Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 16

Capítulo 3: Hacia Rodania

Rio se despidió temporalmente de Satsuki, Charlotte y Liselotte y abordó la aeronave de la Restauración para Rodania. Después de abordar, fue invitado a la sala de estar donde se alojaban Christina y Flora para esperar su llegada. El Duque Huguenot había sido excluido de la invitación de Christina, por lo que estaba esperando en otra habitación.

“Gracias por la invitación”, les dijo Rio a las hermanas tan pronto como se sentó. Dado que los tres habían viajado juntos a la capital del Reino de Galarc, se sintió un poco extraño.

“Se ha vuelto natural que los tres estemos juntos últimamente, así que se siente un poco extraño. Solo ha pasado un día desde que llegamos a la capital, pero parece que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos”.

“Estaba pensando lo mismo, Christina”.

Aparentemente, Christina y Flora sintieron lo mismo que Rio. Si había algo que había cambiado entre ellos, sería eso.

“Mientras viajábamos, la única vez que el artefacto no cambió el color de mi cabello fue cuando solo estábamos los tres en la casa. Esos eran los momentos en los que podía relajarme, pero no puedo hacer eso aquí. Quizás esa sea la razón”.

Rio señaló la diferencia entre cuando estaba alerta y no. En otras palabras, cuando los tres viajaron juntos, Rio interactuó con Christina y Flora usando más su lado relajado, pero ahora estaba aquí como Haruto Amakawa, su lado alerta en cambio.

“De hecho, también nos hemos vuelto más tensos desde que nos reincorporamos a la organización”.

“Ya veo…”

Christina y Flora estuvieron de acuerdo con él.

“En realidad, había varias cosas que quería discutir antes de llegar a Rodania, por eso te llamé aquí. Es posible que no pueda relajarse mientras esté aquí, pero ¿estaría dispuesto a escucharme por un tiempo?”

“Por supuesto. Estaría encantado.”

“Entonces empezaré con los temas más fáciles. Si vas a traer a Miharu y tus amigas al Reino de Galarc, ¿eso significa que Sara y las demás están en Rodania en este momento? Estoy muy en deuda con el grupo de Sara, así que me encantaría agradecerles de nuevo si es posible”.

Para su primer tema, Christina mencionó la ubicación de Sara y los demás.

“Tengo otra casa de piedra que uso para mis viajes. Lo han estado usando para vivir tranquilamente en las afueras del bosque de Rodania”.

“Ya veo.”

“Sé dónde están ubicados, por lo que es posible que vengan a Rodania en un día más o menos. Pero como mencioné antes, Sara y las demás son señoritas de un grupo minoritario y se les ha enseñado a evitar la política del reino. Creo que querrían evitar asistir a cualquier evento con un matiz político, por lo que si pudiera tenerlo en cuenta al interactuar con ellos, sería posible concertar una reunión. Pido disculpas por tener tantos requisitos…”

Rio inclinó la cabeza. Quería dejar el asunto de si atendían o no a las personas en cuestión, por lo que dio requisitos a pesar de que estaba hablando con dos princesas.

“Entiendo. En ese caso, si Sara  y las demás visitan Galarc contigo, encontraré algo de tiempo para visitar tu mansión o reservaré algo de tiempo para hablar con ellos en el dirigible. ¿Eso estaría bien?” Sugirió Christina.

“Por supuesto, no me importa, pero… ¿está bien molestar a dos princesas así?”

Aunque fue él quien estableció las condiciones, Rio se sintió un poco nervioso ante la idea de hacer que dos princesas lo visitaran. En realidad, era muy raro que la realeza hiciera todo lo posible para visitar las mansiones de la nobleza.

“Sí. Deseo darles las gracias, así que es de buena educación que los visite. Con la mansión que te pertenece, no habrá problema si usamos este pretexto. Si te visitan mientras están en Rodania, puedo arreglar que nadie de la Restauración se acerque a tu propiedad durante su estadía”, declaró Christina claramente.

“Muchas gracias por la consideración. Entonces me pondré en contacto contigo si Sara y los demás deciden venir”.

Rio inclinó la cabeza respetuosamente.

“Por favor, hazlo. Luego, el siguiente es el tema de la profesora Celia”. Christina mencionó el nombre de Celia con cierto desgano.

“¿Le pasa algo a la profesora?”

Rio no había podido referirse a Celia como “profesora” frente a otros últimamente y a menudo se refería a ella sin un título, pero como no había necesidad de hacerlo frente a los hermanos reales que conocían su identidad, siguió el ejemplo de Christina y la llamó profesora.

“Creo que debería informar a la profesora Celia que ahora conocemos su identidad. ¿Qué piensas sobre esto?”

“De hecho, puede ser difícil interactuar sin compartir esa información”, acordó Rio con una sonrisa forzada. “Si puede organizar un entorno sin ningún tercero, podemos discutirlo todo juntos. Pero si eso parece difícil, también puedo informarle yo mismo. No me importa si ustedes tres discuten las cosas después”, sugirió.

