Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 11

Capitulo 1: Día Del Cambio

Parte 4

Realmente me sentí mal por causar tales preocupaciones a los dueños de la posada. Nail en particular parecía estar esforzándose especialmente por formar un vínculo con la gente del borde del bosque, por lo que eso me hizo sentir aún peor.

“Ah, esta es la carne de hoy”.

“Tienes mi agradecimiento”.

Había alrededor de 2,5 kilos de solomillo bañado en hojas de pico en la bolsa de cuero. Después de entregar el pago y aceptar la bolsa, Nail rápidamente pasó a transferir el contenido a un frasco lleno de sal.

“Por cierto, ¿te irá bien con la carne para 50 comidas mañana, como hablamos?” Pregunté mientras comenzaba mis preparativos de cocina.

“No”, respondió Nail con un movimiento de cabeza. “Mis disculpas, pero deseo cambiar la cantidad. Lamento la solicitud repentina, pero ¿sería posible aumentar la cantidad a lo suficiente para 70 comidas?”

“¿Eh? ¿70? Eso ciertamente es mucho”.

“Sí. Afortunadamente, mi sencilla cocina giba fue recibida bastante favorablemente, así que creo que debería poder vender esa cantidad durante los dos días que estás fuera”.

Ciertamente me alegré de escuchar eso. El Fa y los otros clanes cercanos también habían estado capturando giba de manera constante, por lo que no habría problemas para obtener la carne.

“En ese caso, prepararé lo suficiente para 70 comidas. Realmente no puedo expresar lo agradecido que estoy, Nail”.

“Me siento de la misma manera. Últimamente se ha corrido bastante la voz sobre la cocina giba, por lo que mi comedor ha estado lleno noche tras noche a la hora de la cena,” respondió Nail, con las comisuras de la boca crispadas—. Debe haber estado conteniendo desesperadamente una sonrisa lo mejor que pudo. Eran momentos como este cuando realmente demostraba que no era tan hábil para ocultar sus expresiones como lo eran los orientales. “Empecé a traer ayuda desde las cercanías solo para esa hora del día y, sin embargo, todavía he obtenido muchas ganancias. Aún más importante, he podido brindar alegría y satisfacción a mis clientes”.

“Realmente me alegra escuchar eso. Y espero seguir trabajando contigo después de mis dos días libres”.

“Igualmente.”

Fue entonces cuando una voz baja llamó desde fuera de la cocina, “¿Está el dueño por aquí?”

No había oído abrirse la puerta de la posada, por lo que uno de los clientes de arriba debió haber bajado. Después de asentir, Nail respondió: “Sí, ya voy”, y se dirigió hacia allí.

“Muy bien, entonces ¿qué tal si nos ponemos a trabajar también?”

“Bien,” Reina Ruu asintió con una sonrisa.

Shin Ruu había estado de pie junto a la ventana, pero tal vez para tener la precaución necesaria ya que técnicamente se acercaba un extraño, caminó un poco rápidamente hacia la entrada de la cocina.

Pero luego, antes de que pudiera llegar allí, algunas figuras grandes entraron.

“No digas una palabra”.

Reina Ruu y yo nos quedamos petrificados, mientras que Shin Ruu se dejó caer rápidamente en una pose lista para la batalla.

Sin embargo, el joven cazador no pudo hacer nada más.

Dos hombres habían entrado en la cocina. Uno de ellos tenía un brazo fuertemente envuelto alrededor de Nail para sujetarlo… y su otro brazo tenía un cuchillo de plata contra la garganta del hombre.

“¿Quién eres tú?” Shin Ruu preguntó en voz baja, a pesar de que el fuego brillaba en sus ojos.

“Te dije que no hablaras”, respondió el hombre, empujando el cuchillo más cerca sin dudarlo. Aunque no estaba presionando el filo contra su garganta directamente, todavía debió estar tocándose, ya que había una delgada línea roja claramente visible.

Aun así, Nail no movió un músculo. En cuanto a por qué… claramente se había desmayado.

