Tokyo Ravens (NL)

Volumen 8: Grito De Guerra

Capitulo 3: Natsume Y Kyouko

Parte 3

Primero, se puso delante de Harutora, que seguía sentado en el suelo, y se agachó. Lo miró, a la altura de sus ojos.

“¿Eh? ¿Sensei?” 

El confundido Harutora, dijo: “¿Cuándo empezó?” Preguntó en voz baja.

Pero en contraste con su tono constante, la mirada con la que Ohtomo miraba a Harutora era extremadamente penetrante. Harutora estaba desconcertado. Por supuesto, Ohtomo probablemente estaba preguntando sobre la inestabilidad del aura de Harutora.

“…Desde el incidente de Meguro. En ese momento, fui un poco imprudente…”

“Ya veo. Escuché que te desempeñaste muy bien…”

La mirada de Ohtomo se hizo aún más aguda cuando “miró” la condición de Harutora. Kon se sentó al lado de Harutora, sosteniendo los hombros de su amo un poco ansiosa.

“¿Qué? ¿Qué está pasando?” 

Preguntó Suzuka, sin entender lo que estaba pasando, y Natsume explicó brevemente cómo la energía mágica de Harutora casi se había descontrolado cuando se levantó de la cama hacía unos días. Touji parecía haber notado que el aura de Harutora no había estado demasiado estable recientemente, pero no había pensado que fuera tan grave. Se quedó atónito al escuchar las palabras de Natsume.

“¿La razón por la que su aura se volvió loca también se debe a la misma causa? Honestamente… Tú y Harutora siempre nos están causando problemas”. 

“¡No estoy causando problemas a propósito! …Ohtomo-sensei. ¿Cómo está el aura de Harutora? ¿Fue la reacción anormal justo ahora…?”

Preguntó seriamente Natsume.

Pero Ohtomo seguía observando a Harutora, murmurando vagamente. Su mirada examinó lentamente todo el cuerpo de Harutora y luego se detuvo en un rabillo de su ojo izquierdo – el mágico patrón de pentagrama, prueba de su contrato con Natsume.

Los ojos de Ohtomo se entrecerraron en aberturas.

“…Este patrón mágico…” 

“Ah, ah, ¿esa estrella? Eso es desde que me convertí en el shikigami de Natsume… Pero no es sólo una simple marca de contrato, también me permite ver espíritus. Es una señal del elenco mágico de Natsume”. 

Harutora miró a Natsume que estaba junto a él. Natsume asintió, repitiendo la explicación que le había dado antes a Harutora.

Natsume había usado esta magia para dejar que Harutora, que originalmente no tenía la habilidad de ver espíritus, viera el aura. Pero esa magia era en realidad un secreto de la familia Tsuchimikado, y la propia Natsume solo la había aprendido de su padre y no la entendía.

La expresión de Ohtomo se endureció severamente después de escuchar la explicación de Natsume. La reacción del profesor de su clase hizo que Natsume se pusiese aún más ansiosa.

“¿Es esta magia realmente la causa?” 

“…no puedo decir que sea la causa directa, pero este es probablemente el detonante. Pero no es sólo por esto. Al final, eres prácticamente una persona diferente de antes. La verdadera razón podría ser…” 

Ohtomo habló evasivamente, su mirada se volvió aún más penetrante. Pero al final, suspiró y se levantó como si no lo hubiera entendido.

“¿”Sensei”? 

“Lo siento, Harutora. Para ser honesto, parece que no puedo resolverlo. Lo mejor sería dejar que un talentoso médico de Onmyou realice un examen detallado…. Al final, es un secreto mágico de la familia Tsuchimikado, así que es un poco peligroso tratar con él imprudentemente”. 

Mientras decía esto, extendió un brazo a Harutora que estaba sentado en el suelo. Harutora agarró el brazo de su profesor con una expresión compleja, y lentamente se levantó.

“Por ahora, escribiré la magia que te impidió perder el control sobre los encantos y te los daré. Bueno, ese tipo de magia básicamente dispersa la energía mágica liberada. Improvisaremos por ahora. Si algo como lo de antes vuelve a pasar, haz que Natsume venga a buscarme y te ayudaré a lidiar con ello”.

“¿¡En serio!? ¡Muchas gracias!” 

“Ahora mismo no es el momento de ser feliz. La inestabilidad de tu aura podría tener una causa natural, y aún no sé si podemos resolverla fundamentalmente con magia”.

