Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 5

Capitulo 2: Epílogo Y Prólogo

Parte 4

Dos Detectives, Doce Jueces

Después de un vuelo de doce horas, Siesta y yo llegamos sanos y salvos a Nueva York. Dejamos nuestro equipaje en el hotel y nos dirigimos a la Conferencia de la Federación antes de tener la oportunidad de descansar.

“Supongo que seremos tratados como VIP con el transporte”.

Le dije a Siesta en el asiento trasero del auto negro. Nos estaba esperando desde el momento en que salimos del hotel, y al ver cómo Siesta se subía al coche sin dudarlo, parecía que nos dirigíamos a nuestro destino.

“Incluso si recibimos tratamiento VIP ahora, es posible que no estemos vivos en unas pocas horas”.

Siesta luego dice algo perturbador.

“¿No dijiste que la [detective famosa] es el personaje principal?”

“La derrota de la [Semilla Primordial] tomó mucho más tiempo de lo planeado originalmente… también, hubo una desviación del futuro que la Sacerdotisa había indicado originalmente”.

“… Ya veo. Es posible que seamos responsables de alterar drásticamente la ruta que debería haberse tomado”.

Como se escribió originalmente en la Biblia, el futuro de la [Semilla Primordial] era que Siesta sería derrotada por Hel, y que Hel se convertiría en el recipiente de SEED. Para evitar que esto sucediera, Siesta me nombró a mí, una persona con tendencia a meterse en problemas, como su asistente, y el futuro cambió gradualmente como resultado.

Sin embargo, la ruta que cambió fue el pasado que vivimos hace un año cuando Siesta y Hel se fueron mano a mano. SEED perdió la nave de su candidato y solo sobrevivió Natsunagi, la personalidad principal de Hel.

Según lo que Siesta vio del futuro, se suponía que SEED sería derrotado por los supervivientes yo, Natsunagi, Saikawa y Charl. Sin embargo, también rechacé ese final y juré devolverle la vida a Siesta, y en el presente, Natsunagi se sacrificó para devolverle la vida a Siesta, antes de que finalmente lograra sellar la [Semilla Primordial].

…En retrospectiva, era inevitable que Fuubi-san, quien estaba en la posición de los [Tuners], se enojara conmigo, y Mia lloraría también. Rompí la estabilidad del mundo por mi propio deseo. Distorsioné el futuro y, como resultado, Natsunagi—

“Como de costumbre, eres fácil de entender”. Entonces Siesta dejó escapar un pequeño suspiro. “No te preocupes, Nagisa se despertará.”

Pero al momento siguiente, con una suave sonrisa, dijo Siesta.

“Tal vez Nagisa ahora duerme mucho, pensando que ha hecho todo lo posible. Sabes que eso no es cierto, ¿verdad? Nagisa Natsunagi no es una detective sustituta. No sustituye a nadie más. Ella es tu única compañera”.

Apretó mi mano una vez como para transmitir los sentimientos que había puesto en sus palabras, y después de una breve pausa, soltó mi mano.

“… Ya veo. Eso es correcto.”

Nagisa Natsunagi perdió la memoria, olvidó cómo vivir y estaba atormentada por el hecho de que no era nadie, pero ahora aceptó todo su pasado, aprendió a correr y finalmente entendió quién es.

Ella no se quedará dormida para siempre. Incluso si quisiera, no la dejaría. La mataré dos veces, por mí y por Hel.

“Pero tengo una corrección”.

Vi la cara de perplejidad de Siesta, me volví para mirar hacia adelante y dije.

“Siesta, tú también eres mi compañera.”

Siesta me dijo que Nagisa Natsunagi era mi única compañera.

Pero para mí, Siesta también es… “—Ya veo.”

Y Siesta, como yo, miró hacia adelante y habló, pero no nos miramos. “Ya casi llegamos, asistente.”

Ella no dijo una palabra más. Mientras ella me llamara por ese título, nuestra relación, naturalmente, siguió siendo la misma.

Poco después, el coche se detuvo lentamente, como si hubiera llegado a su destino. La puerta del asiento trasero se abrió y seguí a Siesta fuera del auto.

“Esto es…”

Al final de un gran jardín había una magnífica estructura similar a un palacio. Fue la sede de la Conferencia de la Federación.

“¿Está bien tener una reunión secreta en un lugar tan público?”

“No te preocupes, ningún civil notará este edificio”.

Siesta dijo y caminó hacia el palacio sin dudarlo. “¿Hay un límite o algo o algo…?”

Caminando tres pasos detrás de Siesta, di un paso a través de la amplia entrada del palacio.

“Hay doce [Tuners] en total… y hasta ahora solo conozco la mitad de ellos”.

Subí la larga escalera y conté el número de [Tuners] que conocía actualmente. [Detective Famosa] Siesta, [Asesina] Fuubi Kase, [Vampiro] Scarlet, [Sacerdotisa] Mia Whitlock y [Inventor] Stephen Bluefield, a quien acabo de llamar conocí, y  también está el [Ladrón Fantasma], cuya existencia solo supe recientemente, actualmente estaba encerrado en algún lugar profundo por robar la [Biblia] de Mia.

