Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 4

Capitulo 32: En El Bosque Una Vez Más

Parte 3

“Huff, huff, huff… Mu-muchas gracias…”

Aunque eran enemigos, el líder de los hombres bestia le ofreció a Mile su agradecimiento por librarlos del olor.

“Hrff, hrff, hrff… N-no te preocupes, fue un placer.”

Ninguno de los dos lados podía considerarse en su mejor forma, pero no había tiempo para sentarse y charlar; la batalla estaba por comenzar.

Sin embargo, antes que empezara, Mavis sacó algo de su bolsillo. Era un pequeño recipiente con forma de cápsula: el regalo que Mile le había dado. Debido a que había tantos enemigos, ella ya había decidido que era hora de usarlo. Agarró la cápsula en su mano y pronunció:

“¡Veamos lo que tienes, Micross!”

Mile había descrito una vez el contenido de este objeto a Mavis. “Dentro de esta cápsula hay un objeto muy, muy pequeño que puede restaurar el poder de tu ‘espíritu’. Cuando las cosas se ponen difíciles, no dudes en usarlo.”

Ya que este mundo aún no tenía una palabra equivalente a ‘nano’, Mile había elegido llamarlo algo equivalente a ‘micro’. Era una sopa llena de cosas microscópicas. ‘Microsopa’ o ‘Micross’ para abreviar. La palabra que usó Mavis obviamente no se pronunciaba igual, pero tenía el mismo significado.

Con esta oración ofrecida a la cápsula, Mavis desenroscó la tapa y tragó el líquido.

“¡True Godspeed Blade EX!”

Con el grito de Mavis, la batalla estaba en marcha

Naturalmente, Reina y Pauline ya habían preparado sus hechizos incluso antes de que comenzara la lucha. Esto no era algo cobarde; en realidad, no era diferente, a que un espadachín agarrara la empuñadura antes de que comenzara la pelea.

Lanzaron sus hechizos antes de que los hombres bestia pudieran acercarse. No había ningún mago en ningún mundo que esperaría a que un enemigo experto en combate a corta distancia se les acercara.

“¡Ultra Super Deluxe Hot Tornado!”

“¡¡Gyaaaaaah!”

Seguido del hechizo mágico especial no letal de Pauline (si no se cuentan las almas), Reina lanzó su propio hechizo.

“¡Ultrasónico!”

“¡¡¡Eeeeeeek !!!”

Después de discutirlo con Mavis, que estaba al tanto de la aterradora filosofía de Reina de que ‘mientras no sea letal, el fuego amigo no es un problema’, Mile había inventado una especie de magia perfecta para luchar contra la gente bestia—uno que solo afectara a los hombres bestia y no a sus aliados. Se lo había enseñado a Reina antes de que partieran.

Por supuesto, los que tenían la mayor probabilidad de quedar atrapados en los hechizos de ataque de Reina eran los de la línea frontal. Para Mavis y Mile, era una cuestión literal de vida o muerte.

Sin embargo, el hechizo de Reina fue un estallido de sonido increíblemente desagradable, inaudible para los humanos, pero perfectamente audible para los hombres bestia, que podían escuchar un rango mucho más amplio de frecuencias.

Los hombres bestia se taparon las orejas con las manos doloridas, mientras que las miembros de Pacto Carmesí, que eran humanas, se mantenían tranquilas. Casi tranquilas.

“Gweeehhh…” Mile podía sentir el aumento de la hiel. “D-detente! ¡Detén ese hechizo!”

Su rango de audición era aún más amplio que el de los hombres bestia.

¿Por qué? No tuve ningún problema cuando practicamos esto.

Mile estaba completamente perpleja. Durante sus sesiones de práctica, Reina solo se había concentrado en proyectar el hechizo hacia el frente. Ahora, sin embargo, reverberaba en toda el área. Además, ella solo había intentado tímidamente este hechizo cuando practicaba; ahora, lo lanzó con toda su fuerza, sin límites.

Después de la primera ola dañina del hechizo de Reina, Mavis se apresuró hacia los veinte hombres del grupo de búsqueda original que no habían sido golpeados por el ataque de Pauline.

Me siento tan ligera, pensó una Mavis toda sorprendida. ¡Mi cuerpo y mi espada se sienten tan ligeros como el aire!

En su vida anterior, Mile habría podido nombrar perfectamente el sentimiento de euforia que Mavis tenía: dopaje.

Gracias a la microsopa, repleta de nanomáquinas, la concentración de nanomáquinas en el cuerpo de Mavis ahora era mucho mayor de lo que normalmente poseería o incluso ingerir a sabiendas. Y así, si usaba su “True Godspeed Blade” normal en su estado actual…

Una vez más, Mavis levantó su grito de batalla. “¡True Godspeed Blade EX!” Esa era la parte más importante, después de todo.

Mile se estaba quedando atrás.

El daño que había recibido del hechizo de Reina fue masivo. Sin embargo, como los hombres bestias habían sido heridos no solo por el hechizo de Reina sino también por el de Pauline, no sería un problema. Antes de que los hombres bestias tuvieran la oportunidad de llegar a Reina y Pauline, Mile los golpeó.

Sin ser rivales para la verdadera velocidad o poder de Mile, los hombres bestias cayeron al suelo, uno tras otro.

¿Por qué se había puesto seria ahora?

