Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 7

Capitulo 58: Recopilación de Información

Parte 1

Después que el grupo llegara a la capital, se dirigieron directamente al palacio.

Si bien el Gremio tenía el poder de mediación en todos los asuntos relacionados con los trabajos asignados por los culpables, así como la capacidad de arrestar criminales, realmente no poseía ninguna autoridad legal.

El interrogatorio y la evaluación de los delincuentes era asunto del palacio y la guardia de la ciudad.

Normalmente, el manejo de tales incidentes permanecía dentro de la jurisdicción de los guardias, pero cuando se trataba de asuntos graves o políticos, los agentes de la Corona se hacían cargo directamente. Parecía que el incidente actual entraba en esa categoría.

Por supuesto, era natural que un caso que involucraba un secuestro, en el que la víctima era no humana, se elevaría de jerarquía, particularmente  cuando involucraba herejía religiosa y una gran cantidad de perpetradores que podrían haber estado incluidos o no, mercaderes ricos y nobles de bajo rango.

Además, existía la posibilidad de que hubiese aliados adicionales que ni siquiera estuvieron presentes… Estos no eran el tipo de bandidos o matones que caían bajo la justicia estándar que los guardias de la ciudad podían proporcionar.

Faleel fue entregada a su madre y padre, que estaban esperando en las puertas de la ciudad. Mavis los había actualizado sobre la situación la noche anterior, e incluso habían venido a despedir al escuadrón de refuerzo, por lo que ya estaban en el lugar cuando llegó el convoy. El rescate había llegado a su fin sin que Mile cosechara ni las más mínimas ventajas.

***

“Muy bien, cuéntanos cada detalle de lo que ocurrió.”

Aunque la investigación se estaba llevando a cabo bajo la autoridad de la Corona, no era el mismo Rey quien venía a interrogarlos. Dichos cuestionamientos eran realizados por alguien cuyo puesto era apropiado para la gravedad de la situación—aunque siempre eran al menos individuos de alto rango en la corte real los encargados de tales cosas.

Por supuesto, a la Corona ya se le había dado la esencia de la situación. Sin ella, no habrían podido seleccionar el rango apropiado del representante, después de todo.

El maestro del Gremio, que había sido despertado en medio de la noche junto con los guardias nocturnos medio dormidos, tenía mucho tiempo que perder antes del amanecer, por lo que no fue ningún problema preparar una carta para llevarla al palacio una vez que el sol haya salido.

Utilizando los testimonios del Pacto Carmesí y de las Sirvientas de la Diosa como base, los funcionarios interrogaron a los hombres capturados, que no tenía sentido para ellos negar los hechos cuando habían sido atrapados en el acto con tantos testigos.

En cambio, optaron por tratar de retratarse a sí mismos como un grupo de mansos creyentes y piadosos que nunca dañarían a una niña, alegando que era simplemente necesario tener una joven chica bestia presente para la ceremonia y que iban a devolverla a salvo una vez el ritual hubiera terminado— entre todas las demás formas de afirmaciones altamente dudosas.

Por supuesto, nadie presente creería tal historia, lo que significa que los delincuentes estarían sujetos a preguntas individuales más intensas más adelante…

Sin embargo, ese no era el mayor problema en cuestión.

La Corona necesitaba conocer el alcance de esta peculiar organización, los detalles de cómo se había establecido, la identidad de cualquier otro miembro de esta secta y el objetivo final del grupo.

Comprender estos puntos era de suma importancia. Sin este conocimiento, no se sabría si tal incidente podría ocurrir una segunda o incluso una tercera vez. De hecho, no se sabía si este incidente era realmente la primera vez.

Después de todo, había muchas otras personas de la capital que habían sido reportadas como desaparecidas—aunque era cierto que al menos parte de ese número estaba compuesto simplemente por parejas fugitivas, viajeros timadores y demás.

Después de dar su testimonio, se cumplieron los deberes de los dos grupos. Una vez compartido todo lo que sabían y confirmado el recuento de los hechos por parte de los delincuentes, no había razón para que ninguna de ellas permaneciera más en el lugar.

Todo lo que quedaba ahora era que los guardias extrajeran la verdad de esos delincuentes por un medio u otro.

Y así, las chicas se dirigieron hacia el Gremio. Mientras todas ya eran conscientes de los detalles del trabajo, tenían que dar su informe oficial para marcar la finalización del trabajo de emergencia y recibir su recompensa de una sola moneda de plata—que ninguna de ellas habría cambiado ni siquiera por mil monedas de oro.

