Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 13

Capitulo 1: La Audiencia

Parte 5

Entonces, ¿había otro hermano mayor por encima de Cyclaeus, el actual jefe de la casa?

En cualquier caso, había una emoción no identificable como un infierno girando en los ojos de Ciluel mientras estaba sentado allí, con la cara de un rojo brillante.

“Y, sin embargo, ¡no tuvimos más remedio que soportar esas dificultades hasta que Selva indicara el camino correcto a seguir! ¡Entonces, al final de ese trabajo aguardado la prosperidad de la que ahora disfruta Turan! Ya que ustedes, los habitantes de los límites del bosque, viven aquí en Genos,

¡deben obedecer sus leyes! ¡Incluso si el líder de tu clan es incompetente y tonto, tu única opción es vivir junto a él y apoyarlo!”

“No sé qué tipo de vida te obligaron a vivir… ¿Pero la reinstalación del clan Suun realmente se alinea tan perfectamente con las leyes de Genos?” Yamiru Lea respondió, habiendo mirado con calma a Ciluel mientras de repente arrojaba su dignidad por la ventana. “Fue nuestra gente la que determinó hace varias décadas que los Suun serían el clan líder. Y ahora, con la aprobación de todos los jefes de clan, Ruu, Zaza y Sauti han asumido esa responsabilidad. Ninguno de esos asuntos debería tener nada que ver con las leyes de Genos”.

“Si ese fuera un asunto relacionado únicamente con la gente del borde del bosque, es cierto que podríamos no tener espacio para interferir… Pero ¿y si estuviera involucrado un complot de aquellos que pretenden causar fricción aquí en Genos?” Preguntó Cyclaeus, reviviendo de repente.

Era imposible decir qué estaba pasando con la forma en que se había vuelto tan inquietantemente silencioso e inexpresivo, pero ahora estaba mirando una vez más a Yamiru Lea con una sonrisa viscosa.

“No puedo evitar creer que es increíblemente peligroso seguir aceptando a los tres jefes de clan líderes puestos en su lugar como resultado de un complot formado por Kamyua Yoshu y este visitante del extranjero, Asuta

… ¿No traerán esos tres clanes un caos aún mayor? y desastre para Genos y el borde del bosque que el Suun alguna vez?”

“¿Así que has decidido que el hijo mayor de la casa principal de Suun debería ser el próximo líder del clan?” Donda Ruu intervino, hablando por primera vez.

Su expresión parecía mucho más tranquila que la de Gulaf Zaza y Dari Sauti, quienes tenían la rabia ardiendo brillantemente en sus ojos.

“Si valoras el linaje por encima de todo, entonces Diga sería el más calificado para liderar”.

Diga se volvió hacia Donda Ruu, luciendo completamente horrorizada. Su rostro cubierto de barba de varios días estaba ahora retorcido con lo que podría describirse como puro terror.

“¿Entonces eres el hijo mayor, Diga Suun…?” Cyclaeus preguntó, su mirada enfermiza volviéndose en esa dirección. “Tu padre fue el ex líder principal del clan, así como el jefe de tu clan, pero debe ser juzgado por sus crímenes… ¿No tienes la responsabilidad de liderar adecuadamente a tu gente como su heredero?”

“Yo-yo…” Diga comenzó, su voz temblaba de miedo.

Era como ver a una rana siendo fulminada por una serpiente.

“Todavía eres joven… Y por eso, creo que sería lo mejor si arriesgas tu vida y te esfuerzas por rectificar los errores de tu padre y abuelo… ¿Qué dices…?”

Diga tragó saliva tan fuerte que fue claramente audible.

Pero luego… por alguna razón, nos miró a Ai Fa y a mí, y dijo: “Yo… yo… me quitaron el nombre de Suun hace un mes… No estoy calificado para ser llamado heredero”.

“¿Oh…? Pero si se juzga que el castigo fue inadecuado, entonces, como antes, puede—”

“¡Me entregué a mi miedo al criminal Zattsu Suun y hui del asentamiento Dom! ¡Y luego de eso, también me escapé de Zattsu Suun! ¡No hay forma de que alguien como yo esté calificado para llamarme miembro del clan Suun!” Diga gritó de repente.

Sus ojos que se habían hundido en su rostro demacrado comenzaron a llorar levemente.

“¡Tei Suun huyó del asentamiento Dom junto con nosotros! Pero se quedó al lado de Zattsu Suun y recuperó el nombre de Suun… ¡Y luego murió como un criminal! Doddo y yo lo abandonamos, ¡así que no somos lo suficientemente buenos para llamarnos Suun! ¡Como si alguna vez pudiéramos! Si quieres devolverme el nombre de Suun de todos modos, ¡entonces ponme el cuero cabelludo justo al lado de mi padre!”

