Isekai Ryouri (NL)

Volumen 10

Interludio : El Hijo Menor De Ruu Y Su Familia

 

 

“Oh, sí, fui a ver a Darmu hace un rato”, soltó Ludo Ruu casualmente en medio de la cena, causando un gran revuelo.

La mayor parte del impacto venía de sus hermanas. Ya había informado del asunto a su padre y a su hermano mayor, mientras que su madre y sus abuelas no eran de las que se ponen nerviosas fácilmente.

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“¿Pero por qué? ¿No está realmente lejos el asentamiento del norte donde se aloja Darmu?”

“¡Si! Además, ¡no es justo que solo tú puedas ir!”

Sus hermanitas Rimee y Lala Ruu estaban siendo especialmente ruidosas. Aunque sus hermanas mayores Vina y Reina Ruu tenían los ojos muy abiertos por la sorpresa, ambos esperaron pacientemente a que Ludo Ruu continuara hablando.

“No es injusto. Nuestro viejo me pidió que fuera a entregar un mensaje allí. De todos modos, Darmu fue el mismo de siempre”.

“¡Esa no es suficiente información! ¿Está bien?”

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“La gente del pueblo se coló en el asentamiento del norte, ¿verdad? Darmu no estaba en peligro, ¿verdad?”

“Caray, ustedes dos son ruidosos. ¿De verdad crees que alguien de la ciudad podría hacerle algo? Ludo Ruu respondió mientras arrojaba un trozo de carne de costilla de giba cubierta con salsa de tarapa roja en su boca. “Además, Darmu estaba dentro de la casa mirando a los criminales, así que ni siquiera vio a nadie. Aunque aparentemente alguien definitivamente se acercó cerca”.

“No es un asunto trivial, que la gente del pueblo se cuele en el borde del bosque. Honestamente, es bastante inquietante”, intervino Mia Lea Ruu con calma, como si reprendiera a sus ruidosas hijas. Mientras tanto, el mayor Tito Min y Jiba Ruu simplemente observaban en silencio el intercambio.

Fue entonces cuando la esposa de Jiza Ruu, Sati Lea Ruu, regresó y preguntó con una sonrisa: “Oh, Dios. ¿Te pasa algo?”

Su bebé Kota Ruu había estado llorando por leche, por lo que se mudó a otra habitación. Pero ahora, el niño estaba durmiendo una vez más en una canasta tejida, incluso dejando escapar un murmullo de contenido.

“Ludo dijo que fue a ver a Darmu. ¡No es justo que sea el único!” Lala Ruu protestó.

“Vaya,” dijo Sati Lea Ruu con otra sonrisa. “Los totos ciertamente son convenientes en momentos como este. Entonces, ¿cómo estuvo Darmu?”

“Prácticamente tenía la misma expresión amarga en su rostro de siempre. Ah, pero había una cosa que parecía un poco diferente…”

“¡¿Qué demonios?! ¡Dijiste que era el mismo de siempre!”

“¿Qué fue diferente en Darmu?”

Sus hermanas pequeñas lo presionaron instantáneamente, pero Ludo Ruu se quedó un poco perdido. Después de todo, no fue exactamente un cambio fácil de explicar.

Su hermano mayor, Darmu Ruu, parecía estar pensando seriamente en algo. Sin embargo, no parecía un mal cambio, sino más bien que estaba buscando desesperadamente algún tipo de respuesta.

A Darmu le han pasado muchas cosas últimamente, después de todo, pensó Ludo Ruu para sí mismo. Pero sintió que sería un dolor explicárselo a sus hermanas, así que miró a Sati Lea Ruu en su lugar.

“En cualquier caso, Darmu parecía estar bien. Pero se quejó de que la comida era asquerosa”.

“Oh, ¿Darmu dijo algo así?” Intervino Tito Min Ruu.

“Sí”, respondió Ludo Ruu con un asentimiento. “Eso es porque no ensucian su carne de giba en el norte, así que por supuesto que es malo. Y tampoco tienen chefs expertos como Reina”.

