Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 16

Capítulo 2: Nuevo Lugar, ¿Nuevos Murmullos?

Parte 1

Aproximadamente media hora después, el grupo se había trasladado del salón a los terrenos del castillo. Charlotte abrió el camino a la mansión que Francois le había otorgado a Rio, y estaban acompañadas por Satsuki, Liselotte, Julianne y Christina y Flora recién cambiadas.

“Esta es la mansión que le dieron a Sir Haruto”, dijo Charlotte, deteniéndose frente al edificio para señalarlo.

“Está a un tiro de piedra de la torre en la que vivo. Pensé que estaba a la vista de mi habitación, pero no estaba segura de dónde exactamente. Sin embargo, se ve aún mejor de cerca”.

Satsuki se dio la vuelta para mirar hacia la torre en la que vivía. Había menos de cien metros entre los dos edificios.

“Vayamos adentro. Tiene algunos muebles básicos y se reabasteció con suministros mientras todos esperaban, para que pueda mudarse de inmediato. Le daré un breve recorrido por todas las habitaciones y luego podremos charlar en el salón. Ven por aquí.”

Charlotte reanudó el camino. Varios de sus asistentes esperaban frente a la mansión, inclinando la cabeza en silencio. Uno de ellos miró hacia arriba y se acercó a la entrada para abrir la puerta.

El grupo procedió a ingresar a la mansión. Primero pasaron por cada habitación, permitiendo que Rio se cambiara de ropa en el camino, luego finalmente se trasladaron al salón para sentarse en el sofá.

Los asientos se basaron en la iniciativa casual de Charlotte: Liselotte y Julianne se sentaron en los asientos inferiores más cercanos a la puerta, con los demás en diagonal a cada lado en forma de U. Rio estaba intercalado entre Satsuki y Charlotte, mientras que Christina y Flora se sentaban frente a ellos.

“Como se esperaba de una mansión real… es maravilloso. Hay tanto espacio y tantas habitaciones”, dijo Satsuki, impresionada por la gira que acababa de experimentar.

“Todavía tengo mis dudas sobre vivir aquí cuando no soy de la realeza…” murmuró Rio, dando sus pensamientos una vez más ahora que había visto la mansión.

“Sí, ser el único exento para vivir en los terrenos del castillo se destaca,” dijo Satsuki, sonriendo irónicamente por simpatía por Rio.

Pero Charlotte inmediatamente sonrió. “Si el rey que reina sobre toda la realeza lo ha permitido, entonces no hay ningún problema. A mí también me encantaría que vivieras en esta mansión, así que te apoyaré lo mejor que pueda”.

“Aha ha…” Satsuki se rio secamente. “Hay una cosa que me estaba preguntando. ¿Qué se define como ‘realeza’? Sé que Char es un miembro de la realeza, al igual que la princesa Cristina y la princesa Flora, pero

¿hasta dónde puedes llegar antes de que los parientes dejen de ser considerados reyes? Nunca me quedó claro, así que pensé que había muchos miembros de la realeza”.

“Eso está realmente explicado en detalle en la Ley de la Casa Real. Cada niño nacido entre el rey actual y su primera esposa que no haya renunciado a su estatus real se considera real; esto es lo mismo para todos los reinos. También es común incluir al rey anterior y su primera esposa, así como a los hijos entre ellos. Aparte de eso, tiende a variar de un reino a otro”, explicó Charlotte, recordando los hechos de su memoria. Luego se volvió hacia la otra princesa en la habitación. “¿Así es como funciona en el Reino de Beltrum, Princesa Christina?”

Christina asintió y habló con un tono tranquilo. “Sí, lo mismo se aplica allí”.

“En otras palabras, independientemente de su puesto actual o anterior, quien tenga un historial de ser el rey y la reina es considerado miembro de la realeza durante toda su vida. Y sus hijos también seguirán siendo miembros de la realeza siempre que no renuncien a su estatus”, dijo Satsuki, resumiendo la explicación para que sea más fácil de entender.

“Sí exactamente. La renuncia es el abandono total de la familia real. Hay excepciones especiales  cuando está involucrada una familia real extranjera, pero en la mayoría de los casos, casarse con un miembro de la familia de un vasallo significa asumir su estatus. Es bastante común que los miembros de la realeza se casen con miembros de las familias de Duques del reino. De hecho, un miembro de la realeza se ha casado en la casa de Cretia en el pasado”, continuó Liselotte, mirando a Satsuki.

“Hmm… Entonces no eres de la realeza, sino un pariente de la realeza. Ya veo ya veo.”

“En efecto.”