“¿Creen que nos harán saber sobre los resultados de la investigación?” preguntó Mile.

“Bueno, eso no es exactamente algo que el palacio estaría interesado en compartir con nosotras, unas cazadoras,” respondió Telyusia. “De hecho, si algo realmente preocupante sale a la luz, apuesto a que querrán mantenerlo en secreto.”

“Oh venga. ¿De veras?”

Esto era desafortunado. Mile quería saber más sobre esas personas.

Tenía una curiosidad particular por saber cómo una historia que debería haberse perdido en las arenas del tiempo—por retorcida que haya sido—llegó a oídos de estas personas y cómo se había convertido en una base fundamental de su fe.

Además, el hecho de que casi hayan invocado algo con un hechizo de enlace dimensional no podía ser una mera casualidad. Tenía que descubrir la raíz de todo esto y asegurarse de que nadie intentara usar esa magia nunca más.

Esta misión era más importante y directa de lo que podría ser la investigación de los dragones ancestrales.

“Aunque supongo,” agregó Telyusia, “el maestro del Gremio podría obtener al menos un poco de información de ellos. Él fue quien originalmente informó al palacio sobre el incidente, después de todo, por lo que debería saber algo…”

De hecho, como lo implicaba Telyusia, el Gremio había sido quien había informado al palacio, y si tal incidente volviera a ocurrir, el Gremio probablemente sería el primero en tener que lidiar con ello, por lo que tenía sentido que obtuvieran al menos los fundamentos de cualquier informe.

Por supuesto, dicha información probablemente se limitaría al alcance de la organización de los perpetradores y la gravedad de la amenaza que representaban, no los detalles de ninguna confesión sobre sus verdaderas identidades.

Esto apesta… Vale, está bien. ¡Estoy segura de que algo se filtrará!

Cuando Mile estaba enojada, tenía una forma de pensar bastante pesimista, pero la mayoría de las veces era relativamente optimista. Con el poder del pensamiento positivo, no había límites para el tipo de buenas ideas que podría manifestar.

Después de recibir cada una, una moneda de plata por parte de Felicia, que había regresado al Gremio un poco antes que los dos grupos, Pacto Carmesí y las Sirvientas de la Diosa se retiraron a sus respectivas guaridas—las Sirvientas a la pequeña casa que alquilaban juntas, y Pacto Carmesí, naturalmente, a la posada de Faleel.

Habían estado despiertas toda la noche. Era hora de comer algo e irse directamente a dormir.

Todo lo que habían recibido hoy era la recompensa del posadero; la bonificación del Gremio y la corona vendrían mañana. Probablemente todavía tenían que decidir sobre la cantidad.

¡Muy bien! Tan pronto como regresemos a la posada, Faleel será mía—¡toda mía! Sin ninguna de esas molestas sirvientas en el camino, es hora de darle a Faleel la primicia sobre quién realmente jugó el papel más importante para salvarla… Hehe. ¡Bwehehehehehehe!

De alguna manera, Mile parecía que podría ser una narradora poco confiable.

“¡Vale, entonces, nos vemos después chicas! ¡Hicieron un buen trabajo!” dijo Telyusia.

Con sus mejillas un poco rojizas, Reina respondió mansamente, “Ustedes también…”

Desde lo más profundo de sus corazones, las otras tres gritaron en silencio,

¡¿Quién eres y qué hiciste con Reinaaaaaaa?!

***

“¡Volvimos!”

“¡Oh, bienvenidas de vuelta!”

Como siempre, Mile anunció la presencia del grupo al cruzar la puerta, Faleel las saludó desde el mostrador de la recepción. Faleel ya parecía haber vuelto a su estado normal. Había pasado ya un rato desde la última vez que la habían visto, por lo que toda la emoción de la reunión con lloriqueos entre padres e hijos probablemente se había desvanecido.

Por otra parte, fueron sus padres quienes habían sido los emocionales; Faleel en realidad parecía no haberse visto afectada.

Mientras los dos habían estado esperando y preocupándose todo el tiempo que ella estuvo desaparecida, Faleel había sido noqueada justo después de su secuestro, por lo que no recordaba el tiempo entre cuando fue secuestrada y cuando se había despertado.

Además, cuando se había despertado, estaba rodeada por las Sirvientas, un grupo que la hacía sentir segura, así que realmente, ella ni siquiera tuvo tiempo de asustarse.

