Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 12

Capitulo 3: La Noche Anterior

Parte 7

“Entonces, comamos”.

Yamiru Lea, Oura y yo habíamos alineado platos de comida frente a los hombres. Mientras hacíamos eso, Zuuro Suun y Doddo bebieron con indiferencia su sopa, mientras Diga comenzaba a comer la carne y el estofado de chatchi con ansiedad.

Después de observarlos un poco, Yamiru Lea tomó un solo plato y se dio la vuelta, para acercarse al feroz cazador con una cabeza de giba sobre la piel que llevaba.

“¿No comerás tú también, Gulaf Zaza? Aunque también se opone a las acciones del clan Fa como tú, el jefe del clan Beim parece estar probando con bastante pasión el sabor de estos platos”.

“No tengo ninguna razón para ir a escuchar tus comentarios impertinentes…”

“¿Ah, entonces es así? Bueno, haz lo que quieras”. Yamiru Lea dejó elegantemente el plato frente a Gulaf Zaza, antes de regresar a su propio asiento. “Bueno, entonces comamos, Asuta.”

“Claro.”

Había perdido la oportunidad de volver a mi propio asiento, así que tomé mi lugar sentado frente a Yamiru Lea.

Y luego, escuché un extraño sonido de “Ungh…”.

Volviéndome para mirar, descubrí que Diga había mordido las chuletas de giba y se había congelado en su lugar.

“Esta es la primera vez que veo ese plato,” comentó Yamiru Lea, tomando un bocado de la chuleta de giba en su propio plato.

Y luego, sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. “Este… Este plato es increíble, Asuta”.

“Parece que esas chuletas de giba son muy populares entre la gente del borde del bosque. Pero comer demasiado de esas cosas puede hacerte subir de peso, así que debes tener cuidado con eso”.

Como no quería usar una palabra desagradable como “veneno” cuando todos estaban comiendo, suavicé mi declaración, pero Yamiru todavía dijo preocupado “¿Eh?” y pasó la mano por los elegantes contornos de su estómago.

“Ah, no, esto no debería ser ningún problema. No tienes que preocuparte tanto por eso”.

Debo haber sonreído más de lo que a ella le importaba, cuando dijo, “Qué hombre tan desagradable eres…” con una mirada hacia arriba.

“Es muy sabroso, ¿no es así, Tsuvai?” De repente escuché una voz susurrar.

Provenía de Oura, que estaba comiendo un myamuu giba que Mida había compartido mientras miraba gentilmente a Tsuvai. En cuanto a la joven, siguió masticando silenciosamente el contenido de su plato.

Entonces, noté que Diga y Doddo también estaban devorando apasionadamente. Sus platos de sopa estaban ahora vacíos y se estaban llenando las mejillas de carne y verduras. Y en poco tiempo, grandes lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Diga.

Mientras reprimía sus sollozos lo mejor que podía, mordió la carne y sorbió caldo de tarapa. A pesar de estar cubierto de barba, su rostro estaba tan desordenado como el de un niño.

Doddo, mientras tanto, devoraba comida en silencio pero desesperadamente. Era como ver a un perro salvaje hambriento devorar una presa por primera vez en mucho tiempo.

“Parece que eso no fue suficiente, ¿eh…?” Dijo Rimee Ruu a nadie en particular mientras tímidamente los veía irse. “Iré a buscar más. ¿Qué quieres comer, Mida?”

“Quiero comer de todo…”

“¡Entiendo!” Rimee Ruu respondió antes de salir corriendo con los chicos.

En su lugar, se acercaron dos nuevas figuras, una muy pequeña y la otra sosteniendo su mano: La abuela Jiba y Ai Fa.

“¿Te importa si interrumpimos un poco…?”

La pareja se sentó a mi lado, con la abuela Jiba ahora frente al antiguo jefe del clan líder.

“Zuuro Suun… Estoy seguro de que esta es la primera vez que nos encontramos cara a cara … Soy la madre del padre del jefe del clan Ruu, Donda Ruu, un viejo saco de huesos llamado Jiba Ruu…”

Los ojos vacíos de Zuuro Suun se volvieron hacia la abuela Jiba. En sus manos, sostenía un plato de sopa a medio comer.

