Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 12

Capitulo 1: La Ciudad Postal Muy Perdida

Parte 6

Un visitante era grande, mientras que el otro era pequeño. No estaba familiarizado con el más grande, pero el pequeño era alguien que conocía bien.

“Mis disculpas por nuestro regreso tardío, buena gente del borde del bosque”.

“Oh, ¿eres tú, Leito?” Grité, sin pensarlo, moviéndome para levantarme.

Su cabello rubio tenía un aspecto suave y sus ojos castaño claro brillaban intensamente. Este joven sonriente, su esbelta figura cubierta por una capa de viajero, era el discípulo de Kamyua Yoshu, Leito.

¿Era la persona a su lado un guardaespaldas o algo así? Su cabello castaño negruzco estaba echado hacia atrás, y su rostro y su físico robusto parecían tan intimidantes como un cazador en el borde del bosque. Sí, este grandullón parecía estar en su mejor momento, y seguro que parecía fuerte.

Llevaba puesto el mismo tipo de capa de viajero que Leito, así como una coraza y unos brazaletes de cuero gastados, además pude ver una vaina en forma de media luna colgando de su cadera.

“Seguidor de Kamyua Yoshu, ¿eh…? Entonces, si estás aquí, ¿eso significa que finalmente logró lo que se proponía hacer?” Donda Ruu cuestionó.

“Sí”, respondió Leito con un asentimiento. Realmente tenía agallas, viendo cómo aún mantenía su sonrisa habitual incluso cuando se enfrentaba a tantos cazadores.

Mientras tanto, el hombre grande a su lado tenía una expresión cautelosa y sospechosa en su rostro de león mientras miraba al grupo.

“Entonces, ¿qué hay de tu maestro? ¿Y esos tipos de las sucursales también regresaron a salvo?”

“Kamyua y los miembros del clan Ruu aún no han regresado. La milicia ha establecido un campamento al norte de Genos, y eso nos dio una grave sensación de peligro, por lo que los dos tomamos sigilosamente un camino indirecto de regreso por nuestra cuenta”.

“Hmph. Entonces, ¿la esposa del líder de los bandidos o lo que sea que todavía esté fuera de Genos?”

Esa pregunta fue respondida con “No. Es posible que Kamyua y los demás no regresen antes del día 15 del mes blanco. Y así, regresamos por nuestra cuenta. Mis disculpas, pero ¿sería posible que abrigaran a este valioso testigo hasta el día de la reunión?

“¿Una mujer de la ciudad, aquí en este asentamiento? Dudo que la mujer pudiera soportar eso”.

“¿En serio? Creo que ella estaría bien…” respondió Leito, todavía sonriendo mientras miraba al hombre grande a su lado.

“Hmph,” resopló el hombre. “Como si la esposa de Goram Barba Roja fuera tan frágil. No sé nada sobre la gente del borde del bosque, pero dudo que sean más brutales que un leopardo gaaje”.

Los leopardos de Gaaje eran bestias que vivían en el monte Masara, que cazaba el hijo de Goram Barba Roja, Jeeda. ¿Significaba eso que la madre de Jeeda también los cazaba, al igual que su hijo?

Aun así, la voz de ese grandullón seguro era ronca y extrañamente difícil de distinguir. Pero todavía tenía mucha fuerza detrás de él, y probablemente sería tan intenso como el rugido atronador de Donda Ruu si gritara.

“Bueno, entonces, ¿podríamos hacerle esta petición? No creo que Cyclaeus se haya enterado todavía de nuestro regreso, por lo que no deberías preocuparte por mantenerte en guardia y ella no debería causarte problemas”.

“Antes de seguir hablando así, trae a esa mujer aquí. Te daré mi respuesta después de verla”.

“Por supuesto… Entonces permíteme presentarte”, dijo Leito con una sonrisa perfectamente inocente, haciendo un gesto hacia el hombre grande a su lado. “Esta es la esposa del líder de los bandidos Goram Barba Roja, Bartha de Masara. Le pido que por favor la cuide durante los próximos cinco días”.

“Sí, aquí está para que nos llevemos bien. Ah, ¿debería yo también inclinar la cabeza…?” el hombre grande… er, dijo la esposa de Goram Barba Roja, Bartha, con una voz intimidante y retumbante con una sonrisa de aspecto cínico.

Naturalmente, no fui el único presente que quedó en silencio.

***

Ahora era de noche.

Ai Fa y yo nos encontramos una vez más sentados en la casa vacía en el asentamiento de Ruu.

El jefe de mi clan había insistido en que esta noche finalmente regresaríamos a la casa del Fa, pero Donda Ruu había declarado que sería más seguro simplemente quedarse aquí hasta el día 15 del mes blanco.