“Sabemos que tienes aliados en el frente. Si intentas tirar de algo, cortaremos a este hombre aquí y ahora”.

No tenía ni idea de lo que estaba pasando… pero por el momento, no podía decir una palabra.

Acabábamos de tener una conversación pacífica, pero ahora Nail estaba inconsciente y en manos de un matón. Todo se sentía completamente irreal.

En cuanto a los matones… Esa era la única forma en que podía pensar para describirlos… Sus rostros estaban ocultos, envueltos en una tela gris como lo había hecho Melfried una vez. Y su ropa, eran simplemente capas de cuero y atuendos de tela muy comunes. Y les bajaron las capuchas tanto que ni siquiera pude distinguir el color de sus ojos.

Sin embargo, uno de ellos parecía ser oriental. Era alto y delgado, y por lo que pude ver de sus brazos y piernas a través de la capa, tenía la piel oscura. Había una espada larga colgando de su cadera, mientras su mano izquierda sostenía un cuchillo.

El otro hombre probablemente era occidental. Aunque parecía más alto que yo, tenía una complexión baja y robusta, y una piel de aspecto bronceado. Él era el que sostenía a Nail con un cuchillo en la garganta.

“Si sigue nuestras instrucciones, dejaremos ir a este hombre. No es necesario derramar sangre de nadie. Eres Asuta del clan Fa, ¿no es así…?” preguntó el hombre corpulento con voz apagada.

Mientras tanto, el hombre alto mantuvo una mirada firme en Shin Ruu, manteniendo sus movimientos bajo control.

“Nuestro empleador quisiera darle la bienvenida como invitado. Ven con nosotros. Si lo haces, dejaremos ir a este hombre”.

“¿Su empleador…?”

¿Se refería a Cyclaeus? No podía pensar en nadie más que estuviera intentando algo como esto en este momento.

Aun así, al igual que con la hija de Milano Mas, incluso si la idea era que fingieran ser forajidos con rencor contra la gente del borde del bosque, que nos mostraran los colmillos tan abiertamente… Si fueran a pisotear todo las leyes de Genos esto obviamente, ¿podría incluso Cyclaeus esconderlo bajo la alfombra?

Sin embargo, no había tiempo para preocuparse por eso ahora. Y así, mientras obligaba a mi mente en pánico a calmarse de alguna manera, respondí: “¿Quieres darme la bienvenida como invitado? Eso es completamente absurdo. ¡¿Quién invita a alguien como invitado mientras lo amenaza con cuchillos?!”

“No abras la boca…” respondió el hombre sin emoción, otra vez apretando su cuchillo con más fuerza.

Con eso, la sangre de Nail comenzó a caer gota a gota al suelo. “¡Para! ¡No le hagas daño!”

Aunque estaba pensando con más claridad, todavía no pude contener la rabia que burbujeaba en mí.

¿Qué tan lejos estaban planeando llegar estos dos, exactamente?

“¿De verdad crees que te saldrás con la tuya haciendo algo como esto en medio de la ciudad postal? Tenemos aliados afuera, y los guardias también tienen sus patrullas, ¿sabes?”

¿O el guardia miraría hacia otro lado en busca de estos villanos?

No, simplemente no podía imaginar que pudieran hacer algo así en medio del día. Además, entre los guardias de esta mañana y lo que pude inferir de las palabras de Mikel, los chicos de abajo no parecían seguir ciegamente las órdenes de Cyclaeus. Y no podía imaginarlos ignorando abiertamente las leyes de Genos donde la gente de la ciudad postal podía ver.

Aun así, sacar algo como esto solo con ellos dos… Incluso si tuvieran un rehén, ¿no podría un cazador del borde del bosque darle la vuelta?

Shin Ruu estaba a solo dos metros de los hombres. Teniendo en cuenta lo más hábiles que eran los cazadores del borde del bosque que la gente normal, realmente parecía que podíamos esperar que lograra algo a esa distancia.

Además, Shin Ruu era más rápido que incluso Rau Lea. Podría haber estado un paso por debajo de Ai Fa y Ludo Ruu, pero un cazador de su edad definitivamente debería haber dado un golpe bastante fuerte también.

