Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 3

Capitulo 1: Te Veré Una Vez Más

Parte 15

El Monstruo Ya No Existe

“No sé lo que estás diciendo”.

Los labios de Hel se torcieron una vez que escuchó las palabras de Natsunagi.

“¿Trabajé para [SPES] por su bien, Maestra? Eso es…”

“Me podrían matar si no lo hicieras”.

“¡…!”

En ese momento, la expresión en el espejo se desmoronó enormemente.

“Hace seis años, Alicia fue asesinada cuando se enteró del secreto de [SPES] y no pudo aceptar la [semilla]. Estaba demasiado débil físicamente para ser útil para [SPES], así que yo también debería ser asesinada, supuestamente”.

Si no hubieras aparecido.

Dijo Natsunagi, y miró a su otro yo en el espejo.

“Hel, me salvaste la vida al declarar que te unirías a [SPES] y te ofrecerías. Juraste lealtad a SEED y me salvaste. Es todo por mi bien… te convertiste voluntariamente en el diablo para protegerme”.

“… ¿Qué prueba tienes? ¿Hay algo que demuestre que soy una niña buena…?”

Mientras Hel jadeaba exasperadamente, Natsunagi,

“Porque, ¿no lo dijiste tú mismo? Dejaste escapar a los niños de la instalación”.

No dejó escapar las palabras de Hel y continuó con su hipótesis.

“No hay manera de que sea por el simple hecho de ser especial para SEED. Tienes un corazón humano para ser considerado con los demás”.

“¿Un corazón humano? … Imposible. Sabes cuántos inocentes maté en Londres”.

“Eso es cierto. Eso es definitivamente imperdonable. Pero tú causaste esos incidentes para salvarme”.

“¡……!”

Las palabras de Natsunagi hicieron que los ojos rojos de Hel se agrandaran.

“Hace un año, perdiste el corazón en la batalla contra Siesta. Eso también significaría que mi cuerpo físico moriría”.

Eso fue en Londres, después de que el arma humanoide y el arma biológica lucharan entre sí. El espejo de Siesta reflejó los [ojos rojos] directamente hacia Hel, quien luego apuñaló su corazón con su propia espada. Ella estaba en peligro entonces, y también amenazaba la vida de la personalidad maestra Natsunagi.

“Entonces, después de la muerte de Cerberus, asumiste el control y ocurrieron los incidentes de [Jack el Diablo]… pero estabas buscando un corazón que se adaptara a mí”.

“… Pero hace un año, esa famosa detective nunca dijo nada al respecto. Ella pensó que estaba usando los corazones para sobrevivir, como baterías. ¿Vas a argumentar en contra de eso, Maestra?”

Hel entrecerró los ojos esta vez, tratando de averiguar las verdaderas intenciones de Natsunagi.

“No es así. La propia Siesta dijo que esa conclusión estaba equivocada”.

“… Ya veo, eso es todo.”

Solté sin pensarlo. Este fue el error que cometió Siesta hace un año, que [Siesta] nos encargó.

Siesta interpretó mal los motivos de Hel, no, los sentimientos de Hel.

“¿Eso es lo que dijo la famosa detective? No me hagas reír, cuándo sucedió eso…”

Hel trató de ignorarlo, pero su expresión se congeló.

“Tú también eres yo. Lo sabías, ¿verdad?”

Dijo Natsunagi, como si tratara de convencer a Hel.

“Siesta está viviendo dentro de mí. Durante el último año, ha estado hablando contigo como una personalidad dentro de mí, y llegó a la conclusión que yo tenía. En realidad, me atesoras más que cualquier otra cosa”.

“¡……!”

Los ojos de la chica en el espejo.

“Hel, muchos pueden considerarte un demonio que se llevó la vida de muchos inocentes y condenarte. Pero yo te conozco. Soy el único que sabe esto bien. Eres un demonio… pero definitivamente no eres un monstruo sin emociones”.

Natsunagi dijo, y negó a Hel, quien se llamaba a sí misma su monstruo.

“Quizás el hecho es que realmente querías ser amada… pero no solo estás siendo amada. Te amabas a ti misma. Me amabas a mí”.

“¡Detente…!”

Solo la llama de la linterna parpadeó silenciosamente en el espacio tranquilo mientras Hel dejaba escapar un grito de angustia.

Y luego, Natsunagi.

“Tu pecado es mi pecado. Sé muy bien que tendré que ser castigado en el futuro”.

“Detente… yo no… deseaba esto…” La chica del espejo siguió llorando.

Uno tenía que preguntarse si esas eran las lágrimas de Natsunagi.

Como forastero, no podía estar seguro y no podía adivinarlo por mí mismo.

—Pero.

“Sí, yo también cargaré con tu pecado. Te lo pagaré con toda mi vida. Después de todo—”

Natsunagi puso la palma de su mano en el espejo y dijo:

“No existe una relación que exista con un lado siempre del lado receptor ¿No te parece?”

Este era un espejo, un Espejo Infinito de las dos chicas. Pecado y amor, lágrimas y sonrisas, frente a frente.

Como Natsunagi estaba pensando por el bien de Hel, entonces…

“Dios mío, mi Maestra es una idiota”.

Murmuró la chica del espejo.

Y en ese momento, lo vi y escuché claramente.

El gran espejo dejó escapar un fuerte crujido y Hel salió volando de él. Y ese fue el caso en el que Natsunagi la abrazó.

“Gracias.”

Y en este momento, en este instante Nagisa Natsunagi se graduó de su pasado.