Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 23

Capítulo 5: La Hija De La Cocinera

Parte 3

“¡Que frustrante! ¡Madre me engañó una vez más!”

“Creo que es más que simplemente fuiste descuidada, Arcy”.

Era la misma noche que había llegado Arcia. Los niños estaban todos vestidos en pijama, reunidos en una de las habitaciones del castillo. Frei simplemente le suspiró a Arcia, que estaba golpeando algunos cojines para aliviar su estrés. Como para cambiar de tema, Quun se volvió hacia Elna y Linne.

“Dime, ustedes dos. ¿Estás segura de que era Arcia quien estaba frente a ti cuando ocurrió el impacto?”

“Mhm. Cuando el núcleo explotó, Arcia nos protegió de él”.

Después de escuchar a Linne hablar, Quun se convenció de su hipótesis. Estaba casi garantizado. Sus hermanos estaban apareciendo en este mundo según lo lejos que estaban del núcleo cuando ocurrió el destello.

“Entonces, Arcia… ¿quién estaba frente a ti?”

“Er… Era tan brillante que cerré los ojos… Pero creo que Yoshino era la más cercana a mí…”

“¿Yoshino?  Estoy  seguro  de  que  estará  bien,  entonces…  Ella  tiene [Teleport], así que mientras no se desvíe…”

Yoshino era la hija de Sakura, por lo que podía usar el mismo hechizo nulo. A diferencia de [Gate], [Teleport] podría llevar al taumaturgo a cualquier lugar siempre que tuvieran los cálculos de distancia en su cabeza.

Se requería una cantidad considerable de poder mágico para lanzar, pero las reservas de maná de Yoshino eran lo suficientemente profundas como para permitirle ir a Brunhild varias veces incluso desde el extremo más lejano del mundo.

Si había algún problema real, era la personalidad de la chica. Yoshino era una chica de mal humor. No le gustaba hacer cosas que no le gustaba hacer. Ella solo hizo lo que le apetecía hacer. Ella era el tipo de chica que diría: “Debería ver a mi familia… pero tal vez pueda esperar…”

Le encantaban las cosas nuevas e interesantes y, a menudo, las perseguía sin dudarlo. Pero también se aburría mucho, con mucha facilidad. Su tarjeta de almacenamiento era un cementerio de pasatiempos de los que rápidamente se cansó. En otras palabras, tenía un carácter caprichoso.

Quun sabía que era poco probable que Yoshino viniera directamente a Brunhild incluso después de haber sido enviado al pasado.

“Si no tenemos cuidado, Yakumo llegará antes que ella”.

“¿Qué quieres decir? ¿Es malo si Yakumo viene primero?”

Las palabras de Quun confundieron a Elna, pero Linne solo pudo reír.

“Piénsalo. Si Yoshino aparece casualmente después de que Yakumo lo hace, probablemente tendrá un montón de basura al azar que recogió”.

“Oh… Yakumo definitivamente le dará una seria lección de nuevo…” Elna sonrió con ironía mientras se imaginaba la escena que había visto un par de veces antes.

Yakumo era la imagen de la seriedad. Ella cumplió con su deber. ¿Pero Yoshino? Ella se mostró indiferente y relajada hasta el extremo. Las dos eran polos opuestos. No estaban en malos términos ni nada, pero se sentía simplemente natural que Yakumo reprendiera constantemente a Yoshino.

“Yoshino… Será mejor que te apresures a volver antes de que Yakumo te hablara hasta por los codos…” Frei murmuró en voz baja a una hermana que ni siquiera sabía que había llegado todavía. Realmente no le importaba si Yakumo le hablaba con severidad a Yoshino, pero probablemente podría hacerlo sin el dolor de cabeza.

Aunque estaría más inclinada a ayudar a su caprichosa hermana si la niña le trajera un arma interesante de sus viajes…

***

“¡Achoo!” Yakumo de repente estornudó de una manera no muy diferente a la de un anciano.

“Mnh… Alguien debe estar hablando de mí…” murmuró y se frotó la nariz mientras continuaba por la ciudad. Ella estaba en la nación de Orphen. Era la contraparte occidental de Eashen, la tierra natal de su madre.

