Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 9

Capitulo 3: A La Sociedad

Parte 3

La respuesta de Nettesheim fue más o menos lo que Suimei esperaba. No había forma de que este hombre, que deseaba la felicidad de todas las personas, realmente hiciera tal cosa.

“¿Hay algo más que usted necesite?” Nettesheim preguntó en un tono un poco más serio.

“Sólo una cosa. Me gustaría preguntarte sobre Lord Gottfried”, respondió Suimei.

Allí, Nettesheim miró a Suimei con asombro.

“Ahora hay un nombre que no he escuchado en algún tiempo… ¿Te refieres al mismo Gottfried en el que estoy pensando?”

“El mismo”.

“¿Qué hay de él?”

“Lo conocí en el otro mundo”.

“Ahora que lo pienso, él también desapareció repentinamente sin dejar rastro. Ya veo… Así que eso es lo que pasó”.

Nettesheim desentrañó rápidamente el misterio detrás de su repentina desaparición, luciendo completamente convencido de la respuesta a la que había llegado.

“Dices que lo conociste, pero por lo que parece, eso no es todo, ¿verdad?”

“Así es. Lord Gottfried está planeando algo allí y se interpone en nuestro camino”.

“Hmm ya veo. Entonces te espera una pelea”.

Nettesheim fue al meollo del asunto, y Suimei asintió afirmativamente. No necesitó decir mucho más cuando Nettesheim ya había anticipado lo que necesitaba.

“Lo  primero  es  lo  primero,  no  puedes  pelear  adecuadamente  allí, ¿verdad?”

“No… no puedo”.

Suimei se sorprendió por un momento, pero solo por un momento considerando con quién estaba hablando. No había forma de que el hombre conocido como el Rey Mágico no pudiera predecir algo relacionado con las leyes místicas. Pero ahora que finalmente estaba llegando al meollo de su visita, Suimei adoptó la actitud de un discípulo adecuado y se sentó con la espalda recta.

“El motivo de  mi visita hoy fue  para disculparme por mi prolongada ausencia de la Sociedad y para obtener permiso para regresar al otro mundo una vez más. También fue para pedir orientación para poder enfrentar las amenazas que me esperan allí, incluido Lord Gottfried”.

“Entiendo. No se pudo haber hecho nada con respecto a tu invocación, dada la interferencia de un poder superior. También entiendo que tienes que volver para arreglar las cosas. En efecto…”

“Entonces…”

La expresión de Suimei se iluminó al escuchar lo que sonó como una respuesta favorable. Sin embargo, la guía para seguir el camino de la magia no fue tan fácil.

“Te prepararé algunos libros sobre Ars Combinatoria. Tómelos e investíguelos. En cuanto al poder para luchar… no es divertido que te den la respuesta, ¿verdad?”

Era perfectamente natural que los magos revelaran cualquier misterio por sí mismos, por lo que prácticamente no hacía falta decir que no habría respuestas fáciles para Suimei. El hecho de que Nettesheim estuviera dispuesto a preparar libros para él significaba que serían grimorios densos que requerirían un estudio intenso para revelar sus secretos. Pero en cuanto a consejos a la hora de luchar en otro mundo…

“Te daré una pista. Veamos… Eche un vistazo a Dimension Cruzada, invocación y barrera mágica”.

Al escuchar esto, Suimei arqueó una ceja. “¿Dimensión Cruzada…? ¿Te refieres a su magia?

“Sip. Es por eso que fácilmente pudo establecerse como mago incluso en este otro mundo, ¿verdad?”

Dimensión Cruzada era la magia en la que se especializaba el hombre del ejército de demonios, Lishbaum, o mejor dicho, la Codicia de los Diez, Kudrack el Ghosthide. Pudo usar Phase Severance a pleno poder en el otro mundo a pesar de ser un hechizo creado en este, lo que significa que no estaba restringido a pesar de ser un mago allí.

Y según la pista de Nettesheim, había alguna respuesta detrás de la combinación de Dimensión Cruzada, invocación y hechizos de barrera.

¿Fue magia la que hizo uso de todos ellos? ¿O quizás algo que utilizó componentes de cada uno?

“No es algo en lo que tengas que pensar tanto, ¿sabes? Con lo que realmente te estás tropezando es con el hecho de que la magia de este mundo no funciona de la manera que quieres que funcione allí”.

