Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 6

Capítulo 12: La Ceremonia de Premiación

Parte 3

“¡Tienes que creerme, Miyako! ¡Soy virgen! ¡Soy realmente virgen!”

“¡E-Eestá bien, está bien! ¡Deja de gritarlo como loco!”

Después de convencer a Miyako de que ella lo confundía, Haruto volvió a charlar con otros escritores e intercambiar información de contacto. Después de un tiempo, el presentador masculino volvió a encender su micrófono.

“Muy bien, disculpen la interrupción, pero me gustaría escuchar unas palabras de Haruto Fuwa, uno de los jueces del Concurso de Nuevos Escritores de GF Bunko, acerca de su opinión general sobre los participantes de este año”.

…Había llegado el momento. Haruto suspiró ligeramente y se dirigió al escenario. Esto era algo que uno de los tres jueces tenía que hacer cada año, y Godo como el editor en jefe, siempre dejaba el trabajo a los otros dos. Kaizu le ganó en piedra-papel-o-tijera, así que era Haruto el que tenía que encargarse de esta tarea.

“Fuwa debutó como escritor en el décimo Concurso de Nuevos Escritores de GF Bunko con Caballeros del mundo absoluto, la exitosa novela que fue adaptada a una serie animada de televisión este mismo año. ¡Sin duda, él representa todo lo que constituye GF Bunko!”

¡Daahahhh! ¡¡Yaaa Baasstaaaa!!

GF Bunko tenía toneladas de otras series populares, por no mencionar a Nayuta Kani muy por encima de las nubes. Decir que él era ‘todo lo que constituye GF Bunko’ resultaba más que presuntuoso.

Tragándose la vergüenza, sacó de su bolsillo unos

cuantos apuntes. “Ahh, hola. Me llamo Haruto Fuwa y, como acaban de oír, he sido uno de los jueces del Concurso de Nuevos Escritores de GF Bunko de este año. Fue un gran honor para alguien tan joven como yo que se me asignara este trabajo, por no decir que fue un poco abrumador, pero ninguno de los otros autores que representan a este sello aceptó la oferta, así que me vi obligado a desempeñar el papel”.

El público se rió un poco.

El resto de su discurso fue ligeramente diferente a la inofensiva evaluación resumida que GF Bunko publicó en la página de los resultados. El nivel general era muy alto, pero muchas de las obras estaban ‘fuertemente influenciadas’ por obras anteriores. Algunas eran más originales, pero muchas de ellas fueron destruidas por la autocomplacencia y la falta de perspicacia del autor. Era importante encontrar herramientas propias y tener en cuenta a los lectores a la hora de escribir. Y así sucesivamente.

“Así que… Sí. Lamento que sea el mismo tipo de discurso poco original que puede escucharse de los jueces de los premios para novatos en las editoriales”.

Más risas. Él esperaba eso.

“Felicitaciones una vez más a los ganadores de este año. Sus carreras como novelistas comienzan aquí. Quiero que consideren a todos los demás escritores de esta sala como sus rivales, y también quiero que intenten superarlos si es que pueden… porque eso creará un GF Bunko más fuerte y a su vez una industria literaria más poderosa. Gracias”.

Se inclinó hacia los ganadores y luego hacia el público. Ambos aplaudieron mientras él se limpiaba el sudor de la frente. Se las había arreglado para sonar simpático e  inteligente durante todo el discurso sin equivocarse ni una sola vez, pero nunca había hablado delante de un grupo tan grande, así que su mente era un desastre. No se lo dijo a nadie, pero había practicado este discurso una y otra vez en su casa.

Sus ojos se encontraron con los de Aioi mientras bajaba del escenario. Ella sonrió dulcemente. Él fingió no darse cuenta.

Itsuki, quien deliberadamente se había colocado al frente para el discurso, le sonrió. “Je-je-je… Bien hecho”.

“…Estoy muy cansado. Sácame de aquí…”, respondió

él con sinceridad.

“Ahora me gustaría escuchar comentarios de cada uno de nuestros ganadores. ¡Los ganadores del concurso de GF Bunko, por favor, que den un paso al frente!”

Guiados por el presentador, los seis ganadores volvieron al escenario. Ui Aioi fue la primera. Ella habló de cómo, cuando estaba en la escuela, cierta persona le enseñó lo difícil que podía ser volverse un profesional. Haciendo que cambiara su perspectiva.

Estudié muy duro… y ahora estoy aquí, ganando el gran premio. Haruto estuvo sudando todo el tiempo, casi anticipando que ella lo nombraría (a juzgar por las miradas que le dirigía), pero nunca lo hizo.