Con eso en mente, le lancé a Shin Ruu una mirada de reojo… pero aunque sus ojos brillaban intensamente, había un sudor frío adherido a su frente y mejillas.

No es bueno, ¿eh…?

Cuando seguí la mirada de Shin Ruu, encontré a ese hombre que parecía ser de Sym parado allí. Él estaba sosteniendo su cuchillo casualmente, y no mostraba signos de estar intimidado por la intensa presión que Shin Ruu exudaba como cazador.

Parece… parece que Shin Ruu es el que está abrumado, de alguna manera…

Sin embargo, no tenía ningún sentido que ese fuera el caso cuando estábamos hablando de alguien del pueblo enfrentándose a un cazador del borde del bosque. Aparentemente, incluso los guardaespaldas como Zasshuma y los espadachines como Labis no estuvieron cerca de estar a la altura. Solo un puñado de personas en la ciudad podría igualar—

Cuando ese pensamiento me golpeó, un escalofrío recorrió mi espalda.

No podría ser…

Negué con la cabeza, pensando que simplemente no había manera.

“Ven aquí, Asuta del clan Fa. Si eres amable y obediente, eso arreglará las cosas”, dijo el único hombre, su voz sonaba ligeramente irritada.

El hombre de Sym, mientras tanto, permanecía en silencio e inmóvil. “¿Realmente lo dejarás ir…? ¿Aquí y ahora?””

“Ciertamente eres molesto. Solo date prisa y hazlo”.

“Está bien…” Respondí, moviéndome para dar un paso adelante.

Al instante, Shin Ruu susurró: “No puedes… No te acerques a esos hombres. No podemos permitirnos perderte, Asuta”.

“Sí, pero… lo siento. No puedo simplemente abandonar a Nail tampoco”, respondí, la imagen de la cabeza de mi amado clan flotando en mi mente mientras lo hacía.

Lo siento, Ai Fa. Juro que nunca me rendiré, hasta el final amargo… Pero por ahora, esto es todo lo que puedo hacer.

No había forma de que pudiera dejar a Nail a su suerte. Y además, debe haber visto las caras de los villanos.

Como teníamos cazadores del borde del bosque vigilando las entradas delantera y trasera, no tenía ninguna duda: estos debían ser los dos que estaban en el segundo piso, fingiendo ser clientes.

En ese caso, el testimonio de Nail debería poder identificarlos como los criminales. Tiene que haber una oportunidad de cambiar las cosas de alguna manera.

Además, no podía pensar en nada que hacer dadas las circunstancias salvo obedecer. Si estos hombres realmente fueran demasiado para que Shin Ruu los manejara, entonces no solo Nail sino incluso Reina Ruu podrían estar en peligro aquí también.

“Asuta…” susurró, sonando a punto de llorar.

Después de tomar una sola respiración, seguí adelante y di un paso adelante.

Shin Ruu se estremeció, solo para que el hombre alto lo amenazara con su cuchillo.

“Está bien… Agárralo”.

El hombre alto asintió un poco y luego me agarró con el brazo derecho abierto. No se estaba agarrando con tanta fuerza, pero instantáneamente colocó su cuchillo contra mi garganta.

“Eso es suficiente, ¿verdad? Déjalo ir.”

“Hmph…” resopló el occidental, soltando a Nail de su agarre. Con eso, el dueño de la posada cayó al suelo sin fuerzas.

“No hagas movimientos innecesarios. Nuestro empleador realmente solo quiere darle la bienvenida como invitado. Siempre que escuches y te portes bien, podrás volver a tu vida cotidiana normal mañana”.

Esas palabras realmente no fueron convincentes en lo más mínimo cuando tuve una espada presionada contra mi garganta.

Mientras los ojos de Shin Ruu ardían con disgusto, gruñó, “Bastardos sin madre… Si le pones un solo rasguño a Asuta, te acabaré, incluso si me cuesta la vida”.

Los secuestradores no respondieron.

Sin embargo, el corpulento metió la mano en su capa y sacó una especie de trozo de tela que desprendía un olor irritante.

