Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 12

Capitulo 2: Reapertura

Parte 7

Al menos para mí personalmente, este sabor fue realmente el mejor.

Sí, con esto pude escuchar con seguridad las opiniones de todos sin sentir ningún remordimiento.

“Definitivamente estoy satisfecho con el resultado. Todos, adelante, pruébenlo”.

Las mujeres usaron las brochetas, mientras que los hombres simplemente recogieron los trozos de chuleta de giba con las manos desnudas antes de llevárselos a la boca.

“Whoa…” exclamó Ludo Ruu.

Me miró en estado de shock. Sin embargo, como su boca estaba llena de comida, no podía decir nada más por el momento.

Los grandes y redondos ojos de Rimee Ruu se abrieron de par en par. Reina y Sheera Ruu lucían serias.

Y Donda Ruu estaba completamente inexpresivo.

Por un momento, la cocina se llenó con el ligero sonido de masticar.

Sintiéndome un poco nervioso, me volví y miré hacia Ai Fa. Efectivamente, ella también estaba masticando con los ojos cerrados.

“Um, ¿a qué sabe…?”

A pesar de que cada muestra valía solo un bocado, todo el mundo estaba tardando bastante en tragar.

Al final, la primera en responderme fue Rimee Ruu.

“¡Estaba súper sabroso!” declaró, sus grandes ojos brillando. “¡Puede que sea la cosa más sabrosa que hayas hecho, Asuta! Ah, pero el estofado también es muy bueno… ¿Crees que puedo decir que ambos son los mejores?” dijo, poniendo sus manos en sus mejillas.

Mientras observaba esa adorable vista, seguí adelante y solté un suspiro de alivio.

Con eso, de repente comencé a escuchar comentarios de todos lados. “Esto… Esto es un sabor maravilloso”.

“Estaba tan desconcertado que ni siquiera podía hablar”.

“¡¿Qué pasa con este plato?! ¡Es increíblemente sabroso!”

“Aah, esta es definitivamente la cosa más deliciosa que he comido en toda mi vida”.

Sheera, Tito Min y Ludo Ruu ofrecieron tales elogios junto con Bartha.

Ryada y Shin Ruu escucharon lo que sus compañeros tenían que decir mientras usaban expresiones amables.

Reina Ruu… Sus ojos se habían cerrado, y parecía estar resolviendo cómo se sentía.

Y luego, estaba Ai Fa.

Ai Fa estaba reprimiendo cualquier expresión que pudiera aparecer en su rostro, y tenía los ojos cerrados al igual que Reina Ruu.

“Hey Ai Fa, ¿cómo está…?”

La jefa de mi clan abrió los ojos y me miró. Fue una mirada muy tranquila y gentil.

“Estaba delicioso… Es cierto que este realmente puede ser el mejor plato que hayas creado”.

Podía sentir mi corazón saltar un poco.

Incapaz de contenerme, me acerqué y le susurré al oído a Ai Fa: “¿Entonces dirías que finalmente te he servido algo que supera al bistec de hamburguesa?”

Ante eso, Ai Fa ocultó su rostro para que nadie más pudiera ver, y frunció el ceño.

“El filete de hamburguesa es especial”.

“Especial, ¿eh?” Repetí, dando una sonrisa.

Al ver eso, Ai Fa enojada me pateó en la pierna, y luego de repente se volvió para mirar a Mida.

“Oye, no empieces a llorar de nuevo, ¿de acuerdo?”

“Sí… no lloraré…”

Cuando miré, encontré a Mida de pie frente a la entrada de la cocina, con las mejillas temblorosas.

“Asuta… esto es muy, muy sabroso…”

“Gra—” comencé a responder, solo para que una voz llegara desde otra dirección por completo.

“Este plato… bien puedo sentir la fuerza de un giba en él más que cualquier cosa que haya comido antes”.

Me volví y miré en estado de shock. ¿Por qué? Porque fue Jiza Ruu quien dijo eso.

“¿Por qué es eso, me pregunto? A pesar de que usaste ingredientes que deberían ser completamente innecesarios para nosotros, la gente del borde del bosque, como fuwano y huevos de kimyuus… realmente puedo sentir la fuerza de la giba fluyendo dentro de mí”.

“Eso puede deberse a que usé mucha grasa de giba. Y también debería haber empapado bastante la capa alrededor de la carne”, le expliqué, luego sentí la necesidad de continuar. “Gracias a eso, debería proporcionar más nutrición que solo hervir o asar carne. Mi única preocupación es que podría ir demasiado lejos en ese punto, así que—”

“No hay necesidad de preocuparse por eso. Los nutrientes son la fuente de nuestra fuerza, ¿verdad?” Donda Ruu refunfuñó.

Me volví hacia él, todavía sintiéndome bastante nervioso.

“Cierto. Pero creo que es realmente cierto que demasiada medicina puede convertirse en veneno. De donde yo vengo, no había escasez de personas que se enfermaban por una nutrición inadecuada… Además, como dije anoche, incluso aquí en Genos hay enfermedades de las entrañas como resultado de una cena demasiado extravagante”.

“Hmph. Estás hablando de lo que está sufriendo ese noble de Cyclaeus, ¿verdad? Como dije, no hay necesidad de preocuparse por eso… Necesitamos más fuerza, después de todo”, dijo Donda Ruu, sus ojos

azules brillando mientras me miraba de frente. “Como te dijo el jefe del clan Fou, comer comida preparada por las mujeres a las que enseñaste llena nuestros cuerpos con fuerza … En lugar de cualquier cosa que tenga que ver con el sabor, eso se debe simplemente a que tus platos están llenos de nutrición, ¿no es así?”