“No creo que ningún chef pueda hacer que una carne sanguinolenta como esa sepa bien, sin importar cuán hábil sea. Puedes decir al menos eso, ¿no, Ludo?” Reina Ruu respondió con una sonrisa aparentemente destinada a ocultar su vergüenza. Bueno, incluso si esa era la razón de su sonrisa, ella realmente se veía feliz también. Por un tiempo, parecía estar inusualmente animada por manejar la estufa.

Darmu no es el único que ha cambiado, pensó Ludo, y luego se volvió para mirar a su otro hermano, que había permanecido en silencio todo este tiempo.

“Oye Jiza, ¿todavía piensas en Asuta como nada más que una molestia?”

Mientras sorbía el caldo de sopa, el hijo mayor de Ruu miró a su hermano pequeño.

Mantuvo los ojos entrecerrados, de modo que era imposible saber lo que estaba pensando.

Ludo Ruu temía haber molestado a su hermano, por lo que agregó: “Fue hace mucho tiempo, pero una vez dijiste que Asuta debería vivir en la ciudad, ¿no es así? ¿Todavía sientes lo mismo?”

“¿Eh? ¿Jiza dijo algo así?” Lala Ruu cuestionó, volviéndose hacia Jiza Ruu en estado de shock. Los ojos de Rimee Ruu también se agrandaron por la sorpresa.

Sin embargo, Jiza Ruu siguió comiendo en silencio.





“Creo que fue la mañana de la boda de Gazraan Rutim. Han pasado muchas cosas desde entonces, así que ¿sigues pensando eso, Jiza?”

Todavía no hay respuesta.

“En ese entonces, Asuta simplemente andaba por el asentamiento, pero ahora hace negocios en la ciudad postal e incluso ayudó a aplastar a los Suun en la reunión de jefes de clan. Realmente ha estado trabajando duro,

¿verdad? Y parece que más de la mitad de los otros clanes aprueban las acciones del Fa en este momento, pero ¿qué piensas?”

“Los que aprueban las acciones del Fa son todos jefes de pequeños clanes… Los Zaza continúan oponiéndose, mientras que los Sauti permanecen neutrales”, declaró finalmente Jiza.

Sin embargo, esas palabras no fueron suficientes para satisfacer a Ludo Ruu.

“Realmente no me importa lo que piensen otras casas. ¿Cómo te sientes personalmente, Jiza? ¿Todavía no te preocupas por Asuta y Ai Fa?”

De nuevo, nada.

“Además, a partir de ahora, los Ruu reconocen las acciones del clan Fa. Estamos ayudando con sus negocios en la ciudad postal, e incluso hemos puesto a Asuta a cargo de cocinar para el festival de la caza”.

Con eso, Donda Ruu, que había estado bebiendo vino de frutas, soltó un molesto: “Ya es suficiente, Ludo”.

“Oye, esto es algo importante para discutir, ¿no? Ahora eres uno de los principales jefes de clan y Jiza es tu heredero. Si alguien en su posición y su sucesor sienten y piensan de manera diferente, podría causar problemas en el futuro, ¿no?”

“Pero Jiza también necesita tiempo para pensar”, intervino Mia Lea Ruu. “¿No puedes dejar las cosas preocupantes a él y al jefe de nuestro clan y concentrarte en llevar a cabo tu propio trabajo?”

“Este es un problema para todo el clan Ruu, ¿no es así? Asuta y Ai Fa también son importantes para mí, así que esa es una razón más por la que no puedo dejar las cosas como están”.

En este punto, el anciano Jiba Ruu finalmente se unió a la discusión.

“Ciertamente me alegra oírte decir eso, Ludo… Pero dado que estamos hablando de personas y asuntos tan importantes, ¿no hace eso que el comentario de Mia Lea sobre la necesidad de tomar la cantidad de tiempo adecuada sea aún más cierto…?”

