Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 13

Capitulo 1: La Audiencia

Parte 2

 

 

Así que esta es la ciudad del castillo de Genos, ¿eh? Mientras mi cuerpo se balanceaba junto con el carro, pude ver claramente cómo se veía el lugar por primera vez.

La gente la llamaba la ciudad de piedra, lo cual era apropiado, ya que de eso estaban hechos no solo la carretera, sino también los edificios. El camino era ancho y las estructuras eran grandes.

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Aunque ocasionalmente había algunos árboles alineados a lo largo de la carretera, apenas se veía tierra. Y todos los que pasaban parecían muy bien también.

Aun así, a los comerciantes extranjeros como Shumiral y Diel también se les permitió entrar y salir aquí. Gracias a eso, había muchos comerciantes del sur con totos que llevaban equipaje de aspecto pesado, así como también orientales cuyos rostros estaban completamente ocultos bajo sus capuchas.

E incluso entre los occidentales vestidos de manera agradable y apropiada, la mayoría de ellos todavía parecían comerciantes. Quizás esta área más cercana a las puertas era una especie de distrito comercial.

A medida que avanzábamos, nos acercamos a una plaza con una gran fuente, y vi puestos allí.

Bueno, supongo que incluso los residentes de la ciudad del castillo necesitan ganarse la vida.

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Una ciudad así de grande tenía que tener miles de residentes, o tal vez incluso decenas de miles. Y solo un puñado de ellos eran nobles.

Había un hombre vendiendo montañas de verduras apiladas.

Una mujer había dispuesto hermosas telas para atraer la atención de los transeúntes.

Los niños muerden frutos rojos mientras corren por la fuente.

Había una energía viva en el lugar, como si todas estas personas estuvieran celebrando la paz de la que disfrutaban.


Y no es como si la gente del borde del bosque quisiera quitarles la tranquilidad.

De hecho, los cazadores emprendieron la peligrosa tarea de acabar con giba precisamente para proteger esa paz y prosperidad.

Solo las tierras de Turan y Daleim tenían campos a gran escala aquí en Genos. Eso significaba que la gente de la ciudad del castillo tenía que traer comida desde fuera de los muros de piedra para satisfacer su hambre.

Fuwano, vino de frutas superior y todo tipo de verduras de primera clase que tenían precios más altos llegaron aquí a la ciudad del castillo.

Alguien se había quejado una vez de que la ciudad postal solo tenía cosas como tarapa agria, mientras que los alimentos más caros y menos agrios los compraba la gente en estos muros de piedra.

Eso no es necesariamente un problema. Pero… cuando se esconden dentro de estos muros de piedra, ¿saben realmente cuánto apoya sus prósperas vidas la gente del borde del bosque?

Por supuesto, no era como si los cazadores estuvieran trabajando tan duro para recibir premios o palabras de gratitud.

De todos modos, Ai Fa miró por la ventana junto a mí, pero las vistas no parecían dejar una impresión realmente profunda en ella.

Aun así, no pude evitar encontrar todo un poco difícil de entender.

Incluso si Cyclaeus es un caso atípico, ¿qué piensa exactamente el señor de Genos sobre todo esto? ¿No le importa nada más mientras las cosas sean pacíficas y prósperas dentro de estos muros de piedra?

El vagón totos siguió avanzando por la carretera, sin preocuparse por mis preocupaciones. Y en poco tiempo, nos detuvimos frente a la mansión.

“Hemos llegado…” declaró el conductor, y la puerta trasera se abrió de par en par.

Todos salimos del vagón juntos. El suelo debajo de nuestros pies estaba pavimentado con piedra, y la mansión que se elevaba sobre nosotros también estaba hecha de la misma materia.

Esta era la mansión de Turan, el lugar donde estuve encarcelado hasta hace seis días. Y, sin embargo, esta fue la primera vez que lo vi mientras estaba brillante.

