Tokyo Ravens (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: La Determinación De La Chica

Parte 6

No hubo ningún ruido en el autobús de regreso a Tokio, muy diferente de cuando habían llegado.

El autobús se balanceaba hacia adelante y hacia atrás y los estudiantes estaban hundidos en sus sueños. No habían pasado diez minutos desde que salieron del campamento, pero todos en el autobús ya estaban dormidos.

A partir de esto, era evidente que todos los estudiantes ya estaban muy cansados. Tal vez había sido afectado por la somnolencia que lo rodeaba, pero incluso el maestro supervisor Ohtomo había comenzado a roncar.

Por supuesto, Harutora y los demás no fueron excluidos.

Sus asientos estaban posicionados de manera similar a cuando habían llegado, con Touji y Suzuka en la primera fila. Los dos se apoyaron en el respaldo de sus asientos mientras dormían profundamente. Kyouko y Tenma, que estaban sentadas en el medio, ya habían comenzado a roncar, y Harutora y Natsume junto a ellas también tenían los ojos cerrados, sus cuerpos balanceándose con el autobús.

Un tiempo tranquilo y breve para descansar. Si alguien se despertara ahora, tal vez sentirían un vacío solitario después de que terminara el festival.

De repente, el autobús saltó. “… Mmm”. Harutora se despertó. Originalmente había planeado cerrar nuevamente los ojos y volver a dormir.

… Ah.

Un peso presionando ligeramente sobre su hombro lo hizo despertarse por completo.

“…………” 

Natsume, que estaba sentada al lado de Harutora, parecía estar durmiendo profundamente ya, con su cuerpo inclinado y su cabeza apoyada en el hombro de Harutora.

Varios mechones de fino pelo negro rozaron el cuello de Harutora, y el cuerpo de Harutora sintió el ritmo de su suave respiración. Todo el cuerpo de Harutora se puso rígido, su somnolencia desapareció completamente de su mente al instante.

…  esta chica …… Ella había estado completamente deprimida.

Cuando subieron al autobús para el viaje de regreso, Natsume había estado cenicienta, como si las acciones que había comprado acabaran de hundirse y se convirtieran en papel sin valor, o si hubiera estado escapando desesperadamente de un laberinto y terminara en un pantano sin fondo al frente. de la salida.

El arrepentimiento, la frustración, la preocupación y la desesperación se mezclaron, creando una atmósfera difícil de describir.

Harutora había actuado por preocupación, pero Natsume no había respondido, ni siquiera había mirado a Harutora, mirando con apatía por la ventana sin ninguna reacción y haciendo que le preocupara que pudiera torcer el cuello. Parecía como si estuviera tratando de encontrar su alma perdida fuera de la ventana, donde estaba el campamento.

Harutora no podía hacer nada más que ignorarla.

“…… Ugh …… Uh …” Pero, Natsume había rechinado los dientes, gimiendo silenciosamente de vez en cuando, a veces como si tuviera emociones que eran difíciles de reprimir, a veces como si fuera un globo desinflado “…… Uuu ……” Ella incluso parecía estar conteniendo las lágrimas, a veces soltando un sollozo. Ella no había dicho nada, pero hizo que alguien no pudiese ayudar, sino que se preocupara si estaba loca.

Harutora recordó que no había sido así cuando el curso había terminado. ¿Qué pasó exactamente durante el breve período de tiempo libre después de eso? Harutora no podía decirlo, pero su cara dormida se veía exactamente igual que la de Natsume.

… En realidad, esta chica también podría considerarse un misterio …

Quizás no fueron solo Hokuto y Natsume, quizás todas las chicas eran seres misteriosos. Ejemplos surgiendo en su mente, dejando de lado a Kyouko por ahora, una vez que pensó en Suzuka y la Senpai, Harutora estuvo de acuerdo con ese pensamiento aún más.

Natsume mantuvo su cabeza sobre el hombro de Harutora, respirando tranquilamente por su nariz como un niño indefenso. Harutora estaba avergonzado y nervioso, pero no se atrevió a despertarla precipitadamente.

… Él realmente no sabía qué hacer con ella.

Harutora pensó, su mirada mirando hacia la ventana del autobús detrás de Natsume. Observó la escena sorprendentemente hermosa fuera de la ventana, su mirada dibujada inconscientemente.

Fuera de la ventana, el cielo estaba teñido de hermosos colores índigo. El sol estaba cayendo bajo el horizonte. Una escena tan bella solo se podía vislumbrar durante el breve período en el que la luz del sol no se había desvanecido por completo.

Día y noche cambiando. Yin y yang intercambiaron lugares. Como la escena de un mundo de fantasía.

“…… Mmm”. 

Natsume de repente giró su cuerpo como si estuviera enojada, haciendo que Harutora se estremeciera al mirar el paisaje fuera de la ventana. Entonces, Natsume murmuró un “Nnn ……”, dejando escapar una dulce voz. Primero colocó su frente sobre el hombro de Harutora,

y luego su cuerpo se alejó reflexivamente, su cuello también girando hacia el otro lado. Harutora obtuvo su liberación, respirando suavemente y finalmente relajándose.

Con su cuerpo vuelto, el cabello largo de Natsume le cubría los hombros. Su pelo negro bailaba ligeramente, aferrándose al pecho de su uniforme. La cinta rosada que solía atarse a su cabello parecía aflojarse debido a esto, deslizándose hacia abajo.