“Tal vez. Pero también te preocupas mucho por ellos, ¿no es así, abuela Jiba?”

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“Por supuesto que sí… Ai Fa ha sido mi amiga durante bastante tiempo, y le debo mucho a Asuta por recordarme una vez más las alegrías de estar vivo… Pero Donda y Jiza necesitan considerar el futuro de todos del borde del bosque… Asuta y Ai Fa están luchando duro para llevar a cabo una gran tarea, pero tomará bastante tiempo decir con certeza si el camino que han elegido es el correcto o no…”

Ludo Ruu simplemente no lo entendió.

Pero aun así, Jiba Ruu se preocupaba por Asuta y Ai Fa tanto como él, si no más. Entonces, con ella reprendiéndolo, pensó que realmente podría haber estado actuando precipitadamente.

Tch. No importa cómo lo mire, ellos están trabajando duro por el bien de nuestra gente, entonces, ¿por qué no simplemente decir que ya están haciendo lo correcto?

Ludo Ruu siguió adelante y se tragó esas palabras frustradas junto con su sopa que había sido aromatizada con aceite tau.

Después de eso, la familia terminó su cena sin volver a mencionar las acciones del clan Fa.

***

 

 

Un rato después de eso, Rimee y Lala Ruu visitaron a Ludo Ruu mientras estaba acostado solo en su habitación.

“¿Qué es? ¿Te pasa algo?”

“No, solo queríamos saber más sobre Darmu”, respondió Lala Ruu con una mirada enojada, mientras que los ojos de Rimee Ruu brillaban con expectación.

Darmu Ruu se había alojado en el asentamiento de Suun desde la reunión del jefe del clan, y luego finalmente regresó para el festival de la caza, solo para darse la vuelta y terminar dirigiéndose aún más al norte para ayudar a vigilar. Solo había estado en casa unos pocos de los últimos 20 días, lo que había dejado a sus hermanas echándolo de menos.

Los cazadores del borde del bosque pasaban la mayor parte del día en el bosque para empezar. Entonces, estar en un período de descanso significaba una feliz oportunidad de pasar tiempo con su familia… y aun así, Darmu Ruu estaba fuera de casa. Quizás no fue una sorpresa que sus hermanas menores terminaran sintiéndose solas como resultado.

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“Esta habitación se siente grande cuando Darmu no está cerca, ¿eh?” Dijo Rimee Ruu mientras se dejaba caer junto a su hermano y miraba a su alrededor. Desde que se casó, Jiza Ruu se había mudado de esta habitación, dejando a Ludo Ruu como el único que la usaba en este momento.

“Entonces, ¿qué pasa con Darmu? ¿Pasó algo en el asentamiento del norte?”

“No lo sé. Pero no parecía que tuviera nada que ver con esa gente del norte. Solo estaba pensando en algo”.

“Pero Zaza, Dom y Jeen solían servir bajo el clan Suun, ¿no es así? Y escuché que papá se llevaba muy mal con ellos incluso antes de convertirse en el jefe del clan”.

Aparentemente eso era lo que más preocupaba a sus hermanas menores.

Además, el jefe del clan Zaza, Gulaf Zaza, había visitado la casa Ruu bastante últimamente. Gracias a eso, las chicas habían visto de primera mano a ese hombre con ojos bestiales y ardientes que vestía una piel de giba con la cabeza todavía unida. Y la feroz intensidad que desprendía llegaría a cualquiera, no solo a los cazadores.

“Darmu se dirigió al norte porque los Zaza vinieron y pidieron ayuda,

¿verdad? Entonces, ¿por qué iban a pelear con él?”

“Si pero…”

“Además, solo éramos enemigos de los clanes del norte cuando hacían cualquier cosa y todo lo que los Suun les decían. Pero ahora que se han dado cuenta de que el clan Suun los había estado engañando todo ese tiempo, no debería haber ninguna razón para que nos peleemos. De lo contrario, nuestro viejo nunca los habría incluido entre los líderes del clan,” respondió Ludo Ruu mientras reprimía un bostezo. “Entonces, lo que sea que le preocupe a Darmu es algo diferente. Pero con todas las cosas que han sucedido con el clan Fa, preocuparse un poco tiene sentido, ¿verdad?”