El siguiente en tomar el micrófono fue Makoto Yanagase, quien no sólo vestía como un asalariado, sino que también lo era. Sus comentarios fueron superficiales, educados y poco llamativos, sobre todo en comparación con el impacto que Así que muéstrame ya tu trasera tuvo en el público reunido.

A continuación, apareció su compañera de premio,

Aoba Kasamatsu, quien aún parecía algo molesta. “Gracias por concederme el premio finalista de este concurso”, empezó antes de bajar la voz.

“…Pero no puedo aceptar esto”.

Eso llamó la atención de todo el público, el cual parecía aburrido, incluido Itsuki. Kasamatsu levantó sus bien esculpidas cejas y miró a Aioi, sentada en el lado derecho del escenario.

“En lugar de una novela sobre alguien que se convierte en el rey demonio de un mundo alternativo y construye un harem—máxima tendencia de novelas ligeras de la historia—¡creo que mi novela es mucho más digna del gran premio!”.

Ser despreciada en persona pareció desconcertar un poco a Aioi. Sin embargo, se las arregló para sonreír mientras Kasamatsu continuaba.

“¡Para ser totalmente honesta, todo lo que puedo decir es que los jueces no saben lo que están haciendo! ¡¿Seleccionaron una novela con un formato tan clásico porque todo lo que ellos mismos pueden escribir son imitaciones de sus propias tendencias, sin una pizca de originalidad en ellos?! Y detesto que el otro premio final haya sido otorgado a esa inmundicia perversa que no para de hablar de los traseros de la gente. ¡Si gente así de  poco  talentosa  está  juzgando  este  concurso,  las novelas ligeras serán cada vez más basura y repetitivas!”

“Vaya, en Twitter y en 2ch debe haber como diez millones de personas como ella, ¿eh?”, murmuró Itsuki. No estaba descontento ni enfadado, solo cansado del tema.

Haruto, por su parte, soltó una pequeña risa mientras dirigía la mirada hacia Ui Aioi en el escenario. Ella estaba roja hasta las orejas, mirando al suelo y temblando un poco. Probablemente estaba recordándose a sí misma antes de conocer a Haruto y eso debía estar destrozándola.

“¡Ahora no es el momento para esto! Ahora es el momento de un trabajo como el mío… o como la serie Panorama de Nayuta Kani. Auténticos trabajos y de alto nivel. ¡Tenemos que impulsar esta clase de libros tan audazmente como podamos y salvar la industria de la novela ligera del comercialismo que la está llevando a una espiral en declive! Cuando haga mi debut profesional, voy a estar hombro con hombro con Nayuta Kani en la cima de la colina. Y a esta época infestada de cursilería,  pornografía,  reencarnación  isekai,  harems,  hermanitas,  reyes  demonio,  héroes  excesivamente poderosos, todas esas cosas ridículas que salen a la luz, vamos a ponerle fin y a construir una era de libros con temas más profundos. Libros dignos de ser evaluados por los lectores. ¡Libros que sean buenos! ¡Gracias!”

Haruto, sin mencionar a una gran parte de los creadores de novelas, manga y anime presentes en la sala, habían basado sus carreras en la cursilería, pornografía, reencarnación isekai, harems, hermanitas, reyes demonio y héroes excesivamente poderosos. El abusivo discurso de Aoba Kasamatsu básicamente golpeó a toda la audiencia a la vez.

Pero, aunque algunos parecían preocupados, la mayoría la recibió con sonrisas y aplausos.

¿Por qué? Porque la mayoría de ellos tuvieron momentos en los que se sintieron así, hace mucho tiempo.

Creían de verdad que los valores que fomentaban eran universales, que los gustos y disgustos individuales o el ‘bien y el mal’ eran sólo construcciones artificiales, que lo que les gustaba tenía más valor inherente que cualquier otra cosa.

Eran ingenuos, y es doloroso mirar atrás, pero esa ingenuidad les enseñó que los impulsos verdaderamente creativos no necesariamente eran algo malo. Sabían que, si no te gustaban las tendencias actuales, simplemente debías desafiarlas con tu propio trabajo—y tal vez, sólo tal vez, esa llama ingenuamente encendida en tu mente crearía una obra maestra que realmente cambiaría el mundo.

“¿Eh…?”

Kasamatsu, quien esperaba una lluvia de abucheos, claramente no esperaba esto. Dirigió al público una mirada confusa, seguida de una bonita reverencia y luego regresó enérgicamente a su silla.

“Me encantaría que esa niña conociera a Kanikou”,  comentó Itsuki. “No creo que Kanikou haya pensado alguna vez en un tema a la hora de escribir”.

“Sí, estoy de acuerdo”, respondió Haruto con una sonrisa oscura. No existían temáticas sublimes, ni una visión profunda que Nayuta se esforzara por expresar en su obra.

