Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 4

Capitulo 28: Una Salida

Parte 3

 

 

“Somos resc… somos cazadoras que tomamos un trabajo para buscar un grupo,” explicó Mile.

“¿Qué hacen unas niñas como tú en un trabajo peligroso como este?” Preguntó un hombre de mediana edad que parecía ser un cazador. No era como si hubieran sabido que el trabajo se convertiría en algo como esto. Los otros miraban con cautela a los hombres bestia, aunque no mostraban signos de despertarse.

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Las cuatro entendieron la sospecha; la magia que altera el estado y la magia medicinal no eran cosas que mucha gente conocía bien.

Había dieciocho cautivos en total: dieciséis hombres y dos mujeres. Una de las mujeres parecía tan joven que posiblemente no podría ser mayor de edad todavía.

Pacto Carmesí sabía que había seis cazadores, dos académicos y un empleado del gremio en el equipo de investigación.

Entre los cautivos antes que ellos había un hombre de unos cuarenta años y una atractiva mujer de cuna noble de unos veinte años; eran indudablemente académicos. La pareja probablemente eran profesor y asistente. Su vestimenta era resistente y práctica, nada más que un atuendo de algodón normal. Sin armadura en absoluto.

Luego estaba la alegre joven adolescente. Llevaba protectores de cuero que eran resistentes y maniobrables, pero que solo parecían hacer lo mínimo para proteger sus puntos más vitales. Ella era, muy probablemente, la hija del maestro del gremio.


Los otros tenían que haber sido la escolta del equipo de investigación y algunos cazadores desafortunados que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.

No había mujeres entre ellos; solo los grupos de hombres serían lo suficientemente tontos como para tomar un trabajo peligroso en un bosque extraño.

“¿Sabes cuánto tiempo tenemos?” preguntó Reina.

“De-Deberíamos estar bien,” respondió la asistente del académico. “Hace poco cambiaron de guardia, así que no creo que haya nadie aquí antes de la mañana.”

Naturalmente, como asistente del profesor, ella era ingeniosa.

“Solo para confirmar, son el equipo de investigación del gremio, ¿verdad?” Preguntó Mile, quizás un poco sombría.

Incluso si lo negaran, no habría una forma real de saberlo. Pero esperar la confirmación hasta que hayan regresado a la capital habría sido una muerte instantánea para el Pacto Carmesí. No era un riesgo que pudieran correr.

“Sí, es cierto,” respondió uno de los hombres. “Somos nueve en total: nosotros seis guardias, esos dos académicos y la pequeña señorita del gremio. Afortunadamente, todos estamos aquí sanos y a salvo. Los otros nueve aquí eran dos grupos que fueron capturados por separado en diferentes momentos, lo que nos hace prisioneros a dieciocho.”

Todo el equipo de investigación estaba aquí, vivo y a salvo. Pacto Carmesí sonrió internamente.

Si fueran honestas, admitirían que pensaron que las posibilidades de supervivencia del equipo eran escasas o nulas, en el mejor de los casos. Habían esperado que, si tenían suerte, encontrarían sus cuerpos.

Si no, sus pertenencias y la forma de su muerte, que compartirían con el gremio. ¿Que todo el equipo estuviera vivo? Pacto carmesí se llenó de alegría.

Dado que la cantidad de animales de presa había disminuido debido a los cambios en el medio ambiente, no habría sido inusual si el equipo de investigación hubiera sido atacado por algún depredador hambriento. En comparación con eso, ser capturado por bestias probablemente era preferible. Había una posibilidad de escape o rescate, al menos.

En verdad, sin embargo, había más de dos grupos que habían desaparecido. Quizás también fueron capturados por estos hombres bestia y asesinados o atacados por alguna criatura temible.

“De todos modos, salgamos de aquí. Podemos sentarnos y discutir esto una vez que hayamos escapado,” indicó Reina.

“¡Entendido!” Pacto Carmesí dio una respuesta inmediata, pero los prisioneros parecían incómodos.

“Incluso si corremos, nos enfrentamos a hombres bestia. Tienen una mejor visión nocturna y un mejor sentido del olfato, sin mencionar que son fuertes y ágiles. No creo que podamos escapar de ellos. Sin embargo, si son solo ustedes cuatro, que aún no conocen, probablemente no lo notarán. ¡Preséntense ante el gremio y nuestro señor! Luego pueden juntar una fuerza y—“

“Nos negamos,” dijo Mile. “¿Eh?”

Aturdido por su repentino rechazo, el líder del equipo de investigación se detuvo a mitad de la oración.

“¡Si regresan sin ustedes, no obtendremos una recompensa tan alta!” A su lado, Pauline asintió enfáticamente.

