Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 5

Capitulo 3: El Verdadero Final De La Ruta X

Parte 10

Buenas Noches

“Por qué…”

Solté, pero en realidad esperaba que Nagisa viniera aquí.

Al igual que cuando me desperté y tomé prestado el cuerpo de Nagisa para ayudar a la Asistente en el pasado, Nagisa se apresuraría al lado de la Asistente sin importar dónde estuviera. La gente probablemente se ría de eso como un deus ex machina, pero así éramos.

“Ha pasado mucho tiempo, Siesta.”

Los brazos que me habían estado sosteniendo suavemente dejaron mi cuerpo.

Vi la suave sonrisa de Nagisa ante mí, su largo cabello completamente cortado.

Ella me agarro. No esperaba que me engañara disfrazándose de Hel. “No has cambiado, Nagisa.”

Algo frustrada por haber superado mis expectativas, espeté.

“¿En serio? Creo que este es un cambio de imagen bastante atrevido para mí.”

“Estoy hablando de lo que hay dentro. De todos modos, ¿te rompieron el corazón?”

“… Por favor, no hagas que parezca que soy una heroína perdedora”.

Nagisa me miró con ojos estupefactos, y luego nos reímos la una de la otra, pero…

“… Hmm, eh.”

De repente sentí que mi cuerpo perdía fuerza y mis rodillas se doblaron involuntariamente.

“Ups.”

Y cuando estaba a punto de caer, Nagisa me abrazó de nuevo. No recordaba haber sido golpeado por la pistola de anestesia, pero de repente me sentí somnoliento.

“Lo siento.”

Nagisa se disculpó con una voz tranquila en mi oído. No podía mantenerme de pie y mis rodillas cayeron al suelo mientras me apoyaba en Nagisa.

“¿Qué es esto…?”

Hablando de eso, siento un ligero dolor en mi brazo izquierdo. Me las arreglé para abrir los párpados que se volvían más pesados para revisar la mancha, pero no sangraba. Sentí algo cuando Nagisa me abrazó por primera vez.

“Pastillas para dormir.” Era la voz del Asistente.

Con su chaqueta hecha jirones, se acercó a mí, tomando prestado el hombro de Noches como apoyo.

“Es una poción especial que obtuve de cierto doctor de callejón sin salida. Parece haber sido hecha usando el mismo polen que me puso a dormir hace mucho tiempo.”

“… Esa es la cosa, eh.”

Si ese es el caso, entonces quizás la poción en el arma del Asistente era realmente está poción para dormir. Hace una semana, se suponía que el [Inventor] nos había dejado, pero parecía que había regresado. Tal vez quería observar el progreso de Nagisa porque se había despertado y había ayudado al Asistente con este plan.

“Pero, ¿luego qué? ¿Qué me vas a hacer ahora que estoy dormido y sin resistencia?”

Bromeé con el Asistente mientras descansaba mi cabeza en el regazo de Nagisa, frustrada una vez más por haber caído en su plan.

“¿Eres un idiota? ¿Aún no tienes ninguna confianza en mí después de todo este tiempo?”

Sí, esa es la cara que quiero ver.

Cuando me reí, el Asistente también se rio con un suspiro.

Pero entonces el Asistente volvió a su rostro serio y explicó por qué me estaba poniendo a dormir.

“La [semilla] enterrada en tu corazón debería dejar de funcionar por un tiempo”.

—Ah, como esperaba.

Cerré los ojos y escuché la voz franca, pero algo suave, del Asistente.

“Ayer, cuando Natsunagi se despertó, pensamos en cómo podríamos ayudarte y se nos ocurrió un plan. Y luego me di cuenta de que había una cosa que no se sentía bien: cuando estabas viva dentro del corazón de Natsunagi, solo viniste para salvarme sólo una vez, cuando Camaleón intentaba matarme”.

