Tokyo Ravens (NL)

Volumen 5

Capitulo 3: Seis Conferencias Populares

Parte 1

Un edificio cubría el horizonte y el sol se hundía gradualmente en el otro lado.

En una esquina de Shinjuku Kabukicho, un pequeño callejón fue sellado con magia para que no pasara ningún peatón normal. El sol anaranjado teñía la escena circundante, incapacitándote para ayudar, pero sintiendo una sensación equivocada de que el tiempo se ralentizaba.

El breve período cuando el día y la noche cambiaron, Omagatoki.

“……Empezar.” 

Un hombre escuchó en silencio la breve orden que provenía de su auricular. Una gran furgoneta fue detenida por el callejón sellado y el hombre se sentó en el asiento más interior de la furgoneta, estirando los pies por el estrecho pasillo y tendido lánguidamente sobre el respaldo del asiento.

Este hombre podría describirse con una palabra, que era “desfavorable”.

Él era muy joven, tenía unos veinte años. Su cuerpo era delgado y despedía un aire orgulloso como si lo hubieran tallado con un cuchillo. Tenía una cabeza de pelo corto teñida de plata, y sus orejas estaban agujereadas con muchos pendientes.

Una chaqueta de piel se complementaba con pantalones vaqueros, y las gafas de sol cuyos lentes estaban plateadas con película plateada oscurecían la expresión de su rostro.

Su sonrisa salvajemente arrogante y burlona parecía como si hubiera sido tallada en sus labios como una vieja cicatriz, y la “X” cicatriz en su frente hizo que los espectadores se estremecieran aún más.

Era un exorcista independiente: Kagami Reiji de los Doce Divinos Generales.

Kagami se cruzó de brazos, se sentó en el asiento y se concentró en escuchar el mensaje que provenía de su auricular. Una mirada aguda se disparó desde los ojos debajo de sus gafas de sol, pasando por la ventana polarizada del coche y mirando fijamente al edificio de oficinas al que se enfrentaba.

Usando su habilidad para ver el espíritu, Kagami ‘vio’ el aura de al menos varias personas que ingresan al tercer piso, cuarto piso y quinto piso. Estas personas poseían un aura extraña, anormalmente fuerte. Las personas en el edificio que notaron que había amenazas ‘invadiendo’ desde el exterior también poseían auras fuertes, contraatacaron apresuradamente.

La energía mágica se derramó, formando una magia tras otra, atacando y contraatacando.

Magia constantemente conectada y negociada.

Una batalla mágica.

Había un grupo de practicantes luchando en el edificio frente a él.

No mucho después, el sonido de los cristales al romperse, las cosas que caían al suelo, los gritos, los rugidos furiosos y el sonido de los encantamientos que se cantaban llegaron incluso al exterior del edificio.

Los oponentes se resistían obstinadamente, y los informes que llegaban a sus auriculares se volvían cada vez más agitados.

Pero “…… No obtuvimos nada”. Kagami murmuró, resoplando con su nariz.

“Uh …… ¿Reiji? ¿No vamos a ir? Si no vamos pronto, la acción habrá terminado”. Una voz tímida sonó para confirmar, instándolo cortésmente a Kagami.

Aparte de Kagami, también había otra persona en la camioneta. Esa persona se sentó en el asiento una fila frente a Kagami, mirando hacia el edificio sin pestañear, con la cara casi pegada a la ventanilla del automóvil.

Esa persona era un joven delgado y esbelto, con el pelo largo atado detrás del cuello, con una apariencia delicada que al principio parecía una niña hermosa. Sin embargo, despedía un aire infantil de su cuerpo, luciendo como un niño débil y de naturaleza simple.

El joven se sentó inquieto en el estrecho asiento, sus manos sosteniendo un paquete delgado en su pecho. Era un saco de espadas usado para sostener una katana.

“Oye, Reiji”. Giró su cabeza para mirar a Kagami detrás de él, continuando llamando. “¿No vas a ir? ¿Entonces debería ir yo mismo?” 

Su voz era aguda, su tono como el de un niño rogándole a sus padres que lo dejen salir y jugar. A pesar de que había pedido pacientemente, Kagami no le hizo caso en absoluto. Cuando instintivamente lo instó nuevamente, Kagami silenciosamente dobló su pierna extendida, luego pateó con fuerza el asiento del joven por detrás con un golpe.

El joven retrocedió asustado, momentáneamente desanimado y mirando a Kagami a través del asiento con una mirada que parecía aburrida.

El interior de la camioneta se hundió en el silencio otra vez. El ruido que provenía de fuera de la furgoneta, del edificio que se había convertido en campo de batalla, se volvió aún más claro. El joven movió su mirada hacia fuera de la ventana otra vez.

La batalla mágica en el edificio aún continuaba, pero parecía decidirse. A juzgar por las reacciones, el grupo de personas en el edificio que originalmente se había resistido con firmeza claramente estaba teniendo cada vez más dificultades para enfrentar el desafío.