“La casa del Fa se quita de cualquier otra casa, ¿no es así? ¿De verdad estás diciendo que podrías proteger a tu miembro del clan por tu cuenta, incluso si el lugar estuviera rodeado por docenas de enemigos?”

Cuando se enfrentó a ese comentario, incluso Ai Fa no pudo hacer nada más que morderse el labio por la frustración.

Y actualmente, esos labios estaban haciendo pucheros tanto como podían. Mientras estaba sentada allí, apoyada contra la pared, acunando una rodilla y volviéndose malhumorada, me entristeció decir que parecía más una niña adorable que una cabeza de clan digna.

Sin embargo, había una causa más importante para el mal humor de Ai Fa. Es decir, había otras cuatro personas aquí con nosotros en la casa vacía: Ludo y Shin Ruu, Bartha y Leito. No solo nos ordenaron quedarnos aquí en el asentamiento de Ruu, sino también pasar la noche bajo el mismo techo que este grupo.

“Hombre, ¿no sería mejor si ustedes dos se quedaran en la casa principal? Incluso mi viejo dijo que así sería más seguro. Después de todo, ya estamos a cargo de vigilar a este par”, dijo Ludo Ruu, pero, por supuesto, Ai Fa no estuvo de acuerdo. Estaba bastante seguro de que su estado de ánimo solo empeoraba en proporción a la cantidad de personas con las que tenía que compartir la casa.

Bueno, en cualquier caso, yo también estaba honestamente incómodo.

“Hmph. Aun así, seguro que es una reunión de caras adorables. ¿Estabas tratando de darle una cálida bienvenida a esta joven viuda o algo así?” Bartha dijo con una carcajada desde su posición en el centro de la habitación, luego tomó un trago de vino de frutas. Tenía algunas horas en este punto para acostumbrarme a su apariencia, pero todavía no podía creer que estaba mirando a una mujer.

Todos me criticaron cuando confundí a Diel con un niño, pero esta vez pensé que nadie me culparía.

De todos modos, para empezar, ella era simplemente grande. Tenía que medir más de 180 centímetros de altura, sus hombros eran anchos, su torso era grueso y sus brazos y hombros mostraban pequeñas montañas de músculos. Tenía una constitución lo suficientemente robusta como para ser rival incluso para Jiza Ruu y Gazraan Rutim.

Como tenía una coraza de cuero sobre su ropa raída, tampoco pude ver ningún punto femenino de esa manera. Se veía como un rufián de la ciudad postal que fracasó como mercenario o algo así mientras se sentaba allí con las piernas cruzadas y nos miraba sin miedo mientras bebía su vino de frutas.

“Parece que usted mismo es bastante hábil. Pero ten cuidado de no hacer nada estúpido, ¿de acuerdo? Puedes ser un invitado o lo que sea, pero si empiezas a actuar de manera sospechosa, no te mostraré ninguna piedad “, reprendió Ludo Ruu con dureza, aparentemente molesto por que se comentara su apariencia allí.

“Ooh, seguro que eres un mocoso aterrador”, respondió Bartha encogiéndose de hombros. “Soy dolorosamente consciente de que ustedes no son el tipo de niños pequeños lindos que parecen. Honestamente me siento honrada de que estés en guardia por mi vieja yo”.

Aunque Ai Fa y los otros cazadores tenían sus espadas, tuvo que confiar su espada en forma de media luna a la casa principal.

Además, cuando le susurré a Ai Fa sobre ella antes, el jefe de mi clan respondió: “No es tan hábil como su hijo”.

Pero aun así, parecía que no estaba en su naturaleza temer a los cazadores del borde del bosque, ya que todo el tiempo desde que la conocimos hasta ahora actuó impávida y, a veces, incluso arrogante.

Y ahora, esos ojos oscuros intensamente brillantes de ella apuntaban hacia mí y hacia Ai Fa.

“Bueno, entonces, ¿te importa si yo también llevo a cabo mi trabajo aquí? Ai Fa y Asuta del clan Fa, ¿es así…? Ustedes son los que se mezclaron con mi chico Jeeda, ¿verdad? ¿Podrías decirme todo lo que sabes sobre ese hijo pródigo mío?”

“Correcto. Estoy bastante seguro de que soy el que más ha interactuado con él aquí en el borde del bosque”, respondí, mientras Ai Fa todavía estaba enojada.

Aparentemente, la razón de Bartha para venir hasta Genos fue para buscar el paradero de su hijo.

“No estoy pensando exactamente en vengarme de mi esposo en este momento”, había dicho Bartha ese mismo día. “Éramos un grupo de bandidos. Es posible que la gente nos haya elogiado como nobles forajidos o lo que sea, pero eso no cambia el hecho de que estábamos infringiendo la ley. Incluso si fueron ejecutados por una razón equivocada, no era como si hubieran podido evitar ese destino de todos modos. Una vez que esos soldados se apoderaron de él, el destino de Goram quedó sellado”.