“Si.”

“Entonces…” Nettesheim hizo una breve pausa antes de ir al meollo del asunto. “Solo tienes que ir allá… por aquí”.

“…?”

Suimei no pudo digerir eso en el acto e hizo una mueca, ante lo cual Nettesheim se rio entre dientes.

“Señor Suimei, la teoría es muy simple. Es solo esa sustitución”.

“Cuanto más simple es la teoría, más complicada la técnica…” “Sip. Así es como va.”

Nettesheim asintió grandiosamente. Probablemente ya había descifrado la respuesta real por sí mismo, así que todo lo que le quedaba era burlarse de su lento discípulo. Realmente tenía una buena personalidad.

“Esas son todas las pistas que recibirás para mí. Averigua el resto por tu cuenta”.

“Entendido. Muchas gracias por su orientación”.

Suimei se inclinó una vez más y Nettesheim de repente se puso de pie.

“Señor Suimei… También usamos y tomamos prestados poderes de existencias superiores. Eso es porque sus poderes son tremendos… y tremendamente útiles”.

“Correcto.”

“Estoy seguro de que el poder de la diosa es el mismo. Sin embargo, adquirimos el poder para superar esa irracionalidad… Poder que posees”.

“¿Que estas…?”

El consejo de Nettesheim dio un giro repentino e inesperado. En lugar del dios maligno, Gottfried, o incluso Kudrack, Nettesheim habló de un enemigo que Suimei parecía haber pasado por alto…

“Bueno, escúchame”.

Los ojos negros como la boca de Nettesheim de repente se enfocaron en Suimei. Eran inquietantemente oscuros, como la oscuridad sin fondo del espacio. Sentían que podían chuparte directamente…

Y en el momento en que Suimei quedó fascinado por ellos, cambiaron por completo. Se llenaron instantáneamente de brillante pasión y espíritu. Fue gracias a ellos que Suimei pudo recordar algo importante. Fueron como una fuerte palmada en la espalda, empujándolo hacia adelante… No, como una fuerza que empuja a toda la Sociedad hacia adelante.

Para salvar definitivamente a los que no se pueden salvar.

“Ve. En aras de probar tus ideales. Eso demostrará que estamos en lo cierto. Ve a darle una paliza a toda la divinidad que solo se mueve de acuerdo con sus propios deseos egoístas”.

“Correcto.”

Animado por las alentadoras  palabras del líder, Suimei dejó atrás la habitación cerrada.

***

Mientras tanto, en el vestíbulo de la Sociedad… “¿Sobre el Maestro Suimei?” repitió la recepcionista.

Después de que se les pidiera que esperaran en el vestíbulo, Felmenia y las otras chicas habían decidido preguntarle a la recepcionista, Beltria Krantz, sobre Suimei.

“Si. No sabemos mucho sobre Suimei-dono”.

Allí, Beltria les dirigió una elegante sonrisa a las chicas.

“Bueno, considerando la edad que tiene, ¿nunca pensaste que tal vez era solo un joven?”

“Es cierto que Suimei-kun es joven. Sin embargo, después de venir aquí y ver la forma en que lo tratan, más el hecho de que pudo reunirse directamente con el jefe de esta organización… Eso no es algo que cualquiera pueda hacer, ¿verdad?”

“Tienes razón sobre eso. La posición del maestro Suimei le permite reunirse libremente con nuestro líder. En realidad, hay una premisa aquí de que uno debe poder encontrar a nuestro líder antes de conocerlo, por lo que los magos incapaces de hacerlo no pueden reunirse con él en absoluto”.

Felmenia inclinó la cabeza hacia un lado ante una idea tan críptica. “¿No está él aquí en este castillo?”

“Creo que está… Pero no sé dónde. Yo mismo lo busqué, ¿sabes? Tengo suficiente interés en la magia que personalmente he explorado este castillo. Sin embargo, aunque busqué en todos los rincones, no pude encontrarlo en absoluto… De todos modos, la posición actual del Maestro Suimei se debe en parte a sus habilidades y sus repetidas contribuciones a la Sociedad, pero su pedigrí también tiene bastante historia.”

“¿Es decir que recibe un trato favorable por ello?”

“Sería más apropiado decir que la gente reconoce la superioridad de su linaje”.