 “¿Realmente? Un problema natural… Supongo que nunca tuve la habilidad de ver espíritus en primer lugar…” 

“No, no es  ese tipo de problema menor. Además, cuando digo natural, es sólo una posibilidad al final. Su condición en este momento es extremadamente antinatural, y se siente un poco artificial… No, pero… bueno…” 

Ohtomo se cruzó de brazos y reflexionó. De repente miró hacia Suzuka.

“Hola, Suzuka-kun. Este debería ser tu campo de especialización, ¿verdad? Volveré a soltar tu sello en secreto, así que ¿puedes ayudarme con una inspección?” 

“¿Hah? ¿Yo?” 

Los ojos de Suzuka se abrieron de par en par al escuchar la propuesta de Ohtomo. Aunque su fuerza era limitada, Suzuka era una Onmyouji nacional de primera clase conocida como la “niña prodigio” después de todo. Su especialidad era la investigación de “Imperial Onmyoudou”, y ella era de hecho más conveniente que el anterior Investigador Místico Ohtomo cuando se trataba de la investigación.

“¿Quieres que desenrede la magia secreta del Tsuchimikado? “¿Por qué tengo que hacer algo tan molesto?”

 “Está bien. Por cierto, puedes hacer lo que quieras con el cuerpo de Harutora, ¿sabes?”

“…”

La frívola propuesta de Ohtomo hizo que Suzuka se sonrojara hasta el cuello. “¡Sensei!” Harutora y Natsume gritaron todos aullando. “Es una broma.” Ohtomo sonrió irresponsablemente. Los ojos de la aún materializada Kon se entrecerraron y su mano ya estaba agarrando su amada espada, Kachiwari.

Al final – dejando de lado sus otros efectos por ahora – las palabras de Ohtomo aliviaron la atmósfera actual.

“Bueno, usaremos la magia que yo preparo para manejarlo. Trataré de buscar a tus padres en ese tiempo también. Si los encuentro, haré que uno de ellos los examine a fondo”.

De repente, Harutora pensó en ese incidente, ante esas palabras y la gentil mirada que Ohtomo le había dado a Natsume.

“Sensei, sobre el incendio de esta mañana…”

No se podía sentir ni una pizca de tristeza por la actitud de Ohtomo:

“…Sí, me enteré.” 

Admitió.

“Fue realmente algo. Pero no puedes estar deprimido ahora mismo. No se ha hecho contacto con el padre de Natsume, pero he oído que estaba sano y salvo. Os ayudaré en todo lo que pueda, así que sed optimistas por ahora”.

Sus palabras eran tranquilas y positivas, y no las animaba deliberadamente para ganárselas. Natsume rápidamente contestó “Sí” como si hubiese recibido algún tipo de inspiración.

“Por cierto,” 

Touji interrumpió desde un costado.

“En la batalla simulada, prometimos que si Natsume ganaba seríamos capaces de escuchar desde el otro lado.” 

“Escuche de… ¿De Takiko-kun? ¿Por qué lo haría?” 

“Quién sabe. Verdaderamente una persona misteriosa. No sé cuánto entiende, pero no creo que esté exagerando”. 

“… ¿Quién es ella?” 

“Ella se llamaba a sí misma alguien relacionado con el linaje de Yakou, pero no está claro lo que eso significa.” 

“¿A Yakou?” 

Ohtomo se quedó confundido cuando escuchó la explicación de Touji. “Linaje, huh…”

Murmuró esas palabras extremadamente vagas.

“…Bueno, no puedo llamar a ese sacerdote tan pronto. Bueno, encontraré a la directora por ahora y escucharé lo que tiene que decir…”

Ohtomo murmuró algunas palabras.

Entonces, notando las miradas de Harutora y los otros:

“Oh, cierto.” 

Cambió de tema.

“Ahora que lo pienso, no veo a Kyouko-kun. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Está ausente hoy?” 

Por supuesto, su pregunta no tenía otro significado. Pero Harutora y los otros no respondieron inmediatamente. Ohtomo parpadeó al ver las silenciosas reacciones de los estudiantes.

Touji se encogió de hombros impotente.

“Ella está teniendo una pelea con este grupo ahora mismo. Y es bastante severo”.

“¿Ah, ¿sí? ¿Por qué pelearon en este momento? ¿Hay alguna razón?”

“Es porque la verdadera identidad de Natsume fue revelada. Bueno, puede que no sea tan correcto para mí decirlo después de saberlo, pero ocultarlo deliberadamente, pero es excusable que esté enfadada”.

Harutora y Natsume también se encogieron al escuchar la tranquila y serena explicación de Touji, sintiéndose como niños que habían sido reprendidos por la maestra.