“Idiotas. ¡Si las capturan, no habrá nadie para decirle al gremio! Todo comenzará de nuevo. ¡Si tenemos que pasar por todo este proceso nuevamente, quién sabe cuánto tiempo nos llevará rescatarnos!”

Clatter

Mientras discutían, la espada de Mavis brilló. Ella cortó el enrejado robusto en dos, liberando a los cautivos de su simbólica prisión.

“¡Whoa!” Los cautivos exclamaron en estado de shock y alabanza. Mavis se alejó, repentinamente tímida. Estaba liberando prisioneros inocentes de la guarida de un villano. Para Mavis, que anhelaba ser una caballero, no había mayor alegría.

“Wh…” los ojos del líder se abrieron ampliamente.

Incluso de madera, los barrotes eran tan débiles como para que una mujer los derribara tan fácil. O al menos, no debería haber sido así. Hacía tiempo que había confirmado que eran lo suficientemente fuertes como para evitar el escape.

Aunque no estaba claro si ella leyó sus pensamientos, Mavis, notando la mirada del líder, murmuró con una sonrisa autocrítica: “Bien puedo decirte, pero soy la más débil del grupo.”

“No.” Pauline intervino mientras cortaba los grilletes de los prisioneros con un cortador de agua, “Yo soy la más débil.”

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El líder miró con asombro con la boca abierta. Justo como Mile le enseñó, Pauline había aumentado la presión hidráulica del agua al estrechar el área de la superficie y mezclar granos de arena para crear un filo de sorprendente fuerza y agudeza.

“¡No tenemos tiempo para charlar! Tendrás mucho tiempo para discutir una vez que salgamos de aquí. ¡Ahora, vamos!” dijo Reina.

Los cazadores asintieron, de pie uno por uno después de que sus pies fueran liberados. El líder, sin otra opción, también se puso de pie.

“Si no apagamos el fuego, la luz será notable cuando abramos la puerta. Usa tu magia de agua para—”

Mile interrumpió al hombre otra vez. “Oh, no vamos a salir por el frente. Pero probablemente deberíamos apagarla.”

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Siguiendo el consejo del líder, Mile apagó la llama con un movimiento de su mano.

Instantáneamente sin agua.

¡Whish!

“¿Qu…?”

El brazo de Mile se movió más rápido de lo que el ojo podía ver, desenvainando su espada, balanceándola y con el mismo movimiento rápido, volviéndola a colocar en su funda. Luego se agarró firmemente a la pared y empujó.

De repente, se abrió un agujero, lo suficientemente ancho como para que pasara un adulto agachado.

“…”

“¡Vamos rápido!”

Mavis apresuró a los cazadores, que estaban parados por alguna razón. Ellos balbucearon sin palabras, pero silenciosamente pasaron por el agujero uno por uno.

Mile iba al frente. Tenía la visión nocturna más aguda y con su magia de detección, sería la primera en saber si algún monstruo se acercaba. Además, podría abrir un camino a través del bosque para las personas que la seguían. Justo detrás de ella estaba Reina, lista para apoyarla con ataques mágicos.

Mavis tomó la retaguardia, preparada para evitar ataques por atrás. Pauline se mantuvo en el medio, preparada para manejar cualquier ataque lateral. También podría saltar al frente o hacia atrás en cualquier momento.

Por supuesto, los cazadores fueron despojados de sus armas cuando fueron capturados, dejándolos con las manos vacías y sin poder luchar. Había cuatro magos entre los cautivos liberados, incluidas las dos mujeres, pero de los cuatro, solo un hombre y una mujer podían usar hechizos de ataque. Cayó sobre Pacto Carmesí el deber de defender al grupo.

Cuando se movieron del área abierta al bosque, Mile tuvo una idea repentina. Adjuntó una pieza de madera pintada con un ‘material luminiscente mágico’ a la espalda de cada persona.

A medida que se movían con la vista en el suelo, cada tanto podían mirar hacia arriba y no perder de vista a la persona que tenía delante. Naturalmente, ella les indicó que quitaran los marcadores a la primera señal de un enemigo.

El uso de un material reflectante regular en la oscuridad sería infructuoso, por lo que se trataba de un ‘material con luminiscencia almacenada’ o ‘algo con material luminoso  mezclado.’  Sin  embargo,  Mile  había  pasado el deber  de hacerlo completamente a las nanomáquinas, así que no tenía idea de cuál era. Mientras no contuviera radiación, como algunos materiales como ese, estarían bien.

Una vez que estuvieron a una distancia considerable del campamento de la gente bestia, el grupo tomó un descanso. Todos estaban exhaustos. Apresurarse durante la noche puso a prueba su fuerza física y emocional, sin mencionar el agotamiento general de caminar por terrenos difíciles.