No mucho después, se abrió la puerta lateral del conductor de la camioneta.

Un joven vestido de traje entró en la furgoneta. Se sentó en el asiento del conductor, cerró la puerta y dirigió su mirada al espejo que reflejaba a Kagami detrás de él.

“Se acabó. Nuestro bando no tiene bajas, y nadie del otro lado fue asesinado, pero ……” informó el joven con un tono tranquilo, una sonrisa irónica revoloteando en sus labios. “Preocupamos especialmente a un Oficial Independiente por venir aquí, pero terminó siendo un desperdicio. El incidente esta vez no tiene nada que ver con el archivo ‘D'”. 

El joven que informa sobre la situación actual a Kagami se llamaba Hirata Atsune. Estaba afiliado al Departamento de Investigación de Delitos Mágicos de la División de Seguridad Pública de la Agencia Onmyouji: los Investigadores Místicos.

El mes pasado, un miembro del Sindicato de Cuernos Gemelos había provocado ataques terroristas con desastres espirituales en varios lugares de la ciudad.

Los Investigadores Místicos habían recibido información sobre los restos de ese grupo hace dos días, y Hirata, que era responsable de investigar el Sindicato de Cuernos Gemelos, había llevado a cabo inmediatamente una investigación secreta, confirmando la autenticidad de la inteligencia, encontrando el escondite de esas personas y planeando esta incursión.

Durante el plan, esta vez, estaban más preocupados acerca de cierto Onmyouji que había demostrado estar relacionado con todo el incidente de los ataques terroristas previos, y que había terminado apareciendo al final de la secuencia de eventos conocidos en la comunidad mágica. como la ‘Repurificación de Hinamatsuri’.

Un misterioso Onmyouji que los Investigadores Místicos llamaron ‘D’ por el momento.

La existencia del Onmyouji ‘D’ había sido confirmada hace tiempo, pero su verdadera identidad siempre había sido un misterio.

A pesar de que habían recibido información muchas veces que se hacía llamar ‘Ashiya Doman’, desafortunadamente la verdad detrás de esa información no se pudo verificar.

Todo lo que ellos conocían como cierto era que ‘D’ era en verdad un Onmyouji con un poder bastante fuerte y que a menudo estaba cerca del Sindicato de Cuernos Gemelos.

Los investigadores Místicos vieron a ‘D’ como un individuo de alto riesgo, y lo habían estado rastreando e investigando durante muchos años. Dado que ‘D’ había sido excepcionalmente activo recientemente, los Investigadores Místicos habían solicitado especialmente la asistencia de un Exorcista Independiente de la Oficina de Exorcistas como una salvaguarda contra ‘D’ que intervenía en esta incursión. La Oficina de Exorcistas aceptó esta solicitud, enviando a Kagami a unirse a la operación de ataque.

Al final, ‘D’ no había intervenido en la operación esta vez. Los investigadores místicos originalmente habían juzgado que la probabilidad no era alta, pero no había estado fuera de sus expectativas.

“Perdón por molestarlo por venir aquí, pero gracias a su ayuda, la operación tuvo éxito sin problemas. Permítanme expresarles mi sincera gratitud en nombre de los Investigadores Místicos”. 

Hirata le dio las gracias a Kagami, quien estaba sentado detrás de él, su voz seria y su mirada no saliendo del espejo retrovisor.

Su aspecto honesto y sincero no era como un Onmyouji, más como un sacerdote o incluso como pastor. Sin embargo, los ojos reflejados en el espejo retrovisor eran agudos, mostrando una voluntad firme. Una raya roja de pelo se mezcló con su limpio y ordenado flequillo, extremadamente llamativo.

Sin embargo, Kagami parecía no prestarle ninguna atención a Hirata. Él permaneció en silencio, sin ningún cambio de expresión visible en su rostro con gafas de sol. Los dos guardaron silencio, pero el joven que llevaba el saco de la espada tímidamente miró hacia atrás y adelante entre los dos.

Una sonrisa ligera e irónica apareció en la cara de Hirata otra vez.

“El Jefe Amami tenía algo que decirme. Esperaba que también pudieras venir a conocerlo”. 

Kagami finalmente hizo clic en su lengua con un “Tch” al escuchar esas palabras.

Cuando ingresó por primera vez a la Agencia Onmyou, Kagami había pertenecido a los Investigadores Místicos por un tiempo, por lo que el Jefe Investigador Místico Amami Daizen contó como su anterior jefe.

Kagami dobló su cuerpo, levantándose del asiento.

“Me voy si no tienes nada más”.

“Por favor, déjame enviarte allí”.

“No lo necesito”.

Habló bruscamente, moviéndose hacia la puerta y abriendo la puerta corredera. Hirata finalmente dijo las palabras: “Gracias por su trabajo”, pero Kagami ni siquiera lo miró, saliendo de la furgoneta.

