Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 4

Capítulo 10: Chronica Chronicle III

Parte 3

El golpe final del asesino, liberado con cada onza de fuerza que quedaba en su cuerpo, cortó en pedacitos a la protectora Tsukiko, causando daño letal.

“Ma-Maldita seas…”

El  asesino  emitió un  repugnante  gemido  mientras respiraba por última vez, incapaz de completar su misión.

“¡Tsukikooooo!”

Nina levantó el cuerpo profundamente sangrante de la chica.

GM: “Tsukiko, ¡¿por qué…por qué protegiste a alguien como yo…?!”

Tsukiko: Mmm… Bueno, hasta ahí llegué… No me arrepiento…

Sen: ¡Hermana mayor! Miyako: ¡Tsukiko!

Deathmask: ¡Oh, mi pobre hermana!

GM: Las otras hermanas corren hacia ellas mientras Nina suavemente pone el cuerpo de Tsukiko en el suelo…

¿Unas últimas palabras, Tsukiko?

Tsukiko: …Bueno, lo siento, chicas. Supongo que este es el final del camino.

Sen: No… ¡Hermana, no!

Tsukiko: Pero no se preocupen por mí… Ayuden a Nina a reunirse con su hermanita… Y tú, Miyako… Mantén a Sen y a Deathmask…a salvo… Y luego cierro suavemente los ojos…y relajo mis músculos.

Miyako:   Um…entonces,  espera,  ¿Tsukiko   en   serio murió?

GM: Sip.

Miyako: ¡¿Eso puede pasar?!

GM: Bueno, es de esperarse de un juego de rol. Incluso los personajes de los jugadores pueden morir a veces.

Miyako:  ¿Hay  alguna  magia  u  objeto  o  algo  que podamos usar para resucitarla?

GM: Nop.

Sen: Oh no…

Deathmask: Estás bromeando… ¡Tienes que estar bromeando, Tsukiko!

Deathmask estalló en lágrimas, aferrándose a la forma sin vida de su amada hermana—pero Tsukiko no volvió a abrir la boca.

Pasó mucho tiempo antes de que Deathmask, aun llorando, saliera débilmente de la casa. Miyako y Sen simplemente se quedaron allí, incapaces de convocar la energía para perseguirla. Y mientras Deathmask vagaba por el sendero de la montaña, en lo profundo de la noche, sus ojos ardían con las oscuras llamas de la venganza.

“…Pagarán… Juro que haré que Horn River pague por matar a Tsukiko…”

Una vez que Nina se curó a sí misma, a Miyako, y a Sen, dentro de la casa, las tres decidieron dejar la ciudad de una vez.

Quedarse aquí podría exponerlas a otro ataque de asesinos en poco tiempo. Así, mientras el dolor de perder a su hermana las destrozaba por dentro, Miyako y Sen se apresuraron a prepararse para salir a la carretera.

Mientras empacaban, Nina les reveló un rayo de esperanza. “…Ahora que lo pienso”, dijo, “cuando todavía estaba en el ejército, una vez escuché un rumor. Un rumor sobre un aldeano de la tribu Narow que puebla las Montañas Elcadia, uno que ejerce el poder de revivir a los muertos…”

“…De hecho, tal vez puedan”.

Un rayo de esperanza comenzó a brillar en los ojos de Miyako y Sen una vez más. La decisión fue unánime. Sen y Nina tomarían el cuerpo de Tsukiko y se dirigirían directamente a las montañas de Elcadia. Deathmask aún no había regresado a la mañana siguiente, así que Miyako se ofreció para buscarla y reagruparse con las demás más tarde.

Miyako: ¿A dónde se fue esa chica…?

Sen: Sólo espera un poco, hermana mayor. Te prometo que iremos a aventurarnos juntas de nuevo.

GM: Tras la repentina muerte de Tsukiko, Sen y Nina deciden emprender una búsqueda para resucitarla. Mientras tanto, Miyako se embarca en la búsqueda de Deathmask, quien ha desaparecido en la noche. ¿Qué les ocurrirá a las hermanas Midfield en sus siguientes aventuras? …En serio, ¡¿Qué voy a hacer con ustedes ahora?!

Con un grito de agonía muy poco convincente, la sesión llegó a su fin, seguida de un poco de actualización de estadísticas. Las hojas finales se veían así:

Una vez que todas, excepto Tsukiko, terminaron el procedimiento de nivelación, Haruto recogió sus hojas de personaje para revisarlas.

“Veamos… Sen mantiene sus mejoras muy equilibradas, Miyako ha aprendido una nueva magia, y Deathmask…ha puesto todos sus puntos de bonificación en Carisma. Ha-ha-ha… tengo un muy mal presentimiento sobre eso…”

“¿Qué vas a hacer con eso, Nayu?” Preguntó Miyako. “Es un secreto”, respondió Nayuta.

Así terminó su primera sesión RPG desde la última vez—una sesión que predecía eventos ilimitados y emocionantes en un futuro. ¿Adónde llevaría la historia a las cuatro (bueno, tres) hermanas Midfield en el futuro? Ni siquiera Haruto, el gamemaster, lo sabía.