“Ah” 

Harutora extendió su mano, agarrando la cinta deslizante. Lo agarró, pero no pudo volver a unirlo para Natsume, por lo que no sabía qué hacer.

… Se lo devolveré cuando se despierte.

Se había acostumbrado a ver la cinta de Natsume. Por alguna razón, Natsume siempre usó esta cinta para atar su cabello.

Cuando Harutora acababa de ingresar a la academia, había señalado que una cinta no era adecuada para una chica disfrazada de chico, especialmente una cinta rosa. Natsume había encontrado varias excusas para contrarrestarlo, e incluso ahora todavía usaba esta cinta.

“…………” 

A ella le encantaba esta cinta, así que estaba claro que era un objeto bastante especial. Aunque Harutora pensó esto, mirando cuidadosamente, la cinta no parecía tan cara, sino más bien como un producto barato que se podía ver en cualquier lugar.

Además, debido a que se usaba todos los días, ya estaba en ruinas. ¿Por qué Natsume usó esta cinta tan entusiastamente? Harutora sintió que había otro misterio sobre Natsume.

… Era como una cinta utilizada para envolver un regalo …

“… ¿Huh?” Al pensar eso, un pensamiento cruzó por su mente. “No … Pero …” De repente lo asoció con otro incidente.

Una cinta de color rosa.

Una cinta de color rosa utilizada para envolver un regalo.

“¡……!” 

La expresión de Harutora cambió inconscientemente y miró la cinta. Pero no había marcas memorables en la cinta, así que por supuesto no pudo encontrar ninguna ‘prueba’ de que estuviera relacionada con el festival de verano del año pasado.

Hizo su mejor esfuerzo recordando, recordando el regalo que le había dado: el juego de burbujas que había ganado en el juego de disparos, el lazo atado a la caja de regalo y su sonrisa mientras se ataba la cinta en el pelo.

Pero, no podía pensar en eso, sin importar cómo lo intentara.

Una impresión ambigua e ilusoria surgió en su mente. No importaba cómo extendió la mano para intentar agarrar la memoria, no había nada en sus manos.

Harutora movió su mirada a la cinta al cuerpo de Natsume. Natsume estaba durmiendo profundamente, sin darse cuenta de lo que había sucedido.

“…… No debería ser …”

Tal cosa no podría suceder. Incluso acababa de negarlo en voz alta y se rio roncamente porque lo habían criado frente a Kyouko y Suzuka. Tal cosa no podría suceder, no debería … ser posible.

Harutora puso la cinta en su mano sobre las rodillas de Natsume, luego le dio la espalda a Natsume, cerrando los ojos con fuerza.

Sintió su propio latido del corazón, dejando que su cuerpo se balanceara con el autobús y tratando de volver a dormirse. Pero sintió vagamente que incluso si dormía, no dormiría profundamente.

El tiempo de la fantasía terminó y el cielo azul se convirtió en una noche oscura.

El autobús condujo suavemente a Tokio, dejando el campamento donde se mezclaron varias emociones.

Santuario Zokusho. Ese era el nombre del santuario. Era un santuario dedicado a la adoración de las estrellas, llamado el Santuario de la Osa Mayor.

***

“Muy bien, has trabajado duro. Ten cuidado al volver, estaré esperando que regreses”. 

La directora Kurahashi tranquilamente terminó de hablar estas palabras en la Academia Onmyouji situada en Shibuya, Tokio, colgando el teléfono en la oficina del director.

La llamada telefónica provenía del maestro de tercer año que había ido al campamento, Fujiwara-sensei, informando que el autobús de la gira de los estudiantes estaba a punto de llegar a Shibuya. Los de segundo año también regresaban con ellos. Los de segundo año no sufrieron daños y el campamento terminó pacíficamente.

¿Cuánto habían crecido los estudiantes después de este campamento? Los niños de esta edad pueden progresar rápidamente después de unos pocos días. La directora esperaba secretamente que volvieran a Tokio y presenciaran el crecimiento de estos estudiantes con sus propios ojos en la Academia Onmyouji.

Entre ellos, los que más ansiaba eran los dos Tsuchimikados y los estudiantes al lado de esos dos.

“…… ¿Qué aprendieron en este campamento?” 

Ella murmuró, pensando en el otro Tsuchimikado que había visitado anoche. Que Tsuchimikado le había dicho esto a ella:

… ‘Tu estrella está sombreada’.

La directora cerró los ojos, una leve sonrisa apareció en sus labios. Ella no se sentía ansiosa o asustada del futuro, simplemente tomó las cosas filosóficamente y dejó que el destino decidiera todo.

“Ha llegado el momento …… Prestaré asistencia activamente”. 

Kurahashi Miyo era bueno en la adivinación, llamada la “Maestra observadora de estrellas de la Familia Kurahashi”. Ella incluso poseía una fuerte influencia sobre los superiores en los círculos políticos y económicos.

Incluso si ella entendiera la adivinación, al final no podría mover las estrellas, ni podría cambiar su dirección o controlar su resplandor.

Todo lo que ella podía hacer era mirar silenciosamente y confiar en la fuerza de las estrellas, continuando haciendo propuestas.

“Espero mucho de ti, Ohtomo-sensei. Yo … me queda menos tiempo de lo esperado …” 

La voz callada de la directora Kurahashi era débil pero audaz.

La noche cayó fuera de la ventana. Las luces iluminaban la gran ciudad de Tokio, y la noche esperaba ansiosamente a que los jóvenes cuervos extendieran sus alas y se elevaran.

-FIN DEL VOLUMEN 05-