“Ahora que lo pienso, no veo a ningún miembro de la realeza fuera de los descendientes directos del rey en el castillo muy a menudo. Sin embargo, los he saludado antes”.

“No es deseable que otros miembros de la realeza se involucren en política, ya que potencialmente puede causar la descentralización del poder. Es por eso que los únicos autorizados a vivir dentro del castillo somos el padre, la madre y nosotros los hijos: Michel, Rosalie y yo. Todos los demás viven en mansiones dentro de los terrenos del castillo”.

“Si no le importa que pregunte por curiosidad, ¿la razón por la que un miembro de la realeza se casaría con un vasallo y renunciaría a su estatus también es por motivos políticos?” Satsuki miró a Charlotte.

“Sí lo es. La mayoría se fabrican con el pretexto de fortalecer el vínculo de la familia real con un vasallo en particular. Dado que la diferencia de estatus siempre termina obstaculizando las cosas, es común casarse con un miembro de la familia del vasallo, como dije antes”, explicó Charlotte, lanzando una mirada rápida y coqueta a Rio antes de reír.

“Hmm… ya veo…” Satsuki también miró a Rio y asintió con la cabeza en comprensión.

“En cualquier caso, la renuncia se aplica principalmente a miembros de la realeza de bajo rango de sucesión, por lo que para aquellos con altos rangos como la princesa Cristina, la princesa Flora y yo, no es motivo de preocupación”, agregó Charlotte.

“Mm… ¿Pero no es difícil encontrar un cónyuge sin renunciar a tu estatus?

¿Los miembros de la realeza de alto rango terminarán solteros durante toda su vida?”

“Eso no sucederá. Para los miembros de la realeza de alto rango, es común dejar que los hijos de sus vasallos se casen con miembros de la familia real. Pero son principalmente las familias de Duques las que lo hacen”.

“Ah, para que puedan casarse manteniendo su estatus real. Ya veo.”

“No siempre es así, pero se considera vergonzoso que un miembro de la realeza de alto rango renuncie a su estatus real. Incluso si no lo admiten en voz alta, hay miembros de la realeza que desean mantener su estatus durante toda su vida”.

En otras palabras, había una jerarquía dentro de la realeza, y si se renunciaba a uno dependía de ese rango, y los miembros de la realeza de alto rango aborrecían la idea de renunciar a su estatus.

“Creo que lo entiendo ahora… El matrimonio real seguro es complicado, ¿eh?” El rostro de Satsuki se contrajo levemente mientras procesaba toda la información que acababa de recibir.

“De hecho lo es”, suspiró Charlotte con cansancio, pero muy de acuerdo. Luego se volvió hacia Rio junto a ella y sonrió con gracia. “Pero si fuera por Sir Haruto, felizmente renunciaría a mi estatus real”.

Rio acababa de llevarse la taza a la boca cuando esas palabras lo tomaron por sorpresa, provocando que se ahogara. “A-Ahem… Perdóname”, dijo tan pronto como se recuperó, todavía nervioso.

Pero todos los demás presentes estaban paralizados por la incredulidad ante la declaración de Charlotte,  por lo  que sus palabras  nunca los alcanzaron.

El primero en hablar entre ellos fue Satsuki. “H-Hey vamos, Char. No deberías decir eso frente a la princesa Christina y la princesa Flora, ¿verdad?” ella le advirtió.

“Eso no es necesariamente cierto. La situación ha cambiado desde el momento en que Sir Haruto dejó el castillo después de que terminó el banquete”.

“¿Qué quieres decir…?” Preguntó Satsuki, observando a Charlotte atentamente por si hubiera algún cambio en la expresión. Recordó la bomba que cayó después de que Rio dejó el castillo.

Es cierto que lo consideraba un hermano mayor, pero resulta que estaba equivocada. Parece que he comenzado a sentir cariño por Sir Haruto personalmente, pensó Satsuki.

“Digo que todo es gracias a Sir Haruto. Hee hee. No pudimos encontrarnos por un tiempo, pero no te olvidaste de mí, ¿verdad?” Charlotte eludió la pregunta de Satsuki y habló directamente con Rio.

“No, por supuesto que no…” Rio respondió torpemente bajo su mirada, recordando claramente lo que había sucedido en ese momento.

“Estoy muy complacido.” Charlotte estaba encantada, radiante de una manera despreocupada e inocente.

Mientras tanto, Liselotte la miraba como si estuviera viendo algo realmente curioso. Como hija de un Duque, Liselotte había conocido a Charlotte desde una edad temprana, y como Charlotte también se había enamorado de ella, terminaron convirtiéndose en buenas amigas. Se conocían bien.

