Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 4

Capitulo 30: ¡Una Lucha Temible! La Batalla Del Amanecer 

Parte 1

Era antes del amanecer. Cuando el cielo aún estaba oscuro. Mile ya había despertado a todos y preparado un desayuno apresurado, de carne seca y sopa hidratada. Ahora las preparaciones para su partida estaban listas.

“Llegaron,” dijo rápidamente. “Hay doce personas detrás de nosotros. Parece que aún no nos descubren.”

“¿Cómo lo sabes?” Preguntó el líder de los cazadores.

“¿Vas a violar el código de los cazadores y preguntarme sobre mis habilidades?” dijo Mile.

“Erck.. L-lo siento,” se disculpó.

A diferencia de Dragonbreath, con los que había formado equipo antes, debía ser muy estricta en estos asuntos.

Bueno, con un grupo como los escoltas del equipo de investigación, un grupo de pensantes que asumirían un trabajo tan duro y poco lucrativo como este, ella tenía que ser así.

“Tendremos que defendernos. Te dejaremos que dirijas al equipo de investigación y los otros grupos. Por favor asegúrate de que nadie sea asesinado o capturado. Las heridas leves están bien dentro de lo razonable,” dijo Reina.

“¡E-espera un minuto! ¡¿Qué diablos intentan hacer?! Además, yo debería de dar las indicaciones a todos,” dijo el líder quejándose.

“¿Y qué planeas hacer cuando no tienes ni siquiera las armas adecuadas?” preguntó reina. “Aceptamos un trabajo para localizar y rescatar al equipo de investigación. Por lo tanto, para poder salvarlos a todos, necesitamos defendernos del enemigo. El trabajo que tomaste era de proteger a los académicos, ¿no? Así que necesitas quedarte atrás y protegerlos.”

“Que…” el líder, que estaba siendo tomado tan a la ligera por reina que sólo era una niña ante sus ojos, estaba estupefacto.

Sin embargo, ella tenía razón. No había forma de que las espadas y lanzas de madera fueran confiables contra enemigos equipados con armas de metal.

Pelear contra monstruos sería una cosa, pero en una batalla contra hombres bestia, tendrían que defenderse de los ataques con todas sus fuerzas. En un choque fuerte sus armas de madera serían hechas añicos.

“L-las dos peleadoras del frente podrían prestarnos sus espadas…”

“¡¿De verdad crees que le daríamos nuestras armas a unos extraños antes de una gran batalla?!” dijo Mavis furiosa.

“Supongo  que  tienes  razón…”  dijo  el  líder  asintiendo,  bajando  sus  brazos.

Aparentemente, sabía lo tonto que sonaba eso.

“No hay necesidad de preocuparse tanto. Ayer, nosotras solas luchamos contra ocho de esos hombres bestia,” agregó Pauline.

“¿Qu-qué?”

Los ojos del líder se abrieron con incredulidad. Había asumido que las chicas habían logrado llegar a las chozas infiltrándose por la red de vigilancia de la gente bestia, logrando no toparse con ningún enemigo en el camino.

“No tenemos tiempo,” dijo Mile, interrumpiendo. “Si nos ven, intentarán rodearnos. Podemos suponer que querrán capturarnos a todos, para evitar que se nos escape la información. Es demasiado tarde para que corramos ahora, así que nos mantendremos firmes aquí y los enfrentaremos.”

“Entendido.”

No había tiempo para perderlo hablando, el líder asintió a regañadientes.

***

“¡Ahí están! Parece que ya están despiertos y están por moverse.”

“Ya veo…”

Los humanos se habían estado moviendo más rápido de lo esperado, por lo que, a pesar de haberse apresurado, los hombres bestias aún no podían atrapar a los fugitivos. Sin embargo, el equipo de búsqueda los alcanzó antes que dejaran el bosque.

Por un corto tiempo, habiendo señales de que se estaban acercando. Habían supuesto, que todo saldría bien sí podían atraparlos mientras aún dormían, pero los humanos se habían despertado antes del amanecer y ya estaban haciendo los preparativos.

Claro, atacar a sus enemigos mientras dormían no era una táctica preferida para los orgullosos  hombres  bestia.  Sin  embargo,  no  era  una  lucha  ordinaria.

Estaban recapturando a los fugitivos y usarían cualquier medio para atraparlos. Por el bien de sus aliados en el sitio de excavación, no podían permitirse que los humanos escaparan.