“En ese caso, intentaré concertar una reunión para nosotros cuatro después de que lleguemos a Rodania, pero si eso no parece posible, le dejaremos la explicación a usted, sir Amakawa”, dijo Christina, pensando Sería mejor que Rio estuviera presente en la explicación.

“Comprendido.” Rio asintió, no viendo ningún problema con eso.

“Además de eso, me gustaría hablarles de la recompensa de la Restauración por el incidente esta vez”.

Christina había estado sentada elegantemente al principio, pero enderezó la espalda aún más cuando sacó a relucir el tema de la recompensa. Luego, sintiendo los nervios de Christina, Rio habló.

“Sí. Preferiría que pudieras decidirte por algo modesto, si es posible. No deseo ser una carga para ti tampoco, y no hay nada en particular que desee de todos modos”, dijo Rio con el ceño fruncido.

“Aprecio el sentimiento, pero me temo que las circunstancias son bastante inevitables”.

“¿Te refieres a lo que el Rey Francois llamó un ejemplo para los demás?”

“Eso es parte de esto, pero la recompensa que se sugirió que la Restauración te otorgara es un compromiso con una prominente mujer noble de la organización”. Christina suspiró cansada.

“Un compromiso, dices…”

De hecho, esa fue una recompensa bastante preocupante. Extremadamente preocupante, ese fue el primer pensamiento de Rio.

“¿Supongo que, después de todo, solo sería visto como una molestia?”

Christina suspiró más, notando el leve cambio en la expresión del rostro de Rio.

“Si bien es un gran honor para mí recibir una oferta así…”

“Mis disculpas. Sabía que sería una molestia, pero al menos tenía que mencionarlo o las cosas se volverían más problemáticas en el futuro”, dijo Christina, inclinando la cabeza. Tenía que establecer el hecho de que había sacado a relucir el tema o la acosarían para siempre.

“No, no es algo por lo que Su Alteza tenga que disculparse… simplemente no imaginé que se haría una oferta así”.

“Eso demuestra lo atractivos que fueron tus logros. En la actualidad, el Duque Huguenot insiste bastante en esto”.

“¿Quieres decir que quiere un compromiso con una mujer noble de la Casa Huguenot? No sabía que había uno disponible…”

“Dijo que quería ofrecerte a su hija mayor con su segunda esposa, creo. Sin embargo, incluso yo reconozco que esto es imposible considerando las cosas que su hijo te hizo, así que puedo inventar una razón para descartar la idea”, dijo Christina claramente.

“No creo que la hija tenga la culpa, pero le agradecería que lo hiciera”.

“Comprendido. Debería echarse atrás si le digo que no estabas interesado cuando mencioné el tema del matrimonio. Sin embargo, el Duque Huguenot no es del tipo que se rinde  en silencio. Puedo imaginarlo fácilmente esperando otra oportunidad para presionarlo para que se comprometa”.

“Ya veo…”

“Además, independientemente de las recompensas, es posible que a partir de ahora reciba más charlas sobre el matrimonio. Si bien me encantaría poder suprimirlos a todos por ti, me temo que mi influencia actual no es suficiente para eso… Y por eso, esperaba prepararte una excusa para que los nobles retrocedan de ti. Quizás podríamos discutir eso con más detalle ahora”.

“¿Qué tipo de excusa sería efectiva, específicamente?”

“Para ser absolutamente franca, la forma más eficaz de bloquear todas las discusiones sobre el matrimonio es tener otro matrimonio en fila”, dijo Christina con una mirada de dolor.

“Ciertamente tiene sentido lógico”, coincidió Rio con una sonrisa irónica.

“Por ejemplo, si ya te has decidido por una primera esposa, cualquiera que busque ese puesto naturalmente se eliminará a sí mismo. Aunque eso no afectaría a nadie a quien no le importen las posiciones”.

“Si puedo preguntar… ¿se esperará de mí tener varias esposas como la nobleza?”

“Es común que los nobles de alto rango tengan varias esposas. Tu posición como noble es extremadamente única, pero considerando tus logros, creo que muchos querrán que hagas lo mismo”.

Christina ofreció su conjetura para responder a la problemática pregunta de Rio.

“Ellos querrán que lo haga… Pero, ¿será posible que yo siga siendo fiel a una esposa si así lo deseo?” Rio preguntó, confirmando si se aplicaría la interpretación opuesta de sus palabras.

“Sí. La principal razón por la que las familias nobles tienen varias esposas es mantener los puestos clave que administran dentro de su propia línea de sangre. Aquellos a quienes no les importa dejar puestos importantes a familias de la rama o criados de confianza se casan solo una vez, pero son una minoría. Es común que después se les exija tener varias esposas y al final no pueden negarse…”, explicó Christina sobre el sistema de poligamia.