No era raro que Charlotte mostrara interés en el sexo opuesto, pero normalmente era con el propósito de burlarse de ellos. Ella nunca se lo había tomado en serio. En otras palabras, molestar al sexo opuesto y disfrutar de sus reacciones era uno de sus pocos pasatiempos, y además uno extremadamente problemático. Ese había sido el caso hasta ahora, pero…

Esta expresión… ¿La princesa Charlotte habla en serio?

Parecía que esta vez era diferente; la expresión del rostro de Charlotte no se parecía a nada que Liselotte hubiera visto antes. Y por lo que Liselotte sabía, Charlotte nunca había hecho ninguna declaración directa que significara un gusto especial por el sexo opuesto. Ella simplemente fingió que le agradaban.

Si ella renunciaría felizmente a su estatus real por él, eso significa…

¿Quiere casarse con él…? No lo sé. ¿Qué pasó entre ellos dos? ¿Qué significa esto? Tengo mucha curiosidad, pero…

Liselotte estaba indefensamente interesada en las intenciones de Charlotte. Una extraña mirada de sorpresa permaneció en su rostro; Julianne vio esa mirada a su lado y se rio.

Charlotte se inclinó cerca de Rio, que estaba a su lado. “Por eso, deseo volver a verte pronto. No evitaré que vaya a Rodania con la princesa Christina y la princesa Flora, pero por favor haga lo que deba y persuada a todos, luego regrese rápidamente. También siento mucha curiosidad por esta persona Lady Celia que está tan cerca de ti”.

“Ella es parte de la Restauración, así que no puedo traerla conmigo a mi propia discreción… Ella también tiene trabajo que hacer en Rodania en este momento”, respondió Rio, vacilante.

“Entonces, pidamos permiso a la princesa Christina. ¿Qué dices, princesa Christina?” Charlotte le preguntó en el acto. Su manejo de la situación fue extremadamente ágil, casi como si lo hubiera planeado desde el momento en que invitó  a  Christina. Este  comportamiento habría  sido extremadamente grosero según el estado y la posición de los involucrados, pero eso no se aplicaba a ella como miembro de la realeza de alto rango.

Christina asintió de buena gana sin dudarlo. “Eso debería estar bien. Es casi la hora de unas largas vacaciones, por lo que no será particularmente difícil interrumpir su trabajo como conferenciante. Estoy seguro de que a ella también le gustaría pasar algún tiempo con Sir Amakawa”.

“¡Entonces, está decidido!” Charlotte se regocijó con una sonrisa sumamente dulce. “Lady Celia y Sir Haruto parecen bastante cercanos, así que estoy ansiosa por conocerla… ¡Eso es! Si Lady Miharu y otros vienen a quedarse, deberíamos hacer una pijamada en esta mansión”.

“¿Estás bien con eso, Haruto? No tienes que estar de acuerdo si no quieres, ¿de acuerdo? A este paso, Char seguirá decidiendo sobre todo”, le dijo Satsuki a Rio, suspirando con cansancio. Probablemente tuvo que soportar este tipo de insistencia a diario.

“Lo decidiré después de preguntarles a todos qué piensan”.

También tendrán que considerar eso mientras deciden si venir… pensó Rio, pero se lo guardó para sí mismo mientras respondía con una sonrisa un poco tensa.

“¡Entonces tendremos una fiesta de pijamas si vienen todos! Es una oportunidad única, así que deberías venir tú también, Liselotte”.

“¿Yo? Tengo que considerar mi horario de trabajo, por lo que podría ser difícil para mí…” Liselotte se sorprendió por la repentina oferta.

“Sir Haruto se va a Rodania con la princesa Christina y los demás mañana, ¿verdad? ¿Cuánto tiempo tardarás en volver a Galtuuk?”

“Veamos … Deberíamos llegar dentro de un día si tomamos la aeronave encantada de Galtuuk a Rodania, y puedo hablar con Lady Celia de inmediato … Necesitaría uno o dos días más para reunirme con Miharu y los otros, así que si puedo tomar un dirigible de regreso a Galtuuk, ¿tal vez una semana más o menos?” Rio reflexionó, dándose mucho margen de maniobra. Como estaba frente a los demás, usó un título para referirse a Celia.

“Puede dejarme su viaje de regreso a mí. Enviaré la aeronave”, ofreció Christina.

“Oh, ¿estás segura? Estaba preparada para enviar a uno de los nuestros a buscarlo”, dijo Charlotte.

“Sí. Tengo la intención de regresar pronto para hablar con el rey Francois, así que agradecería que Sir Amakawa estuviera dispuesto a acompañarme en el viaje”.

“Ya veo. Luego el transporte se dejará a la Restauración. Si regresa con Sir Haruto, ¿le gustaría participar en la fiesta de pijamas también, princesa Christina?” Charlotte dijo con una risita.