Ya que sus oponentes estaban desarmados, esto no era tanto una ‘batalla’ en sí, sino más bien una ‘captura’, atacarlos por sorpresa esta vez ayudaría y aseguraría que ninguno del otro bando saliera herido y por lo tanto no sería un golpe duro para el orgullo de los hombres bestia.

Así era como el segundo equipo de búsqueda lo entendía. Su líder, para calmar su ansiedad, lo había explicado muy simple: “Nosotros la gente bestia somos una raza orgullosa. Si alguna vez manchamos el nombre de nuestra gente, nuestra familia o de nosotros mismos—si les acarreamos una vergüenza—este pecado sólo podrá ser limpiado con la muerte. ¿No sería un ataque furtivo para soldados como nosotros vergonzoso?”

Sin embargo, después de todo no pudieron lanzar un ataque furtivo, tales preocupaciones ya no eran un problema. Sacudieron su cabeza ante esa idea.

Aun así, la situación no era tan problemática. Se enfrentaban a dieciocho humanos desarmados, con gente no combatiente en sus filas. Aunque llegarán varios a rescatarlos, no había forma que unos humanos normales hicieran frente a los hombres bestia en un combate serio.

Creyendo esto, el líder—aliviado de haberlos alcanzado—no dudaba de su éxito. “Muy bien muchachos, rodéenlos. Una vez lo hagamos, cerraremos el perímetro.

Cuando nos vean, saldremos todos a la misma vez y exigiremos su rendición.”

Incluso si los humanos pretendían luchar, al ver que fueron descubiertos y rodeados debería bastar para rendirse. Deberían saber que no serían lastimados y serían liberados cuando los hombres bestias terminaran con sus asuntos. Ya lo habían dicho una y otra vez a los humanos. Dado el trato amable que habían mostrado hasta ahora, tenían la esperanza que les creyeran.

Por lo tanto, no podían imaginarse que se resistieran hasta morir, no sin ninguna arma.

Y en efecto, su suposición era correcta.

Al menos, hasta que Pacto Carmesí llegó…

***

“¡Allí están!”

El grito de Mavis puso a todos en alerta. La tensión inundó las manos que agarraban varias armas.

El Pacto Carmesí había esperado que los persiguieran, pero no solo doce. Pensaron que habría al menos algunos más.

Sin embargo, no podrían haber predicho que los ocho hombres de su primer encuentro retendrían información sobre la fuerza de las chicas para salvar su pellejo. Y Mile era la única que sabía sobre la trampa. Esto sería una sorpresa, pero no iba a ser exactamente un problema para ellas.

Una vez notaron que los fugitivos ya los habían visto, los hombres bestias saltaron al frente. Rodeando al grupo, comenzaron a acercarse. Ante los fugitivos, que ahora estaban de espaldas ante un gran árbol, había cuatro chicas que no reconocían. Estaban posicionadas como si protegieran a los demás.

¿Son ellas las que vinieron a rescatar a los prisioneros? Cuatro niñas… ¿Son ellas el grupo de chicas de las que el equipo de intercepción habló el otro día? ¡¿Las que habían asustado?! ¡Esos idiotas! ¡Fueron perseguidos!

El líder ahora entendía como los prisioneros habían escapado. Sin embargo, no era el momento para detenerse y pensar sobre esto.

“Cómo pueden ver, están rodeados, rendíos. No hagan nada estúpido. Las únicas con armas adecuadas son esas dos niñas, por lo que no hay nada que puedan hacer. No intentamos lastimaros, ¿entienden?”

El líder estaba un poco desconcertado al ver que los fugitivos estaban equipados con lo que podrían ser ‘armas’, aunque fueran de maderas, pero no debía mostrarlo en su rostro. Ese era el principio más básico de una negociación.

Sin embargo, Pacto Carmesí se mantuvo firme.

“¿Por qué deberíamos de escuchar a un montón de bandidos y entregarnos? ¿Crees que somos estúpidas?”

“¡¿Qué?! ¡No somos bandidos!” grito indignado el líder de los hombres bestia.

Reina ni se inmutó.

“¡Atacaron a este grupo en medio del bosque, los despojaron de sus armas y pertenencias, y los encerraron! Si ese no es un acto de los bandidos, entonces ¿qué es?

¿Son criminales o delinquir es algo normal para la gente bestia? Si ese es el caso, debemos informarlo a la capital para que se corra la voz, luego tales malentendidos puedan ser evitados en el futuro. ¿Les importaría decirnos sus nombres? Después de todo, debemos compartir los nombres de los valientes hombres bestia que nos compartieron dicha información.”