“Bueno, eso es porque los pequeños clanes en particular no comían nada más que carne de giba, aria y poitan, además de la sal que se usaba para hacer cecina. Muchos de mis platos introducen sal incluso fuera de la cecina, luego está el azúcar del vino de frutas, además de otras verduras como myamuu, lo que proporciona una nutrición sólida”.

“No importa los detalles. ¿Lo que estás diciendo es que un plato tan desbordante de fuerza podría ser un veneno para la gente del borde del bosque?” Donda Ruu cuestionó en tono firme.

Mis pensamientos se aceleraban.

“Así es… Puede ser tan peligroso como el bistec de hamburguesa. Si ese plato era uno que amenazaba con debilitar la fuerza de sus dientes y mandíbulas, este podría desequilibrar su nutrición. Así que incluso en mi país de origen, se consideraba mejor comerlo con muchas verduras o cosas con alta acidez”.

“Entonces, ¿por qué no hacer eso?”

“Bien, esa fue mi intención desde el principio. Si un plato así va a ser parte de una cena, debería ir acompañado de muchas verduras como tino, tarapa y gigo. La razón por la que también rocié jugo de sheel encima fue para evitar que se absorbiera demasiado aceite”. Seguí respondiendo con todo lo que me vino a la mente. “Aun así, al igual que con el bistec de hamburguesa, creo que el punto clave es que no puedes seguir comiéndolo en cada comida. Por supuesto, el problema real proviene de la grasa de giba que se usa en él, por lo que siempre que tenga cuidado con la cantidad que usa, creo que no debería tener un impacto demasiado negativo”.

“Hmph. Así es como esa fuerza tuya puede resultar una medicina en lugar de un veneno. Y para enfrentar a los nobles de Genos, necesitamos una fuerza aún mayor… Asuta del clan Fa”.

“S-Sí.”

Era increíblemente raro que Donda Ruu me llamara por mi nombre. Sin siquiera pensar, me puse de pie y él me lanzó una mirada aún más intensa.

“Si usted es uno de los nuestros, entonces prepárenos la comida adecuada para otorgarnos la fuerza adecuada a su vez. Esa es la tarea que se te ha encomendado como persona del borde del bosque”.

“Bien… Entendido,” respondí con un asentimiento, encontrándome directamente con su mirada.

Donda Ruu también asintió, luego dijo algo que me sorprendió aún más.

“Bueno, entonces, como uno de los principales jefes de clan del borde del bosque, permíteme preguntarte algo. Prepara la cena para la casa principal de Ruu dentro de dos noches. En lugar de ayudar a las mujeres, ellas te ayudarán, así que prepara algo apropiado para esa noche”.

“¿Adecuado para esa noche…?”

Dentro de dos días sería la noche anterior al encuentro con Cyclaeus.

¿Qué estaría pasando exactamente entonces?

“Llevaremos a los siete ex miembros de la casa principal de Suun con nosotros a esa reunión. Así que la noche anterior, los haremos reunirse aquí en el asentamiento de Ruu. Zuuro Suun, Diga, Doddo, Oura, Tsuvai, Yamiru Lea y Mida … Te ordeno que prepares una cena no solo para los miembros de la casa principal de Ruu, sino también para esos siete”.

“Bien… Por supuesto que no tengo objeciones, pero por qué exactamente—”

“Siguen siendo nuestros camaradas. Eso incluso se aplica a Zuuro Suun, un criminal que espera su ejecución. Y estarán de pie ante esos nobles dentro de tres días como gente del borde del bosque”. El tono de Donda Ruu era solemne, rebosante de fuerza y dignidad. “Mida y Yamiru Lea ya han comido tu comida, pero las otras cinco solo han comido comida preparada por las mujeres Suun a las que les indicaste. Lo que traes al borde del bosque y tu razonamiento para hacer negocios en la ciudad postal… Es necesario que comprendan todo eso con mayor profundidad. Así que te digo que les pidas que se coman tu comida”.

“Correcto.”

Una especie de poderosas emociones desconocidas comenzaron a correr salvajemente en mi pecho. Sentí que mi cuerpo comenzaría a temblar si no apretaba firmemente los puños.

“Permítanme decirles ahora que no tengo ninguna intención de pagarles. Si se está llamando a sí mismo una persona del borde del bosque, le pediré que les demuestre que es uno de nosotros a través de sus convicciones y determinación. Al igual que lo hiciste con los Ruu, así como el jefe de tu clan allí”.

“Claro. Gracias.”

Donda Ruu soltó un bufido que parecía decir: “¿Por qué me estás agradeciendo?” Luego, con un aleteo de su capa de cazador, apartó ligeramente el enorme cuerpo de Mida con el dorso de la mano y salió de la cocina.

Jiza Ruu pronto lo siguió, dejando un pesado silencio en el aire.

“Realmente no lo entiendo. En otras palabras, supongo que quiere que esos tontos prueben tu cocina.” Ludo Ruu murmuró sin rodeos, finalmente rompiendo ese silencio.

No conocía las verdaderas intenciones de Donda Ruu. Es posible que me haya sentido animada al recibir la orden de cumplir con mi deber como persona del borde del bosque.

Aun así… tenía que estar de acuerdo en que era importante que los seis nacidos con la sangre de Zattsu Suun fluyendo por sus venas supieran lo que pensaba la gente del borde del bosque, qué determinación tenían y cómo planeaban enfrentar los crímenes cometidos por sus camaradas.

Y si Donda Ruu pensó que mi cocina ayudaría a enseñarles eso, entonces quería hacer lo que fuera necesario para llevar a cabo esa tarea.

“Todo estará bien…” una voz susurró en voz baja en mi oído.

Cuando me volví para mirar, encontré a Ai Fa lanzándome una mirada decidida.

“Sé que puedes manejarlo, Asuta,” declaró, su expresión gentil, pero una luz firme brillando en sus ojos azules.