Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 3

Capitulo 26: Una Nueva Solicitud

Parte 8

Pero para que eso suceda, Lobreth tenía que estar bien de salud. Por su propio bien— y porque el wyvern era su buen amigo—la supervivencia de Lobreth era primordial.

Transportar a Lobreth solo por fuerza hubiera sido imposible, pero pensaron que si el hombre les dijera qué hacer, el wyvern obedecería las instrucciones. Si bien el hombre consideraba que Lobreth era su amigo, en lo que respecta a Lobreth, este hombre probablemente se parecía más a su dueño o maestro.

Así que Mile desató solo los cables que estaban envueltos alrededor de las piernas de Lobreth para que pudiera caminar por su cuenta.

Por si acaso, Mile ató un alambre delgado alrededor del cuello de Lobreth y del hombre, y luego lo trajo de vuelta en sí con la magia del despertar. El hombre susurró algo al oído de Lobreth y Lobreth comenzó a caminar obedientemente hacia adelante. Tal vez tenían algún tipo de magia para entenderse o tal vez, Lobreth simplemente tenía una inteligencia lo suficientemente alta como para entender el habla humana…

La fuerza de los cables era clara para el hombre. Reconoció que, si Lobreth intentaba correr o hacía cualquier otro movimiento repentino, el cable les apretaría el cuello o incluso debido a que era muy delgado, los atravesaría. El hombre no tenía intención de arriesgar su vida con estúpidas tácticas con pocas posibilidades de éxito. El hombre no era luchador, después de todo, solo un académico e investigador.

Además, habiendo aprendido de su error anterior, esta vez Mile los había atado no con la fibra de nanotubos de carbono, sino con cables de acero. Era un material superfino hecho de alambre de piano, más duradero que incluso una línea de acero estándar. Incluso si se incendiaba a este cable, no sería destruido.

Por supuesto, ella todavía no tenía intenciones de dejarlos fuera de su vista.

El joven aldeano que era demasiado aficionado a las niñas, observó cómo los cinco humanos caminaban junto a Lobreth, tambaleando, incapaz de equilibrarse con su mitad superior atada. El joven estaba temblando.

¡So-son aterradoras! ¡¡¡Las citadinas son absolutamente aterradoras!!!

 Quizás, después de todo, él tendría mejor a una de las chicas del pueblo como amante. Las mujeres de la ciudad daban miedo. Sin embargo, las mujeres rudas y toscas de su generación también daban miedo…

“¡Sep, tendré que hacerme amigo de una niña y criarla como quiera!” concluyó.

Si Mile lo hubiera escuchado decir esto, probablemente habría dicho algo como “¡¿Eres Hikaru Genjiiiiii?!”

Cuando el grupo regresó a la aldea, estaban rodeados de aldeanos que, aunque inicialmente se petrificaron al ver al wyvern, pronto se regocijaron, alabando al Pacto Carmesí.

Las chicas llamaron al anciano de la aldea y solicitaron que se enviara un mensajero a la capital regional para traerles un equipo de transporte.

Aunque la capital real estaba muy lejos, la capital regional lo estaba mucho menos y para aumentar su popularidad al ‘hacer cosas por los ciudadanos’, el señor feudal, que también era su cliente, cumpliría absolutamente con la solicitud.

Era posible que una unidad de transporte liderada por el mismo señor feudal pudiera encontrarse con ellas antes de que entraran a la ciudad, para que él pudiera liderar el regreso triunfante a través de las puertas. Podrían esperar con seguridad una bonificación por capturar al wyvern vivo también.

Pacto Carmesí, habiendo logrado aún más de lo que se habían propuesto, disfrutaron del festín proporcionado por los aldeanos agradecidos y rápidamente se olvidaron de dos cosas:

Las sospechas que tenían sobre la existencia del demonio.

Y la preocupación en sus corazones por lo que ese demonio podría estar tratando de hacer…

Todavía era de mañana cuando el mensajero salió de la aldea, así que para la tarde del día siguiente, un equipo de transporte organizado por el gremio había llegado ante la solicitud del señor feudal. Partirían nuevamente hacia la capital a la mañana siguiente.