Por supuesto, se angustió en el momento de su secuestro, pero después de regresar a casa sobre los hombros de Philly y hablar con las Sirvientas por un rato, también se olvidó por completo de todo eso. Fue al menos un pequeño alivio que no parecía haber sufrido ningún trauma a largo plazo.

Todavía faltaba mucho tiempo para el almuerzo, pero el dueño y su esposa estaban más que felices de aceptar los pedidos de comida del grupo. Mientras preparaban la comida, Mile le contó a Faleel su versión de la historia desesperadamente.

“Y como ves, Faleel, la que siguió tu rastro y te encontró después de que te llevaran fui yo—¡Mile!”

Así proclamó, y, sin embargo, todo lo que Faleel podía ver ante ella era una zorra astuta que intentaba robarse la gloria de las Sirvientas.

Las Sirvientas de la Diosa nunca se jactaron de lo que hicieron, pensó. Estaban felices de ver que estuviera a salvo. En comparación con ellas, la señorita Mile está siendo un poco repugnante…

Sintiendo que la reacción de Faleel no era la que esperaba, Mile comenzó a entrar en pánico.

“¡E-es verdad!” protestó. “Al rastrear tu aroma…”

“¿Hm? ¿La señorita Reina hizo eso?”

“¿Qué?”

Fue entonces cuando Mile recordó su primera mañana en la posada—y las notas que Faleel había escrito en los márgenes del registro de la posada.

Mayvis: Es ata pero ella no tiene pecho. Probablemete una elfo.

Rena: Ella tene colmillos. Es probable que ella haya recibido la mejor sangre.

Igual que llo.

Poline: Sento maldad en ella. Probablemente una demonia.

Miel: Ella tiene una falda. Probablemete shea una enana.

¡E-esto es malo! ¡Si cree que Reina es una de su raza, se sentirá más cercana a ella que a mí!

Mile comenzó a preocuparse más y más.

“¡N-no! ¡¡Eso no es lo que pasóooooooooooooo!!”

Al ver la lucha inútil de Mile, las demás la miraron con ojos fríos, desaprobadores y cansados…

“Bueno, entonces,” propuso Faleel, “¡Pongamos a prueba tu sentido del olfato!”

Si Mile era la que poseía un sentido del olfato a la par que el de la gente bestia, entonces debería ser capaz de demostrarlo.

Aunque Faleel había supuesto previamente que Mile era una enana, estaba bastante complacida al pensar que Mile podría tener sangre de bestia como ella y deseaba confirmar la idea.

A diferencia de Faleel, con sus orejas de gato, y Reina, con sus colmillos puntiagudos, Mile no mostraba ningún indicador externo de llevar sangre de bestia.

Faleel pareció ir a la cocina y regresó rápidamente. En cada una de sus manos había una taza llena de agua.

“Una de estas tazas contiene solo una gota de cerveza,” explicó. “Ningún humano normal de sangre pura podría distinguirlos, pero si puedes rastrear el olor de alguien, ¡esto no debería ser nada!”

“¡Déjamelo a mí!”

Mile mordió el anzuelo. ¡Con esto, ella podría probarse a sí misma ante Faleel! Su sentido del olfato ya era mucho más agudo que el de un humano promedio,

pero no era nada comparado con el de un animal o una persona bestia. Así que usó su magia para fortalecer su cuerpo y mejorar sus sentidos, tal como lo hizo al rastrear a los secuestradores. De hecho, esta vez fue aún más agudo, a la par de un perro o un lobo. El fracaso no era una opción.

“¡Muy bien, olor a fuerza máxima! ¡vamos!”

Se acercó una taza a la cara y olfateó profundamente.

Sniiiiiiiff…

Podía oler el agua y la taza, mezclada con el aroma de los dedos de Faleel, los platos hirviendo a fuego lento y los ingredientes en la cocina, y el aroma del dueño y su esposa—así como todos los aromas que persisten en el comedor…

“¡Muy bien, ahora a por el próximo!”

Una vez más, se llevó la taza a la nariz y respiró hondo.

Sniiiiiiiff…

¡Slam!

Inmediatamente, perdió el conocimiento y se derrumbó en el suelo.

Al ver esto, Reina agitó ambas manos cerca de su trasero y dijo en voz baja: “Uh, perdón…”

El hecho es que, no importa cuán fuerte sea el sentido del olfato de una bestia o de una persona bestia, aún pueden lidiar con un mal olor o dos.