“Nunca he conocido a Zattsu Suun, y mucho menos a ti… El asentamiento de Suun está lejos de donde vivimos los Ruu, después de todo… Pero sí conocí al padre de Zattsu Suun, quien fue jefe de clan antes que él…”

Zuuro Suun no dijo una palabra.

“Supongo que fue hace setenta años ahora… Gaaze había sido el clan líder, pero fueron derribados por giba… Y los Reema que eran sus seguidores también habían caído… Los clanes Suun y Ruu eran los sólo quedaban los que quedaban con la fuerza necesaria para liderar a nuestra gente… Nos habíamos dividido hacia el norte y el sur y cada uno seguía con nuestras propias cacerías de giba…”

Todavía no hay respuesta.

“En ese momento yo era el único que quedaba con la sangre de la casa principal Ruu fluyendo por mis venas, por lo que se encomendó a los Suun que se convirtieran en el nuevo clan líder… Después de todo, no importa cuántos miembros de nuestro clan y los menores puede haber sido así, una mujer como yo no podría liderar a nuestra gente… Pero el jefe del clan Suun había sido un cazador espléndido, por lo que no teníamos ninguna preocupación para permitirle asumir ese papel…”

Sus sabios ojos azules permanecieron fijos en el rostro flácido de Zuuro Suun.

Me pareció que había una onda que se extendía lenta pero seguramente en la mirada turbia del antiguo líder del clan líder, como si alguien hubiera arrojado una piedra a un lago a altas horas de la noche.

“El jefe del clan de los Suun, nuestro nuevo líder, era un hombre verdaderamente excelente… Incluso los salvajes Zaza y Dom se dedicaron a él… Y Zattsu Suun fue criado con el ejemplo de ese espléndido padre suyo siempre al frente de él…”

Zuuro Suun permaneció en silencio.

“Aun así, Zattsu Suun se desvió de su camino… Y sin embargo, estoy seguro de que el hombre todavía tenía muchos pensamientos sobre cómo deseaba guiarnos a la gente del borde del bosque correctamente… Él simplemente eligió girar hacia un camino eso estuvo ligeramente mal… O tal vez  había estado caminando por el  camino equivocado desde el principio…”

Incluso ahora, el ex líder del clan líder no dijo una palabra.

“Hace ochenta años, cuando nos mudamos al borde del bosque de Morga, los Gaaze seguían siendo nuestro clan líder… Y es posible que el jefe del clan Gaaze eligiera mal al formar lazos con el señor de Genos… En el bosque negro de los al sur, no interactuamos con nadie y vivíamos con el bosque como nuestro dios, por lo que no sabíamos cómo conectarnos adecuadamente con los forasteros… He pensado mucho en eso…”

Zuuro Suun todavía no respondía.

“Pero nadie podría culpar al jefe del clan Gaaze… No importa quién estuviera a cargo, las cosas habrían resultado igual al final… Pero si hemos estado caminando por un camino inadecuado, entonces tenemos que volver en camino… Aunque el puesto de clan líder ha pasado de Gaaze a Suun, y ahora a los tres nuevos clanes líderes… creo que todos debemos unirnos y buscar el camino correcto a seguir… ”

La abuela Jiba colocó suavemente sus dedos como ramas marchitas sobre el dorso de la mano hinchada de Zuuro Suun.

Los hombros del hombre temblaron, pero no mostró ningún signo de movimiento adicional.

“Y entonces, Zuuro Suun… Tú también debes prestarnos tu fuerza hasta el final, como un camarada aquí en el borde del bosque… Y no digas una cosa tan triste, que deseas tu propia muerte. …Cuando tus crímenes deben ser pagados, tus camaradas balancearán sus espadas en el momento correcto y apropiado, después de todo…”

Zuuro Suun ni siquiera respondió a eso.