Todos  los  miembros  del  equipo  de  transporte  eran  cazadores,  por  lo  que  un empleado del gremio de alto rango los había acompañado como su líder. Parecía ser un ex cazador de rango B, alguien cuyas órdenes los otros cazadores no irían en contra.

Pacto Carmesí se sintió aliviado al ver que ningún comandante del ejército regional o similar se había presentado para tratar de robar su crédito.

Por el contrario, todos los cazadores inclinaron sus cabezas en respeto hacia Pacto Carmesí, los captores del malvado wyvern que habían asestado un duro golpe a tantos de sus compañeros cazadores en forma de costos médicos por los heridos y las sanciones por fallas en el trabajo.

Los cazadores previamente derrotados se vieron obligados a reemplazar el equipo roto y vieron como sus finanzas se esfumaron, algunos de ellos incluso tuvieron que revelar su nueva quiebra a sus familias.

Los cazadores habían querido intentar eliminar el wyvern ellos mismos, por su orgullo como cazadores locales y lamentaron no poder hacerlo. Sin embargo, no se puede esperar que asuman un trabajo imprudente que pueda llevar a los miembros de su grupo o sus familias a la ruina.

“Innumerables jóvenes prometedores pero estúpidos terminaron en números rojos gracias a esto, entre tener que reemplazar su equipo, curar sus lesiones y otras cosas por el estilo —sin mencionar la demora significativa para sus próximas promociones. Además, la moral estaba en su punto más bajo entre los cazadores y los empleados del gremio. Los pueblos locales estaban siendo atacados y no había nada que pudiéramos hacer al respecto. Así que sinceramente, desde el fondo de nuestros corazones, les agradecemos por capturar a este demonio,” dijo el comandante del gremio, inclinando la cabeza y firmando el comprobante de finalización del trabajo de las chicas.

Habían entregado el wyvern al gremio con la condición de que podría ser asesinado en cualquier momento y ahora su trabajo había terminado.

En verdad, en lo que respecta al asesinato, Pacto Carmesí le había preguntado al líder del personal: “Si lo quisiéramos vivo, ¿qué pensarías acerca de entregarlo así?” A lo que respondió: “¡Con mucho gusto!”

Habiendo pasado por todos los problemas de traer vivo a Lobreth, decidieron abandonar el wyvern allí y dejar el resto en manos del gremio.

Los beneficios de esto superaron el riesgo de que el wyvern escapara o agitara un escándalo y matara a alguien, así que, naturalmente, todas estuvieron de acuerdo.

Por lo tanto, Pacto Carmesí había completado su trabajo con una calificación A y la promesa de una bonificación por su captura exitosa—y sin la molestia de transportar su carga. Sin embargo…

“Oh, ¿quién es ese?”

Al ver al hombre atado junto al wyvern, el comandante del escuadrón de transporte hizo la pregunta obvia.

De hecho, todavía tenían que contarle la historia del viejo misterioso.

“Soy Byrnclift. Una vez estuve al servicio del palacio, como mago de la corte.”

“E-eres ese Byrnclift? ¿El jefe de magos de la corte real?” preguntó sorprendido el comandante.

“En efecto. Pensar que alguien todavía recuerda mi nombre…”

Eran palabras humildes, pero la expresión del viejo lo traicionaba por completo.

Estaba claramente muy satisfecho de sí mismo.

“En verdad, vivía en lo profundo de las montañas, investigando formas de entrenar wyverns para no atacar a las personas y comprender el habla humana. Como resultado, evité con éxito que este wyvern atacara a cualquiera de los aldeanos que viven dentro de sus terrenos de caza. Desafortunadamente, todavía se vio obligado a emplear un mínimo de contramedidas contra las personas que vinieron a atacarlo y matarlo… Pensé que los resultados de esta investigación podrían aprovecharse por el bien de este país, pero…”

A decir verdad, este hombre había hecho una solicitud al Pacto Carmesí.

“Voy a decirle al equipo de transporte la verdad, así que por favor no me interrumpan.”