“Ah, sí… Y Darmu realmente no parece llevarse bien con el clan Fa…” respondió Lala Ruu con indiferencia mientras acunaba sus rodillas.

Donda Ruu había pedido una vez que Ai Fa se casara con Darmu Ruu. Sin embargo, Ai Fa rechazó esa oferta y eligió vivir como cazador. Y luego, después de eso, llevó a Asuta al clan Ruu y sucedieron todo tipo de cosas, hasta que finalmente Darmu Ruu perdió con ella en el festival de la caza en un concurso de fuerza.

En tales concursos, si bien ganar traía orgullo, se suponía que no debía ser vergonzoso perder… pero ciertamente pudo haber encontrado humillante perder con alguien que una vez trató de tomar como novia. Además, Darmu Ruu había insistido en que una mujer no podía ser cazadora hasta ese momento, por lo que ciertamente tenía que sentir algo de vergüenza por esa pérdida.

“Parecía que Darmu estaba actuando un poco extraño tanto en el festival de la caza como cuando se dirigía al asentamiento del norte. ¿Él, ya sabes… todavía quiere tomar a Ai Fa como su novia…?” Lala Ruu cuestionó.

“No lo sé”, respondió Ludo Ruu. “Bueno, si lo hace, entonces me imagino que se siente aún menos complacido con la forma en que están las cosas en el Fa clan. Quiero decir, no puedo imaginar a Ai Fa casándose con nadie más que con Asuta”.

“Sí, yo tampoco… Pero aun así, Ai Fa es tan bonita, y realmente la amo también. ¡Sin embargo, creo que una esposa que se acurrucara tranquilamente con él sería mejor para Darmu!”

“Te lo dije, no sé nada de todo eso. Y depende del jefe del clan y de la persona misma cuando se trata de elegir un compañero”.

“Eso es cierto, pero aun así… Tch, sería mejor si mirara a algún lugar más cercano…” se quejó Lala Ruu.

Ludo Ruu entendió lo que decía su hermana, pero simplemente no sentía que fuera su lugar entrometerse.

“Darmu ya no es un niño y encontrará el camino a seguir que sea mejor para él sin necesidad de que nos preocupemos por eso. De todos modos, ya quiero dormirme…”

“Sí, yo también tengo un poco de sueño”, dijo Rimee Ruu con un lindo bostezo, aferrándose al pecho de Ludo Ruu. “¡Oye Ludo! ¿Puedo dormir contigo? No lo hemos hecho por un tiempo”.

“¿Eh? ¿Por qué?”

“Quiero decir, Darmu no está cerca, así que me siento sola…”

“¿Qué, entonces soy su reemplazo?” Ludo Ruu replicó, sacando la lengua y alejándose.

“Vamos, ¿por qué no?” Rimee Ruu respondió, balanceándose hacia adelante y hacia atrás. “Todavía tengo ocho años, entonces, ¿por qué no puedo dormir con hombres de mi familia? Y en dos años más, ya no podremos”.

“Dos años es un buen rato, todavía… Pero bueno, supongo que realmente no me importa dónde duermas”.

Rimee Ruu dio un emocionado, “¡Hurra!” al escuchar eso, mientras Lala Ruu soltaba un molesto, “¡Oye! Si haces eso, ¡me dejarán solo! Y tengo 13 años, así que no puedo irme a dormir con mi hermano, ¿verdad?”

“Entonces, ¿por qué no dormir con Vina y Reina? Los tres podrían dormir juntos”.

Con eso, Lala Ruu salió de la habitación con un enojado “¡Caray!”

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“Hehehe,” se rio Rimee Ruu, luego se acostó junto a Ludo Ruu. “Hey Ludo,

¿duermes sin nada encima de ti?”