“No te muevas”, dijo mientras sostenía ese paño sobre mi nariz y boca.

Estaba muy empapado en algo. Tuve una extraña sensación de déjà vu cuando un dulce aroma llenó mi nariz y comenzó a nublar mi mente.

¿Hierbas melemele…?

De repente recordé esa pesadilla en el asentamiento de Suun.

Pero incluso eso se nubló rápidamente, ya que mi conciencia se desvaneció rápidamente.

Lo último que recordé fue que el secuestrador me sostenía diciendo: “Asuta, no estás en peligro. Por favor, use su habilidad por el bien de mi empleador”.

Y cuando lo hizo, fue en la voz de Sanjura.

***

Soñé, y en ese sueño, Ai Fa estaba llorando. Ella estaba enojada. Ella se reía.

Ai Fa me mostró todo tipo de expresiones y luego desapareció. Fue un sueño que me llenó tanto de tristeza que podría dividirme por la mitad como de alegría que podría hacerme estallar.

Ai Fa me miró con ojos llorosos. Me lanzó una mirada gélida. Envolvió sus brazos alrededor de mí con una mirada cálida.

Quédate a mi lado, para siempre.

¿Cuándo había sido eso exactamente? Ai Fa me abrazó en la oscuridad.

Te juro que también me quedaré contigo toda mi vida.

Haría esa promesa una y otra vez, tantas veces como tuviera que hacerlo.

Mientras Ai Fa lo permitiera, y este mismo mundo no me rechazara, me quedaría con ella.

No me apartaría de su lado hasta que mi cuerpo se rindiera.

Hasta que un dios o un diablo o lo que sea decidió meterse con mi destino de nuevo y arrojarme de nuevo a esas llamas, juré que nunca me separaría de ella.

No quiero perder a nadie de nuevo…

Ese día lo perdí todo.

Mi viejo y mi amiga de la infancia Reina, y la preciosa vida que había construido con ellos desaparecieron gracias a mis acciones precipitadas.

No podía soportar la idea de sentirme tan desesperado de nuevo.

Entonces Ai Fa…

Por favor, no sueltes esta mano…

Mientras el espacio vacío a nuestro alrededor vacilaba, abracé a Ai Fa con fuerza. Sin embargo, mientras lo hacía, su cuerpo se dispersó y desapareció.

***

Y luego me desperté.

“¿Uugh…?”

Cuando recobré la conciencia, me encontré acostado y abrazando mi propio cuerpo.

Había sido un sueño tan vívido, pero al desaparecer de mi memoria, no dejó nada más que una vaga sensación de soledad.

¿Qué demonios estaba haciendo en un lugar como este…?

Era como si hubiera una especie de neblina blanca llenando mi mente, dejando mis pensamientos y emociones turbios.

¿Cuándo fue…? ¿Dónde estaba…? Entonces, traté de enfocar mi visión borrosa.

Lo primero que vi fue un techo de yeso desconocido.

Y en lo que estaba acostado era en una cama. Tenía un colchón delgado y mullido como un futón que se sentía realmente agradable en mi espalda.

“Futón… ¡¿Futón?!” Cuestioné, disparándome.

Instantáneamente, sentí una poderosa sensación de vértigo y sentí que estaba a punto de desmayarme.

Era un hecho que estaba encima de una cama y que había un futón suave debajo de mí.

Y no era como la tela gruesa en capas que había visto en el borde del bosque. No, era un colchón aireado de primera clase que me sostenía suavemente como un sueño.

Una sensación de terror se estaba apoderando de mí, carcomiéndome lentamente.

Simplemente no hay manera, pensé, afligido por la preocupación de haber sido empujado una vez más a un nuevo mundo desconocido.

Mientras me limpiaba el sudor frío de la frente, traté de mirar a mí alrededor.

Realmente no había visto una habitación construida como esta antes, después de todo.

Las cuatro paredes estaban construidas con lo que parecían ser ladrillos blancos con un tinte amarillento, y había una puerta doble en la que estaba a mi derecha.