Eashen estaba en el lejano oriente, mientras que Orphen estaba en el lejano oeste. Yakumo nunca había estado en Orphen antes, pero el lugar era geográficamente similar a la casa de su madre. Aun así, se había visto obligada a conseguir un barco de Lassei para llegar a la isla, ya que no tenía recuerdos de Orphen a través del cual usar [Gate].

Había venido aquí en busca de un peculiar polvo dorado que había descubierto en Isengard. Se rumoreaba que era un polvo hecho con las ramas del Árbol Puro. Uno eficaz contra una enfermedad particular que asola Isengard.

Una enfermedad que provocó fiebre, emaciación… y finalmente la muerte… Lo más aterrador de la aflicción fue que provocó que una flor dorada brotara de la cabeza de los infectados… Una flor que los convertía en cadáveres andantes.

Aquellos que sabían la verdad sabían que no se trataba de una enfermedad en absoluto. Era un método que alguna vez empleó el dios malvado para convertir a los humanos en monstruos mutados. Sin embargo, la mayoría de la gente no sabía esto, por lo que creían que era una enfermedad.

El dios malvado había sido derrotado, por lo que los casos actuales de la enfermedad eran solo aquellos que habían sido infectados en el pasado. Ya no era una amenaza activa. Desafortunadamente, no fue tan fácil sofocar ansiedades tan arraigadas.

Si este polvo dorado fuera solo una simple estafa, Yakumo no habría venido hasta aquí. Lo habría informado al gremio cercano o involucrado a las autoridades de Isengard. Pero había algo extraño en eso. El polvo que había recuperado le dio una inmensa sensación de pavor.

Después de seguir varias pistas, el rastro llevó a la joven Yakumo a la nación de Orphen. Era una tierra culturalmente similar a Eashen. Llevaban atuendos no muy diferentes a los kimonos y sus casas estaban construidas con madera y ladrillo, pero las calles aún estaban llenas de piedras mágicas y brillantes y Gollems, cosas que parecerían fuera de lugar en el lejano oriente.

Si el padre de Yakumo hubiera estado aquí, habría reconocido la arquitectura más desarrollada. Podría haberle recordado las eras Meiji y Taisho de Japón. Los espadachines y Gollems en las calles recordaron las imágenes de samuráis. Incluso empuñaban katanas.

Eso funcionó a favor de Yakumo. Aunque se destacó en muchas naciones del mundo, aquí se parecía a cualquier otro ciudadano Orfenes.

Marchó directamente por la calle principal. Era su primera vez aquí, pero tenía un mapa en su teléfono que mostraba su entorno. Su destino era un edificio en ruinas en las afueras de la ciudad. Se dice que la sustancia dorada fue vendida por un comerciante peculiar que vivía allí. Ella no tenía ningún plan real. Ella simplemente tenía la intención de atacarlo, detenerlo y hacerlo hablar. En ese sentido directo, Yakumo se parecía mucho a su madre.

El edificio abandonado en las afueras de la ciudad solía ser una especie de instalación de producción. Ella procedió a través de él, pero no pudo sentir nada en el camino de la presencia humana en absoluto. Se preguntó si les habían avisado y habían escapado… pero entonces  algo salió disparado de la oscuridad en el segundo piso.

“¡¿Eh?!”

Yakumo se agachó y saltó hacia atrás cuando tres cuchillos se clavaron en el suelo donde había estado parada. La joven sacó la espada de su cintura, mirando hacia el oscuro espacio del que habían venido los cuchillos.

“… ¿Quién eres tú? No eres uno de mis clientes habituales… Tus ojos son demasiado vivos… Tu andar demasiado vigoroso…”

Su agresor emergió de la oscuridad con un casco peculiar. El casco tenía forma esférica. Tenía mirillas redondas unidas a los lados con barras de hierro cruzadas a lo largo de ellas.

Un tubo en forma de tubería salió del casco y se conectó a un tanque en la espalda de la persona. Fue un espectáculo muy extraño, en general.

Si el padre de Yakumo estuviera aquí, podría haber comentado que, sea lo que sea lo que lleva puesto este individuo, se parece mucho a un traje de buceo.

Al principio, Yakumo pensó que su enemigo podría ser un Gollem, pero tras una inspección más cercana quedó claro que era un ser humano con un pesado atuendo ruidoso.

“Tú eres el que esparce la droga dorada, tú e— Er… ¿no es así?”

“Eso soy yo. ¿Y qué eres tú? ¿Un perro faldero de Orphen? ¿Vienes a olfatearme y derribarme por órdenes de tu nación? Tu país es más rápido de lo que esperaba”.

