Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 3

Interludio 2: Ambición

“Ahora, por favor, lleva el agua de este pozo a las bañeras y al suministro de agua arriba que te mostré antes.”

Ante las instrucciones de la pequeña Lenny, los seis huérfanos frente a ella asintieron obedientemente.

Después de muchos problemas, Lenny finalmente había convencido a sus padres, que comenzaban a preocuparse por el tiempo que se perdía sin ella en el mostrador, para dejarla traer a algunos huérfanos para cuando el Pacto Carmesí estuviera fuera de la ciudad.

El sueldo era bajo, pero para los niños que tenían esperanzas en el gremio— particularmente aquellos que carecían de los fondos para las comidas— el trabajo era un regalo del cielo.

El trabajo no era peligroso, fortalecería sus cuerpos, continuo por varios días y ganarían suficiente dinero para comer durante unos días después de que terminara. Además, incluso una vez finalizadas sus tareas, podrían regresar para la próxima oportunidad y existía la posibilidad de que más clientes comenzaran a contratar huérfanos para tareas similares en el futuro.

Y así, los huérfanos mostraron a Lenny, que era apenas mayor que ellos, el respeto total como al de un cliente.

Su paga no era por hora, sino por el trabajo. En otras palabras, se les pagaba una vez que todo el trabajo estaba hecho.

No importaba si les tomaba una hora o diez— la paga era la misma. Por lo tanto, varios de los huérfanos se habían reunido para terminar la tarea lo más rápido posible. Pensaron que esto haría a su cliente más feliz y de todos modos, el líder de su grupo había decidido que sería demasiado difícil para un niño intentar hacer todo el trabajo solo.

Además, completar el trabajo no era su único objetivo. “Muy bien, ¿todos entendieron eso?”

Después que Lenny diera su explicación y se fuera, uno de los huérfanos, un niño de alrededor de ocho o nueve años, que parecía ser el mayor de ellos, hizo un recordatorio para el grupo.

“El hermano mayor de Veil— y por consiguiente— nuestro benefactor, se queda en esta posada. Casi no hace falta decir que todavía está perdidamente enamorado por ella, ¿verdad?”

Los otros cinco asintieron.

De una forma u otra, parecería que estos huérfanos eran los niños a quienes Veil cuidaba, el chico que Mile usó como su ‘cordero de sacrificio’ en el examen de graduación.

Una y otra vez, Veil había impresionado a los huérfanos de que toda su buena fortuna era gracias a una chica llamada Mile y que, si algo le sucedía, deberían devolverle el favor en su lugar.

Aunque nunca compartió explícitamente sus verdaderos sentimientos por ella, era lo suficientemente obvio como para que incluso el más joven de los huérfanos, que no tenía más de cuatro o cinco años, pudiera entender fácilmente cómo se sentía.

“Si nos encontramos con nuestra benefactora, tomemos un descanso y hablemos con ella. Tenemos que intentar descubrir sus intereses, pasatiempos y cosas así. Y luego, tenemos que decirle lo bueno que es nuestro jefe —y luego mencionar el nombre de Veil. Y luego decimos algo como, ‘¿Qué? ¡¿Conoces a Veil onii-chan?!’ para que podamos hacer que se reúnan. No podemos estropear esto. ¡¿Entendido?!”

“¡¡¡¡¡Síiiiiiiii!!!!!”

Tres días más tarde…

“Esto es extraño… Hemos intentado trabajar en todos los horarios… pero no hemos podido encontrarnos con ella…”

En un descanso, el niño que era el líder reflexionó sobre este enigma, justo cuando Lenny pasaba cerca.

“¿Hm? ¿Qué pasa?” preguntó.

El chico dudó un momento y luego prosiguió: “Um, había oído que había un grupo de chicas cazadoras se alojaban aquí a largo plazo, pero no nos hemos topado con ellas…”

“¡Oh, debes estar hablando del grupo de la señorita Mile!”, respondió Lenny, ofreciendo a los niños una sonrisa y una explicación. “Cuando esas chicas están aquí, nos llenan los baños con magia. Por ende, el único momento en que los contratamos a todos es cuando las chicas están lejos de la capital por trabajo. En otras palabras, nunca encontrarás ese grupo mientras haces este trabajo.”

Lenny tenía relativamente pocas oportunidades de hablar con niños de su edad o menores, por lo que en lugar de usar los patrones formales que solía emplear cuando hablaba con adultos, usaba un tono relajado, más infantil. De hecho, parecía que había venido a propósito ya que los huérfanos tomaban un descanso, solo para poder hablar con ellos. Sin embargo…

“¡¿¡¿Quéééééééééééééé?!?!”

Los huérfanos cayeron de rodillas, con rostros desesperados. No parecían estar disfrutando esta conversación.

“N-no puede ser… Todas nuestras esperanzas… Todos nuestros grandes planes…”

“Nuestros sueños de formar el grupo El Fin del Grifón y entrenar a todos con cazadores de primera clase, bajo la guía de Veil y nuestra benefactora…”

Aparentemente, estos todos los huérfanos habían escuchado las historias de Mile de Veil de sus días en la escuela.

“Hm? ¿Huh?”

Lenny solo los miró boquiabierta, sin entender lo que estaba pasando en lo más mínimo…