“Si ejecutan a Diga, entonces yo sería el siguiente en la fila como segundo hijo…” Murmuró Doddo con voz sombría. “Pero yo siento lo mismo que él… Así que supongo que eso trae cosas a Mida”.

Ante eso, Mida miró fijamente a su ex hermano mayor. Y a su lado, Yamiru Lea estalló en una elegante sonrisa.

“Mida todavía tiene solo catorce años, así que pasará un año hasta que esté calificado para ser jefe de clan. Hasta ese momento, tendría que mantener ese puesto para él como hija mayor… Por supuesto, tampoco tengo ningún interés en asumir el cargo de líder del malvado clan Suun”.

“Cuando no hay niños mayores de quince años, la costumbre es que la esposa del jefe del clan se haga cargo…” Oura intervino silenciosamente mientras tomaba con fuerza la mano de Tsuvai. “Pero tampoco tengo intención de desempeñar ese papel. Así que, por favor, ejecútenme como criminal junto con los demás”.

Cada uno de ellos había renunciado al puesto de jefe del clan Suun.

Y mientras estaba sentada ante el Cyclaeus silenciado, los labios de Yamiru Lea se torcieron en una sonrisa.

“Parece que ninguno de los miembros de la casa principal está a la altura. En casos como ese, a continuación buscamos sucursales con fuertes lazos de sangre. Sin embargo, todos los hermanos de Zuuro Suun murieron sin dejar niños, por lo que se vuelve a mirar casas sucursales con lazos de sangre más débiles”.

Cyclaeus no tuvo respuesta.

“¿Pero alguien con lazos de sangre tan fugaces puede realmente servir como líder de un clan? Para empezar, no puedo imaginar que esos hombres y mujeres que estaban atados por su miedo a Zattsu Suun solo tuvieran la columna vertebral necesaria para la tarea”. Ante eso, Yamiru Lea le lanzó a Gulaf Zaza una mirada de soslayo sospechosa. “Si un miembro de las sucursales se convirtiera en jefe de clan, todo el mundo querría que se integrara en uno de sus antiguos clanes subordinados. Para recuperar los lazos de sangre cortados, se elegiría al más grande de los clanes que anteriormente estuvieron bajo el mando de Suun, por lo que el puesto de jefe de clan líder en última instancia iría a Gulaf Zaza”.

El malvado noble permaneció en silencio.

“Ese es el único camino a seguir si deseas respetar la línea de sangre Suun al elegir al líder del clan. ¿Está satisfecho ahora, Conde Turan?”

“¡Eso es ridículo! ¡No hay forma de que todo el mundo, excepto Mida y yo, sea ejecutado!” Tsuvai gimió y se puso de pie.

“¡No pararse sin permiso!” Gritó Ciluel.

Pero Tsuvai respondió: “¡Cállate! He estado sentado aquí escuchando en silencio, ¡pero todo el mundo sigue soltando tonterías egoístas! Además,

¡de ninguna manera nos convertiríamos en subordinados de un noble como ese!”

“¡Mocoso! ¡¿Te atreves a tomar a la ligera los linajes nobles de Genos?!” Ciluel enfureció, alcanzando su cadera sin pensar. Sin embargo, naturalmente, no había una espada allí.

Cuando se encontró con su mirada de frente, Tsuvai resopló. “¡Hmph! Si todos ustedes afirman ser los gobernantes de nosotros, los habitantes del borde del bosque, ¡entonces también deberían mostrar cierta responsabilidad! Dejas que Zattsu Suun haga lo que le plazca, así que, ¿cómo puedes quedarte ahí sentado actuando de forma arrogante?”

“¡Tu pequeño…!”

“¡Nuestra gente del borde del bosque decidió que cada uno de nosotros expiaría los crímenes de Zattsu Suun! El clan Suun lo está compensando viviendo correctamente de aquí en adelante, ¡y todos los demás nos están guiando por el camino correcto!  ¡Es por eso que Ruu, Rutim y Dom aceptaron a los alborotadores como nosotros!”

Aunque Tsuvai era la más pequeña presente, estaba parada frente a su preciosa madre para protegerla mientras miraba a Ciluel. Y ahora mismo, sus grandes ojos brillaban aún más con rabia que la noche anterior. “¡Aun así, Zattsu Suun y su grupo también cometieron crímenes fuera del borde del bosque! Y si lo supiste y simplemente hiciste la vista gorda, ¡entonces también eres culpable! Entonces, ¿cómo puedes culpar a la gente del borde del bosque?”

“¡Eso no es más que una calumnia fabricada por ese sinvergüenza Kamyua Yoshu! ¡No sabíamos nada de los crímenes cometidos por miembros del clan Suun!”

