Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: Hacia El Final, El Arca De La Esperanza

Parte 9

Para Ti, El Más OO En Este Mundo

“Así que esto es lo que significa ser mordido en la mano por un perro”.

El polvo se asentó y apareció ante mí… el violento, intimidante y enorme cuerpo de Betelguese que se había caído, y Hel, que estaba de pie sobre la cabeza de ese monstruo.

Y──

“Siesta……”

La sangre roja fluía del pecho izquierdo de mi compañera, que estaba boca arriba.

“Debería aislarse en el laboratorio de investigación. ¿Fue atraído por el olor del cebo?”

Hel dijo, y apuñaló la espada militar en el cuello de Betelguese. Parecía que el monstruo había muerto. “Ah, tú, no te muevas por un tiempo.”

Los [ojos rojos] de Hel parpadearon… y me detuve. Ni siquiera me di cuenta de que estaba a punto de correr hacia Siesta.

“Estoy sangrando bastante…”

No pude moverme debido a la habilidad, y Hel tropezó hacia Siesta. Había un enorme agujero en el pecho izquierdo de Hel, y un líquido rojo oscuro seguía saliendo.

“Ahora bien.”

Hel luego extendió su mano hacia la caída Siesta.

“¡……! ¡No toques a Siesta!”

Quería cargar hacia Hel… pero mi cuerpo no podía moverse, como si fuera una roca. Para romper el lavado de cerebro era tener a mi lado a alguien en quien realmente confiara. Pero en este punto, yo ya no… tenía a esa persona.

“Mi corazón está dañado. Necesito reemplazarlo por uno nuevo”.

Hel murmuró. Sí, Hel se convirtió en [Jack el Diablo] y se dedicó a robar corazones en Londres. Fue un experimento para ver qué corazón le sentaba más. En ese momento, Hel iba a reemplazar el corazón lesionado por el ataque de Betelguese por uno nuevo, el corazón de Siesta.

“¡……! ¡No! ¡Te daré mi corazón si quieres, así que cualquiera… cualquiera menos Siesta…!”

“Lo dije antes, ¿no?”

Hel se detuvo por un instante y me miró a un lado.

“Te convertirás en mi compañero. Atesora tu vida… ¿lo harás?”

Y luego, Hel entrecerró los ojos rojos y apuñaló el pecho izquierdo ensangrentado de Siesta con su mano derecha.

“¡Detente…!”

Pero mi cuerpo no se podía mover. No podía parpadear y solo podía mirar fijamente la devastación ante mí.

“Tomaré el corazón de la famosa detective. Ahora soy la única existencia”.

Hel luego sacó la carne de Siesta del cuerpo.

Esa mano sostenía un corazón todavía palpitante.

“Sies… ta……”

Mientras yo solo podía mirar, estupefacto, Hel metió la mano en el pecho izquierdo que estaba excavado y extrajo el corazón. Ella simplemente lo aplastó a partir de entonces, y luego insertó el corazón de Siesta en su pecho izquierdo. El corazón se hundió rápidamente en su cuerpo, como si estuviera destinado a estar allí…

Esto solo.

Solo este acto, y Hel se apoderó del corazón de Siesta.

“Ahora este cuerpo finalmente obtuvo un corazón adecuado. Seguramente, padre…”

Hel murmuró con satisfacción, ignorando por completo el cadáver de Siesta mientras se alejaba. Ante ella había una luna blanca.

“Siesta……”

Estaba al borde del colapso y corrí hacia Siesta. El control mental de Hel fue eliminado, probablemente porque su objetivo se completó. Raspé el suelo innumerables veces y rápidamente corrí hacia el cadáver de mi compañera.

“Siesta.”

Me arrodillé y cargué el cuerpo ensangrentado. Es un cuerpo pequeño y frágil. Esta vez, no necesité controlar su respiración para saber que había muerto. Le cerré los ojos con la mano y le limpié suavemente la sangre de su rostro blanco con las yemas de los dedos.

“Siesta.”

Grité una vez más.

Pero no hubo respuesta. Era de esperar.

La detective ya está muerta.

“¡……, …………!”

Pensé que no podía llorar. Ella y yo no éramos amantes, ni amigos, solo socios comerciales con objetivos mutuos. Para mí, Siesta no era nadie realmente especial.

¿Pero por qué?

No importa cómo me limpie, las gotas continuaron cayendo sobre la cara de Siesta.

“…Lo siento.”

Mis manos temblorosas acariciaron suavemente la cabeza de Siesta mientras estaba en mis garras.

Pero, por supuesto, Siesta no respondió.

“Devuélvelo.”

Y entonces le dije a Hel en su lugar.

El cadáver de Siesta estaba tirado en el suelo y me levanté con mis últimas fuerzas.

“¿Devolver? ¿Qué?”

Hel se dio la vuelta e inclinó la cabeza confundida.

“Ese corazón le pertenece a Siesta. Devuélvelo”.

“Eso es imposible. Me pertenece ahora”.

Dijo Hel, y puso su mano sobre su pecho izquierdo.

En ese momento, algo se rompió dentro de mí.

“¡Quita tu sucia mano de Siesta…!”