“No diré ninguna mentira. Una vez que termine de hablar, si creen que alguna parte es falsa, no duden en señalarlo. No haga conjeturas propias—simplemente díganlas con los hechos objetivos—tal como lo vieron ustedes mismas.”

De hecho, la mayor parte de la información era la misma que el hombre les había dicho, por lo que no serían realmente capaz de refutarlo.

En esta coyuntura, no había falsedades claras para que refutar.

“Aunque los resultados de mi investigación fueron bastante efectivos, esas chicas llegaron para capturar y matar a este wyvern. Intenté pagarles para quitarles el wyvern, pero el trabajo que aceptaron tenía prioridad, dijeron, por lo que no pudimos negociar un intercambio…”

“Luego, intenté con todas mis fuerzas rescatarlo. Por lo que, tengo la intención de ir con este wyvern y suplicar por su vida. ¡Por favor reconsidere esto! Pensé que sería bueno para mí cuidar a este wyvern y ponerlo al servicio de su señor feudal, si él estuviera tan dispuesto…”

De hecho, no había mentiras. Y ahora… “Eso es todo.”

“¿Huh?” Pacto Carmesí se sorprendió ante esta explicación increíblemente simple.

De hecho, todo fue como él había dicho.

No había mentido.

Sin embargo… de alguna manera, las cuatro se sintieron insatisfechas con esta historia.

“………”

El empleado del gremio y los cazadores también parecían bastante preocupados.

Esto era comprensible. El hombre estaba hablando como un posible villano en busca de venganza, hablando en contra de los cazadores que habían intentado atacar y matar a un wyvern supuestamente inocente en el cumplimiento de su deber durante un trabajo legítimo que habían asumido, arriesgándose a sufrir graves daños físicos y financieros.

“¿Es todo eso cierto?” preguntó el empleado del gremio a las chicas, que solo pudieron responder: “S-sí… Al menos no hay nada falso en lo que acaba de decirles… Aunque siento que hay algo más…” Reina respondió a regañadientes.

Los comentarios sobre el cuerpo de Mile, etc., fueron historias que Byrnclift solo les había contado, por lo que, por ahora, tuvieron que aceptar su solicitud.

Además, si decía que no estaba hablando en serio, solo ganaba tiempo para salvar a Lobreth, no había nada más que pudieran hacer. Que lo habían atacado estaba claro, por lo que tendrían que disculparse…

Por supuesto, interferir con el trabajo de un cazador seguía siendo ilegal, por lo que al menos estaban en lo cierto.

Normalmente, dichas disputas serían manejadas por los grupos involucrados o el gremio de cazadores intervendría y decidiría si se necesitaba alguna reparación o acción disciplinaria.

Sin embargo, en este caso, el asaltante no era un cazador, por lo que el gremio no tenía autoridad y no había más remedio que dejar todo en manos de los funcionarios. No les había hecho ningún daño real, por lo que habría repercusiones mínimas.

El incidente, hasta ahora, no era más que una razón para mantener restringidos los movimientos de Byrnclift. Sus crímenes en relación con el wyvern tendrían que ser investigados más tarde.

El intercambio continuó un poco más, pero al final, se juzgó que Byrnclift, el ex mago de la corte, viajaría junto con el equipo de transporte no como un criminal capturado, sino como un tercero.

Atacar a las chicas solo había sido por salvar a Lobreth, afirmó y no tenía intención de amenazarlas, matarlas o incluso herirlas; de hecho, Lobreth claramente se había estado conteniendo y el hechizo que Byrnclift había lanzado era uno que solo era agua, causando pocas lesiones.

Tal vez, realmente no era una persona tan mala después de todo.

Además, Reina, Mavis y Pauline estaban familiarizados con personas como él. Por lo que, ninguna de los tres estaba en condiciones de hacer una fuerte objeción a su liberación.

“Fue solo porque él no quería dañar mi cuerpo”, pensó Mile para sí misma, pero no expresó su teoría en voz alta.