Sus órganos sensoriales y la estructura de sus cerebros estaban equipados para ello. Por lo tanto, a falta de algo parecido a la monstruosidad que Mile había creado en el bosque, rara vez sufrían mucho por un mal olor. Incluso esa vez en el bosque, donde habían vomitado y perdido el conocimiento, ninguno de ellos había muerto por el impacto.

Sin embargo, los humanos eran diferentes. Como sus sentidos del olfato generalmente no eran muy fuertes para empezar, carecían de tales mecanismos de seguridad.

Mile, que era una humana, había elevado su sentido del olfato más allá del de una persona bestia, y luego, completamente indefensa, respiró con todas sus fuerzas, absorbiendo todos los olores a su alrededor… incluida la contribución de Reina.

“¿Se encuentra bien…?” preguntó Pauline, con los ojos llenos de preocupación.

Ella empujó a Mile, que todavía estaba temblando en el suelo, con su pie.

Mavis, que había estado observando en silencio, finalmente abrió la boca. “Bueno, de todos modos…”

“¿De todos modos?” dijeron las otras dos. “Comamos. No sabrá tan bien si se enfría.”

La comida había sido puesta sobre la mesa sin que se dieran cuenta. Por cortesía, el posadero y su esposa habían hecho todo lo posible para no mirar a Mile, con la cara tensa…

“¿Por qué no me despertaron?” para cuando Mile finalmente volvió en sí, ya era la mañana del siguiente día. Se había perdido tanto la cena como el tiempo de juego con Faleel. Ella estaba cabreada.

“Estabas durmiendo tan profundamente que no quisimos molestarte. De todos modos, vayamos a desayunar.”

En verdad, las otras tres habían dormido toda la tarde, así que para cuando llegó la noche estaban completamente despiertas.

Del mismo modo, Faleel había dormido durante todo su secuestro y, para entonces, también estaba completamente despierta.

Juntas, las cuatro habían jugado toda la noche.

Al escuchar esto, Mile gritó de ira, pero no había nada que pudiera hacer al respecto ahora. Todo lo que podía hacer era sentir dolor y apretar los dientes.

***

Tres días después, cuando aparecieron en el Gremio como de costumbre, las chicas del Pacto Carmesí fueron llamadas a la oficina del maestro del Gremio. Quizás finalmente iban a revelar los resultados del interrogatorio.

“Antes que nada, su recompensa. Por favor, tomen esto,” dijo tomando dos sacos de cuero de su cajón y colocándolos sobre el escritorio.

Normalmente, el Gremio usaba sacos de tela para ahorrar en gastos, pero en ocasiones más importantes, o cuando se transmitía un estado de ánimo de felicitación, usaban cuero, que se sentía más especial. Hoy, recibían no solo un pago por un trabajo, sino una ‘recompensa especial’, por lo que el cuero era la opción obvia… Aunque se sabía que Felicia repartía sacos de cuero muy imprudentemente, algo que no era bueno para el Gremio.

“Esta es su bonificación del Gremio, y esta es su bonificación del palacio. Desafortunadamente, algunos de los delincuentes eran de esos que no podíamos vender como esclavos, por lo que hay una cantidad separada del tesoro del palacio para compensar. Y debido a que incluso los criminales esclavizados no podían recibir una sentencia de por vida, solo un término establecido, el precio era menor de lo habitual. No son bandidos, y no mataron a nadie, por lo que su servidumbre tendrá un límite, al parecer. Unas pocas excepciones escaparon incluso de tanto.”

Las excepciones que mencionaba probablemente eran los magos, que no podían dejarse sin supervisión a la vida de un esclavo, aunque tal vez había otras circunstancias atenuantes, como la intervención de algún noble o persona de influencia a favor de uno de los criminales.

De cualquier manera, en realidad no era asunto del Pacto Carmesí. No estaban en condiciones de interferir con la administración de justicia, ni estaban interesadas en hacerlo.

Felicia, de pie justo detrás del maestro del Gremio, tomó los dos sacos y se los entregó a Mavis, quien, como de costumbre, parecía ser la líder del Pacto Carmesí.

Felicia parecía haber tomado la decisión unilateral de que cualquier cosa que tuviera que ver con Pacto Carmesí debía estar dentro y solo de su alcance, y por supuesto, ya que no había nadie a su alrededor que se atreviera a discutir con ella, los otros empleados del Gremio simplemente aceptaron esto como el orden natural.

