Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Entonces Los Muertos Revivieron

Parte 8

Tú Eres El Ángel, Yo Soy El Monstruo

Miré hacia el [arma de combate humanoide] que Siesta siguió.

Su armadura tenía un color base blanco, y la longitud de todo su cuerpo era un poco más larga que el [arma biológica] de Hel en cinco metros aproximadamente. El área cerca de la cabeza estaba parcialmente hecha de vidrio y pude ver a Siesta sentada adentro. Probablemente sea el asiento del piloto.

La máquina era más o menos un robot sacado de un anime. Sus grandes brazos y piernas eran sus características únicas, pero pude ver algunas cápsulas de misiles y armas en las articulaciones. Es apropiado llamarlo robot de combate.

… Pero entonces, tenía una pregunta en mi mente.

“Siesta, ¿cómo conseguiste tal cosa…?”

Supuse que pasaron varias horas después de que me secuestraran. ¿Cómo consiguió esta armadura móvil en tan poco tiempo? Y mientras planteaba esta pregunta completamente razonable, Siesta acaba de responder:

“… Ah, bueno, ¿lo recogí de camino aquí?” Ella desvió la mirada de forma antinatural.

“¡Deja de mentir! ¡No hay forma de que puedas recoger esa cosa de las calles!”

“… Es verdad. No pensé que realmente serías secuestrado, y estaba tan sorprendida que me apresuré a negociar con el gobierno inglés, así que tomé prestada el arma de combate humanoide [Sirius] que su ejército ha estado desarrollando en secreto.”

“¡Esto es más complicado de lo que pensaba…!”

Esa es ella revelando todo ahora, ¿verdad? Realmente no podía mentir en absoluto.

“Siesta, estás demasiado desesperada por salvarme, ¿no es así?”

“¡……! …… ¡Dije que no es como piensas!”

Siesta murmuró mientras volvía la cara a un lado, y es una pena, pero no pude ver su expresión.

“Dios mío, estoy un poco celosa de que estés coqueteando tan apasionadamente con mi futura pareja”.

La persona dijo palabras tan apasionadas con un tono contrastante e insensible.

“Hel.”

Desde el traje de piloto, los ojos azules de Siesta miraron a Hel, quien se inclinó hacia adelante sobre el cuello de Betelgeuse mientras se preparaba para la batalla.

“No permitiré que hagas lo que quieras en esta ciudad”.

“¿Crees que realmente puedes detenerme, que puedes detener al destino?”

Eso indicó el comienzo de la batalla.

“── ¡GOGAAAAHHHH!”

El monstruo bramó y se incorporó sobre sus cuatro patas.

“¡Asistente!”

Siesta abrió la escotilla, se inclinó desde el asiento del piloto y extendió su mano derecha. Agarré su mano, me detuvieron y me subí a la máquina.

“… Esta apretado”.

“Es para que lo use una sola persona”.

Siesta y yo acampamos juntas en esta cabina pequeña, la mayoría de nuestros cuerpos pegados mientras íbamos a luchar contra el monstruo.

“Yo me ocuparé del lado derecho. Tú mueves el izquierdo”.

“No me hagas pilotar esto de repente. No tengo licencia de conducir”.

“No hay otra opción aquí. Mi mano no puede llegar a tu costado en esta situación. Mira, ya vienen”.

Betelgeuse, sobre la que viajaba Hel, saltó rápidamente hacia la izquierda.

“… ¡Lo sé!”

No hubo tiempo para dudar. Agarré la palanca instintivamente, intenté operarla… y entonces.

“¿Woahhh?”

El Sirius en el que cabalgamos perdió el equilibrio y se volcó.

“Owowow… ¿esta es la palanca de la pierna?”

Maldita sea. Quería disparar un puñetazo genial.

Sin embargo, igual de bien, ya que Betelgeuse perdió de vista a su objetivo y cayó hacia atrás. Nuestro enemigo es un monstruo que acaba de despertar, fuerte, pero aún no fácil de controlar. Estamos en el mismo barco, más o menos.

“… Ya que tienes tiempo para analizar con calma, ¿te importaría apartarte rápidamente?”

“¿Hm? …… ah.”

Entonces me di cuenta de que después de que me derrumbé, Siesta estaba justo debajo de mí y me miró con disgusto. Parecía que mi mano tocó un lugar inapropiado, así que me levanté apresuradamente. Sin embargo, casi no tengo espacio para moverme en este espacio estrecho de la cabina…

“Supongo que debería pilotar esto yo solo después de todo.”

