Tokyo Ravens (NL)

Volumen 4

Historia Paralela 3: Escape De Dougenzaka

Parte 2

Pero, una vez que esta sentencia involuntaria llegó a los oídos de Natsume detrás de él, su corazón saltó repentinamente, sus pasos fueron torpes, y la ira instantáneamente se extendió por su cara, llevando también a una soberbia arrogancia.

“Todo esto es culpa tuya por no planear. A pesar de que querías comprar ropa, no investigaste qué tienda querías de antemano, ¿no?” 

“Dije, pensé que podía preguntarte…”

 “¿Qué se supone que significa eso? ¿Estás diciendo que es todo culpa mía?”

“eso no es lo que quiero decir.”

“En primer lugar, todo es culpa tuya por querer confiar en los demás desde el principio. Esa forma de pensar es demasiado irresponsable. Por eso las cosas van mal una vez que algo se resbala”. 

“Uh, supongo…”

 “No pienses siempre que todo saldrá bien.”

“…………”

Su actitud cambió y su tono repentinamente se volvió agrio. Harutora, su cara disgustada, no entendió lo que había pasado.

“¿Por qué estás enojada?”

“Yo, yo no estoy enfadada.”

“Obviamente estás enojada. Estás siendo infantil”. 

Los labios de Natsume se endurecieron instantáneamente después de que Harutora replicó.

“Tú fuiste quien me invitó a salir, ¿no deberías decidir dónde ir?”. 

“Tch, fue culpa mía, no debí haberte pedido que vinieras. No pensé que serías tan desconocido para este lugar”. 

“Y, ¡realmente me estás culpando! ¿Y qué pasa con tu tono? No olvides que eres mi shikigami”. 

“…… Sí, sí, con un maestro que se encierra todo el día y noche y que no puede ir a ninguna parte sin que yo le guíe el camino.” 

“¡Yo, yo no me encierro! Voy a clase todos los días…” 

“Sólo  caminas  hasta  la  academia  y  los  dormitorios,  ¿verdad?  Estás  completamente encerrada dentro de la Academia Onmyouji”. 

Los dos discutieron y la atmósfera se volvió cada vez más peligrosa.

Los ojos anchos y claros de Natsume miraban a Harutora, sus labios fruncidos. Entonces, de repente, se giró, silenciosamente avanzando hacia delante.

“¿Qué estás haciendo, vas a volver?” 

“¡No! Como esperabas de mí, te llevaré a comprar ropa”.

“¿De qué estás hablando? No conoces este lugar, ¿verdad?”

“¡Sólo necesito encontrar algunas tiendas al azar! ¡Es fácil!”

Los hombros de Natsume temblaron de ira cuando rápidamente se movió sola hacia delante. Demonios, había dicho demasiado. Harutora se arrepintió, ya que al fin y al cabo una vez molestaba a Natsume, era una pérdida de tiempo seguir convenciéndola.

“……. Esto es malo.” La cara de Harutora se puso amarga y se lamentó. Era domingo, con el cálido sol de otoño en lo alto del cielo.

***

“Oye, Natsume. No debí haber hablado tan enfadado, por favor no te enojes”.

“Cállate, sólo sígueme en silencio.”

“Pero son casi las tres, y me muero de hambre”.

 “¿No dijiste que querías ‘comprar ropa primero’? Si sólo vas a quejarte, ¿por qué no te apuras y ayudas a buscar?”.

 Natsume avanzó indiferentemente sin detenerse en el camino o dar marcha atrás. Harutora la siguió detrás de ella, mirando exhausta al cielo mientras mantenía una distancia de varios pasos entre los dos.

El claro cielo azul por la mañana ya estaba cubierto de nubes y parecía que podía empezar a llover en cualquier momento.

“En serio, finalmente tuve un buen domingo…….” murmuraba entre dientes. Tal vez al escuchar su queja, la parte trasera de Natsume que iba delante de él tembló y sus pasos se volvieron más impacientes. Harutora sin querer suspiró.

Al principio, Natsume había planeado ir a los grandes almacenes para encontrar tiendas de ropa de segunda mano. Por supuesto, Harutora la detuvo inmediatamente, pero él había dejado de tener expectativa.

Después habían mirado a lo largo del camino, pero desafortunadamente su suerte no era buena, que estaba dentro de las expectativas, y ni siquiera habían visto una tienda de ropa de segunda mano.