“Si. No tengo mucho frío ni nada, después de todo”.

“¿Oh si? ¡Pero si nos acurrucamos juntos, todo estará caliente!” Rimee Ruu exclamó alegremente, presionando su cabeza contra el pecho de su hermano. Mientras lo hacía, su esponjoso cabello castaño rojizo le hizo cosquillas en la nariz a Ludo Ruu, por lo que le dio una ligera pelea con una mano.

“Oye, ¿Darmu está realmente bien…?”

“Si. Solo confía en él, ¿de acuerdo?”

“¡Sip! Si tú lo dices, ¡lo haré!” Rimee Ruu respondió, enterrando su rostro en el pecho de Ludo Ruu y roncando pacíficamente en poco tiempo.

Mientras Ludo Ruu acunaba esa pequeña cabeza y disfrutaba de la suave sensación de su cabello, él también siguió adelante y cerró los ojos.

***

 

 

Cuando Ludo Ruu se despertó a la mañana siguiente, Rimee Ruu no estaba a la vista. Las mujeres tenían trabajos que debían ser atendidos temprano, por lo que debió haberse ido al amanecer. Y después de dar un gran estiramiento, Ludo Ruu también salió a dar un paseo.

Sin embargo, cuando salió de la casa, descubrió que el sol estaba más alto en el cielo de lo que esperaba, por lo que abandonó la salida y se dirigió a la cocina. Después de todo, ya había un olor lo suficientemente agradable saliendo de allí como para hacer que su estómago gruñera.

El totos Ruuruu estaba atado detrás de la casa y, como siempre, tenía una mirada tonta en su rostro mientras picoteaba inocentemente las hojas de las ramas cercanas. Después de saludar al pájaro grande con una palmada en el trasero, Ludo Ruu miró hacia la cocina.

Efectivamente, había mujeres trabajando adentro: sus cuatro hermanas y Sheera Ruu de las sucursales. Recientemente, Asuta les había encomendado la tarea de preparar las comidas que vendían en la ciudad postal.

“¡Ah, buenos días, Ludo! Te has levantado hasta tarde hoy, ¿eh?” Rimee Ruu gritó con una sonrisa mientras cocinaba un poitan pequeño tras otro. Mientras tanto, Lala Ruu se veía un poco enojada de nuevo mientras estaba parada junto a su hermana pequeña.

“Veo que estás quemando mucha leña a primera hora de la mañana, como siempre. Aun así, ¿no pidió Asuta solo que tres de ustedes se encargaran de eso…?”

“Terminé con mi otro trabajo, así que estoy ayudando. ¡Me ayuda a entrenar a manejar la estufa!” Rimee Ruu respondió enérgicamente, hinchando sus mejillas. “Además, ¡soy la única al que no se le permite ayudar en la ciudad postal! ¡Yo también quiero trabajar con todos!”

“Solo tienes que ser paciente hasta que se resuelva esta disputa con los nobles. Entonces estoy seguro de que tendrás la oportunidad de trabajar con nosotros”, dijo Reina Ruu con una sonrisa, tratando de calmar a su hermana menor. Realmente había estado luciendo realizada desde que se decidió que trabajaría en la ciudad postal cada dos días, después de que Vina Ruu se lesionara.

Por otro lado, Vina Ruu parecía un poco deprimida. En su caso, sin embargo, en lugar de tener algo que ver con los negocios en la ciudad postal, probablemente sus pensamientos se aceleraban sobre ese oriental que se había marchado de Genos. De repente le había pedido que se casara con ella y luego le había dado medio año para pensar en ello, y ella estaba atascada en eso hasta entonces.

Bueno, ella ha sido la única que lidera a los hombres hasta ahora, así que tal vez sea bueno para ella preocuparse por eso, pensó Ludo Ruu, y luego dio otra mirada a la cocina.