“Qu-qu-qué…” la propuesta exagerada de Reina dejo al líder sin palabras.

Sí ese tipo de rumores se expandieran, la reputación de la gente bestia se hundiría por completo. Junto con sus nombres, se les prohibiría a todos volver a vivir en su aldea de nuevo.

Sin embargo, lo que la chica decía no era erróneo del todo. A este ritmo, la buena reputación de la gente bestia se iba a manchar por culpa de ellos.

Lo único que podían hacer por ahora era capturar a todos los presentes y llevarlos de regreso al campamento. Luego les regresarían las pertenencias a los humanos junto con su libertad, contándoles la verdad de la situación para poder aclarar todo el malentendido.

“…¡Supongo que no tenemos otra opción! ¡No queríamos ser rudos con ustedes, pero si se van a resistir, no nos queda de otra más que mostrar nuestra verdadera fuerza!”

“Oh, ¿Su verdadera fuerza?” Reina sonreía.

Al ver esto, el líder ordenó con una voz aguda, “¡atacad!”

Los hombres bestias no tenían malas intenciones contra los humanos y de hecho que la primera vez que capturaron al equipo de investigación y cazadores, se habían asegurado de no lastimar a nadie.

Luchar contra alguien que supieras que no tenía la intención de matarte o herirte te daba una posición ventajosa en la batalla. Pacto carmesí había discutido tal ventaja antes que los hombres bestia llegaran. Por lo tanto, las cuatro chicas decidieron contenerse un poco también.

Salvo por Pauline. “¡¡¡Ultra hot shower!!!” Fwshhhhhhh

Un líquido carmesí cayó sobre los hombres bestia frente a Pauline. “¡¡¡Gaaaaaaaaaaaaaah!!!”

Para los hombres bestia, con su afinado sentido del olfato y vista, esto era increíblemente, increíblemente, increíblemente doloroso…

Dos de ellos rodaban en suelo. ¿Y el tercero? Se desmayó al instante. Una cuarta parte del equipo de búsqueda estaba fuera de combate.

12 ÷ 4 = 3

El trabajo de Pauline estaba hecho. sin embargo, ella ya tenía listo el siguiente hechizo. Solo por si acaso.

“¡¡¡True Godspeed Blade, 1.4 Speed!!!”

La gente bestia era más rápida y fuerte que los humanos. Si Mavis no iba con toda su fuerza desde el inicio, luchar contra uno sería toda una prueba; luchar contra tres sería una muerte instantánea.

Sin embargo, la gente bestia no era tan rápida que los humanos. Luchar contra un humano bien capacitado, la diferencia sería muy pequeña.

Por supuesto, en el calor de la batalla, esa pequeña diferencia podría ayudar o perjudicarte.

Sin embargo, Mavis estaba equipada con la True Godspeed Blade.

Tal vez no sea capaz de cruzar espadas con tres hombres bestia usando la Godspeed Blade normal que adquirió a través de su propio trabajo duro, pero con la True Godspeed Blade—obtenida a través de la magia que fortalece el cuerpo—se convirtió como lo autodenominó 1.4 veces más rápida.

(En realidad, era aproximadamente 1,3 de veces su velocidad habitual y tal vez sólo en algún lugar entre 1,15 y 1,2 veces más rápido que el cazador promedio de rango A.) Mavis ya tenía mucho potencial, pero con esto se convirtió en una fuerza formidable.

Sin embargo, esto no significaba que Mavis pudiera ganar contra un cazador de rango A. El factor en las diferencias en la habilidad, la experiencia, las tácticas y la resistencia, tales cosas estaban fuera de cuestión. Pero luchar contra hombres bestia, que preferían confiar en la fuerza y repudiar la técnica, tenía una oportunidad en un duelo muy parejo.

Y por supuesto, había una diferencia en sus armas.

Los bestias llevaban machetes, hachas y otras cosas no diseñadas para la batalla. En comparación con la espada corta de Mavis, que tenía mucho mejor alcance y velocidad para blandir, estaban en una clara desventaja.

Por encima de todo, Mavis era una espadachina que entrena regularmente y ahora luchaba con civiles a sus espaldas. Para alguien que apuntaba a ser una caballero, nadie—por muy hábil que sea o que esté físicamente en forma—podría vencer a su espíritu.

Con un grito, avanzó.

La introducción de una gran cantidad de fuerza endureció los tendones y forzaron a disminuir la velocidad. ¡Disminuyó un poco su fuerza, para moverse al 100% de velocidad!

