, ¡eres mi “amiga”! Al menos eso creo. ¡Los “amigos” son existencias insustituibles para mí! ¡Son cosas extremadamente importantes! ¡Así que definitivamente no creo que no importe!” 

La voz de Natsume era ronca e intercalada con resfriados. Soportó de frente la regañina de Kyouko.

“¿Qué significa eso? Además, si quieres disculparte… Si crees que hiciste algo mal, ¿cómo vas a responder a mis sentimientos? No quiero que termine cuando solo te disculpes, te arrepientas y luego tengas esa expresión como si todo estuviera arreglado”.

“¡No estoy planeando nada de eso! ¡De verdad quiero hacer las paces con Kurahashi-san! Aunque puede que no seamos capaces de recuperar nuestra relación de antes. Pero quiero volver a ser amiga de Kurahashi y no quiero separarme de ti. Porque… ¡Porque sí! ¡Yo, yo estaba extremadamente feliz después de conocer a Kurahashi-san! ¡Increíblemente feliz…!”

En el momento en que Natsume gritó esto…

En vez de Natsume, las lágrimas de Kyouko rompieron el muro entre ellos.

Miró a Natsume mientras lloraba. Natsume también miró con lágrimas a los ojos a Kyouko. Era como si sus sentimientos oscuros y deprimidos hubieran sido lavados y sus corazones vacíos se hubieran llenado instantáneamente con emociones suaves y frescas.

Kyouko no pudo evitar lamentarse. ¿No era como si ya se hubieran reconciliado?

Había estado tan enfadada hace un momento, tan desesperada y extremadamente disgustada. Incluso ahora, ella no había sido completamente relevada de todo eso. Pero su yo actual había aceptado completamente y “perdonado” a Natsume.

Probablemente porque ella y Natsume eran verdaderas “amigas”. No estaba relacionado con nada como el género. Un par de mentiras tampoco pueden sacudirlo. Una vez que los hilos enredados se separaban, podían volver a ser como antes.

Aunque no fuera amor.

Pero esto aún no había terminado. La chica Kurahashi Kyouko y la chica Tsuchimikado Natsume habían vuelto a una relación amistosa, pero aún había un problema muy grande.

Kyouko se limpió las lágrimas, respirando profundamente – y sonriendo amargamente.

Natsume parecía sorprendida por la sonrisa de Kyouko. “…Natsume-kun. ¿Sabes por qué me gustabas antes?”

“…¿Eh?”

El repentino cambio de tono de Kyouko confundió a Natsume.

“Fui a tu casa cuando era pequeña y jugué con un chico allí. Empezó a gustarme ese chico por eso. Ese fue mi primer amor, supongo. Siempre, siempre admiré a esa persona.” 

“Conocí a Kurahashi cuando era pequeña… Pero no lo recuerdo…” 

Kyouko sonrió vacía al ver la avergonzada apariencia de Natsume. Qué cómico fue, ahora que lo pensó.

“Bueno, sí. Después de todo, en realidad eras una chica. Aunque no me di cuenta antes… esa persona no eras tú.” 

Varios segundos de confusión.

Entonces, la cara de Natsume palideció. Kyouko se rió inadvertidamente.

“… ¿Verdad? Y ese idiota, le conté todo sobre cómo me gustaba el chico que conocí antes, pero no lo recordaba en absoluto. ¿No crees que eso es terrible?” 

“…”

Natsume se quedó en silencio durante mucho tiempo. Mientras tanto, su cuerpo temblaba como si fuera a desmoronarse en cualquier momento, y luego asintió débilmente. Kyouko tomó su decisión, se armó de valor y dio el último paso.

“Natsume-kun… No, Natsume-san.”

“…”

“¿Te gusta Harutora?”

“…”

“Si dijera que no podía renunciar a mi primer amor… “¿Qué harías tú?”

“…”

Natsume se encogió hacia atrás.

Después de haber estado expuesta a este giro aterrador, su corazón se sintió como si hubiera sido golpeado de negro y azul. Kyouko, viendo su apariencia, sintió que ya era suficiente. Respiró para relajarse y continuó la conversación, como si se hubiera aliviado de su preocupación.

“Natsume-san. ¿Por qué no peleas conmigo con todas las de la ley, sin arrepentirte?” 

Los ojos de Natsume se abrieron de par en par. Entonces,

“…Sí.”

 Ella respondió directamente a Kyouko.

Kyouko miró a Natsume con los ojos entrecerrados, como si mirase algo deslumbrante. Qué puro, qué hermoso era esto. No podía odiar a Natsume. Ya se había acostumbrado a esto.

“Gracias.”

Kyouko volvió a repetir sus primeras palabras.

“Pero… Por favor, prométeme algo. Para que podamos tener un… pelea “justa”“.

“…Sí. ¿Qué promesa?”

Natsume escuchó seriamente. Kyouko volvió a controlar su respiración.

“Confiesa a Harutora lo de “Hokuto-san””. 

El golpe en el corazón de Natsume apareció en su cara. El impacto la sacudió hasta el centro.