“¡Entonces debes estar ciego! ¡Y Ruu y Rutim deben ser más capaces que tú, ya que se dieron cuenta primero!” Tsuvai replicó, y luego sus grandes ojos medio cerrados. “Y además, Diga y Doddo dijeron antes que ustedes, gente de la ciudad del castillo, dejaron pasar los crímenes del clan Suun. Entonces, cuando Doddo o Mida causaron una conmoción en la ciudad, todos lo suavizaron, ¿no es así? ”

“Sí, esquivó esa pregunta en la última reunión, pero ¿puede dar una respuesta satisfactoria hoy?” Gazraan Rutim intervino con calma, extendiendo suavemente su largo brazo y sentando a Tsuvai de nuevo. “Insiste en que no tenía conocimiento de las malas acciones de Zattsu Suun. Por otro lado, ha cubierto injustamente los crímenes de Doddo y Mida. ¿Exactamente qué razones tenías para hacer eso?”

Incluso ahora, los hermanos nobles permanecieron en silencio.

“Te lo pregunto, Ciluel, líder de la milicia. Fueron los guardias de la ciudad quienes protegieron al clan Suun, y están bajo tu mando, ¿no es así?”

“¡Hmph! ¡¿Crees que sé algo sobre las fallas de los guardias en la ciudad postal?! ¡Mi trabajo es comandar a toda la milicia!”

“¿Entonces estás diciendo que no es tu papel comandar a los guardias de la ciudad?” Gazraan Rutim presionó con calma, solo para que Ciluel respondiera con una débil sonrisa extremadamente repulsiva.

“Si tiene una queja, preséntela al jefe de guardia. ¡No tiene nada que ver conmigo!”

“¿Así que se hizo a discreción exclusiva del jefe de guardia? Sin embargo, he oído decir que cada vez que Mida destruía un puesto, los soldados venían de la ciudad del castillo para pagar los daños y arreglar las cosas”.

“¡No me preguntes! Si realmente hay alguien que haría eso en mi milicia,

¡entonces empieza por demostrarlo!”

“No puedo decir que su comportamiento muestre mucha voluntad de comprender y simpatizar con nuestra posición. Qué realmente decepcionante”, dijo Gazraan Rutim mientras mantenía el mismo tono tranquilo de siempre. “La verdad es que Asuta es una persona de sangre pura del borde del bosque, nacida en nuestro asentamiento… ¿Podrías creer tal afirmación?”

“¿Qué? ¿Qué estás tratando de sacar ahora?”

“De vez en cuando, alguien con una apariencia como la de Asuta nace en el  asentamiento  al  borde  del  bosque.  Asuta  simplemente  estaba bromeando cuando dijo que era un visitante del extranjero, así que le pido que descarte cualquier sospecha de que conspire con Kamyua Yoshu aquí y ahora”.

“¡Eso es ridículo! ¿De verdad crees que una excusa como esa funcionará en esto…?”

“Bueno, entonces, ¿hay alguna prueba de que Asuta sea un visitante del extranjero? Asuta nació en el borde del bosque con la apariencia de un extranjero y visitó la ciudad postal por primera vez a la edad de diecisiete años. Eso es todo al respecto. No hay forma de que alguien como él conspire con alguien de la ciudad para dañar a Genos y al borde del bosque, ¿no crees? Después de decir todo eso en un tono muy serio, Gazraan Rutim estalló en una sonrisa. “Ese es el tipo de cosas que estás diciendo. Si no puedes confiar en mí, yo tampoco puedo confiar en ti”.

Aunque Ciluel parecía furioso, se mordió la lengua.

Tomando eso como su señal, Leito sonrió y comenzó a verter sal en esa herida. “Bueno, entonces supongo que es nuestro turno. Después de todo, centrarse en temas con pruebas reales nos parece beneficioso a todos”.

“Eres el asistente de Kamyua Yoshu, ¿no es  así, niña…?” Preguntó Cyclaeus, lanzando a Leito una mirada astuta. “Y también he oído decir que eres el niño huérfano del líder de esa caravana mercante que fue atacada hace diez años. Ciertamente simpatizo con sus circunstancias, pero no puedo imaginar que se pueda ganar nada útil si un niño como usted actúa como testigo en este momento…”

“Sí, mi testimonio no tiene ningún valor. En cambio, como representante de Kamyua Yoshu, he traído a Bartha aquí como testigo”.

Los ojos de Cyclaeus se entrecerraron con sospecha, pero Leito solo sonrió aún más brillante.

“¿Pensaste que Kamyua planeaba que yo actuara como testigo por desesperación cuando se dio cuenta de que no lo lograría? Ciertamente, es un gran malentendido. De hecho, la razón por la que Kamyua dejó a Genos en primer lugar fue para buscar a Bartha aquí”.