Pero Ohtomo estaba asombrado.

“¿verdadera identidad? ¿Cuál es la verdadera identidad de Natsume-kun?” Esta vez fueron Harutora y los otros quienes inadvertidamente se miraron. “Sensei, ¿realmente no lo sabías?”

Preguntó Tenma sorprendido. La expresión de Ohtomo se volvió aún más extraña. Pero ahora que lo pienso, Ohtomo había estado en el hospital hasta esta mañana. No era tan extraño que este chisme que ni siquiera se había extendido a la mayoría de los maestros no le llegara.

Tenma miró confundido a Harutora y a los demás. Harutora y Natsume también intercambiaron miradas avergonzadas.

Después de instar silenciosamente al otro a hablar, fue Harutora quien terminó dando un paso adelante.

“Bueno… En realidad, Sensei…”

No podía hablar en un tono de negocios como Touji, ni tenía la sensibilidad emocional por los demás que tenía Tenma. Harutora tartamudeó para encontrar las palabras adecuadas.

***

Un minuto después.

El grupo de cinco de Harutora nunca olvidaría la estúpida expresión que vieron en la cara de Ohtomo por el resto de sus vidas.

Era demasiado estúpido. Pero eso había sobrepasado todo lo que él se imaginaba.

Después de escuchar lo que dijo Harutora, Ohtomo se quedó en silencio durante un momento mientras miraba inmóvil a Natsume. Natsume bajó la cabeza, ruborizándose un poco. Aunque sabía que mirar fijamente era muy grosero, no podía apartar la mirada.

Habían pasado unos años desde que él había experimentado un choque alucinante como este. Una vez que se enteró del secreto, se preguntó por qué no lo había notado antes de ser informado, pero temía no haberlo pensado ni una sola vez. Estaba desesperado por su propia ceguera.

Pero… 

Eso fue un punto ciego. Ahora comprendía que la llamada segunda clase podía ser tan poderosa una vez que uno era atrapado.

“…mi aura habitual está disfrazada. Utilizo a Hokuto – el aura de mi dragón – con una magia que mi padre mismo creó. De todos modos, tiene un uso muy específico y la gente que no lo conoce definitivamente no podría ver a través de él”.

 La explicación de Natsume estaba en una forma de hablar diferente a la habitual. Aunque llevaba un uniforme masculino, por lo demás había sido completamente una “niña”. Ohtomo no sabía cómo responder.

“Pero, eso es realmente inesperado. No nos habríamos sorprendido si Ohtomo-sensei ya se hubiera dado cuenta hace mucho tiempo.”

 “…Uh, siento mucho fallar en tus expectativas. Para ser honesto, casi me matas del susto. ¿Cómo puede ser esto… No, eso está mal. En resumen, no me di cuenta…” 

Ohtomo no podía tomar represalias contra el divertido comentario de Touji.

En primer lugar, él “miraba” al mismo tiempo que veía con sus ojos cuando se trataba de excelentes practicantes, y eso ya se había convertido en un hábito inconsciente. Sin embargo, la visión se convertía ocasionalmente en un obstáculo en las batallas mágicas.

Si se le preguntaba en cuál confiar, el ver espíritus era más confiable que la visión. Con eso, era realmente difícil ver a través de su falsa identidad si ella disfrazaba perfectamente su aura.

Pero eso era solo parte de la razón por la que Ohtomo no había sido capaz de ver a través de la verdadera identidad de Natsume.

Originalmente, Ohtomo nunca había sospechado que Natsume disfrazaría su género. Nunca se había imaginado algo así. Su pensamiento nunca había progresado en esa dirección. La razón de ello fue probablemente que el papel de “Tsuchimikado Natsume” fue una existencia “especial” entre los estudiantes desde el principio.

El disfraz de un estudiante normal se habría visto más fácilmente. Pero si fuera el próximo heredero de la famosa familia Tsuchimikado, algunas “áreas extrañas” podrían más o menos ser permitidas con la actitud “quizás sea así”. Más importante aún, se rumoreaba que Natsume era la reencarnación de Tsuchimikado Yakou. Era natural para ella ser diferente de los demás.

Y lo que es más importante, si ese Tsuchimikado había planeado ocultarlo hasta el final – si realmente había planeado engañar a la gente que la rodeaba, no podría haber hecho un disfraz tan “descuidado”. Habría sido un método más perfecto y completo de engaño.

Al menos Onmyouji que sabía que los Tsuchimikados lo creerían.