“Oh, no, yo…” Como antes, su reserva hacia Rio tomó prioridad. Christina estaba a punto de rechazar la invitación por reflejo cuando de repente notó la mirada expectante de Flora sobre ella y se tragó las palabras.

“Si la princesa Christina está presente, entonces la princesa Flora también es más que bienvenida”, agregó Charlotte con una mirada a Flora.

Christina respondió después de un momento de vacilación. “No estoy segura de que podamos participar en una fiesta de pijamas, pero podríamos asistir a una fiesta de té o cenar juntos”.

“¡Maravilloso! Hay aún más que esperar con ustedes dos allí. Pero no queremos que los compañeros de Sir Haruto se sientan incómodos, así que no habrá formalidades ni ceremonias. Por favor, téngalo en cuenta”, dijo Charlotte, mostrando una amplia consideración por Miharu y los demás también.

Las cosas realmente se vuelven más grandiosas. ¿Es incluso aceptable que las princesas solteras y las mujeres nobles se queden en la casa de un hombre? Sin embargo, puede que sea demasiado tarde para preguntar ahora, pensó Rio con dudosa confusión.

“Oh, estoy tan deseando que llegue. Si tan solo el día pudiera llegar más rápido”. Charlotte tenía una mirada verdaderamente satisfecha en su rostro mientras se perdía en sus pensamientos. Seguramente el evento estaba sucediendo en su mente.

Supongo que mi participación también está establecida… Bueno, quiero que Miharu vuelva a ver a Satsuki, y tendré que estar allí incluso si Latifa y los demás no pueden venir. En cuanto a la fiesta de pijamas… bueno, puedo encerrarme en mi habitación tanto como sea posible…

Si Charlotte fue la organizadora de todo, entonces los temores de Rio probablemente no serían motivo de preocupación. Cualquier otra contemplación solo aumentaría sus preocupaciones, por lo que decidió no pensar más.

“¿Qué hay de ti, Lady Julianne?” Preguntó Charlotte.

“Ya estoy casado, así que ustedes, jóvenes, deberían divertirse. Le informaré a mi esposo, así que por favor cuida de mi hija”, declinó Julianne con un tono alegre en su voz.

Liselotte suspiró en silencio. Parece que mi participación en todo esto está decidida, ¿eh? Tendré que ajustar mi horario una vez que regrese a Amande.

Sin embargo, había una leve sonrisa en su rostro.

***

La conversación que tuvo lugar en la nueva mansión de Rio fue en general amistosa, pero ha pedido de Charlotte, que deseaba guardar la discusión detallada para la fiesta de pijamas, decidieron dar por terminada un poco más de una hora después. Satsuki, Charlotte, Liselotte y Julianne debían permanecer en la mansión de Rio.

“Bueno, entonces Flora y yo nos iremos ahora”.

Christina y Flora se prepararon para irse. Habían escuchado la historia de cómo las conversaciones de compromiso de Liselotte con Hiroaki terminaron antes, por lo que probablemente querían hablar con el Duque Huguenot y Hiroaki al respecto con más detalle.

“Podrías mostrarnos el camino a la habitación del Duque Huguenot”, le preguntó Christina a la dama de honor tan pronto como salió de la mansión de Río. Con sus guardias incluidos, un total de diez personas se movieron por los terrenos y se dirigieron a la habitación del Duque Huguenot.

“Duque Huguenot no está aquí en este momento. Según el guardia, actualmente está visitando la habitación del héroe…”

El Duque Huguenot estaba ausente de la habitación que le había asignado el Reino de Galarc. La dama de honor había intercambiado palabras con el guardia al lado de su habitación para averiguar su ubicación.

Christina pensó por un momento antes de decidir visitar la habitación de Hiroaki. “Ya veo… ¿Puedes llevarnos allí?” ella pidió.

“Comprendido.”

La dama de honor inclinó la cabeza respetuosamente y comenzó a mostrarles el camino a la habitación de Hiroaki. Estaba justo al lado de la habitación del Duque Huguenot, por lo que llegaron en menos de un minuto. Así, Christina y Flora entraron en la habitación.

“Saludos, Princesa Cristina, Princesa Flora”.

Dentro había tres figuras: Hiroaki, Duque Huguenot y Roanna. El Duque Huguenot y Roanna se levantaron para darles la bienvenida e inclinaron la cabeza. Sus expresiones estaban ligeramente aterrorizadas.

“…” Hiroaki se sentó en el sofá con una mirada hosca. Eso fue suficiente para que Christina y Flora supusieran que estaba de mal humor.