Bueno, no se sabía cuántos más ‘hechizos de ataque no letales’ usarían Reina y Pauline si la batalla se prolongaba. “¡No es como si matara a nadie, así que está bien si tus aliados quedan atrapados en el fuego!” había dicho Pauline una vez.

Los dos eran de la misma línea de pensamiento.

Sin dudarlo, lanzarían una completa aniquilación, incluso sobre queridas amigas.

Así era Reina y Pauline.

Nunca serían disuadidas o desviarían los hechizos.

¿He superado los límites de la capacidad humana? Se preguntó Mavis, luchando con toda su fuerza de todos modos.

De esta manera, incluso podría vencer a su padre o hermano mayor en un abrir y cerrar de ojos. Ella lo sabía con certeza.

No, esta no es realmente mi propia fuerza. Esta es The True Godspeed Blade que puedo invocar con mi propio poder espiritual, pero este poder es de esa medicina especial que solo es temporal. ¡Aun así, lo aceptaré y lucharé con todo mi potencial! Además—

Mavis miró rápidamente detrás de ella.

— ¡Si no nos damos prisa y terminamos esto, podría terminar atrapada en uno de sus hechizos!

Con el mismo pensamiento en sus mentes, Mile y Mavis lucharon por sus vidas. Sin embargo, con esa desesperación, todavía se negaron a atacar con todas sus fuerzas. Concentraron todo en controlar su velocidad y poder para no causar lesiones graves.

Pero entonces, justo cuando parecía que estaban a punto de lograr la victoria y sin enfrentar una segunda ola de los hechizos de Reina y Pauline, apareció.

“Grruurrrrrrrrr…”

Cerca del centro del sitio de excavación había un agujero de unos siete u ocho metros de diámetro. Desde su interior, algo enorme trepó.

“¿U-un dragón de la tierra?” Aunque estaba sorprendida, Reina inmediatamente comenzó a conjurar un hechizo. Inicialmente había preparado un hechizo no letal para los hombres bestia, pero tal cosa sería inútil contra un dragón. Ella inmediatamente lo descartó y comenzó otro. Pauline hizo lo mismo.

Mile y Mavis rápidamente derribaron a los hombres bestia restantes y giraron sus espadas para enfrentar al dragón.

“¡Fire Bomb!”

“¡Ultra Hot!”

Las dos magas lanzaron sus hechizos en tándem, pero mientras Reina golpeó al dragón en las entrañas, parecía no tener efecto. El hechizo de Pauline se disipó antes de llegar a la cabeza del dragón.

“De ninguna manera…”

“¿C-cómo?”

Incluso para un dragón, recibir un golpe directo de un hechizo como Fire Bomb particularmente uno poderoso—sin ningún daño, ni siquiera retroceder, era impensable. Y el hechizo de Pauline simplemente se había desvanecido. ¡Era inconcebible!

Al ver al dragón ileso y continuar acercándose a ellas, y con el hecho de que Reina y Pauline estaban demasiado aturdidas para preparar más hechizos, Mile decidió intervenir. Esta quizás era la primera vez que necesitaba usar en serio un hechizo de ataque.

“¡Explosión de magia, Fire!”

¡Pow!

“Qu…”

El poderoso hechizo, lanzado en serio para derribar al dragón, fue desviado.

Mientras Mile se levantaba, sorprendida, el dragón, que había estado acercando lentamente hacia ellas todo el tiempo, se movió con un golpe rápido y preciso, azotando a Mile con la cola.

“¡Gyaaaaaah!” indefensa, Mile voló hacia las ruinas de piedra a diez metros de distancia. Se estrelló contra los escombros medio derrumbados.

“¡Miiiiiiile!” gritaron Reina, Mavis y Pauline. Sin embargo, antes de que pudieran ayudarla, tenían que hacer algo con el dragón.

Las tres hicieron todo lo posible por convencerse de que era igual que con el lagarto de roca, que ella estaría bien; Era Mile, después de todo. Aun así, sabían que las posibilidades de que esa plegaria fuera respondida eran escasas.

“Gaaaaaaaah…”

Un dolor inmenso e increíble recorrió todo el cuerpo de Mile.

¡Ow ow ow ow owww! ¿Qué pasa con esto? Ese golpe no fue diferente al del lagarto de roca…

Nunca había sentido tanto dolor, ni en su vida anterior y de hecho nunca desde su reencarnación. Era como si cada hueso de su cuerpo estuviera roto… No, probablemente no solo estaban rotos. Si no que destrozados en pedazos y ahora perforando sus músculos y órganos internos. El dolor era todo en lo que podía pensar.

¿Por qué? Pensé que se suponía que tenía la mitad de la robustez de un dragón ancestral… ¿Por qué mi magia no lo dañó…?

El dragón se volvió para mirarla. Ella no podía mover un músculo, ni emitir un sonido del dolor horrible, pero el dragón continuó acercándose. Abrió su enorme boca y…

“¿Oh? Te pegué y sin embargo, sigues viva… ¿Qué eres?”

“¡¿H-habló?!” gritó Pauline, pero Reina y Mavis, ahora dándose cuenta de lo que realmente estaban enfrentando, se mordían los labios con miedo.

“U-un dragón ancestral…”

Así es. No era un dragón de tierra sino un dragón ancestral, cuyo poder, inteligencia, magia y fuerza eran los más grandes del mundo y de los cuales Mile poseía solo la mitad de su poder…