“Pero si estamos uno al lado del otro, no puedes alcanzar la palanca, ¿verdad?”

“Uno al lado del otro, ¿eh?”

……¿Eso es? Bueno, no tenemos otra opción.

“── ¡GOGAAAAHHHH!”

Escuchamos el [arma biológica] rugir detrás de nosotros, nos posicionamos apresuradamente, accionamos las palancas y la máquina volcada volvió a su estado original.

“Te despreciaré si aprovechas esta oportunidad para tocar cualquier lugar extraño”.

“¿Tienes cero confianza en tu asistente?”

Me abroché el cinturón de seguridad y dije:

“Eso fue una broma. Ahora bien, vamos de verdad ahora…… Sirius, avanza.”

Dijo Siesta mientras se sentaba en mi regazo y sostenía las palancas con firmeza.

“Vamos.”

“¡Wooooo……!”

El motor rugió ferozmente y la máquina avanzó rápidamente. Fue directamente hacia el monstruo grotesco encuadrado, y sus propulsores le permitieron acercarse rápidamente. “Es hora de arreglar esto de frente”.

Justo delante de nosotros estaba Hel, cabalgando sobre la cabeza de Betelgeuse. Hubo una fuerte colisión, y el [arma humanoide] y el [arma biológica] chocaron entre sí.

“No pensé que pudieran crear un monstruo así”.

Siesta empujó la palanca hacia adelante, sus ojos mirando fijamente a Hel, que estaba más allá del cristal, cabalgando sobre el monstruo.

“Estás causando un obstáculo innecesario”.

Los fríos ojos rojos de Hel miraron a Siesta. Es un sentimiento diferente de la conversación informal que tuvimos, pude sentir claramente la hostilidad de ella.

“Esa es mi misión después de todo.”

Siesta dijo, puso su dedo en un botón, y luego se dispararon balas cerca de las muñecas de Sirius.

“── !!”

Hel vio eso, apuñaló algunos sables en la espalda de Betelgeuse de una manera superficial, lo controló a través del dolor y evadió nuestros ataques. Actuaba como un jinete con un látigo.

Hel probablemente pensó que Betelgeuse estaría en desventaja en los ataques físicos, porque nos ignoró y la condujo por el pasaje subterráneo…

“¡Siesta, no dejes que se escape! ¡Está planeando lanzar ese monstruo a las calles!”

Sí, Hel no tuvo que pelear con nosotros en absoluto. Justo encima de este pasaje subterráneo estaba el Parlamento del Reino Unido. Si ese lugar fuera golpeado, habría daños inconmensurables.

“Lo sé. No empieces a explicar sólo porque no tienes nada que hacer”.

“Eso es irrazonable…”

Siesta empujó las palancas hacia adelante y persiguió a Hel y Betelgeuse. “Vaya molestia.”

Hel vio que estábamos persiguiéndonos, se sacó varios sables de la cintura y nos los arrojó.

“¡¡…… !!”

Siesta tomó represalias desafiante con las ametralladoras montadas en Sirius, no había duda de que tenía la potencia de fuego superior, pero el monstruo tenía la movilidad superior. Las balas disparadas por Sirius se evitaron por completo.

“Hel… ¿por qué estás iniciando un acto terrorista?”

Siesta trató de buscar una oportunidad de ganar mientras seguía corriendo por el pasaje subterráneo contra el enemigo. “¿Por qué, preguntas? Es el destino, por supuesto.”

Hel, todavía cabalgando sobre Betelgeuse, nos miró a un lado mientras estábamos a su lado.

“No tiene nada que ver con mi voluntad. Solo estoy siguiendo la [Biblia]”.

“Has estado diciendo esto todo el tiempo”.

No pude terminar con ella en absoluto y comencé a sentirme frustrado.

Parecía que Siesta sentía lo mismo.

“No, quiero preguntar si esto es por su propia voluntad. ¿Qué piensa sobre la promulgación de este acto terrorista?”

Sirius balanceó su brazo derecho hacia Betelgeuse… quien lo esquivó hábilmente.

“¿Mi voluntad? Dije que solo estoy siguiendo el futuro enumerado en esta [Biblia]. Esta es mi razón de ser, y nací para esto”.