Podría haber sido más exacto decir que el gran edificio estaba construido con ladrillos grises en lugar de piedra, aunque el techo a dos aguas era de un tono amarillo extrañamente vívido. Ahora que lo pensaba, estaba bastante seguro de que Shumiral había descrito una vez la residencia Turan como una mansión amarilla.

El edificio se extendía con dos imponentes alas cuadradas a izquierda y derecha. El centro solo tenía cuatro pisos de altura, mientras que las alas tenían tres cada una. La estructura de la derecha era donde Lefreya me había mantenido cautivo.

En el camino hacia aquí habíamos visto muchos edificios en toda la ciudad del castillo, pero no habíamos pasado por nada tan imponente como este.

Comparándolo con algo con lo que estaba familiarizado, probablemente estaba en la misma escala que un edificio escolar.

La mansión de Cyclaeus también estaba rodeada por muros de piedra que parecían tener cuatro o cinco metros de altura. Actualmente estábamos en el interior de ellos, con nuestros cuatro carros y una multitud de casi treinta de pie en el vasto patio con espacio de sobra.

El camino de piedra continuaba recto hasta el edificio, con un exuberante césped que se extendía a ambos lados. Y durante la noche soltaron perros guardianes en este espacio.

Aun así, es difícil creer que una familia de solo dos personas viva en un edificio tan grande… Es como si hubieran preparado una casa tan grande solo para todos los sirvientes y soldados que emplean, pensé para mí.

Entonces Jimon nos indicó, “Por aquí, por favor”, mientras comenzaba a caminar hacia la mansión.

Los líderes del clan fueron los primeros, mientras que el resto de nosotros los seguimos.


Había dos soldados haciendo guardia frente a lo que parecía ser la puerta principal, blandiendo largas lanzas con cabezas plateadas. Y cuando Jimon se detuvo varios pasos delante de ellos, uno de los soldados fue y abrió la puerta de aspecto pesado.

“Por favor, entra”, dijo Jimon mientras seguía adelante.

Sin embargo, Donda Ruu no se movió. “Espera. Solo las personas que participan en la reunión continuarán más allá de este punto”.

“¿Qué quieres decir exactamente? Hemos preparado una sala de espera para sus guardaespaldas”.

En cambio, el que respondió a la pregunta de Jimon fue Dan Rutim, que estaba parado justo detrás de Donda Ruu.

“Si pasamos por esta puerta, tendremos que entregar nuestras espadas, ¿verdad? ¡No podemos cumplir exactamente con nuestro deber como guardaespaldas así! Así que quedémonos aquí en su lugar”.

“Pero… no veo cómo podrías proteger a los líderes del clan líder si no estás a su lado…”

“¡No te preocupes! ¡Los protegeremos muy bien, junto con todos en este edificio!” Dan Rutim respondió con una cordial sonrisa.

“Ya veo,” respondió Jimon con un pequeño asentimiento. “En ese caso, dejaremos una unidad de guardia de varios hombres aquí con usted, así que le pido que siga sus instrucciones de ahora en adelante. ¿Es eso aceptable?”

“¡Sí, por supuesto!”

“Muy bien, entonces… Líderes de clanes y compañía, por favor, vengan por aquí”.

Cuando los dejamos a todos atrás, Dan Rutim estaba sonriendo, Ludo Ruu se veía serio, y Darmu Ruu y Deek Dom tenían un brillo peligroso brillando en sus ojos. Pero en cualquier caso, nuestro grupo siguió adelante y entró en la mansión.

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Lo primero que nos recibió fue el amplio vestíbulo de entrada. A nuestros pies, había una alfombra marrón rojiza ya colocada. Y cuando todos nos subimos a él, la puerta se cerró detrás de nosotros con un sonido pesado.

“Bienvenidos todos…”, saludaron los diez pajes que nos esperaban allí, todos vestidos con uniformes amarillos.