Ella luchaba contra machetes y hachas, pero Mavis, que sabía hacia dónde se iban a mover las cuchillas, tenía fe absoluta en su amada e inquebrantable espada.

Ella se movió a una fracción de segundo más rápida de lo que su enemigo podía leer y prepararse. Sus cuchillas chocaron en un ángulo extraño, de tal manera que si su tiempo hubiera sido idóneo, su arma podría haber sido lanzada hacia atrás o golpear en sus manos. Mavis giró la espada noventa grados y la golpeó con fuerza en las entrañas de su enemigo.

Al ser una hoja de doble filo, no tenía sentido golpear con la parte posterior de la espada. Habrían muerto.

“¡Gwah!”

“¡Urk!”

Dos de los hombres bestia cayeron al suelo. El tercero se levantó y miró con los ojos muy abiertos de incredulidad.

Reina, por otro lado, había comenzado la pelea en desventaja.

Debido a que había estado hablando con el líder hasta que comenzó la pelea, no había tenido la oportunidad de preparar un hechizo antes de tiempo.

Según todas las medidas, luchar cuerpo a cuerpo contra enemigos que eran rápidos y hábiles en el combate a corta distancia, sin ninguna preparación previa, era una situación que la mayoría de magos esperaban evitar a toda costa.

Y sin embargo…

“¡Guh!” El hombre bestia que intentó presionarla se encontró con el extremo puntiagudo de un bastón en sus entrañas. Fue casi inmediatamente inmovilizado.

“Qué…”

De los tres hombres bestia que la enfrentaban, ahora quedaban dos, las sonrisas en sus rostros se crisparon.

Uno de ellos solo debería haber sido suficiente para derribar a un mago no preparado; una pequeña niña humana, nada menos.

O eso habían supuesto los dos, lo que los llevó a retroceder casualmente. Ahora, intentaron reunir rápidamente su fuerza, pero ya era demasiado tarde.

Mientras Reina movía su bastón al primer hombre bestia, ella había estado encantando un hechizo. Ahora ese encantamiento relativamente corto estaba completo.

“¡Hot Inferno!”

Un suave torbellino se levantó, girando suavemente alrededor de los hombres bestia. El aire se volvió un poco rojizo.

“¡¡¡Gyeeeeeeee!!!”

Los tres hombres bestias, incluido el que ya había caído, rodaron sobre el suelo, arañando sus gargantas. Las lágrimas brotaban de sus ojos fuertemente cerrados y los mocos goteaban de sus narices.

Al menos por ahora, Reina recordó usar magia no letal. Tal como le dijo a Mile y Pauline:

“Mientras no sea letal, no importa si los aliados u otros más se incendian. Utiliza menos energía mágica que cualquier hechizo de fuego a gran escala.”

Al escuchar esto de ella, Mavis había farfullado con incredulidad, pero Pauline asintió con la cabeza. ¡Increíble magia no letal! Mile había pensado inicialmente. Algo que alguien como “Stern the Destroyer” usaría…

¡Pero no Starlight Breaker, absolutamente no! ¡Si ella usara eso, alguien definitivamente moriría!

Ella había decidido no enseñarle eso a Reina. Incluso Mile tenía un poco de sentido común.

Normalmente, el líder, el más fuerte de su grupo, se enfrentaría a Mavis, aparentemente la más fuerte del Pacto Carmesí y una espadachina. Eso fue lo que Mile supuso, pero quizás gracias a sus instintos, el líder se dio cuenta que Mile era la más fuerte de las cuatro. Desafortunadamente para él, no sabía cuán fuerte era ella.

Justo cuando Mile se movió para desviar su cuchillo, una bola de fuego voló hacia ella desde detrás de él.

“¿U-un hechizo de ataque?”

La magia era un punto débil para la mayoría de la gente bestia, cuyo poder carecía en comparación con los humanos. Sin embargo, eso solo era verdad para la mayoría de la gente bestia.

Había muchos que no podían usar magia en absoluto y muchos cuya magia limitada era mucho más débil que la de un humano promedio. Sin embargo, entre ellos también existían aquellos cuya magia era tan fuerte o más fuerte que la de un humano. Ese número resultó ser mucho más bajo.

Dicho esto, para empezar, había menos gente bestia que humanos, por lo que la observación de que ‘no hay gente bestia buena con magia’ era una tergiversación comprensible.

Naturalmente, esa poca gente bestia que tenía magia fuerte eran enviadas al frente.

El líder y el mago. Los dos miembros más fuertes de su equipo se enfrentaban a Mile. Deben haber tenido una opinión muy alta de ella.