Estaba lo suficientemente ocupado que era casi como si se estuvieran preparando para un banquete o algo así. Reina y Sheera Ruu estaban asando la carne para una hamburguesa giba tras otra, y luego la arrojaban a una olla.

Esa olla tenía salsa de tarapa hirviendo y era tarea de Vina Ruu seguir revolviéndola mientras suspiraba de vez en cuando.

Mientras tanto, los poitan horneados ya se estaban apilando junto a Rimee y Lala Ruu. Asuta vendió 150 comidas por día, por lo que incluso asumir la mitad del trabajo involucrado en preparar tanta comida resultó en tanta conmoción.

“Oye, el olor a carne asada me está dando mucha hambre. ¿Me regañarán si tomo uno?”

“¡Por supuesto que lo harás! De hecho, ¡me enojaré contigo mismo si lo intentas!”

Parecía que las bromas no funcionaban realmente con Reina Ruu cuando se trataba de cocina y negocios. Y así, Ludo Ruu dejó caer los hombros y se retiró.

Cuando regresó a Ruuruu, apareció un joven familiar: el hermano menor de Sheera Ruu, el jefe de su casa.

“Hola. Llegas bastante temprano, Shin Ruu”.

“Oye, Ludo Ruu. Pensé que debería limpiarme mientras tuviera la oportunidad”.

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El lavadero del asentamiento de Ruu estaba detrás de la casa principal. Y efectivamente, Shin Ruu sostenía un paño para limpiarse y una muda de ropa.

“En ese caso, me uniré a ustedes. Iré a buscar algo de ropa para cambiarme, así que, ¿podrías esperar un poco?”

“Bien, lo tengo”.

Con eso, Ludo Ruu pasó junto a Shin Ruu mientras se dirigía de regreso a la casa. Pero mientras lo hacía, de repente se detuvo y miró el rostro del niño.

“El hematoma en tu cara está mostrando mucho menos. ¿Todavía duele o algo así?”

“Nunca fue una herida especialmente dolorosa”.

Shin Ruu no solo había sido enviado volando por ese chico Jeeda, sino que también le habían pateado en la cara. Y las huellas de ese abuso aún permanecían débilmente en su esbelto rostro.

“Eres un buen cazador que no avergüenza el nombre de Ruu, Shin Ruu. Tu oponente era tan hábil, pero no hay nada de qué avergonzarse”.

El joven no respondió.

“Entonces, ¿estabas entrenando con Rau Lea ayer? Sé que lucías seriamente exhausto en el camino de regreso, pero realmente no escuché los detalles…”

“Ese entrenamiento definitivamente será de ayuda. Estoy realmente agradecido con Rau Lea y con Ai Fa por lograrlo”.

“Ya veo. Bueno, definitivamente hay personas con las que puedes entrenar y otras que no lo son. Así que me alegra saber que tú y Rau Lea están trabajando bien”, dijo Ludo Ruu con una sonrisa.

Shin Ruu simplemente asintió con la cabeza y dijo: “Sí”.

Para empezar, siempre había estado callado, pero realmente parecía estar preocupado por haber dejado escapar a Jeeda.

Bueno, con algo como esto, debe volverse más fuerte hasta que se sienta satisfecho.

Shin Ruu ya era uno de los cazadores más fuertes entre las sucursales. Y teniendo en cuenta que solo tenía 16 años, eso ciertamente era algo.

Sin embargo, no pudo estar a la altura de ninguno de los cazadores de la casa principal. A pesar de que Ludo Ruu era un año menor que él, Shin Ruu nunca lo había vencido en una competencia de fuerza.

Eso es porque estoy apuntando a mi viejo y mis hermanos mayores.

Ludo Ruu estaba seguro de que era al menos tan fuerte como Darmu Ruu en este punto. Y en un buen día, incluso podría tirar a Jiza Ruu al suelo. Sin embargo, sabía que no podía pelear adecuadamente contra Donda Ruu o Dan Rutim en absoluto, y también había perdido ante Mida en el último festival de la caza. Ni Ludo Ruu ni sus hermanos estaban satisfechos con el estado actual de las cosas, por lo que todos perseguían la espalda de su padre.