Harutora dijo varias veces que la tienda no importaba, pero Natsume le ignoró. Tal vez fue en un callejón pequeño, no en la carretera principal, él la guió tranquilamente a un callejón, y finalmente se dieron cuenta de una tienda de ropa de segunda mano, pero desafortunadamente sólo fue un día de fiesta en la tienda. “¡Hoy! ¡Domingo!” No podía evitar quedarse atónito, pero parecía que el gerente de la tienda se había enfermado repentinamente, demostrando aún más que era una persona desafortunada.

“Natsume, ya no necesitas mirar más. Todo esto es culpa mía, lo siento, ¿por qué no vamos a comer?” 

“¡Cállate! ¡Habla de ello cuando terminemos de comprar la ropa! ¡El siguiente es este callejón!” 

Proclamó Natsume, convirtiéndose en un pequeño callejón de la carretera principal como si tuviera que guardar las apariencias.

“……. ¡Todo es culpa tuya por decir que querías comprar ropa de segunda mano!”.

“Ese no es el problema… Quiero decir, tienes razón, lo siento…”

“¡Además, Harutora, tu gusto por la ropa es malo! ¿Qué pasa con esa chaqueta? Pensar que hay un tigre cosido en él……. ¿Podría ser que llevas un tigre porque tu nombre tiene’ tora’ en él?”. 

“Sí, así es.”

“Eso es estúpido, parece insípido. No me extraña que no hagas una buena primera impresión”. 

“……. Sí.” 

Harutora bajó la cabeza, cabizbajo y lleno de quejas, tras Natsume, cuya expresión era pésima. Su preciada chaqueta había sido derribada varias veces seguidas, pero ya no estaba enfadado, sólo sorprendido de que la ira de Natsume pudiera continuar durante tanto tiempo. Él creía que ella probablemente también tenía hambre.

“¿Podría ser que estas enfadada porque tienes hambre?”

“¡Harutora! ¿Qué has dicho?”

“No, no dije nada.” 

Después de que Harutora contestó, el llanto de un estómago inmediatamente sonó, y no era un ruido que había venido del estómago de Harutora.

Natsume, que caminó hacia delante sin darse cuenta, dejó de moverse, sus hombros temblando incontrolablemente. Un incómodo silencio llenó el área, pero debido a que Harutora estaba exhausta, no podía pensar en nada que pudiera calmar sus emociones.

Poco tiempo después, Natsume caminó hacia delante con un resoplido como si ella fuera a derribar todo lo que había en el camino que estaba en su camino, caminando hacia el callejón.

Harutora estaba indefenso, mirando inadvertidamente al letrero que estaba a su lado…

“Hotel Paraíso, descanso: Cuatro mil yenes”

“Uwah!”

Su lánguido agotamiento se evaporó instantáneamente en humo y Harutora frenéticamente miró a su alrededor con asombro, confirmando exactamente en qué tipo de lugar había entrado.

Complejos callejones estrechos, con el cielo oscuro dibujando una escena sombría al mediodía. Había poca gente, y las únicas personas que ocasionalmente se encontraban eran todos los pares de amantes, y extrañamente, cada par de amantes tenían la cabeza baja.

Hoteles sospechosos se encontraban en grandes números por todas partes, y ocasionalmente aparecían aún más restaurantes o tiendas sospechosos……..

“¡espera, Natsume! ¡Alto!”

Corrió hacia delante, cogiendo el brazo  de Natsume por detrás. Natsume le sacudió enfadada, liberando el brazo que había sido agarrado.

“¡No me toques, Harutora! No tengo nada de hambre y no me he rendido”.

“Cálmate, Natsume. Entiendo tu humor, pero este lugar se ve muy mal”.

“¿Qué tiene de malo? ¿No dijiste que deberíamos buscar en callejones pequeños?”

“Es verdad que dije eso, pero este callejón es un poco… ¡Uh…!”

Incluso la cara de Harutora se enrojeció cuando dijo esto. Natsume miró fijamente a Harutora, una expresión confusa apareciendo en su cara.

“mira a tu alrededor.” Agitado, Harutora habló apresuradamente en un susurro.

“¿No es muy normal? ¿Qué es extraño?” 

“¿Qué es lo extraño? ¿No puedes verlo? ¡Los lugares por aquí son todos de ese tipo de hoteles!” 

“¿De qué estás exactamente entrando en pánico? ¿Qué tienen de extraño los hoteles?” 