Hel clavó un sable en la espalda de Betelgeuse. El monstruo dejó escapar un pequeño gemido, aceleró y trepó por las paredes para escapar.

“¡Siesta!”

“Está bien, no los voy a dejar escapar. Agárrate fuerte”.

“¡Está bien, te lo dejo a ti!”

“Te dije que te agarraras fuerte, pero no esperaba que abrazaras mi cintura con tanta firmeza”.

No es como si tuviera otro lugar para agarrar. No hay ningún otro lugar al que agarrarse.

Podía escuchar el encendido de los motores cerca de las piernas de Sirius, y rápidamente cerramos la distancia a Betelgeuse en un instante.

“Dices que tu misión es detenernos, ¿no?”

A Hel no le importó que la alcanzáramos y dijéramos:

“Entonces, ¿por qué te convertiste en detective? ¿Por qué quieres proteger a los demás? Eres solo una existencia creada para este propósito. Lo mismo se aplica a mí. Así como tú vives para proteger el mundo, yo vivo para destruirlo. Esto es el deber con el que nací. ¿Un deseo de dominar? ¿Un impulso impulsivo de destruir? Nada de eso me importa. Solo me atengo a los instintos con los que nací”.

Al momento siguiente, Betelgeuse cambió abruptamente de dirección y mordió el cuello del Sirius en el que estábamos. La armadura y los dientes chocaron y pude escuchar un desconcertante ruido metálico.

“¡……! ¿Dices que nuestras naturalezas son similares? ¿Que no hay distinción entre el bien y el mal?”

Siesta continuó pilotando el Sirius e intentó varias veces golpear a Betelgeuse contra las paredes o el suelo. El [arma humanoide] y el [arma biológica] continuaron atacándose físicamente, alejándose mientras continuaban dirigiéndose hacia la salida del pasaje subterráneo.

“¿Una distinción entre el bien y el mal? Nada de eso importa”.

Hel apuñaló sus sables en las articulaciones de las dos piernas de Sirius. La máquina se tambaleó y Betelgeuse aprovechó la oportunidad para saltar. Demostró que no estamos demasiado lejos de la superficie… y que, después de esto, sería el Parlamento del Reino Unido. No hay forma de detenerlo en las escaleras subterráneas, ¿eh…?

“¡Siesta!”

“Motores, acelerador a fondo”.

Extendí la mano desde atrás y superpuse las manos de Siesta, empujando la palanca hacia adelante. Sirius extendió las grandes alas mecánicas en su espalda, y con un boom del motor acompañante, voló.

Pero al mismo tiempo, se abrió el techo sobre la instalación subterránea y afuera había oscuridad…

“Tú eres bueno y yo soy malo. Eso no importa”.

Hel y Betelgeuse volaron al mundo exterior.

“¡Espera…!”

Volamos junto con Sirius y los perseguimos.

La luna y las innumerables estrellas estaban en el cielo. Betelgeuse inmediatamente se colgó de la gran torre del reloj en lo alto del Parlamento del Reino Unido, el Big Ben.

“Tú eres el Ángel, yo soy el Monstruo. Me queda muy bien”.

Hel y Betelgeuse subieron a la cima de la torre del reloj.

El [arma biológica] abrió la boca de par en par. Dentro había un aliento tóxico, una calamidad que podría matar organismos. Se completó el acto terrorista iniciado por [SPES].

Pero aún quedaba la oportunidad de perseguirlo.

Sólo un poco más. Solo un pasó.

Siempre que extienda esta mano.

“Asistente.”

Siesta me llamó. Y luego, dijo mientras seguía mirando al frente.

“A partir de aquí, incluso si pasa algo, aléjate de aquí de inmediato”.

…¿Qué estás diciendo?

Estaba a punto de preguntarle a qué se refería, pero me vi expulsado de la escotilla y caí al vacío.

El mundo estaba patas arriba. No sabía si estaba girando o si el mundo a mi alrededor giraba. Mis canales semicirculares estaban en confusión… pero luego encontré un tremendo tirón detrás de mí, y antes de darme cuenta, me encontré cayendo en el cielo nocturno, sostenido por un paracaídas.

“Siesta, por qué…”

Y lo siguiente que vi

Era un monstruo colgando de una torre de reloj en la noche, enfrentándose a un robot, antes de que ambos cayeran al suelo.