Antes de darme cuenta, avancé. Mi cuerpo, huesos, carne y sangre, todo eso, no permitiría que Hel siguiera viviendo. Saqué un cuchillo y cargué hacia Hel.

“No entiendo.”

Hel apartó el cuchillo con la espada militar y frunció el ceño.

“Cuando nos conocimos, ¿no dijiste que solo crees en ti mismo?”

Seguí balanceando la hoja… pero luego Hel me cortó la mano derecha mientras estaba aturdido, y el cuchillo cayó. En cambio, apreté mi puño izquierdo.

“… Es inútil. Tu puño no me alcanzará”.

Los [ojos rojos] de Hel brillaron y mi cuerpo se congeló una vez más.

“Pero ahora estás sangrando por todas partes, pero no soltaste los puños. Tus ojos estaban más rojos que los míos cuando trataste de golpearme, inyectados en sangre”.

¿Entonces por qué? Hel preguntó.

“¿De dónde vino esa rabia? ¿Es por… ese vínculo del que ustedes dos hablan?”

Tú, así que Hel preguntó.

“¿Qué eres para ella?”

Mi puño cerrado no podía moverse. Tal vez sea por la pérdida excesiva de sangre, pero mis piernas estaban un poco flácidas. En esta situación, traté frenéticamente de hacer que mi cerebro embotado se moviera, ¿Qué era exactamente yo para Siesta?

Hel no necesitaba preguntar. Yo siempre me pregunté sobre esto.

¿Qué tipo de existencia era yo para Siesta?

No hay forma de que lo sepa de todos modos. Los muertos no podían hablar. En este punto, perdí la oportunidad de aprender sobre esto, para siempre.

──A pesar de eso.

Así que pensé en mi mente embotada.

¿Qué sería si se invirtiera la situación?

¿Qué pienso de Siesta?

Siempre desde ese día.

Han pasado tres años desde nuestro encuentro a diez mil metros sobre el suelo, en los cielos.

… Para ser honesto, estaba molesto.

Amaba la vida diaria más que a nadie, debido a mi naturaleza de meterme en problemas, y siempre deseé una vida de paz y tranquilidad. Simplemente lo rompió todo, pensé que solo se limitaría a que ella saltara por la ventana en el festival cultural, pero el resultado fue que salté a una vida de días extraordinarios.

Perdóname ya, no sabía cuántas veces le rogué a Dios… la famosa detective.

Entonces, ¿cuántas veces crees que casi muero en los últimos tres años?

Me lesioné tantas veces, me involucré en tiroteos, pasé tres días y noches sin comer ni beber, acampar en una montaña donde los osos vagaban, perseguí a los asesinos, fui secuestrado, encarcelado, luché contra los [Androids], luché contra un [arma biológica], e incluso ante momentos tan irrazonables, mi compañero me regañó muchas veces, “¿Eres un tonto?” ──

¿Y cuantas veces me reí?

¿Sabes? Esa Siesta podría parecer tan distante, pero tenía un bajo umbral de risa. Parecía que no quería que yo viera su yo inocente, y siempre me daba la espalda cuando quería reír, y decenas de segundos después, volvía la cara para decir…… “¿Eres un tonto? “, o algo así. Me reiría cada vez que la veía así y me detenía antes de que se molestara. Es inesperadamente infantil.

Podía burlarse de los demás, pero no podía soportar las burlas. No podía mentir y era mala interactuando con los demás. Ella holgazanea en la cama por la mañana, holgazanea en la cama por la tarde, y era una completa dormilona, una glotona. Pedí dos pasteles, pero ella se enojaba cuando yo quería elegir primero y se comía los dos.

Es como si se los comiera felizmente. Y cuando le doy una sonrisa estupefacta y sin palabras, de repente coge la fresa con un tenedor y me la lleva a la boca.

Ese es el tipo de persona que era Siesta.

¿Una detective famosa que lucha contra los enemigos del mundo?

Esa no es la verdadera característica de Siesta.

Si.

Elegí pasar el rato con Siesta, solo porque la encontré interesante.

Es cierto que en los últimos tres años he sufrido penurias, dolores y amarguras.

Pero en esos mil momentos irracionales, me reí diez mil veces.

Me reí junto con Siesta.

“¿Preguntas cuál es mi relación con Siesta?” ¿Qué pensé de Siesta?

Eso ya lo sabía desde el principio.

La fuerza regresó a todo mi cuerpo, o tal vez fue un poder estúpido en una emergencia. Mis huesos traquetearon, mis músculos temblaron y mi sangre hirvió. No había nada por lo que molestarse. No me importaba tener que destrozar mi cuerpo, nada de eso importaba en este momento, siempre y cuando pudiera vengarme de Siesta.

“El lavado de cerebro, se rompió…” Vi a Hel ampliar sus ojos rojos.

Y entonces levanté este puño izquierdo ensangrentado, y rugí mis pensamientos que ya no podían llegar a mi compañero.

“¡Por supuesto que ella es la persona más importante para mí en este mundo!”

Apreté los puños, cargué hacia Hel y vi su rostro.

Pero a centímetros de eso─

“Estoy agradecido por tu confesión de amor, pero ¿pretendes golpear el rostro de la persona que amas?”

Escuché un jab sarcástico un tanto familiar.