Natsume tejió sus cejas en la irritación, mirando a Harutora. Harutora tosió levemente, inclinándose hacia los oídos de Natsume y diciendo en voz baja una explicación sencilla y clara. Después de oír eso, los ojos de Natsume se abrieron de par en par y sus mejillas se tiñeron momentáneamente de rojo.

“¿Qué? ¡Estas son l-l-l-l…….!” 

“Genial, no tengo que explicar lo que es un hotel de amor.”

“¡No me malinterpretes, no quise…!”

“Cálmate. Sé que no quisiste decir eso, pero si otros ven una pequeña pelea en este lugar…” 

Antes de que terminara de hablar, un par desconocido de hombres y mujeres salieron de un hotel amoroso.

Harutora y Natsume se retiraron rápidamente para esconderse junto al camino, fingiendo que miraban los folletos publicitarios pegados a la pared mientras esperaban con el aliento entrecortado que la pareja se marchara.

Natsume estaba temblando en shock.

“¡Yo, a plena luz del día…!” 

“Es domingo…”

“¡Ellos, no tienen sentido de la vergüenza!” 

“Natsume, ¿no es el folleto que estás mirando también muy embarazoso?” 

Al escuchar a Harutora decir esto, Natsume prestó atención apresuradamente a qué tipo de folleto estaba atascado en la pared que estaba mirando. Era un anuncio publicitario de “Juguetes sexuales para adultos” en el que se escribía ¡Cincuenta por ciento de descuento! Harutora parecía oír cómo se le rompía la mente a Natsume. Natsume hizo un grito sin sonido, balanceando su cabeza de pelo mientras volteaba su cuerpo apresuradamente.

“De todos modos, estaremos en problemas si dejamos que alguien que conocemos nos vea en este tipo de lugar. Vamos, Natsume.” Dijo Harutora. Sin embargo, parecía que Natsume no se había recuperado del shock.

“….. van las cosas tan mal…”

“¿Eh, Natsume?”

“Esperaba ansiosamente esta cita…”. Está todo arruinado…. ella murmuró, pareciendo que estaba perdida.

Desafortunadamente, la lluvia simplemente cayó en este momento, y además fue un aguacero torrencial.

Era una tormenta eléctrica de la tarde. La lluvia había empezado a caer después de todo.

“Ahh, qué mala suerte……..”, dijo Harutora con consternación. Natsume siguió la mirada de Harutora y miró también al cielo lluvioso.

Las enormes gotas de lluvia asaltaron continuamente a la pareja que permanecía quieta en el callejón sospechoso. Natsume miró al cielo, aturdido, y poco después…

“…….. Uu.” 

“Ugh! N, Natsume, no llores”. 

“¡No estoy llorando!” Gritó Natsume llorando.

En realidad, Harutora también quería llorar. La mayoría de la gente creería que encontrar repentinamente un aguacero delante de un hotel de amor con una chica sería una ocurrencia repentina afortunada, pero él no sintió nada de eso.

Se estaba muriendo de hambre y también estaba cansado de caminar, y la lluvia que empapaba su cuerpo era fría. Qué domingo tan terrible.

“¡Maldita sea! No saldrá nada bueno de seguir aquí parado. Vamos, Natsume. Busquemos un café y salgamos de la lluvia por ahora”.

“……. Sí…”

Harutora hizo la propuesta y Natsume finalmente asintió, dejando de ser testarudo. Así como los dos habían llegado a un consenso en común…

“Ako, ¿has encontrado a Natsume-kun y Harutora-kun?”

“¡No lo he hecho, Mako! ¡Los perdimos!”

Harutora y Natsume sabían que no podían haber oído mal. Esas fueron las voces de Fujino Mako, la gerente del dormitorio masculino, y Kifu Ako, la directora del dormitorio femenino.

A los dos les gustaban los chismes y les encantaba el BL, no exactamente capacitados para servir como gerentes de dormitorios. Harutora y Natsume se quedaron boquiabiertos y se miraron el uno al otro.

“No lo oíste mal, ¿verdad? ¿Estaban caminando así ahora mismo?” 

“¡Definitivamente! ¡Tal vez los dos finalmente rompieron la línea final… Aaaah! Eso no servirá, tengo que parar ese tipo de acción como gerente del dormitorio, pero estoy tan emocionada”. 

Los ruidosos sonidos venían del costado y se acercaban paso a paso, obviamente buscando rastros de los dos.

En ese momento, sólo había un lugar que podía darles refugio de emergencia.