Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 4

Capítulo 6: El Casi Encuentro

“Bueno, hasta luego, sensei”.

Setsuna se fue no mucho después de que Kaiko le humillara en la competencia.

“Espera. Mi hermano debería llegar pronto a hacer la cena. ¿Quieres quedarte a cenar?”

Setsuna pensó por un momento en la invitación de Itsuki antes de sacudir su cabeza. “Nah, estoy bien por hoy. Pero realmente debería conocerlo algún día”.

Dado su hábito de mostrarse sin ser invitado, pasar el rato, y después irse sin dar ningún aviso, Setsuna aún no ha estado en casa de Itsuki al mismo tiempo que su hermano.

“…Está bien. Buena suerte”.

“Mm-hmm”, respondió, un poco nervioso, mientras se iba.

Entonces:

“Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, ella me vencióooooooooo…”

Se tiró al suelo, suspirando profundamente.

No hace falta ser un genio para ver lo imprudente que es que un principiante del manga rete a una profesional en ascenso, pero de todos modos perder dolía. Aun siendo un inexperto con el manga, dio todo de sí para dibujar traseros de chicas lindas, su mayor talento. Aun así, no fue suficiente.

Él quería poder dibujar mejores traseros. Traseros celestiales. Traseros tan maravillosamente deslumbrantes que pudieran trascender la ilustración, el manga, las artes finas,  y  así  poner  de  cabeza  todos  esos  formatos

mencionados. Y para hacer eso, él tenía que ver el trasero de esa chica otra vez—y usarlo para avanzar al siguiente nivel.

Ya habían pasado varios meses desde la última vez que vio a la chica y a su trasero del milenio cerca de este vecindario. Estuvo visitando frecuentemente el área desde entonces, buscando por los alrededores, esperando por otra oportunidad de verlo, pero ninguno de sus esfuerzos ha dado fruto aún.

Él buscó en algunas preparatorias y gimnasios cercanos por recomendación de Itsuki, pero parece que el público en general no entiende el concepto de “poder de pelea de un trasero” (así es como él intentaba describirlo a los demás), y aparte del increíble poder de pelea que el trasero de esta chica poseía, él no tenía idea de su nombre, cara, ni nada.

Si al menos supiera cómo se ve, podría hacer un boceto muy parecido fácilmente, pero aparte de su trasero y las flexibles y voluptuosas piernas que lo apoyaban, todo lo demás acerca de ella se desvaneció de la mente de Setsuna.

“Ugh… Quizás debería rendirme…”

SILLIES fue cancelado, acaba de perder una batalla de manga, y esa chica se niega a aparecer otra vez. Todo lo que podía hacer Setsuna Ena era vagar deprimido por la ciudad.

***

Mientras tanto:

“¡……!”

Chihiro  Hashima,  caminando  desde  la  parada  de autobús más cercana a la casa de Itsuki, fue sorprendida por la aparición de un joven frente a ella. No había manera alguna de que ella pudiera olvidar ese cabello tricolor. Él era pequeño, más o menos del mismo tamaño que Itsuki. No había duda alguna.

¡¿—Qué hace ese acosador aquí?!

Escondiéndose rápidamente en un callejón cercano, Chihiro esperó a que su corazón se calmara.

Hace varios meses atrás, cuando Itsuki y sus amigos habían ido a un picnic bajo un árbol de flor de cerezo, Chihiro fue acosada por este hombre en su camino a casa. Él le preguntó si ella podía mostrarle su trasero, o algo así—no tuvo mucho sentido para Chihiro—y cuando ella se negó a hacerlo, él extendió su mano y le bajó los pantalones.

Ella fue lo suficientemente suertuda como para noquear al pervertido con una patada bien dada, y dado que él no había mostrado su presencia desde entonces, Chihiro asumió que estaba segura. Pero, ¿él aún seguía rondando por este vecindario?

…Quizás vive por aquí cerca. O quizás aun me busca.

Para vengarse.

De cualquier modo, Chihiro no quería encontrarse con él otra vez, y mientras se dirigía rápidamente al apartamento de su hermano, juró mantener el ojo bien abierto la próxima vez que caminara por esta calle.