Pero el disfraz de Natsume acababa de ser una cubierta de su aura y de actuar como un hombre, lo que era extremadamente grosero en cierto sentido. Por eso Ohtomo había sentido que era “muy natural”. Otros profesores probablemente sintieron los mismo.

“…Bueno, realmente me atrapaste.” 

Accidentalmente ser tan efectivo – era imposible. Los planes probablemente habían explicado esto. Aunque era desafortunado que no le hubiese conocido, el padre de Natsume, Yasuzumi, era sin duda una persona bastante astuta y retorcida. Ohtomo no pudo evitar imaginárselo.

Esto no era para engañar a los estudiantes inmaduros, era claramente un disfraz completamente equipado para engañar a los profesionales de la Academia Onmyou – los adultos a su alrededor.

“… Por cierto, Natsume. ¿El hecho de que seas una chica ya se ha extendido?” 

“Sí. Al menos los estudiantes de nuestra clase lo saben. Otros estudiantes también, probablemente. No estoy segura de los profesores.”

“Ya, ya veo. …De todos modos, lo entiendo. ¿El hecho de que Natsume-kun es una chica fue expuesta, y por eso Kyouko-kun se sintió distanciada? Harutora-kun y Touji-kun ya lo sabían, ¿verdad?”

“Yo también lo sabía. Los únicos dos amigos que no lo sabían eran Kyouko y Gafas”.

“Ya veo. Eso es bastante curioso. Puede que sea un poco terrible decir esto, pero a los ojos de Kyouko-kun es como si estuviera excluida…”

“…Además, hay otras razones… Kyouko siempre creyó firmemente que Natsume era un niño, y bueno…” 

“Oh, oh. Ya veo. Relaciones íntimas ambiguas e incluso este tipo de problemas delicados….Todos ustedes son jóvenes sensibles, supongo… Sí…” 

Ohtomo se hizo eco de sus alumnos con una frase destrozadora.

En este tiempo, sintió conmovedoramente lo insuficiente e impotente que era como educador, no como Onmyouji. El truco y el engaño eran las habilidades a las que era adepto, y confiaba en su magia de sigilo, magia de ilusión y magia de segunda clase.

Pero estar frente a otros sin esconderse o engañar era algo completamente diferente, y no era algo que pudiera ser compensado con técnicas. Tenía que reflexionar sobre su capacidad como profesor. No podía confiar en la inteligencia. Tenía su propio estilo como “adulto”.

Ahora que lo pienso, Amami y el director tenían ese tipo de “fuerza”. Su yo actual no puede compararse con ellos.

Ohtomo miró a Natsume por el rabillo del ojo. Preguntó aturdido:

“…Cuando Kyouko-kun se enteró de que eras una niña, ¿qué dijo?” 

Reflexionó mientras hacía la pregunta. Tal vez había sido demasiado directo. Como esperaba, Natsume estaba sin habla y su expresión parecía como si estuviese a punto de llorar.

“…Ella dijo…’Mentiroso’…”

“…ya veo.”

No necesitaba expresar su simpatía apresuradamente. Por ahora, Ohtomo solo respondió en un tono sin emoción.

Al mismo tiempo, pensaba con calma mientras intentaba ser objetivo. Si fuera Kyouko… Si fuese la chica Kurahashi Kyouko la que Ohtomo conocía, probablemente “perdonaría” a la otra parte cuando se enterase de que había sido engañada y entendiese que no había habido malas intenciones, así como una razón por la que había que ocultarlas. Pero sólo sería por el “momento”. Estaba en la superficie.

La razón de ello era que su personalidad enfatizaba la “armonía”. Ella puso más prioridad en los sentimientos de los que la rodeaban que en sus propios sentimientos internos. Actuaba para las personas cercanas a ella, incluso suprimiendo lo que ella misma pensaba. Ella tenía esa clase de gentil espíritu de sacrificio.

Pero esta vez, Kyouko había dicho algo así como “mentiroso” a la cara de Natsume cuando se enteró de la verdadera identidad de Natsume.

Entonces… Esta fue realmente una buena disposición.

Kyouko no dudó en violar sus propios principios y expresó sus verdaderos sentimientos. Esta inversión demostró que Kyouko había aceptado completamente a Natsume. Para Kyouko, la relación entre ella y Natsume – y por extensión, ella y Harutora – era lo suficientemente importante como para traicionar su naturaleza original, y la obligó a actuar de acuerdo con sus verdaderos sentimientos. La mejor prueba era que no había sido capaz de pasarlo por alto con una excusa como “no tuviste elección”.