“Pero ya sabes… Zattsu Suun ya pagó sus crímenes con su vida, así que no creo que buscar la muerte de su hijo también sea el camino correcto a seguir…”

Ante eso, la mirada clara de la abuela Jiba se volvió hacia la derecha de Zuuro Suun, de modo que ahora estaba mirando a Yamiru Lea.

“Eres Yamiru Lea, ¿no es así…?”

“Sí”, respondió la mujer, mirando sin miedo a la abuela Jiba.

El rostro arrugado del anciano Ruu se transformó en una sonrisa.

“Eso también va para ti… No deberías ofrecer tu vida así por tu familia,

¿entiendes…? Ese tipo de orgullo puede ser hermoso a su manera, pero definitivamente no está bien tratar de tomar cualquier cosa por tu cuenta… Después de todo, eres otro de nuestros camaradas aquí en el borde del bosque….”

Yamiru Lea parecía que se estaba conteniendo de chasquear la lengua mientras miraba en mi dirección.

La abuela Jiba tenía que estar refiriéndose a cómo Yamiru Lea había dicho que si Cyclaeus estaba exigiendo que el clan Suun fuera entregado, deberíamos ofrecerla como sucesora de Zattsu Suun. Naturalmente, no había ido y esparcido eso por todo el lugar, pero supuse que probablemente llegaría a los oídos de la abuela Jiba a través de Rau Lea.

En cualquier caso, nunca me había imaginado que llegaría el día en que encontraría a la abuela Jiba y a Yamiru Lea conversando.

“Anciano del clan Ruu, Jiba Ruu, no es que no entienda ese punto de vista, pero también tengo mi propia forma de pensar”.

“Hmm… ¿Y qué sería, entonces…?” Preguntó la abuela Jiba con una sonrisa, mientras que Yamiru Lea le devolvió la mirada con una mirada desafiante.

“Si ese noble de Cyclaeus está conspirando para restablecer el clan Suun, entonces la gente del borde del bosque solo necesita entregarnos a Zuuro Suun y a mí”, dijo Yamiru Lea mientras se cepillaba el cabello castaño negruzco finamente trenzado. “Entonces me convertiría en el nuevo jefe de los Suun, así como en el líder del clan. En ese punto, simplemente necesito fingir que obedezco a Cyclaeus y luego exponer lo que realmente está tramando”.

“Ridículo. ¡¿Quién aceptaría a una mujer como tú como líder del clan?!” Gulaf Zaza gritó con voz entrecortada, aparentemente habiendo estado escuchando atentamente.

Yamiru Lea le lanzó al hombre una mirada hechizante por el rabillo del ojo.

“Puede ser un método completamente estúpido, pero ¿lo es más que esta pandilla preparándose para tomar espadas contra los nobles si las cosas llegan a su fin? Al menos con mi forma de hacer las cosas, nadie tendrá que derramar su sangre por el momento”.

“¿De verdad eres una persona del borde del bosque…? Incluso Gazraan Rutim no anda soñando con tramas tan ingeniosas. ¡Ese tipo de trucos solo sirven para que los nobles se regodeen!”

“¿Y qué hay de malo en usar un engaño contra alguien que intente emplearlo en nuestra contra? Creo que eso es mucho más sabio que tratar de resolver cualquier cosa por la fuerza”.

“Eso no servirá, Yamiru Lea… No podemos permitir que te comprometas con tales falsedades para protegerte… Y además, un pequeño error, y tú y Zuuro Suun perderían sus vidas bajo ese plan, ¿no es así?” Respondió la abuela Jiba con la misma sonrisa y negando con la cabeza. “Ahora eres un miembro del clan Lea, en lugar de la carne y la sangre de Zattsu Suun… Y por lo tanto, no necesitas seguir tratando de tomar todo sobre tus propios hombros…”

“No es como si realmente creyera que ese pensamiento llegará a esos obstinados jefes de clan líderes, tampoco…” Dijo Yamiru Lea en un tono disgustado, echando un vistazo a Zuuro Suun por un momento.

Yamiru Lea podría haber pensado en esta trama cuando Zuuro Suun entró en pánico y gritó cómo deberían arrancarle el cuero cabelludo en lugar de entregarlo a los nobles… Quizás pensó que el hombre podría actuar al menos con un poco más de resolución si ella estuviera a su lado.