Tenían un color de piel típico de los occidentales y eran chicos que parecían incluso más jóvenes que yo. Pero tal vez debido a todo el entrenamiento que habían recibido, todos se quedaron allí en una fila con la mirada hacia abajo, sus rostros tan quietos como máscaras.

“Nos encargaremos de sus espadas…”

Con eso, varios de ellos extendieron cortésmente sus manos, y todos los cazadores entregaron silenciosamente las armas en sus caderas.

“¿Nos llevamos también sus capas?”

“No, gracias. Estos son el orgullo de un cazador”.

La voz de Donda Ruu sonaba incluso más tranquila de lo habitual, pero fue suficiente para que  el chico  que había pedido  se estremeciera  y se encogiera un poco.

Después de darle una mirada al chico, el jefe del clan se dio la vuelta para mirar a sus compañeros.

“Si tienes pinchos de metal o cuchillos pequeños en tus capas, entrégalos también. Mientras no tengamos nada que pueda servir como arma, nadie puede quejarse”.

Ante eso, los cazadores siguieron sus instrucciones y sacaron todo lo aplicable.

Y así, todos quedaron desarmados. Si bien habíamos estado preparados para eso desde el principio, definitivamente podía sentir que los latidos de mi corazón se aceleraban un poco.

“Bueno, entonces, por aquí” señaló Jimon, luego comenzó a guiarnos por el pasillo alfombrado.

A medida que avanzábamos hacia la izquierda, el camino se estrechó repentinamente y adquirió una estructura en forma de laberinto. Eso significaba que habíamos cruzado al ala izquierda de la casa. Y aunque esta parte del edificio era un territorio inexplorado para mí, las condiciones estrechas y con poca luz provocaron un intenso déjà vu.

Aunque había innumerables puertas a lo largo de las paredes, las ignoramos todas y seguimos el camino, girando tanto a la izquierda como a la derecha. ¿Era la ruta tan compleja para ahuyentar a los intrusos?

Lenta pero constantemente, nos alejábamos cada vez más del grupo de Dan Rutim fuera de la mansión. Sin embargo, ya le había informado a Donda Ruu de cómo estaba estructurada la mansión de Cyclaeus. Además de eso, el grupo de Dan Rutim estaba esperando afuera, así que no debería haber razón para preocuparse… pero mi frecuencia cardíaca seguía aumentando.

Finalmente, llegamos por fin a una escalera de caracol hecha de ladrillos.

Después de subirlo, continuamos un poco más por el pasillo, momento en el que Jimon finalmente se detuvo. Efectivamente, había una vez más dos soldados blandiendo lanzas frente a la puerta ostentosamente grande.

Mientras se paraba frente a ellos, Jimon anunció: “¡Han llegado los visitantes del borde del bosque!”

Hubo una respuesta ahogada, y después de escucharla, Jimon abrió la puerta. Después de eso, entró sin dudarlo y lo seguimos.

Por fin, estábamos de nuevo ante Cyclaeus.





“Tienes mi agradecimiento por venir, líderes de clanes líderes en el borde del bosque… Lamento de verdad haberte hecho venir hasta aquí debido a mis propias preocupaciones personales”, saludó el malvado noble con voz ronca.

La gran sala de recepción parecía ser un cuadrado de unos diez metros a cada lado.

Como era de esperar, había una alfombra marrón rojiza colocada encima del piso, y había grandes mamparas divisorias a lo largo de las paredes izquierda y derecha, mientras que al frente colgaba lo que parecía una cortina gruesa. Y Cyclaeus estaba sentado allí frente a esa enorme cortina bordada con el emblema de la casa de Turan.

“Había escuchado que no te estaba yendo bien, pero me alegra ver que te quedan fuerzas suficientes para hablar”, respondió Dari Sauti en un tono directo mientras miraba alrededor de la habitación.

Siguiendo su ejemplo, también eché un vistazo.