El joven que llevaba el saco de la espada lo siguió apresuradamente fuera de la camioneta, mirando a Hirata, pero dejó el área con Kagami sin decir nada al final.

La puerta corredera abierta se deslizó y cerró lentamente por sí misma.

“…………”

Hirata extendió su mano silenciosamente hacia el espejo retrovisor, ajustando el ángulo y mirando la espalda de Kagami en el espejo cuando se fue.

Se quedó en silencio, pensando, su mirada permaneciendo fijamente en el espejo.

***

Kagami caminó.

Los peatones que pasaron por su lado no se atrevieron a acercarse, manteniéndose lo más lejos posible de él. Incluso si ellos no sabían que él era un practicante, aún podían sentir el aire desfavorable que llevaba. Incluso si estaban interesados, se sentían asustados solo con mirarlo.

El joven que había estado en la misma furgoneta que Kagami lo siguió. Hubo aproximadamente cinco o seis pasos de distancia entre los dos.

Cuando los dos estuvieron así, se pudo ver que el joven era incluso más alto que Kagami. Debido a que su tipo de cuerpo era delgado, parecía un tallo de bambú, y en realidad tenía ciento noventa centímetros de altura con un marco bastante delgado.

Pero sus hombros caídos y su espalda estaban encorvada, por lo que su presencia era mucho menos fuerte que la de Kagami quien caminaba frente a él. Por otra parte, en comparación con Kagami, que estaba vestido de manera llamativa, solo vestía jeans y una camisa que se podía ver en cualquier lugar. Él sostuvo cuidadosamente la bolsa de espada durante todo el camino.

Miró a Kagami a la espalda como si lo estuviera haciendo para mostrar su irritación,

quejándose: “…… Oye, Reiji. ¿Cómo las cosas se volvieron diferentes de lo que se dijo al principio?” Su tono sonaba triste. “No he tenido la oportunidad de hacer nada en mucho tiempo

… No me necesitas en absoluto para ese tipo de situación …”

“…………”

“De verdad, me alegré por no tener ningún interés. Reiji, has cambiado mucho desde que obtuviste esa ‘X’ tallada”. 

“…………”

“Ahh, es tan estúpido, estoy muy decepcionado”. 

“…………”

El joven parloteó, quejándose continuamente. A pesar de que bajó la voz, no era tan bajo que no llegara a los oídos de Kagami, pero Kagami no tenía ninguna intención de darse la vuelta.

Por lo tanto, el joven se quejó más y más enérgicamente, criticando sin rodeos el comportamiento de Kagami, como ‘Reiji es tan frío’, ‘Reiji es tan malo’, se deja llevar por la desaparición de la insatisfacción que normalmente se siente dentro de él. La expresión de su rostro se volvió más y más confiada.

“Además, eres demasiado arrogante …”

“… Shaver.”

Al escuchar de repente su propio nombre, el joven, Shaver, se detuvo apresuradamente. Mirando hacia adelante, vio que Kagami, que caminaba delante de él, también se había detenido y se había girado, mirando hacia atrás.

Kagami se metió la mano derecha en el bolsillo, doblando el dedo índice para llamar a Shaver. La cara de Shaver se iluminó, como un cachorro que fue llamado por el lado de su dueño, y se apresuró a …

Y fue golpeado.

Kagami casualmente balanceó su puño. Shaver sostuvo su cabeza golpeada, temblando en el suelo de rodillas y sin poder siquiera gritar. Kagami retiró su mano derecha, se la metió en el bolsillo, luego levantó el pie derecho, pateó la cabeza de Shaver con la suela de sus botas de ingeniero y lo envió volando.

Los peatones que pasaban se sorprendieron, mirando a los dos. Shaver, que todavía se agarraba con fuerza al saco de la espada, soltaba gritos lamentables y tristes, y caía sobre el cemento.

“¡Eso es demasiado! ¿Qué estás haciendo, Reiji?”

“…… ‘Sama’.”

“¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¡Ah! N, ¡No más! P, ¡Por favor no me patees! Déjame ir, Reiji.P, Por favor no me patees, te lo ruego, ¡Reiji-samá ‘! “ 

Shaver se quejó amargamente y con lágrimas en los ojos, y Kagami finalmente se detuvo, girando silenciosamente y alejándose a zancadas. Shaver gimió en voz baja, pero finalmente se levantó mientras sentía su nariz, persiguiendo a Kagami.

Los peatones vieron a la pareja irse, aturdidos. Ninguno de ellos había notado que cuando Shaver había sido golpeado, su cuerpo, su contorno, se había distorsionado de inmediato y la interferencia había disparado a través de su cuerpo. Por supuesto, nadie allí probablemente sabía que era un fenómeno llamado “retraso”. 

Shaver apresuradamente alcanzó a Kagami, caminando hacia adelante detrás de él otra vez.