Al escuchar lo que Beltria tenía que decir, Felmenia y las demás recordaron lo que los había impresionado por primera vez al teletransportarse a Japón: la casa de Suimei era más grande y ocupaba más terreno que las casas circundantes. Por lo menos, no había duda de que poseía activos considerables.

“Su pedigrí, ¿eh? Es cierto que su casa era bastante grande… ”

“¿Entonces él es realmente de un linaje antiguo?”

“Si. Su linaje se remonta a más de trescientos años antes de la fundación de la Sociedad, hace unos mil años…”

“¡¿M-M-M-M-M-Mil años?! ¡¿Dijiste mil años?!”

Felmenia saltó de su asiento en estado de shock al escuchar información tan asombrosa. Desde su perspectiva, un linaje de mil años superó fácilmente al de las familias más antiguas de Nelferia y Saadias, y tal vez incluso al linaje real de Astel. Como tal, Lefille y Liliana estaban igualmente asombrados, sus ojos como platillos. El único que no pareció sorprendido en absoluto fue el único residente de este mundo, Hydemary.

“En la Sociedad, que está categorizada como una organización emergente en el mundo de la magia, su linaje es prácticamente la crema de la cosecha. Escuché que los sistemas populares de magia en ese momento en Japón eran el sintoísmo, el culto a la montaña y el budismo. La familia del Maestro Suimei se distingue incluso entre las familias distinguidas de Oriente, y el jefe de familia en ese momento mostró interés en los ideales de la Sociedad. Entonces, después de una correspondencia bastante complicada, escuché que terminó viniendo aquí y uniéndose. Aparentemente, era bastante compatible con la numerología de la Cabalá en ese momento”.

Ante eso, Felmenia arqueó una ceja.

“¿Pero he oído que muchos de los misterios aquí están relacionados con la religión?”

Había muchos sistemas de magia que usaban la religión como fuente, lo que significa que dominar múltiples sistemas a menudo implicaba la colisión de varias creencias religiosas. Eso podría dificultar el dominio de otras formas de magia después de sumergirse en un solo sistema. Podría golpear a un mago contra una pared infranqueable, impidiéndole aprender cualquier otro sistema.

“La familia del Maestro Suimei aparentemente estaba muy concentrada en actividades académicas y solo débilmente involucrada con la religión. Parecían haber establecido métodos para comunicarse con la divinidad independientemente de la religión, por lo que aparentemente nunca oraron realmente ni nada para empezar”.

“¿Oh?”

Lefille se animó con gran interés una vez que el tema cambió a la religión, pero Beltria negó con la cabeza.

“Mis disculpas, pero para profundizar más en las artes secretas de la familia Yakagi… ¿Lo sabes, Mary-chan?”

“Él tampoco me ha enseñado nada al respecto, ¿sabes? Creo que estaba a punto de hacerlo, pero luego pasó todo esto”.

“Ya veo, ya veo.”

Mientras Beltria y Hydemary continuaban charlando, Lefille se volvió hacia Felmenia.

“Lady Felmenia, ¿comprende de qué están hablando? Realmente no comprendo cómo se puede tomar prestado el poder de la divinidad a pesar de despreciar la fe”.

“Vagamente. Creo que lo que están haciendo no es acercarse a la divinidad a través de la fe religiosa, sino más bien crear un medio para traerles la divinidad con un recipiente para que se manifieste, proporcionándoles un medio para tomar prestado el poder”.

“En resumen… es algo así como… ¿una invocación, entonces?” Liliana intervino, uniéndose a la conversación.

Felmenia asintió con incertidumbre.

“Si. Para un ejemplo fácil de entender, piense en la posesión a medias de los ángeles de la guarda”.

“Pero… ¿cómo es eso… ventajoso para la divinidad? Los medios tradicionales… exigen fe. Pero de esta manera… la oferta no está clara”.

“Creo que, aunque incompleto, el punto de poder interferir directamente con el mundo por medio de la posesión es la misma razón por la que la divinidad echa una mano. Para llevarlo al extremo, se está olvidando lo que más teme la divinidad en el mundo. Y aquellos que pueden ejercer el poder de un ser divino específico son pocos y distantes en términos del mundo entero, ya que están restringidos a una cierta fe. Eso hace que las personas sean capaces de manejar múltiples conexiones, como Suimei-dono, bastante conveniente para la divinidad”.