Si bien era ciertamente lujoso, la habitación también se sentía de alguna manera lúgubre. Las mamparas divisorias, la cortina y la alfombra parecían claramente de alta calidad, pero los únicos otros muebles parecían ser suficientes taburetes para las personas presentes. Si hubiera al menos una especie de gran mesa de conferencias o algo en el centro, parecería correcto, pero tal como estaba, se sentía extrañamente vacío.

Justo enfrente de nosotros estaban Cyclaeus y  otro hombre que no reconocí, mientras que a unos metros de distancia, Melfried y otro desconocido mayor de cabello blanco estaban sentados mirando hacia el dueño de la casa.

“A mi lado está el líder de la milicia, Ciluel, mientras que el oficial legal de Genos, Sir Zylus, está allí junto a Lord Melfried”.

Así que ese es el hermano menor de Cyclaeus, ¿eh? Pensé para mí mismo, mi atención primero se volvió hacia adelante.

El hombre de mediana edad vestía una sencilla armadura blanca sobre su gran cuerpo. Su nariz realmente se destacaba por lo corta y plana que era, y algo en su rostro solo gritaba desprecio.

Pero cuando agregaste el hecho de que llevaba su cabello castaño oscuro recortado en forma de hongo, le dio una apariencia cómica.

En cuanto a su edad, probablemente tendría unos cuarenta años. Y, sinceramente, no se parecía en nada a Cyclaeus, que tenía la apariencia de un anciano demacrado. Lo único que era similar entre ellos era el tenaz brillo en sus ojos pálidos.

Mientras tanto, ese hombre Zylus era un viejo flaco con un accesorio dorado colgando del pecho de su largo vestido blanco. Solo podía ver el lado de su rostro desde donde estaba mirando, pero parecía estar furioso en silencio.

“A petición de Lord Melfried, participarán tanto Ciluel como Sir Zylus. No tienes ninguna objeción a eso, ¿verdad, líderes de clanes…?”

Donda Ruu simplemente asintió en silencio. Después de todo, ya había oído hablar de ese asunto a Leito.

El plan de Kamyua Yoshu era que al tener al cómplice de Cyclaeus, Ciluel, y al hombre más versado en las leyes de Genos en una habitación, finalmente podríamos sacar a la luz los crímenes del malvado noble.

Sin embargo, el propio Kamyua Yoshu estuvo ausente. ¿Seríamos capaces de luchar adecuadamente junto a Melfried sin él? Mientras cuidaba esa preocupación, le eché un vistazo a nuestro noble aliado.

Aunque había escuchado a Gazraan Rutim describirlo, en realidad era la primera vez que veía su rostro sin el casco. Su cabello era de un castaño medio, el puente de su nariz era liso y su mandíbula era firme y delgada.

Definitivamente era más guapo de lo que había imaginado, con una apariencia realmente apropiada para un noble. Con su cuerpo tonificado, alto y delgado vestido con una armadura blanca, parecía un guerrero realmente admirable.

Sin embargo, la luz en sus ojos grises era realmente fría de una manera que se sentía casi como un reptil. Era una luz fría, pero de una manera completamente diferente a la que alguna vez había sido la de Yamiru Lea.

“Bueno, entonces, pueden comenzar por sentarse, liderando a los jefes de clan del borde del bosque…” instó Cyclaeus, solo para que Dari Sauti frunciera el ceño.

“Estoy agradecido por la consideración, pero nosotros, la gente del borde del bosque, no tenemos la costumbre de sentarnos en esas cosas”.

“Has dicho tanto antes… Pero dado que la reunión de hoy llevará bastante tiempo, ¿puedo pedirte que sigas las costumbres de Genos? Después de todo, es difícil relajarse cuando son los únicos que están sentados”.

Dari Sauti parecía estar a punto de objetar más, pero aparentemente lo reconsideró y siguió la solicitud de Cyclaeus. Y luego el resto de nosotros lo seguimos poco después.