Y así, habiendo perdido a su marido y compañeros, tomó a la única persona importante que le quedaba, su hijo pequeño, y comenzó una vida aislada en la base del monte Masara. Por supuesto, fue bastante sorprendente elegir ser una cazadora en una montaña llena de depredadores peligrosos para una vida de reclusión, pero así fue cómo fue su historia.

“Aun así, quería que mi hijo viviera una vida de orgullo. Por eso lo crie con historias de cómo era su viejo Goram en lugar de canciones de cuna, pero eso terminó volviendo a morderme”.

Una vez que Jeeda ganó la fuerza de un cazador en toda regla, llegó a la conclusión de que debía vengar a su padre, que fue ejecutado falsamente por crímenes que no cometió, pero su madre no lo aceptó. Así que dejó su hogar en la base de la montaña para irse a vivir como cazador al monte Masara, y no volvió a mostrarse a su madre.

Ella simplemente había seguido viviendo como lo había hecho hasta ahora, pensando que eventualmente él se enfriaría la cabeza y volvería.

Pero una vez que Jeeda había acumulado aún más fuerza en el transcurso de un año, se fue a Genos por su cuenta. Había oído decir a un comerciante que sus objetivos de venganza, la gente del borde del bosque, habían comenzado a hacer negocios en la ciudad postal. Y eso fue lo que finalmente desencadenó sus acciones imprudentes.

“Entonces, usted es la persona del borde del bosque en cuestión que comenzó a hacer negocios, ¿eh…?” Bartha había respondido después de escuchar todo, acercándose a mi cara.

Su piel se había bronceado tan a fondo que tenía la textura del cuero.

Sus grandes ojos me miraban fijamente, mientras que sus cejas estaban casi completamente desgastadas. Y su nariz y boca también eran grandes, además de que su mandíbula se veía lo suficientemente fuerte como para morder el hueso.

En cuanto a su edad, supuse que probablemente tendría unos treinta y cinco años. En cualquier caso, era una cara seriamente áspera que me recordaba a un león.

“La gente del borde del bosque que atribuyó sus crímenes a los Barbas Rojas era famosa por ser una reunión de brutos más aterradora que cualquier bandido. Y dado que están condenados al ostracismo incluso entre la gente de Genos, si simplemente los dejas, la gente del castillo eventualmente los ejecutará también. Ese fue el tipo de cosas que le dije a Jeeda”.

“Correcto.”

Y, sin embargo, la gente del borde del bosque estaba haciendo negocios en la ciudad postal y se estaba ganando una gran reputación. Gracias a eso, mi hijo idiota se fue y se puso exaltado. Después de todo, parecía que a la gente del borde del bosque se le permitiría cometer cualquier crimen que quisieran”.

El mismo Jeeda había dicho algo similar.

Eso era exactamente por lo que había puesto mis puestos en su punto de mira desde el principio.

“Aun así, escuché sobre todo lo que sucede detrás de escena aquí en Genos desde Kamyua Yoshu en el camino, así que no voy a ir a por ti ahora. Y ya sabes, tiene sentido que haya rumores cuando tu cocina sea tan deliciosa… Nunca imaginé que podría comer una comida tan sabrosa aquí en el bosque”.

Yo había ayudado a preparar la cena de hoy. Bartha había comido tanto como Donda Ruu, y pensar en ello hizo que estallara en una sonrisa cordial antes de volver a una expresión más seria.

“Sin embargo, el que mueve los hilos resulta ser un verdadero problema para un noble. Incluso Jeeda no saldría a salvo después de convertirse en enemigo de un tipo así”.

“Cierto. Pero Jeeda dijo que esperaría para ver si realmente podíamos exponer los crímenes de Cyclaeus antes de tomar una decisión. Así que también tenemos que hacer algo con él por el bien de su hijo”.

“Ooh, ¿por el bien de Jeeda?”

“Sí. Si nosotros, la gente del borde del bosque, podemos llevar legítimamente a Cyclaeus ante la justicia, entonces Jeeda no tendrá que ensuciarse las manos”.

“Hmph, seguro que tienen un tremendo sentido del deber allí”.

“No sé si diría eso… quiero decir, incluso si Cyclaeus fue el que movió los hilos, fue el clan Suun quien realmente hizo todas esas cosas horribles, y son personas del borde del bosque”. . Así que me imagino que es natural que nos sintamos responsables de eso”.

Mi enfoque, naturalmente, pasó de Bartha a Leito, que estaba sentado a su lado. Fue víctima de los viles crímenes de Zattsu Suun, como el hijo huérfano del líder de la caravana de comerciantes que aniquiló el demonio.