Si alguien resultaba herido o colapsado, sería un gran problema, sobre todo porque su velocidad disminuiría en gran medida. La gente bestia aún no había notado su escape.

Mientras todos descansaban, Mile seleccionó un árbol y cortó una rama. Y luego otro y otro. Cuando reunió un buen número de ellas, los redujo a una velocidad tremenda. Naturalmente, lo hizo donde nadie podía verla. Luego, su trabajo hecho casi tan pronto como comenzó, regresó a los demás, con los artículos en la mano.

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“¡Todos, por favor elijan uno de estos!”

“Qu…”

Los ojos de los cazadores se agrandaron como platillos mientras el paquete golpeaba al grupo, mostrando una serie de espadas y lanzas de madera.

“¿De-dónde has…?”

“Oh, acabo de hacer esto.”

“…”

Después de varios momentos de silencio, los cazadores comenzaron a seleccionar sus armas en silencio. Naturalmente, como cazadores que deliberadamente habían asumido un trabajo peligroso, eran bastantes adaptables.

Aunque estaban hechas de madera, las espadas y las lanzas no se romperían ni se partirían con algunos golpes, incluso si chocaban con el hierro. Mile había elegido un árbol firme y resistente. Aun así, no eran invulnerables, especialmente si se topaban con alguien particularmente habilidoso o con una espada muy buena.

También tenían otros usos, doblarlo como báculo o bastón. Podrían cortar ramas y hierba alta y apartarla y alejar a los animales o monstruos. Además, tener tantos cazadores desarmados sería problemático. Incluso si fueran todas de madera, las espadas y las lanzas los tranquilizarían.

Las expresiones de los cazadores ya eran mucho más seguras de lo que habían sido hace poco tiempo.

Mm-hmm, todo de acuerdo al… plan.

¡Shing!

Una sola mirada penetrante se disparó hacia Mile.

Era de una chica adolescente. La hija del maestro del gremio. ¿Por qué la estaba mirando así?

¿Pensó que se veía mal que un empleado del gremio fuera rescatado por una banda de chicas de la misma edad o incluso más joven que ella? ¿Pensó que arruinaría la reputación de su padre como maestro del gremio?

Probablemente sería mejor tratar de ganarse su favor. Pensando en esto, Mile comenzó a hablar.

“Um, tu padre nos pidió que te cuidáramos…”


“¡¿Quéeeeeeeeeeeee?!?!” gritó la chica de repente. “Shhhhhhhhh!!!”

Todos se volvieron uno para callarla. Incluso aunque se hayan alejado bastante, aún era peligroso hacer ruidos fuertes.

“L-lo siento por eso…” la chica se disculpó sinceramente. “De todos modos, ¿estás diciendo que conociste a mi padre? ¿Dónde? ¡¿Cuándo ?!”

La niña se aferró a las palabras de Mile, sus mejillas rojas y sus ojos húmedos. “¿Huh? Quiero decir que no es como si nos hubiéramos topado con él en alguna parte. Cuando estábamos en la rama de la capital del gremio, nos pidió: ‘cuiden a mi hija…”

“¿Eh?”

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“¿Eh?”

“¿Eh?”

“Um…” se esuchó una voz detrás de ella.

Mile se giró para ver a la pupila del profesor: la asistente hermosa y atractiva. “Si estás buscando a la hija del maestro del gremio,” dijo, “esa soy… yo.”

“¡¿Eh?!” exclamó Pacto Carmesí.

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“¡De ninguna manera! ¡No hay forma de que un viejo rudo como él pueda tener una hija como tú!” Reina, como siempre, fue increíblemente contundente.

La joven mujer suspiró. “Escucho a menudo eso…! Ella bajó la cabeza como si de repente la superara la exasperación.





“Hm? Entonces debes ser el asistente del académico.! “¡No lo soy!”

“¿Eh?”

Entonces, ¿quién era esta niña? Cuando el Pacto Carmesí estuvo a punto de arrancarse el pelo sobre este acertijo, llegó otra voz desde atrás.

“Soy el asistente,” dijo el hombre de unos cuarenta años. “¿Usted es? Uhh, eso significa que el profesor es…”

“¡Eso es correcto! Soy la doctora Clairia o como todas ustedes dicen, la ‘profesora’, bromeó la niña de manera grandiosa. Ella hinchó su pecho inexistente

Watashi Nouryoku Volumen 4 Capitulo 28 Parte 3 Novela Ligera

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“¿Una enana?”

“¡Soy una elfo!”

“¡Shhhhhhh!”

“Lo siento”

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