Nuestros asientos eran simples taburetes de madera, sin respaldo uniforme. Y dado que Cyclaeus y su hermano estaban sentados en sillas grandes no solo con respaldos sino también con reposabrazos, el tipo de tronos en los que esperarías ver a un rey, realmente hizo que se sintiera como si nos estuvieran mirando desde el principio. .

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Además de eso, dado que teníamos una multitud tan grande, nuestros asientos estaban todos esparcidos en un semicírculo que se extendía de izquierda a derecha y miraba a los distantes Cyclaeus y Ciluel.

Melfried y Zylus se habían sentado a la derecha para empezar y Bartha y Leito se unieron a ellos junto a mí y Ai Fa, mientras que el grupo de seis líderes del clan principal tomó la izquierda, y Zuuro Suun y compañía estaban sentados en el centro.

“Entonces, por favor, llámame si necesitas mis servicios”, dijo Jimon, saliendo de la habitación después de vernos sentados.

Con eso, finalmente identifiqué la fuente de la vaga inquietud que había estado sintiendo: no había ningún soldado custodiando Cyclaeus.

Había oído que el hombre había traído a veinte hombres para protegerlo en la última reunión, pero ahora incluso su ayudante más cercano, Jimon, se había retirado. El único que quedaba a su lado ahora era su hermano menor de aspecto perezoso.

“No bajes la guardia, Asuta… Los soldados parecen estar escondidos detrás de esa enorme cortina”, susurró Ai Fa en mi oído, aparentemente sintiendo mi preocupación. “Hay veinte de ellos… No, en realidad pueden ser más. Pero no importa cuánto contengan la respiración, no pueden ocultar completamente su presencia”.

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“Ya veo. Así que están tratando de tomarnos con la guardia baja escondiéndose, ¿eh?”

“Si ese es el caso, entonces no puedo llamarlo otra cosa que una ridícula farsa. Aun así, parece que incluso al hombre de Melfried no se le permitió venir aquí con una espada”.

En estado de shock, eché un vistazo a Melfried, que estaba sentado junto a Bartha. Efectivamente, mientras el hombre mismo estaba sentado encima del taburete con una postura perfecta, no había señales de sus espadas largas gemelas características

“Creo que en la última reunión, tanto a ese hombre como a Kamyua Yoshu se les permitió mantener sus espadas sobre ellos… Puede ser simplemente que las costumbres difieran entre la tierra de Turan y la ciudad del castillo, pero en cualquier caso, asegúrese de quedarse en guardia.”

Había veinte o más soldados escondidos detrás de Cyclaeus, probablemente todos completamente equipados. En comparación con ellos, teníamos siete cazadores en el borde del bosque, u ocho si incluyes a Mida en su número, y Bartha y Melfried también parecían bastante fuertes, pero todos iban desnudos.

Si las cosas se pusieran violentas bajo estas circunstancias, ¿podría realmente terminar sin derramamiento de sangre?

De cualquier manera, definitivamente no podía borrar el malestar que estaba sintiendo.

Y entonces, Dari Sauti de repente dejó escapar un “¡Ah!” Al mismo tiempo, un olor extraño flotaba en el aire y llegaba hasta nosotros.

“¿Qué es ese olor inusual?” Ciluel gritó con su voz ronca.

“Mis disculpas. Parece que cuando me fui a sentar, aplasté una fruta de protección de giba”.

“¿U-Una fruta de protección de giba, dices?”

“Por supuesto. Es una fruta rara conocida en todo nuestro clan Sauti. Dado que rociar su jugo mantendrá alejado a giba durante medio día, es bastante valioso, por lo que esto es un gran error de mi parte”.

Era un aroma realmente penetrante, y no podría decir exactamente qué me gustara a mí mismo.

“No se preocupe, ya que no es dañino para los humanos. Sin embargo, tal vez sería conveniente abrir las ventanas y dejar entrar el aire fresco”.

“Como el sol está alto en el cielo, todas las ventanas ya están abiertas… No te preocupes y simplemente siéntate, líder del clan en el borde del bosque”, meditó Cyclaeus con una sonrisa enfermiza y dulce.