Eso fue hace más de un mes. En un gran crucero, tomé prestado el cuerpo de Nagisa y luché contra Camaleón con el Asistente. Nagisa me convenció de reunirme con el Asistente a través de su cuerpo solo una vez.

“Pero el problema es la parte de una sola vez”.

El asistente luego explicó la verdad de ese día con algo de nostalgia.

“¿Por qué Siesta solo se despertó una vez, y nunca más? … Fue simplemente para evitar que la semilla que echó raíces en tu corazón se despertara. En otras palabras, mientras sigas durmiendo, mientras no despiertes tu conciencia, la semilla no crecerá”.

—Él tiene razón.

Me pregunté si Nagisa ya lo había notado. No, tal vez se dieron cuenta porque ella había estado trabajando junto con el Asistente durante los últimos días. El hecho de que durmiera más de lo habitual en ese viaje a Nueva York fue también una reacción defensiva inconsciente para proteger mi cuerpo.

“Pero, Asistente, te das cuenta de que esto no tiene ningún sentido, ¿verdad?”

Abrí mis pesados párpados para encontrar no solo a Nagisa y el Asistente, sino también a Noches, Charl y Yui reunidos allí. Todos me miraban fijamente y me sentí un poco avergonzada… pero sí, todos eran amigos del Asistente.

Está bien. Asistente. Está bien.

Me sentí a gusto, así que le dije que no tenía que hacer esto.

“No importa cuánto me pongas a dormir, esto es sólo una medida provisional. Además, no podemos garantizar que esto detenga por completo  el  crecimiento  de  la  [semilla]  en  mi  corazón.  En  los  años venideros, el [Una semilla que destruirá el mundo] brotará, y yo podría transformarme en un monstruo que podría matarlos a todos algún día. Por eso—”

“Esa es la elección que hicimos después de saber eso”.

El asistente se arrodilló y se acercó a mí, “Además”, continuó. “¿Sabes para qué me dio Stephen esta poción para dormir, verdad?”

“… Ya veo. Realmente no tomas atajos hasta el último minuto, ¿verdad?”

Así es, el [Inventor] Stephen Bluefield no ayudaría a los pacientes que ciertamente no podrían salvarse. Eso es porque dedicaría toda su energía a vidas que tienen posibilidades de sobrevivir. En otras palabras, dado que me recetó este medicamento, siempre hay una posibilidad segura para mí y no me dejaría renunciar a la vida. Después de todo, fui yo quien le dijo a Stephen esa filosofía en ese momento.

“—Una completa derrota, al parecer.”

Un detective debe proteger los intereses de su cliente y asegurarse de que sus deseos se hagan realidad.

Nagisa cumplió tanto mi deseo “que el Asistente esté vivo” y su deseo “que yo esté viva” al mismo tiempo.

La viejo yo no podría haber hecho eso. En ese entonces, solo pude cumplirlo con mi propia muerte, pero Nagisa cometió el mismo error que yo cometí una vez, y luego encontró la respuesta. En este momento, ella me había superado.

“¡Señora! ¡Señora…!”

Mi mano derecha estaba caliente por las lágrimas y el calor de una mano. Charl tiene ambas manos envueltas alrededor de mi mano derecha. No podía contener las lágrimas que le caían por las mejillas y siempre sería linda y adorable, mi alumna número uno.

“… Hmm, ya veo. Finalmente ustedes dos me superaron.”

Mis párpados se volvieron más pesados cuando el medicamento comenzó a hacer efecto nuevamente. Aun así, miré los rostros del Asistente y Charl como si estuviera mirando al cielo. ¿Ustedes se llevaron un poco mejor? No lo sabía con certeza, pero una cosa es segura.

“Eres más fuerte”.

Lo suficientemente fuerte como para superarme.

Cuando dije esto, los ojos del Asistente se abrieron con sorpresa por un momento, y luego sus mejillas se relajaron.

“Sí, en realidad, hacer que Charl y yo parezcamos que no nos llevamos bien era parte del plan. De hecho, somos muy amigos, ¿sabes?”