Su enemigo había cometido un error al identificarla, pero Yakumo decidió no corregirlo. Era más conveniente de esa manera.

“¿Cuál es la verdad detrás de tu medicina? No es solo un fraude, ¿verdad? Hay más en eso”.

“Hoh. Eres bastante astuta, ¿no? Supongo que es una especie de proceso de selección. Nos ayuda a identificar quién tiene la aptitud adecuada y quién no”.

Yakumo no tenía idea de lo que quería decir su atacante. No estaba segura de cómo la medicina podía detectar a las personas de esa manera. Por lo tanto, decidió obtener sus respuestas directamente.

“[Gate]”

“¡Mfh!”

Yakumo abrió un portal justo al lado de la persona en el traje de buceo, pero encontró su golpe repentino bloqueado por un hacha sacada de la cintura de su enemigo.

“¡Nh!”

Los dos se alejaron de un salto.

Yakumo estaba completamente desconcertada. Su espada estaba compuesta de phrasium. Fue forjado por su padre. Era su posesión más preciada… Y, sin embargo, de alguna manera, su enemigo había bloqueado una espada tan poderosa con nada más que una pequeña hacha.

El individuo del traje de buceo parecía igualmente sorprendido por el choque.

“… ¿Tu arma realmente chocó con mi Deep Blue…?” la persona murmuró y miró el hacha en su mano, que ahora brillaba con un azul metálico.

Yakumo vio su oportunidad, así que la aprovechó. Cerró la distancia en un abrir y cerrar de ojos, cortando a su enemigo.

“¡Hwah!”

La punta de su espada cortó limpiamente un tubo cerca del cuello del traje. Un segundo después, una niebla dorada comenzó a salir de la tubería, dispersándose por el área. Yakumo, sintiendo que algo andaba mal, saltó hacia atrás inmediatamente.

“¡Ack! Maldita sea… tendré que retirarme por ahora… Siéntete libre de decirle al emperador dragón de Orphen que hemos terminado aquí por ahora… Pero recuerda mis palabras… nosotros los devotos malvados devolveremos el mundo a cómo ¡debería ser! ¡Cómo debía ser!”

“¿Devoto malvado? Espera, no puedes querer decir… ¡Espera, no debes…!”

Antes de que Yakumo pudiera terminar de gritar, su enemigo se tiró al suelo como si fuera agua… y luego se fue.

Probablemente era una forma de magia de teletransportación. Dondequiera que estuviera su enemigo ahora, no estaba aquí.

“El devoto malvado… La abuela Tokie tenía razón al tener un mal presentimiento, ella lo tuvo…” La voz de Yakumo parecía preocupada. Silenciosamente enfundó su amada espada y dejó escapar un profundo suspiro.

***

“Hombre… estoy vencido…”

Dejando a un lado el alboroto con la llegada de Arcia, el recorrido por el parque temático terminó sin problemas.

Había descubierto muchas cosas que funcionarían para el propio parque de diversiones de Brunhild, y cosas que sentí que no funcionarían… pero no estaba seguro de querer impartir este nivel de agotamiento a todos los papás del mundo.

Aun así, ver la expresión de alegría en los rostros de mis hijas no me dio muchas opciones al respecto.

La llegada de Arcia significó dar otra excusa al personal del castillo, pero tuve la previsión de advertir a todos con anticipación, por lo que realmente no fue cuestionado.

Cuando regresó al castillo, se dirigió directamente a la cocina para ayudar a nuestra cocinera principal, Crea. Terminamos teniendo una gran cena, pero terminé con dolor de estómago después porque nuestro recién llegado terminó dándome plato tras plato.

Agradecí al príncipe Robert por traer a mi hija, y después de dejarlo sentarse a cenar, lo envié de regreso a Panaches a través de [Gate]. No pude evitar sentir lástima por él esta vez, después de todo.

Con Arcia ahora aquí, eso significaba que más de la mitad de mis hijos estaban ahora en Brunhild… Quun, Frei, Arcia, Elna y Linne.

Los únicos que quedaron por aparecer fueron los de Yae, Sue, Sakura y Yumina… Aunque la hija de Yae, Yakumo, técnicamente ya estaba aquí.

Hm… Me pregunto dónde está ahora mismo.