Pero, efectivamente, no había forma de que Gulaf Zaza o Donda Ruu dieran permiso para una trama astuta como esa.

“Ciertamente es reconfortante, tener a alguien como tú cerca… Por favor, presta tu fuerza a los líderes del clan líder mañana, Yamiru Lea…” Dijo la abuela Jiba, luego empujó un plato de comida hacia el antiguo líder del clan líder. “Ahora bien, adelante, come la comida de Asuta, Zuuro Suun… Cuando yo también perdí mi camino, de alguna manera me ayudó a encontrar mi fuerza una vez más… Deja que los platos de Asuta recuperen tu fuerza, para que puedas dar todo lo que tienes como bien…”

Cuando una luz irregular se encendió en sus ojos turbios, Zuuro Suun aceptó el plato. Mientras lo sostenía con dedos temblorosos, tomó un poco del guiso de carne de giba en cubos, que había sido hervido hasta que estuvo suave y agradable.

Y cuando mordió con indiferencia la carne de giba… un único hilo de lágrimas se derramó por sus mejillas flácidas.

“Yo…”

“Si, ¿qué es eso…?”

“Tenía miedo… de mi padre Zattsu…” murmuró Zuuro Suun en un tono que me recordó a un sonámbulo mientras masticaba la carne.

Y la abuela Jiba simplemente escuchó en silencio lo que tenía que decir.

“Pero no pude encontrar un camino a seguir que no fuera el que mi padre había forjado… Solo tenía que creer en sus palabras… Que algún día todos caminaríamos por el mismo camino con los clanes debajo de nosotros, y viviríamos nuevas vidas juntos donde no necesitábamos doblegarnos ante los nobles… pensé que de lo contrario todos seríamos destruidos por el clan Ruu…”

“Bien, el destino de tus docenas de parientes que viven en el asentamiento de Suun dependía de cada uno de tus movimientos… Yo misma fui una vez jefe de clan, así que sé lo difícil que puede ser…”, dijo la abuela Jiba, entrecerrando los ojos mientras su mirada parecía desviarse a algún punto lejano. “Pero ya no llevas nada sobre tus hombros… El resto de nosotros estamos cuidando de tu preciosa familia y de aquellos que cometieron crímenes bajo tu mando ahora… Así que puedes compartir esa responsabilidad con todos los demás, y ayudar a buscar lo que creemos que es nuestro mejor futuro…”

Mientras las lágrimas corrían por su rostro, Zuuro Suun siguió comiendo.

“Permíteme hacerte una última pregunta, Zuuro Suun…” intervino Gulaf Zaza, con voz retumbante. “¿De verdad no sabías sobre los crímenes cometidos por Zattsu Suun y los de su clase en la ciudad…? Responde con sinceridad, sobre tu orgullo como persona del borde del bosque”.

“No lo sabía… O en realidad, me había parecido extraño cuando mi padre Zattsu de repente trajo tantas monedas de la nada… Pero estaba tan asustado que no me atreví a preguntarle de dónde habían venido de…”

“Tú crimen es tu carácter débil, Zuuro Suun,” pronunció Gulaf Zaza en un tono verdaderamente resentido, y luego de repente agarró un plato de comida. Con sus dientes blancos y resistentes como colmillos, mordió las chuletas de giba. “Temías a tu padre Zattsu Suun, al clan Ruu, a esos nobles de Genos… y al final, incluso temías a los clanes Zaza y Dom que caían bajo tu mando. Ese tipo de debilidad es inaceptable para una persona que vive en la linde del bosque. Siempre será mi mayor vergüenza, haber respetado a un debilucho como tú como líder del clan”.

Zuuro Suun no ofreció nada en respuesta.