“¿Eh, ehh? … ¡Sí, es cierto! ¡Te amo, Kimizuka!”

Las mejillas de Charl se crisparon mientras sonreía ante la imprudencia del Asistente.

“… Hmm. Bueno, es bueno saberlo.”

No  pude  evitar  reírme  ya  que  nunca  soñé  que  vería  a  estos  dos abrazándose, a pesar de que era solo un acto.

“Debe ser difícil para ti tener tantas rivales, Nagisa”.

“Ahh, ahh, no puedo escucharte.”

Nagisa se tapó los oídos en respuesta a mis bromas… y sonrió, como el Asistente.

“Oye, Siesta.”

“¿Mmm?”

El cabello corto de Nagisa se balanceaba con el viento.

“Gracias por darme un lugar donde quedarme, detective famosa”. Nagisa se rio entre lágrimas y dijo algo que me había dicho antes. “No, yo también.”

Extiendo una mano pesada y limpio las lágrimas de Nagisa con las yemas de mis dedos.

“Gracias por enseñarme a sentir, detective famosa”.

Por ti, Nagisa, por tu pasión, estoy segura de que ahora mismo estoy sonriendo, envuelto en un sentimiento de incomparable felicidad.

“Siesta”.

Yui y Noches le dieron un suave codazo en la espalda a la asistente, y suavemente tomó mi mano izquierda.

“Asistente.”

Cuando le devolví el apretón de manos, dije algo que me vino a la mente. “Si alguna vez pierde la energía, en primer lugar, duerma mucho”.

El asistente me miró desconcertado y parpadeó lentamente.

Había una última cosa que quería decirle al Asistente. Ya no podía pensar en nada demasiado difícil, así que recordé un recuerdo reciente y se lo conté.

“Entonces,  báñate, ¿de  acuerdo? Limpia tu cuerpo, limpia tu mente. Entonces comeremos mucha comida”.

“… Sí, como la última vez.”

“Pero no puedes comer pizza todo el tiempo. Necesitas equilibrar tu salud y hacer algo de ejercicio… y tienes muchos amigos, así que si tienes algún problema, habla con ellos de inmediato por ti mismo”.

“Esa es mi línea.”

El asistente trató de mover mi frente con su dedo medio como antes, y acarició suavemente mi flequillo con las yemas de sus dedos.

“Has estado hablando mucho de mí.”

“No  lo  sé.  Tengo  demasiado  sueño  para  entender  de  lo  que  estoy hablando”.

Todo lo que quería era que el Asistente comiera mucha comida, se riera con sus amigos y pasara una vida ordinaria, pacífica y extraordinaria.

“Haa, cielos.”

Entonces el Asistente me miró con una mirada inquisitiva. “¿No te agrado demasiado?”

E intentó una gran venganza al final. “Sí, me gustas. Me gustas.”

“… Por favor, no seas sincero conmigo.”

Sí. Es inaceptable que una detective famosa siga perdiendo ante un asistente.

Con la ayuda de Nagisa, finalmente me senté junto al Asistente.

El Asistente suspiró profundamente y dijo con una sonrisa amarga.

“Eres un idiota.”

Si ese es el caso, mi respuesta fue obvia.

“Eso es irrazonable, ¿no?”

Entonces todos nos echamos a reír, Nagisa y Charl, y Yui y Noches, todos riendo. Reíamos y lloramos al mismo tiempo.

“Yo… nosotros te despertaremos algún día, lo prometo.” Entonces, hasta entonces…

El asistente agarró mi mano izquierda con fuerza.

“Buenas noches, detective famosa”.

Yo, que amaba las siestas, escuché el murmullo del Asistente al final. Un rayo de sol atravesó las espesas nubes, iluminándonos cálidamente.

“Sí, esperaré.”

De nuevo, algún día.

Diez mil metros sobre el suelo, en el cielo.