“… ¿Por qué…?” 

Preguntó brevemente, su cuerpo temblando. Su corazón se sentía feliz. Aunque era un poco travieso, podía aceptar este trato.

“Si Natsume-san le cuenta claramente a Harutora lo de Hokuto-san… es la única forma de que podamos tener una competición seria. Es la única forma de estar en la misma línea de salida. ¿Verdad?” 

Kyouko habló mientras extendía su mano derecha.

Levantó ligeramente el puño, sacando sólo el dedo meñique. Este era el ritual para una promesa.

Una magia antigua y tradicional.

Natsume miró fijamente al extendido dedo meñique. Luego, una intensa luz pasó a través de sus ojos y ella extendió su brazo, girando su propio dedo meñique alrededor del de Kyouko.

Por supuesto, ella lo entendió. Este no fue el comienzo de una nueva batalla, sino el momento en que terminó el primer amor de Kyouko. El momento final de su amor no correspondido que había durado muchos años.

Pero no se arrepintió. Sintió que finalmente había llegado a su destino, después de muchos giros y vueltas. Ella estaba satisfecha con esto. No era su vanidad, ni era una pretensión, eran los sentimientos puros de Kyouko.

Se rió. Por otro lado, la expresión de Natsume era extremadamente compleja, mezclada con melancolía, alivio, pánico y alegría mientras miraba sus unidos dedos meñiques. Estaba tan seria que parecía una idiota.

Justo en ese momento,

“Yo, yo entiendo, pero… Kurahashi-san.”

“¿Hmm?”

“¿Cuándo es la fecha límite?” 

Preguntó en serio. Eso no sería suficiente. Kyouko quería volver a reírse. No podía ganar contra este tipo de oponente.

“…Vale. Bueno, resulta que hay una buena oportunidad”.

“¿Qué oportunidad?”

Natsume se inclinó ansiosamente hacia delante. La cara aún llorosa de Kyouko reveló una brillante sonrisa.

“Suzuka-chan quiere ver el festival de fuegos artificiales mañana. ¿No es la mejor oportunidad para confesar lo que has escondido?”

***

Ver a su maestro regresar de la Academia Onmyou fue realmente… Yashamaru se contuvo de sonreír amargamente.

Takiko no era buena escondiendo sus emociones en primer lugar, y esta vez era aún más evidente. Aunque ella misma estaba en silencio, el remordimiento, la tristeza y la ansiedad desagradable aún brotaban de ella y se difundían por los alrededores. Pensar que tanta emoción podría extenderse desde su pequeño cuerpo. Tal vez debería decir “como se espera de un chamán”

Esta era una habitación en el edificio de la agencia Onmyou. Originalmente había sido una habitación donde se recibía a la gente, pero básicamente nadie la usaba ahora, por lo que Takiko y los demás la usaban para reunirse con Kurahashi.

Yashamaru abrió la puerta para admitir a Takiko, mirando interrogativamente a Kumomaru que seguía a su señor. Kumomaru agitó en silencio su cabeza con la cara adusta.

Takiko tampoco se sentó después de entrar en la habitación, de pie con la cabeza baja.

Yashamaru tosió deliberadamente al verla así.

“Ah… Princesa, ¿te encontraste con algún problema en la Academia Onmyou?”

“…”

Takiko no contestó. Al final, no tuvo que confirmar todo poco a poco. Prácticamente podía entender todo lo que había pasado con una mirada a la apariencia de Takiko. Su emocionada aparición de hoy por la mañana parecía un recuerdo lejano. Ahora entendía las preocupaciones de Kurahashi.

También era capaz de adivinar qué había ocurrido exactamente hasta cierto punto.

“Princesa. ¿No te lo dije? Incluso si te encuentras con Tsuchimikado Natsume ahora mismo, no conseguirás nada”.

 Incluso si le hablaba como si estuviese sermoneando a una niña pequeña, Takiko no miraba.

Yashamaru suspiró a Kumomaru.

Dejó indiferentemente el lado de la princesa y susurró a Kumomaru. “… ¿Se pelearon? ¿O fue incapaz de llevarse bien con ellos?”

“…Tuvieron una batalla mágica.”

“¿Qué?” 

“Fue sólo un simulacro de batalla bajo tierra. La princesa pidió un concurso.” 

Yashamaru volvió a suspirar profundamente al escuchar la explicación de Kumomaru.

“No me asustes, Mutobe, quiero decir, Kumomaru. Si está tan deprimida, ¿podría ser que haya perdido? En ese caso, el poder de Tsuchimikado Natsume es bastante increíble. Parece que no fue debido a la suerte que derrotó a “Higekiri” …” 

“No, la princesa dominó la competencia. Pero, bueno… La princesa se emocionó un poco y se pelearon…”

“Ah, bueno. Así que así es como terminó.” 

Yashamaru miró a Takiko por encima del hombro. Sus ojos, uno debajo de un monóculo, se parecían a los de un shogun que estaba preocupado por su hija impulsiva.