“Pero si tuvieras la mitad de voluntad que tu padre o tu hija mayor allí, Zattsu Suun te lo habría revelado todo y habría planeado que lo sucediera. Entonces se habría derramado aún más sangre por todo Genos “, dijo Gulaf Zaza, sus ojos salvajes y bestiales ardían con tanta fiereza como los de Donda Ruu. “Tú debilidad es algo que nosotros, la gente del borde del bosque, no podemos aceptar… Pero en un giro ridículo del destino, sirvió para detener la obsesión y el rencor de Zattsu Suun… O tal vez eso también se debe a la guía del bosque.” Dijo Gulaf Zaza, lavando las chuletas de giba con vino de frutas. “En cualquier caso, tu castigo tendrá que esperar hasta que se arreglen las cosas con los nobles. Así que hasta el momento final antes de que tu alma regrese al bosque, sigue viviendo como una persona en el borde del bosque”.

Aunque Zuuro Suun no dijo una palabra, las lágrimas corrieron por sus mejillas.

La abuela Jiba sonrió gentilmente.

Diga y Doddo siguieron comiendo en silencio.

E incluso Gulaf Zaza estaba hundiendo los dientes en las chuletas de giba restantes.

Fue entonces cuando el grupo de Rimee Ruu regresó con un “¡Gracias por esperar!” sosteniendo platos frescos de comida. Llegaron bastante tarde para regresar, por lo que quizás otra familia los había retenido hasta que la abuela Jiba terminó de hablar.

Y por fin, parecía que este largo ida y vuelta había llegado a su fin. Pero entonces, alguien inesperado habló de repente.

“¡Hmph! ¡¿Así que todo el mundo va a escuchar la decisión de los nuevos jefes de clan?! ”

Fue Tsuvai.

Se había puesto de pie e hinchado su esbelto pecho mientras miraba a todos los presentes. Y cuando sus ojos llegaron a Yamiru Lea, se fijaron en su lugar.

“Oye, Yamiru, si estás hablando del sucesor de Zattsu Suun, ¿no sería yo mucho más apropiado que tú?”

“¿Qué estás diciendo? Como el menor de nosotros, los hermanos, no eres apto para ese papel”, respondió Yamiru Lea, lanzando a Tsuvai una mirada dudosa.

“¡Hmph!” Tsuvai resopló de nuevo. “Pero Zattsu Suun y el abuelo Tei son los únicos que fueron juzgados como criminales, ¿verdad? ¡Y soy el único que comparte la sangre de ambos por igual! ¡Así que soy el más adecuado para ser el sucesor de esos criminales!”

Zattsu y Tei Suun eran los dos abuelos de Tsuvai. Y la hija de Tei Suun, Oura, estaba mirando a su hijo con una mirada desconcertada.

“Tsuvai… No hay lógica detrás de decir que el hijo de los criminales es un criminal en sí mismo…” Gritó la abuela Jiba con calma.

Los grandes ojos de Tsuvai miraron a la anciana, ardiendo con un espíritu rebelde.

“¡No me importa! ¡Simplemente no me importan todas estas estúpidas tonterías en absoluto! Si quieres ir a la guerra con los nobles, ¡adelante!”

“¡Tsuvai!”

Alejándose del agarre de su madre, Tsuvai de repente huyó a la oscuridad. Y nerviosa, me puse de pie para perseguirla.

Debería haber estado completamente a salvo mientras permaneciera en el asentamiento de Ruu, pero no había forma de que pudiera simplemente dejarla en paz. Y así, la seguí, confiando en la luz de la luna para guiarme. Afortunadamente, sin embargo, ella era incluso más lenta que yo.

“Tsuvai, ¿qué diablos está pasando contigo?” Pregunté mientras agarraba el hombro de esa pequeña figura vestida con su vestido.

Al instante, gritó: “¡No me toques!” mientras rascaba el dorso de mi mano. Y ella también me miró con ojos como llamas. “¡Debes sentirte muy bien contigo mismo, Asuta del clan Fa! ¡El clan Suun ha caído y todo ha salido a tu manera! ¡Realmente eres el héroe número uno en el borde del bosque!”

“¿Héroe…?”

Cuando me encontré sin palabras, de repente me di cuenta de que alguien estaba a mi lado.

Como era de esperar, fue Ai Fa. Ella debió haber confiado a la abuela Jiba a otra persona y nos siguió.