“Entonces él está… siendo utilizado”.

Liliana tuvo una visión bastante dura de la situación. Suimei habría protestado firmemente si hubiera estado presente.

“¿Qué pasa con el ejemplo menos fácil de entender, Lady Felmenia?”

“No tengo ni idea. El proceso implica abrir una conexión y luego mantener tanto la línea de comunicación como el propio medio de comunicación. Todo es un misterio para mí. Has visto a Suimei-dono usar Abreq ad Habra antes, ¿verdad, Lefille?”

“Eso es… ciertamente cierto.”

Felmenia estaba haciendo referencia al hechizo que Suimei usó al convocar a un ángel de la guarda. Lefille lo había visto personalmente en acción dos  veces.

Era una técnica que traía consigo una existencia absurda, pero ni siquiera Lefille, un medio espíritu, tenía idea de qué era.

Fue aquí donde Beltria se reincorporó a su conversación con información adicional.

“Japón en aquellos días era politeísta, así que la magia de la familia Yakagi ha incorporado múltiples sistemas desde hace mucho tiempo. Cuando se trataba de hacer uso de los objetivos de sus creencias, aparentemente hicieron cosas bastante ridículas y violentas. El Maestro Suimei puede, de hecho, ser el mejor de toda la Sociedad en el manejo de todo lo relacionado con la divinidad. Es precisamente por eso que incluso fue capaz de expulsar a un dios maligno de—”

“¡¿Un dios maligno?!”

“Si. Es una historia bastante famosa, ¿sabes? Uno de los magos conocido como Codicia de los Diez convocó a un dios maligno para destruir el mundo. Pero, en medio de su manifestación, el Maestro Suimei lo expulsó al plano astral y lo redujo de nuevo a una existencia conceptual”.

Las tres visitantes se quedaron sin palabras. Suimei había repelido a un dios maligno… lo que significa que ya había conquistado contra lo que estaban tratando de luchar en su propio mundo.

Fue allí donde Felmenia planteó una pregunta con una mirada algo obtusa en su rostro.

“Entonces… ¿fue mi invocación realmente un gran éxito?”

“No, lady Felmenia, fracasó. No huyas de la realidad”.

Lefille puso su mano sobre el hombro de Felmenia, mientras Liliana, que estaba junto a ellos, puso cara de mal humor.

“Suimei… realmente es… un gran mentiroso.”

“Seriamente. ¿De dónde se saca diciendo que es de clase media baja?¿No es él, como, la corteza superior de la corteza superior?”

“Ah, ¿el Maestro Suimei dijo algo así?”

“Eso suena como Suimei-kun, sí.”

“Él no es de los que se jactan, después de todo”.

“En el caso de Suimei-kun, considerando las cosas que ha hecho, hablar de sí mismo objetivamente sería jactancia”.

Mientras Hydemary y Beltria continuaban charlando… “Um, disculpe…”

Alguien llamó al grupo desde atrás. A juzgar por el traje que llevaban, estaba claro que eran magos.

“¿Sucede algo?”

“Um, tú estás ahí con la de pelo rojo… ¿Puedo darle la mano?”

Antes de que se dieran cuenta, un buen número de magos se habían reunido a su alrededor. O, específicamente, alrededor de Lefille.

***

Suimei regresó de la habitación del líder para encontrar una enorme multitud en el vestíbulo.

“¿Q-Qué diablos está pasando aquí…?”

Esas fueron sus primeras palabras al ver la extraña situación. El vestíbulo estaba en un alboroto absoluto. Hubo un estruendo clamoroso de voces emocionadas, y en el centro de todo, Suimei pudo escuchar a algunos familiares gritando cosas como, “¡Detenerlos!” De hecho, parecía que Hydemary y las otras chicas estaban siendo atacadas por magos de la Sociedad por alguna razón.

Mientras Suimei estaba allí observando esto completamente estupefacto, una voz en particular en la multitud le gritó…

“¡Suimei-kun! ¡Llegas tarde! ‘¿No debería tomar tanto tiempo?’ ¡Mentiroso!¡Idiota! ¡Idiota!”

Era una Hydemary enojada, que lo reprendió generosa e infantilmente. Los magos de la Sociedad la tenían a ella y a las chicas tan desesperadamente rodeadas que ella había recurrido al uso de la magia.