Sólo era un genio, así que escribía novelas al nivel de un genio. Enfrentándose a alguien así, ¿cómo esta muchacha—extraordinariamente altiva, pero hasta ahora incapaz de nada más que copiar a su ídolo— siquiera reaccionaría?

***

Los discursos de las dos menciones honoríficas y del ganador de la Selección Especial de los Jueces terminaron sin incidentes (salvo un par de chistes que no encajaron bien y gente que hablaba en voz demasiado baja como para ser escuchada).

Los artistas de manga superdotados de Gifted llegaron y se marcharon poco después, y en poco tiempo llegó el momento del evento final—un sorteo utilizando los números entregados a los invitados en el momento de la inscripción.

Los premios incluían un televisor de pantalla grande, una nueva consola de juegos, una bicicleta de carretera, una aspiradora robótica, un horno de vapor, una noche en un hotel de lujo y otras cosas importantes.

Pero sólo había quince premios en total, por lo que las probabilidades de ganar eran bastante bajas, así que Itsuki se encontraba demasiado ocupado comiendo y bebiendo como para prestar demasiada atención. Pero después de unos cuantos sorteos:

“¡Número 126! ¿Tenemos el 126?”, El presentador  miró a su alrededor.

Haruto golpeó a Itsuki. “Amigo, tengo el 125. ¿No entraste justo detrás de mí?”.

Itsuki miró su número. “¡Vaya! ¡Oye, oye, yo! ¡Tengo el 126!”

Levantó la mano, agitándola. “Felicidades”, respondió el presentador. “¡Ven aquí arriba!”

Esto hizo que Itsuki se acercara con una luz alumbrándolo. Tenía que ser un buen augurio para su anime.

Resulta que había ganado la aspiradora robótica, un último modelo, capaz de limpiar incluso los pequeños rincones que los modelos más antiguos no podían. Esto debería facilitarle las cosas a Chihiro, pensó, contento de haber ganado algo tan perfectamente adaptado a su vida en lugar de una bicicleta o un televisor que sólo ocuparía espacio.

“Muy bien”, dijo el presentador, apuntando el micrófono hacia él, “¿cuál es tu nombre?”

“Mi nombre es Itsuki Hashima y debuté en el décimo concurso de Nuevos Escritores de GF Bunko. ¡Soy el escritor de Combate de hermanitas y Todo sobre mi hermanita actualmente! ¡Construiré toda una nueva era!

¡Y no permitiré que los nuevos me superen nunca más!”

Gritos y aplausos lo recibieron. No pretendía alardear así, pero estas cosas pasan.

***

Una vez terminado el sorteo, la fiesta llegó a su fin, y el editor en jefe de Gifted Publishing puso fin a la misma con un discurso. Cuando concluyó, sólo faltaba una tradición por cumplir—un icchojime, en el que todos los asistentes aplauden al mismo tiempo para desear buena suerte a GF Bunko y a Comic Gifted para el próximo año.

Con esto, la fiesta terminó. Los asistentes volverían ahora a casa o saldrían a beber o a cantar al karaoke con sus amigos, pero por lo demás, no había ningún plan en particular.

“Itsuki”, dijo Haruto, “voy a salir a beber con Kaizu y los demás. También vienes, ¿verdad?”

Su amigo negó con la cabeza. “No, tengo que ir a casa”.

“¿De verdad? ¿Pasa algo?”

“Estoy en una situación bastante complicada en cuanto al volumen 6”.

…Y Nayuta sin duda estaba escribiendo su nueva novela ahora mismo, también. No podía permitir que se le adelantara.

“Oh. Bueno, te deseo la mejor de las suertes”.

“Gracias”.

Haruto caminó hacia Kaizu, quien se encontraba con un grupo de unos diez, entre los que se encontraban Ui Aioi y otros novatos.

“Oh, ¿Itsuki Hashima?”, se oyó una voz aguda detrás de él. Era Aoba Kasamatsu, aún con su uniforme del instituto. Ella lo miró fijamente, con los ojos llenos de energía.

“¡Yo construiré esa nueva era…! ¡Con permiso!”.

Con una rápida reverencia, se marchó trotando. Itsuki la miró sin comprender durante un tiempo. Luego sonrió.

“…Demuéstralo, mocosa insolente”.

Soy el único que puede estar hombro a hombro con Nayuta Kani. Ni Aoba Kasamatsu, ni los demás premiados, ni ningún otro escritor de allá fuera puede ganarme. Esta descarada niña al hablarme, realmente encendió una llama en mí. Tomemos esa pasión y volquémosla en mi trabajo.

Rebosante de ganas de escribir, Itsuki abandonó el espacio para eventos.