E incluso aquí, en la oscuridad, donde la luz de las hogueras no llegaba, los ojos de Tsuvai seguían ardiendo.

“¿Quieres decir que dijiste que el que gana más monedas es el más admirable? Eso probablemente proviene de que Zattsu y Zuuro Suun te enseñaron que la fuerza y la justicia provienen de la prosperidad… Sin embargo, ese tipo de pensamiento es prejuicioso y erróneo”.

“¡Hmph! ¡¿Entonces por qué ganas todas esas monedas?! ¡¿No era eso parte de algún plan para traer prosperidad al borde del bosque pobre?!”

“Sí, eso es cierto, pero…”

“¡Así que tienes razón, mientras que el clan Suun estaba equivocado! ¡Es por eso que el clan Ruu que apoyó el Fa está prosperando, mientras que los Suun fueron destruidos! ¡No hay errores ahí! ¡Todos ustedes son héroes y los Suun son solo criminales!”

“Zattsu y Zuuro Suun son criminales por los  errores que cometieron mientras actuaban como líderes de nuestro pueblo. ¿Qué problema podrías tener con eso, exactamente?” Ai Fa preguntó con calma, solo para que las llamas que ardían en los ojos de Tsuvai se volvieran aún más intensas.

“¡Pero Zattsu Suun y mi padre no fueron los únicos criminales! ¡El abuelo Tei también era uno! Lo ejecutaron como criminal, ¿no es así?”

“Eso fue porque Tei Suun nos apuntó con una espada a nosotros y a la gente del pueblo, así que…”

“¡El abuelo Tei simplemente no podía ir contra Zattsu Suun! Nadie en el clan Suun podría haberlo hecho, así que ¿por qué es el único tratado como un criminal?”

“Como dije, eso es—”

“¡Lo sé! ¡El abuelo Tei mató a muchos habitantes junto con Zattsu Suun! ¡Y luego, al final, trató de matarte, Asuta, y el jefe del clan Sudra lo mató por ese crimen! ¡No hiciste nada malo! ¡El abuelo Tei lo hizo! ¡Y tuvo que pagar sus crímenes con su vida!” Tsuvai gimió mientras pisaba fuerte. Y luego, las lágrimas comenzaron a brotar de sus grandes ojos. “¡Los odio a todos!”

“Tsuvai…”

Mientras estaba allí estupefacto, Tsuvai empujó un dedo diminuto hacia mi pecho.

“Si alguien no te odia, incluso si solo soy yo… entonces sería demasiado triste para el abuelo Tei, ¿no es así?”

En ese momento, Tsuvai empujó su frente contra mi pecho y comenzó a sollozar como un niño. En realidad, todavía tenía doce años… Esta pequeña niña realmente era solo una niña.

Aún incapaz de hablar, giré mi cabeza y encontré los ojos de Ai Fa entrecerrándose levemente mientras miraba en silencio la espalda de Tsuvai.

Poniendo mis manos sobre los delgados hombros de Tsuvai, me arrodillé. Y con su rostro ahora enterrado en mi hombro, Tsuvai sollozó aún más fuerte.

“Tsuvai … al igual que Donda Ruu dijo, no importa qué crímenes puedan cometer, no cambia el hecho de que todavía son conciudadanos en el borde del bosque”, dije, colocando suavemente una mano sobre su cabeza con su cabello recogido en un moño parecido a una cebolla. “Zattsu y Tei Suun vivieron como personas del borde del bosque y también murieron de esa manera. Donda Ruu y todos están haciendo lo mejor que pueden para heredar su enojo y los lamentos que dejaron atrás, y llevarlos adelante de la manera correcta… O al menos, eso es lo que creo”.

“Los odio a todos… realmente, realmente los odio…”

“Lo sé.”

Mientras estábamos allí bajo la luz azul de la media luna que colgaba en el cielo nocturno, nadie se acercó a nosotros.

Y como cada uno de nosotros llevamos nuestros propios pensamientos y sentimientos únicos en nuestro corazón, el día antes del enfrentamiento con Cyclaeus llegó a su fin.