Mile, que había supuesto que los hombres bestias no podían usar la magia, se sorprendió por el repentino ataque mágico… no. Mientras blandía su espada con las dos manos, apartó la mano izquierda. Repelió el cuchillo del líder con su mano derecha sola, redirigió el orbe de fuego con el dorso de su mano izquierda.

El orbe de llamas se disparó directamente hacia las entrañas del tercer hombre bestia, que tuvo la desgracia de estar detrás del líder.

“Qu…” el líder y el mago se congelaron, viendo como el orbe volvía a su compañero de regreso.

Debido a que había sido disparado sin intención de dañar, no explotó en el impacto. En cambio, se dispersó y se disipó cuando alcanzó el objetivo deseado, con una temperatura superficial baja para empezar. Lo que había enviado al hombre bestia volando fue un medio shock, la mitad de él tratando de recomponer su propia postura. Realmente no había recibido mucho daño en absoluto.

Sin embargo, el mago estaba terriblemente tembloroso e incapaz de preparar su próximo hechizo. El líder también permaneció inmóvil, su espada aún cruzada contra la de Mile.

“¡Hup!”

Mile empujó su espada hacia adelante, arrojando el cuchillo del líder. Ella lo golpeó en el costado con su espada.

El mago, que había vuelto en sí, comenzó a conjurar un hechizo, pero lo descartó hasta la mitad. Se dio cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Mavis había derribado a su tercer oponente, dejándolo a él y al joven relativamente herido que había sido arrojado hacia atrás por el orbe repelido como los únicos combatientes capaces de pelear.

El mago entendió: Su oportunidad de victoria era de cero. Si ambos caían significaría el final para sus compañeros.

No era como si los humanos, que probablemente quisieran irse, los hubieran herido gravemente.

Sin embargo, incluso si simplemente los dejaran aquí, sin matarlos por miedo a la guerra entre humanos y gente bestia, no se sabía cuántos días les tomaría volver al lugar de trabajo.

Tampoco cuanto tardarían antes de que los demás se preocuparan por no haber regresado y enviar un grupo de búsqueda.

Y no había garantía de que un objetivo tan importante como un grupo de hombres bestias heridos no fuera atacado por bestias salvajes o monstruos mientras tanto.

Para evitar esto, era crítico que ambos permanecieran en pie. De esa manera, podría enviar al joven de vuelta al campamento en busca de ayuda, mientras usaba cada gota de su poder mágico para sanar y proteger a los heridos de los monstruos, hasta que llegara la ayuda.

Por supuesto, quién sabía si las cosas saldrían tan bien. Quizás a los humanos no les importaba si comenzaba una guerra e intentarían matarlos de todos modos.

Los hombres bestias fueron los primeros en atacar, después de todo, por lo que fácilmente podían proclamar autodefensa. Había una gran posibilidad de que los otros hombres bestias, que no deseaban una guerra con los humanos, se retiraran.

Sin embargo, se estaban quedando sin opciones.

Por ahora, solo el mago y el joven estaban en condiciones de hablar. Y dado que superó al joven, el mago estaba actualmente a cargo.

Entonces, el mago gritó, en voz alta y decidida: “¡Nos rendimos! ¡Por favor no nos maten!”

“Bueno y ahora, ¿qué haremos? Sería demasiado trabajo traerlos con nosotros,” dijo Reina, reflexionando.

“¿No sería mejor matarlos?” preguntó Pauline con indiferencia. Un escalofrío recorrió a los hombres bestia restringidos.

Por supuesto, ella no estaba hablando en serio; ella estaba vacilando para que los hombres no las tomaran a la ligera. Y para divertirse un poco también.

“¡Por favor, esperen!” la apresurada protesta no vino de los hombres bestia sino del líder de los cazadores de escoltas.

“Eso sería un error antes de entender cuál es la situación,” dijo el hombre. “Si esto sale mal, podría significar un conflicto con la gente bestia en general. Intentemos manejar esto con un poco más de calma.”

Aparentemente, había pensado que sus nuevas aliadas hablaban en serio.

“Hm, podríamos hacerlo. Supongo que depende si nos responden sinceramente cuando los interroguemos,” dijo Reina.

Sin embargo, a pesar de la amplia amenaza que representaban Reina y Pauline, los labios de los hombres bestia estaban sellados. A pesar de las largas preguntas desde varias direcciones, no dieron ni una sola respuesta, ni del por qué habían capturado al equipo de investigación y a los cazadores, ni por lo que estaban haciendo en ese lugar de trabajo.