Shin Ruu debería hacer al menos un pequeño escándalo por lo frustrado que se siente por su falta de fuerza. Si lo hiciera, probablemente lo ayudaría a sentirse mejor.

Aun así, cosas así variaban de persona a persona. Y como  no era exactamente fácil para alguien cambiar su personalidad por completo, todo lo que Ludo Ruu pudo hacer fue dispararle una sonrisa a su amigo de la infancia.

“De todos modos, espera aquí. Iré a buscar una muda de ropa, así que… ”

“Ludo Ruu,” gritó una voz desde atrás.

Dándose la vuelta, encontró a Sheera Ruu parada allí a pesar de que se suponía que todavía estaba en la cocina. Ella siguió trotando, con una mirada tranquila en sus ojos que se parecía a la de su hermano menor.

“Oh, veo que Shin también está contigo. Um, hay algo que quería discutir contigo, Ludo Ruu… ”

“¿Si? ¿Qué pasa?”

“Ayer fuiste al asentamiento del norte, ¿no es así…? Lala Ruu me lo dijo”.

Con eso, Ludo Ruu entendió lo que estaba pasando y respondió, “Sí”, con un asentimiento. “Si preguntas sobre Darmu, parece que le va bien. Estaba meditando sobre algo, pero no estaba más apático de lo habitual ni nada.”

“Ah, ya veo…” Sheera Ruu murmuró con un suspiro de alivio.

Parecía que se había estado preocupando por Darmu Ruu a su manera, diferente a la de su familia inmediata. Cuando consideró la relación entre Lala y Shin Ruu, Ludo Ruu no pudo evitar encontrar eso bastante interesante.

Honestamente, Ai Fa y Darmu parecen estar peleando todos los días. Pero alguien tan amable como Sheera Ruu podría encajarlo bien.

Y Sheera Ruu también tenía un sentimiento diferente sobre ella últimamente.


Solía parecer toda tímida y carente de confianza en sí misma. Eso parecía deberse a que le faltaba un poco de fuerza y tenía problemas con cosas como llevar jarras de agua. Y Ludo Ruu no recordaba esto, ya que era más joven, pero aparentemente su cuerpo débil la llevó a ser propensa a las enfermedades cuando era pequeña.

La gente del borde del bosque tendía a valorar la buena salud por encima de todo. Eso, por supuesto, fue para los hombres que actuaban como cazadores, pero las mujeres también necesitaban trabajar duro todo el día y, finalmente, poder llevar a cabo la importante tarea de dar a luz a los niños, por lo que eso era natural.

De hecho, la razón por la que Ai Fa había demostrado ser tan atractiva para los hombres no era solo su apariencia, sino también porque era tan robusta y llena de vida.

“Aun así, el aspecto de Sheera Ruu tampoco es tan malo…”

“¿Eh? ¿Q-Qué es?”

“Ah, no es nada. Es solo que eres tan hábil manejando la estufa como Reina, así que no creo que a ningún hombre le moleste en lo más mínimo una propuesta de matrimonio tuya”.

Al instante, el rostro de Sheera Ruu se puso rojo brillante.

“¿P-Por qué estás diciendo algo así de repente, Ludo Ruu? ¿Asuta te dijo algo?”

“¿Hmm? ¿Para qué traes a Asuta?”

“Ah, no, si ese no fuera el caso, entonces no importa”.

Ludo Ruu no lo entendía del todo, pero como Asuta siempre estaba trabajando tan duro en la cocina, tal vez era bueno para captar las preocupaciones de las mujeres y discutir cosas así con ellas.

Además, Asuta también era frágil y gentil como una mujer. Y, sin embargo, lo realmente extraño de él era que también ocasionalmente podía mostrar una mirada de cazador en sus ojos y volverse tan intenso como Ludo Ruu, sus hermanos e incluso su padre.