La casa principal era donde el cabeza de familia se hacía cargo de las finanzas, mientras que las familias filiales eran casas separadas que se ganaban la vida independientemente de la casa principal.

Generalmente, las familias filiales se creaban cuando los nobles se casaban con esposas que no podían dar herederos a la familia. En los casos en que uno dejaba la casa principal al casarse con otro, no se formaba ninguna rama de la familia.

También había un sistema de poligamia para asegurarse de que siempre hubiera un heredero para la familia, pero si uno estaba dispuesto a traer a alguien de la rama de la familia como heredero, tampoco era necesario tener varias esposas. Sin embargo, no había muchos nobles dispuestos a pensar de esta manera.

“Ya veo… he aprendido algo hoy. Muchas gracias”, le dijo Rio asombrado.

“Según nuestra conversación, ¿parece que te opones a tener varias esposas?”

“Sí, para ser honesto…” Rio asintió, sin mucho entusiasmo.

“Umm… me disculpo por preguntar de la nada, pero ¿es porque ya tienes a una persona específica en mente?”

“Una persona específica, ¿eh…? Me pregunto…”

“Lo siento, fue de mala educación por mi parte preguntar. No tienes que responder si no quieres”, se disculpó Christina rápidamente.

“No, eso no es lo que quise decir… simplemente no puedo pensar en el amor y el matrimonio en este momento”. Rio parecía preocupado, contemplando por un largo momento antes de revelar sus pensamientos con el ceño fruncido. Sin embargo, su tono no fue del todo negativo. “Pero si tuviera un poco… solo un poco más de confianza en mí mismo… creo que podría considerar las cosas de manera positiva”.

Expresó sus pensamientos sobre el matrimonio con una leve sonrisa. Podría haber logrado su venganza, pero no fue capaz de cambiar de inmediato a la idea del matrimonio y la felicidad con tanta facilidad. Todavía había una parte de él que se despreciaba a sí mismo. Pero al mismo tiempo, potencialmente también sintió una vaga esperanza.

Christina y Flora miraron la expresión de Rio como si estuvieran siendo absorbidas por ella.

“Ya… veo…” Christina respondió torpemente después de un momento.

“El estado de ánimo se ha vuelto extraño por mi culpa. Lo siento.” Rio inclinó la cabeza con una sonrisa forzada.

Christina negó con la cabeza a toda prisa. “No, lamento haberte preguntado algo tan inapropiado”.

***

Varias horas más tarde, la aeronave encantada en la que fueron abordados finalmente llegó a Rodania. El aviso del regreso de Christina y Flora se había enviado con anticipación a través de otro dirigible, por lo que el puerto junto al lago de Rodania estaba lleno de los nobles de la Restauración.

Cuando Rio y el Duque Huguenot desembarcaron con Christina y Flora, el marqués Rodan y los otros nobles se acercaron para expresar su alegría por su regreso sano y salvo. Luego, como no podían quedarse parados para hablar, subieron a un carruaje hacia la fortaleza que estaba siendo utilizada como consulado.

No parece estar entre la multitud… Aishia se habría dado cuenta de mi acercamiento, así que tal vez esté en medio de una clase. Todavía es brillante, después de todo.

Rio recorrió con la mirada la multitud desde el interior del carruaje de caballos, pero no pudo ver a Celia por ningún lado. Justo cuando lo consideraba, llegó un mensaje telepático de Aishia.

Bienvenido de nuevo, Haruto.

Hola, Aishia. Rio sonrió reflexivamente mientras respondía en su cabeza. El sonido de la voz de Aishia fue muy tranquilizador por alguna razón.

Celia está en el medio de la clase. Ella realmente quiere verte a ti y a las princesas, pero no pudo cancelar la conferencia. Ella está muy frustrada.

Aha ha, ya veo. Nos dirigimos al consulado en este momento y estaremos esperando a que termine la clase.

Las conferencias de Celia también se llevaron a cabo en el consulado, así que fue perfecto.

Entiendo. Se lo haré saber a Celia.

Intercambiemos algo de información mientras esperamos, propuso Rio mientras viajaba en el extravagante carruaje con Christina, Flora, el Duque Huguenot y el marqués Rodan.

Seguro. Se produjeron algunos incidentes en Rodania mientras no estaba. Te contaré sobre ellos.

Eso es exactamente sobre lo que iba a preguntar. Cuando estaba en el Reino de Galarc, escuché que la profesora Celia vio a Reiss en Rodania. 

No informó todos los detalles a la Restauración. Explicaré lo que pasó. Por favor, respondió Rio con una mirada sombría.

“¿Sucede algo, Sir Amakawa?”

Al otro lado del asiento de Rio, Christina notó el cambio en su expresión. Ella lo miró preocupada.

“No, es nada.” Rio la rechazó con una sonrisa y escuchó el informe de Aishia.

Dime los detalles mientras nos movemos.