Dari Sauti había comenzado a ponerse de pie, pero a eso respondió: “Ya veo”, y volvió a sentarse.

Las ventanas parecían estar en el lado opuesto de las mamparas divisorias a nuestra derecha. También había pequeñas ventanas en lo alto de las paredes, lo que significaba que la habitación estaba al menos algo iluminada y, de hecho, parecía que el aire se ventilaba.

Aun así, esa fruta protectora de giba realmente tenía un olor poderoso, hasta el punto que sentí que me iba a ahogar con ella.

“Hace un mes, usamos esta misma fruta protectora de giba cuando liderábamos ese grupo que pretendía ser una caravana de comerciantes. Pero el otro lado usó suficiente fruta de invocación de giba para abrumarla por completo, lo que hizo que nuestros esfuerzos fueran inútiles. Un incidente verdaderamente frustrante”.

“No hay necesidad de precipitarse. Después de todo, la campana del mediodía aún no ha sonado. Por hoy, ¿por qué no hablar con el contenido de nuestro corazón, hasta que se hayan aclarado todos los malentendidos desafortunados…?” Cyclaeus intervino, la misma sonrisa todavía en su rostro.

Todavía estaba tan pálido como siempre, pero aparte de eso, no parecía tener mala salud. Sin embargo, la forma en que apoyaba su frágil cuerpo en el apoyabrazos lo hacía parecer un poco débil.

“Aun así… no me parece ver a ese maldito sinvergüenza rubio que susurró tal calumnia al oído de Lord Melfried”, dijo Cyclaeus, su mirada tenaz volviéndose hacia el joven noble. “Que él le lanzara acusaciones tan falsas a Ciluel, sólo para luego esconderse… Debo decir que es a la vez decepcionante y también bastante molesto. Lord Melfried, ¿qué piensas exactamente al respecto?”

“No puedo decir que lo encuentre especialmente problemático. El propio Kamyua Yoshu había dicho que es posible que no llegue a tiempo para esta reunión y, como pueden ver, su representante está incluido aquí entre nosotros”.


Leito se limitó a sonreír, mientras la mirada de Bartha permanecía fija al frente.

Y tampoco me lo perdí cuando Bartha murmuró en voz baja: “Ya veo… Así que así es”.

Su voz probablemente solo había llegado a aquellos que estaban sentados en el mismo lado que ella, como Ai Fa. Pero en cualquier caso, siguió mirando con una sonrisa de cazador, no a Cyclaeus, sino a su hermano que estaba sentado a su lado.

“¡Esto es absolutamente ridículo! ¡Pensar que algún vagabundo que acaba de conocer al duque Genos podría calumniar a mi hermano y a mí mismo, de todas las personas! Ciluel volvió a gritar con su voz ronca. “Tengo innumerables responsabilidades como jefe de la milicia, ¡sabes! ¡A diferencia de la guardia ducal encargada únicamente de mantener la paz dentro del castillo! ¿No está de acuerdo, Lord Melfried?”

Melfried no respondió, simplemente miró a Ciluel con sus fríos ojos grises.

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Todavía sentado, el jefe de la milicia le dio un pisotón como un niño.

“Hmph, que así sea. ¡Las astutas tramas de ese vagabundo terminan hoy! Y puede que seas el primer hijo del duque Genos, pero el crimen de enamorarte de los comentarios imprudentes de ese hombre vulgar es realmente grave, lord Melfried.”

“Ya son suficientes palabras vanas tuyas por ahora, Ciluel… Después de todo, sacaremos a la luz la totalidad de la verdad hoy”, declaró Cyclaeus, justo antes de que el pesado gong de una campana sonara desde la distancia.

El sol finalmente había alcanzado su punto máximo.

“Bueno, entonces, ¿empezamos esta reunión…?” Preguntó Cyclaeus, su rostro gris azulado se torció en una misteriosa sonrisa.

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