“¡¡¡Muchas gracias!!!” dijeron todas a la vez, inclinando la cabeza cortésmente. Luego, Mavis aceptó las bolsas y, como de costumbre, se las entregó directamente a Mile para que las guardara, sin molestarse en mirar dentro. Obviamente, contarían la cantidad después, pero este no era el momento ni el lugar para tales cosas.

¿Por qué es así? Bueno, simplemente no se ve tan genial.

“Entonces, ¿cuáles fueron los resultados de la investigación?” preguntó Mile con valentía, expresando la pregunta de su mente.

“Ah, bueno, había campesinos y extranjeros entre el grupo, que iban desde la clase media hasta la clase alta baja. Todos son tipos que cayeron bajo la influencia de algún culto herético de algún lado. Aparentemente, las enseñanzas originalmente vinieron de algún país al Este, pero ninguno de ellos pudo determinar exactamente dónde.”

“¿Del Este…?”

Pacto Carmesí había llegado aquí a Vanolark dirigiéndose al Oeste desde el Reino de Tils, la tierra donde nacieron Mavis y Pauline y donde Mile se convirtió en cazadora, y luego aún más al oeste, a través del país natal de Mile, el Reino de Brandel.

Como resultado, podrían concluir que este culto no podría ser de una nación vecina, sino de algún lugar mucho más al este—en dirección completamente opuesta a la forma en que habían estado viajando. Regresar de esa manera sería una gran molestia.

Bueno, todos nuestros problemas actuales han comenzado aquí, así que supongo que podemos preocuparnos por el Este en otro momento…

Mile no estaba tan preocupada.

“Además, bueno, lo que realmente buscaban era la invocación de un dios, o más bien, ‘llevar a cabo una ceremonia para dar la bienvenida al descenso del dios’. Afirmaron que no tenían intención de dañar a la niña, sino que simplemente usarla como un recipiente para su dios, por lo que se dictaminó que no era un intento de asesinato, sino simplemente un secuestro. Tampoco se incluye en el tráfico de esclavos ni en el tráfico ilícito.”

“Por supuesto, el secuestro es un delito bastante grave por sí solo, y la víctima no era un humano sino una niña bestia. También hubo algunos nobles y mercaderes aparentemente afiliados que vinieron a presionar a la Corona. Supongo que no se ve bien que tengan a sus dependientes etiquetados como delincuentes o herejes…”

Era una gran mentira, una reverenda mentira. En aquel momento, los hombres mismos habían dicho que Faleel había sido elegida como un sacrificio. Nunca usarían lo que consideraban una forma de vida inferior como el ‘recipiente’ de su amado dios.

Sin embargo, esto no era algo que Mile y las demás decidieran. Ya habían dado su propio testimonio, que ciertamente incluía la palabra ‘sacrificio’. Además, si la sentencia se hubiera hecho con consideraciones políticas en mente, no había nada que un grupo de simples cazadoras de rango C pudieran hacer al respecto.

“¿Es eso todo…?”

Mile rápidamente abandonó la esperanza de saber algo más. Además de todo eso, no se sabía cuánto de lo que el maestro del Gremio les había dicho era cierto. Pedir algo más no tenía sentido.

Por supuesto, las demás simplemente estaban contentas de que el asunto se hubiera resuelto. Si los secuestradores habían sido castigados y se les aseguraba que nada de esto volvería a suceder, entonces eso era suficientemente bueno.

Incluso si intervinieron algunos peces gordos, no era como si los perpetradores se hubieran librado sin castigo.

Todavía recibirían el castigo adecuado debido a al secuestro de una niña. Acababan de abandonar toda la parte ‘cultista’.

Incluso los que escaparon del destino de la servidumbre no estaban siendo absueltos por completo. Ya sea cumpliendo una condena en la cárcel o pagando una suma exorbitante para una libertad bajo fianza, serían castigados de una forma u otra.

Además, seguramente se lanzaría una investigación sobre todas sus conexiones que no habían estado presentes también.

Honestamente, era de esperar que no se siguieran los procedimientos estándares cuando los detenidos eran personas de influencia. Y, además, estarían bajo investigación a partir de ahora—de las autoridades, de aquellos nobles a quienes podrían estar molestando y sus dependientes.

Evidentemente, las Sirvientas de la Diosa ya habían recibido su recompensa y su actualización. En lo que respecta a los dos grupos, el asunto ahora estaba cerrado.

“Bueno, entonces, ¡vamos a buscar un trabajo normal para hacer hoy!”

“¡Muy bien!”

Y así, se dirigieron de regreso al primer piso para ver qué había en el mural de trabajo.