Todo el tiempo, Bartha estaba quemando agujeros en silencio en Ciluel con su mirada.

Después de mirarla por el rabillo del ojo, Leito continuó, “Bartha era la esposa del difunto líder de los Red Beards, Goram. ¿He dicho lo suficiente para que comprendas el valor de su testimonio? ”

“¿Esposa…? Espera, ¿estás diciendo que esa persona es una mujer…?” Preguntó Cyclaeus.

“Caray, todo el mundo es tan grosero con eso. Bueno, estoy acostumbrada a que me traten como un hombre a estas alturas”, dijo Bartha con una sonrisa descarada.

Y luego, levantó la mano y se quitó bruscamente la correa de cuero que sujetaba su cabello, dejando que sus sorprendentemente largos mechones de color marrón negruzco cayeran sobre su rostro.

“¿Bien? ¿Me veo al menos un poco femenina ahora? Sin embargo, no es que alguna vez voy a lucir sensual con una cara como esta”.

Con toda probabilidad, todos habían notado el cambio inusual que se había producido. Ciluel acababa de ponerse rojo como una remolacha de rabia, pero ahora estaba rígido como una estatua y completamente pálido.

“Durante estos últimos diez años y algunos cambios, he estado reentrenando mi cuerpo debilitado. Yo era bastante flaca en ese entonces, ¿así que no me reconociste? Sin embargo, supe quién eras a primera vista”.

“¿Q-Qué estás diciendo…?”

“No te hagas el tonto. Tú fuiste quien le pidió a mi esposo Goram que atacara a esos enviados de Banarm, ¿no es así, Ciluel?” Bartha dijo, la rabia hervía a fuego lento en sus ojos. “Si me equivoco, ¿por qué no levantar un poco ese divertido cabello tuyo? Goram estaba tan furioso que te hizo un bonito y profundo corte en la frente, y no puedo imaginar que una cicatriz como esa desaparezca después de solo diez años”.

Ciluel estaba apretado contra el respaldo de su silla y había comenzado a temblar como si tuviera temblores. Probablemente ni siquiera se dio cuenta, pero su mano se había extendido para cubrir su abundante flequillo y su frente.

“Incluso yo nunca pensé que un noble contrataría bandidos personalmente, pero parece que la suposición de Kamyua dio en el blanco”, intervino Leito con la misma sonrisa de antes. “Bueno, antes de asumir el papel de líder de la milicia, tenías mucho tiempo libre, ¿no es así? Y Kamyua también dijo que Lord Cyclaeus nunca confiaría en nadie más que en un pariente para ayudar con un complot criminal”.

“Ya veo… Así que esta es otra de las estratagemas de ese tonto, ¿es así…?” Cyclaeus respondió con una risa lúgubre. “¿Se enteró de la vieja cicatriz en la cabeza de Ciluel y luego se le ocurrió…? Mujer, si valoras tu vida, te sugiero que te laves las manos de este engaño…”

“Hmph, no necesitas preocuparte por eso. No puedes ir a pelear con los nobles si no estás dispuesto a arriesgar tu vida, después de todo”.

“¿Oh…? ¿De verdad entiendes…? Después de todo, si eres la esposa del líder de Red Beard, eso significa que eras miembro de esos bandidos hasta que tuviste a su hijo…”

“Soy muy consciente de lo que eso significa”.

“Hmph… ¿Entonces dices que viniste aquí preparada para ser juzgada como un remanente de ese grupo de bandidos…?” Preguntó Cyclaeus, con un brillo francamente venenoso en sus ojos. “Pueden haber pasado diez años, pero esos crímenes no han sido perdonados… Si insistes en que eres la esposa de Goram Redbeard, entonces, independientemente de cualquier cosa que Ciluel haya hecho o no, serás castigado como un criminal…”

“Esto se está volviendo repetitivo. ¿Qué pensaste que quise decir cuando dije que estaba arriesgando mi vida, eh?” Bartha preguntó con una sonrisa atrevida, sacudiendo la mirada de Cyclaeus. “Soy la última superviviente de los Red Beards, la esposa de Goram Redbeard, Bartha. Puedes colgarme o lo que necesites hacer. Estaba lista para eso cuando puse un pie en la ciudad del castillo, después de todo”.

Sin darme cuenta, tragué saliva. Y luego, recordé cómo era Bartha ayer. Dijo que quería ver a su hijo Jeeda por última vez… Pensando en sus palabras, me impresionó de nuevo la determinación que había detrás de ellas.

Y desde mi lado, Ai Fa también estaba mirando intensamente a Bartha.