“En cualquier caso, Darmu estaba bien. Es posible que no pueda regresar a casa hasta que todo esté arreglado con los nobles, pero no hay nada de qué preocuparse. Y también… no ensangrentan su carne en el asentamiento del norte, así que estoy seguro de que realmente está deseando comerse tu comida”.

“P-Pero hacer comida para él es una tarea de la casa principal, ¿no es así?”

“Sin embargo, eres tan hábil como Reina, así que estoy seguro de que disfrutará de algo que hayas hecho”.

Mientras su rostro se ponía cada vez más rojo, Sheera Ruu murmuró: “Yo- todavía tengo trabajo que ocuparme…” y echó a correr.

“Hehe,” Ludo Ruu se rio entre dientes, mientras que Shin Ruu parecía más que un poco estupefacto.

“¿Por qué Sheera se había puesto tan nerviosa? ¿Y qué quería ella en primer lugar?”

“¿Hmm? ¿No lo entiendes, Shin Ruu?”

“No, no tengo ni idea”.

Ludo Ruu se rio aún más fuerte y puso un brazo alrededor del cuello de Shin Ruu.

“Realmente eres un tipo interesante. Seguro que es divertido tenerlos como parientes”.

“Supongo que me alegra escucharlo, pero realmente no entiendo lo que quieres decir”.

“Olvida eso. Quédate cómo estás, Shin Ruu”.

De alguna manera, Ludo Ruu simplemente no pudo evitar sentir ganas de sonreír.

Aunque Ai Fa y Asuta empujaban a todos de esta manera, todavía estaban encontrando su propio camino a seguir. Todavía era vago, pero esa fue la sensación que tuvo.

Sheera Ruu había cambiado gracias a recibir lecciones de cocina de Asuta. Y Shin Ruu fue rechazado cuando le pidió a Ai Fa que le enseñara técnicas de caza de sacrificio, parecía que también tuvo algún tipo de impacto en el niño.

Ai Fa solo tenía 17 años, y además una mujer, pero era difícil imaginar a alguien criticando el trabajo que estaba haciendo como jefa de clan o como cazadora. Tampoco había forma de que Shin Ruu no sintiera nada de ella.

Y la familia de Ludo Ruu en la casa principal había formado vínculos aún más profundos con el Fa. Por lo que escuchó, el Fa también estaba en proceso de formar nuevas conexiones con sus clanes vecinos. Desde que habían luchado contra los Suun y habían salido victoriosos, Ai Fa y Asuta ahora estaban encontrando un nuevo lugar para ellos mismos aquí en el borde del bosque.

Estoy seguro de que Jiza y Darmu e incluso esos chicos del clan Zaza tendrán que reconocer a Asuta y Ai Fa eventualmente. Quiero decir, son tan intrigantes que ¿cómo no podrías?

Ludo Ruu le encantó la primera noche que se comió la comida de Asuta. Eso fue lo que lo llevó a entregar un colmillo como bendición y recomendar que Asuta se casara con una de sus hermanas mayores. Y así, ciertamente se alegró de ver que los dos eran cada vez más aceptados por todos en el borde del bosque.

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“¡Tenemos que hacer un buen trabajo protegiéndolos nuevamente hoy! No importa quién esté planeando qué, mantendremos cualquier peligro alejado de Asuta y Ai Fa, ¿verdad?”

“Por supuesto. Nunca más me permitiré sufrir tal vergüenza”, respondió Shin Ruu con seriedad, con el brazo de Ludo Ruu todavía alrededor de su cuello. “Por cierto, me gustaría llegar a bañarme pronto…”

“¡Ah bien! ¡Espera un poco!”

Después de darle a Shin Ruu un pequeño golpe en la cabeza, Ludo Ruu salió corriendo hacia la casa.

Y en su corazón, sentía alegría por haber nacido en el clan Ruu, y por poder llamar amigos a Asuta y Ai Fa… así como un gran orgullo por ser un cazador del borde del bosque.

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