“Hay otros [Tuners] que también estuvieron involucrados contigo”. Siesta dice, mirándote por un momento.

“¿Qué quieres decir? ¿Podría ser que Saikawa es en realidad una [Tuner] como una [Idol] o algo así?”

“El hecho de que solo puedas pensar en Yui muestra tu falta de amistades.” No es asunto tuyo y, además, también está Charl.

“Bueno, supongo que estás involucrado sin siquiera saberlo”.

Los conocerás  pronto, dijo Siesta, habiendo decidido no dar más explicaciones en este momento.

“Por ahora, sin embargo, creo que te contaré sobre algunos de los otros miembros de los que deberías estar al tanto”.

“Sí, nada mejor que estar preparado.”

Fue una sugerencia bienvenida para alguien que había sido objeto de demasiadas sorpresas estresantes durante los últimos tres años en el camino.

“Sí. Los más peligrosos son el [Mago] y el [Verdugo].”

Siesta continuó hablando mientras terminaba de subir las escaleras y caminaba por el largo pasillo alfombrado de rojo.

“La [Maga] es una vieja abuela parecida a una bruja que nunca sale del bosque… pero se dice que una vez destruyó una aldea usando cierta magia. Su poder fue reconocido y fue nombrada [Tuner]”.

“¿Puedes estar del lado de la justicia incluso si cometiste un crimen hace mucho tiempo?”

Quizás se juzgó que ese arte secreto era útil para proteger el mundo.

“Esa es una pregunta difícil… pero si estamos hablando del aspecto de la culpa. En términos de los mismos crímenes, el [Verdugo] es indiscutiblemente el más letal de los [Tuners]”.

“Bueno, eso se intensificó rápidamente. ¿No son los [Tuners] los que protegen el mundo?”

Supongo que al igual que Fuubi-san y Scarlet, no todos están del lado de la justicia después de todo.

“Supongo que depende de cómo veas la justicia. De hecho, el trabajo del [Verdugo] es ejecutar a criminales que no pueden ser juzgados por el mundo exterior”.

“… Entonces, un mal necesario.”

En este mundo, ciertamente hay casos que no pueden ser juzgados por la ley. El héroe oscuro [Verdugo] era, por lo tanto, quien eliminaría a esas personas detrás de escena.

“Sí. Y con sólo una guadaña en la espalda, este [Verdugo] derriba a los criminales que acechan en las sombras. En términos de pura habilidad de combate, probablemente no peor que [Asesina] o incluso [Vampiro]”.

“La [Maga] y el [Verdugo], ¿eh? Si es posible, no quiero involucrarme con ellos sin ninguna razón…”

Eso estuvo cerca. Más palabras y habría encendido una bandera.

Mientras me tapaba la boca apresuradamente, llegué a una puerta grande. “¿Listo, asistente?”

Siesta me dio una mirada rápida.

“De ahora en adelante, no espere que se aplique la sabiduría convencional”.

Sí. Solo necesito recordar lo que dijo y los otros [Tuners] que conocí.

Nos saludamos con la cabeza, y Siesta abrió la puerta con ambas manos, y la escena en la gran habitación fue…

“Entonces, lo que Rel está tratando de decir es, ¿por qué solo la [Detective Famosa] puede ser tan egoísta?”

“¿Oh? ¿Estás celoso de la [Detective Famosa] y quieres hacer lo mismo?”

Una chica saltó sobre un escritorio largo, sosteniendo un palo negro… intercambiando miradas con Fuubi Kase, una policía pelirroja que estaba sentada en una silla, fumando un cigarrillo.

La chica del escritorio era mucho más joven que la [Maga] del que había oído hablar, y el arma que sostenía era diferente de la guadaña del [Verdugo]. Entonces, ¿quién era esta chica no tan pacífica?

“Me pregunto quién es esa chica.” Siesta inclinó la cabeza.

¿Tú tampoco lo sabes?

¿Entonces ella no es ni la [Maga] ni el [Verdugo]?

“Este es un lugar sagrado. Bajen sus armas”.

En ese momento, una frialdad visceral se apoderó de mi cuerpo de repente. Era como si la mano de alguien estuviera moviendo directamente la boca de mi estómago.

Siesta y yo, así como las dos personas que habían estado luchando, dirigimos nuestra atención a la fuente de la voz. Luego, al fondo de la sala, un anciano estaba sentado en el asiento superior y dijo sin pestañear.

“Aquí viene la estrella del día. Ahora, que comience la reunión”.

Al escuchar esto, la chica de la mesa miró a Fuubi-san por última vez antes de regresar finalmente a su silla.

“Asistente, vámonos.”

Excluyéndonos a nosotros, había un total de seis aliados de la justicia alineados en el largo escritorio.

Así comenzó el encuentro para decidir el futuro del mundo.