Otomege Sekai wa Mob (NL)

Volumen 3

Extra: Rude y Rauda

El cementerio del territorio de la Casa Fanoss.

La nueva tumba que se preparó junto a sus padres pertenecía a su hermana menor, Hertrauda.

Este estaba decorado con muchas flores. Su hermana mayor, Hertrude, también colocó un ramo de flores allí.

—Rauda—Finalmente puedo visitarte.

La casa del duque estaba ocupada después de que perdieron la guerra.

De una princesa, ahora Hertrude era una duquesa. Sus días fueron ocupados como la duquesa en funciones.

Debido a eso, ella no pudo visitar la tumba hasta ahora. Hertrude derramó lágrimas.

—Me pregunto por qué resultó así. Aunque originalmente yo debería ser la que debería haber muerto mientras tu sobrevivías. ¿Cómo puedo ser yo la que sobreviva?

También estaban las sirvientas que cuidaban a Rauda y sus caballeros guardianes a cierta distancia.

Originalmente debería ser Rauda quien sobreviviera.

Debido a eso, el número de personas que asistían a Hertrauda fue mucho más que el de Hertrude.

Pero en este momento ellos estaban asistiendo a Hertrude.

—Todos se han ido. Padre, madre e incluso Bandel se han ido. Tu hermana mayor está sola si incluso Rauda se ha ido.

Cuando eran niñas, ellas decidieron usar la flauta mágica para vengarse del reino. El usuario moriría si convocara a la deidad guardiana.

Por eso Hertrude se ofreció como voluntaria para proteger a Rauda, que era más joven que ella.

—En realidad debería haber sido yo—y, sin embargo, soy yo quien vive. Después de perder a sus padres, solo se tenían a ellas como familia.

A veces también se peleaban, pero se reconciliaban de inmediato.

Su hermana menor anterior, Rauda—Hertrauda, ella quería que su hermana menor viviera. Hertrude recordó el tiempo antes de que proclamaran la guerra hacia el reino.

Ese día, Rauda llegó a su habitación y dijo que quería dormir junto a ella. Ella aceptó y las dos hermanas durmieron juntas después de tanto tiempo.

Incluso ahora Hertrude podía recordar la cara de Rauda que estaba llorando cuando la despidió.

—Si solo fuera más inteligente.

Pensando en el pasado, ellas solo fueron usadas por sus retenedores como quisieron. Hertrude se echó a llorar y se aferró a la lápida.

—Rauda, lo siento. Como tu hermana mayor fue es confiable, tú te convertiste en un sacrificio-

–Lo siento mucho.

¿Dónde se equivocaron?

La gente a su alrededor dejó sola a Hertrude que estaba llorando frente a la tumba de su hermana menor.

En medio de esas personas, un hombre que fue enviado del reino miró su reloj de bolsillo y habló.

—Duquesa interina, ya se acaba el tiempo

El hombre informó que era hora de volver al trabajo. Las personas a su alrededor protestaron.

—Sea más flexible al menos en este momento

—No hay forma de que no sepas cuánto tiempo la señorita Hertrude ha estado esperando por esto.

—Por eso la gente del reino es solo…

El principado, la gente de la casa de duque, defendió a Hertrude. Pero, el hombre que fue enviado del reino hizo una expresión fría.

—El procedimiento en el reino se ralentizará si los asuntos aquí se retrasan. Además, deseo que todos puedan estar agradecidos de mi parte permitiéndoles tomarse el tiempo para este tipo de tarea.

Ambos países estaban en guerra hace poco tiempo.

Desde la perspectiva de la gente del reino, a ellos no les importarían en absoluto las circunstancias de la Casa Fanoss.

—Mucha gente murió en los territorios que fueron pisoteados por todos ustedes. Este resultado vino de su propia acción.

El hombre no tenía ningún sentimiento positivo hacia la casa del duque.

En primer lugar, también sería una molestia para el reino gastar esfuerzos para aplastar la Casa Fanoss.

Simplemente los dejaban vivir. Esa fue la actitud del reino.

Hertrude se secó las lágrimas y se levantó antes de regresar al carruaje.

—Perdóneme. Regresemos pronto.

La gente de la casa del duque miró hacia abajo con la frustración que brotaba de su interior al oír eso.

El hombre que fue enviado del reino se burló.

—Muy bien. Deseo que también seas obediente al reino de aquí en adelante. Bueno, incluso si te opones a nosotros, no creo que la Casa Fanoss en este momento pueda hacer nada.

—¡Tú!

Un caballero estaba a punto de golpear al hombre, pero Hertrude lo detuvo.

—¡Detente!—Mis disculpas. Apurémonos al castillo.

Cuando Hertrude se apresuró hacia el carruaje, el hombre se volteó hacia el caballero y dijo.

—Si me pasa algo, el conde Baltfault será enviado luego. ¿Tiene la resolución para eso? Los caballeros de la casa del duque desviaron la cara cuando salió el nombre de Leon. Pero, Hertrude lo sabía…

(Una pequeña sabandija se llena de orgullo al esconderse detrás del nombre del conde Baltfault.)

—Leon no marcharía contra la Casa del Duque solo por esto.

Hertrude se subió al carruaje y miró por la ventana. Ella recordó cuando se embarcó en una aventura antes.

Ella solo entró en una ruina en la aldea de los elfos, aun así, ese recuerdo se sentía realmente nostálgico en este momento.

(Ahora que lo pienso, la jefa colectiva de la aldea me lo dijo en ese momento.)

Si puedes caminar junto con tu compañero predestinado… cuando ella recordó el resultado de la adivinación, sería la cara de Leon la que le vendría a la mente sin importar nada.

(—¿Hubiera cambiado mi destino si lo hubiera persuadido más en serio?)

Rauda todavía estaría viva, y Leon estaría aquí—¿podría el principado haber continuado así y no verse reducido a esto?

Hertrude se lo imaginó, pero ella inmediatamente sacudió la cabeza. (Eso no está bien. Tengo que controlarme ahora mismo.)

Hertrude no podía seguir llorando por el bien de su casa.

Mientras el cementerio se alejaba, Hertrude habló con Hertrauda y los demás dentro de su corazón.

(Rauda—y Bandel. Cuídennos junto con nuestro padre, madre y todos los demás.)

-FIN DEL VOLUMEN 03-