En cualquier caso, estas personas eran solo un equipo de transporte. No tenían mucha autoridad propia. No importa cuánto le hayan dicho a estos cazadores, sería de poca utilidad. En el mejor de los casos, no cambió nada más que cómo tratarían al hombre mientras lo escoltaban, por lo que decidieron dejar de explicarle la situación al equipo.

En primer lugar, la mayor parte de lo que sabían era lo que Byrnclift les había dicho, así que si él mismo se oponía a algo de eso, entonces eso era todo.

El hecho de que había hecho todo lo posible para rescatar al wyvern era simplemente una sincera verdad. No tenían nada más que pudieran transmitir al equipo de transporte que era ‘un hecho objetivo del que habían sido testigos’.

Además, cualquier testimonio detallado que Pacto Carmesí diera sería entregado a su cliente a través del gremio. En otras palabras, tendrían que escribir todo, incluso lo que dijo Byrnclift. Si lo hicieran, esta información ciertamente llegaría a los oídos del señor feudal, su cliente, quien era responsable de todo lo que sucedía en esta región.

Pacto Carmesí no quería tener nada más que ver con Byrnclift después de este punto y no podían soportar la idea de tener que compartir su viaje con él o tomar parte de la responsabilidad si algo sucedía.

Por lo que, decidieron separarse de la situación lo más rápido posible para enfocarse en otra cosa.

Además del comandante, que era una parte esencial de la operación, todos los miembros del equipo de transporte eran cazadores activos e incluso el propio comandante era un ex cazador, por lo que no era absolutamente necesario que Pacto Carmesí los acompañara como un acompañante adicional.

Además, si bien habían viajado aquí con bastante rapidez, tener que regresar mientras transportaba un wyvern en una carreta llevaría mucho más tiempo. Ninguna de ellas estaba ansiosa por quedarse y acompañar a Lobreth.

A la mañana siguiente, Pacto Carmesí abandonó el pueblo un poco antes del equipo de transporte, en dirección a la capital regional.

Se sentirían incómodas irse al mismo tiempo que el equipo de transporte y luego dejarlos atrás y partir más tarde para luego pasarlos sería igual de malo. Por lo tanto, no tuvieron más remedio que irse por delante del otro grupo.

Fue entonces, a lo largo del camino a la capital, que las cuatro finalmente recordaron esa información sobre la información anterior.

“Ese demonio… me pregunto qué estaba tratando de hacer. Enserio, ¿qué estaba haciendo en un lugar como ese en primer lugar…?”

“Buen punto… ¿Me pregunto si estaba tramando algo…?”

“Tengo un sentimiento extraño sobre esto…”

Esta vez, no solo Mavis, quienes sabía un poco acerca de los demonios, sino que también Reina y Pauline, comenzaron a tener una sensación de duda.

“Bueno, ni siquiera sabemos si ese hombre nos estaba diciendo la verdad y de todos modos, no tiene nada que ver con nuestro trabajo. No tiene sentido investigarlo—o incluso pensar más en eso.”

Las otras tres se sorprendieron de que Mile pudiera ser tan indiferente, pero cuando lo pensaron, se dieron cuenta de que ella estaba en lo correcto.

“Supongo que es cierto.” Reina estuvo de acuerdo con la evaluación de Mile. “Completamos nuestro trabajo con una calificación A y recibamos una bonificación. Yo llamaría a esto un gran éxito— ¡simplemente disfrutémoslo!”

Todavía había algo inquietante sobre ese viejo, Byrnclift, pero no había nada que hacer al respecto. No importa lo que haya sucedido, al final, el asunto estaba fuera de las manos del Pacto Carmesí. Informarían todo lo que sabían, incluido el asunto del demonio, al gremio y el resto sería para que el señor feudal lo manejara. Realmente no tenía más sentido que se preocuparan por eso.

El hombre sería tratado de acuerdo con las leyes de este territorio. Eso era todo lo que había al respecto.

Eran leyes que fácilmente podían ser dobladas por alguien en una posición de poder, pero eso no era asunto de ellas.

Más tarde ese día, justo antes del mediodía, Pacto Carmesí llegó a la capital. Fueron al gremio para procesar sus formularios de finalización de trabajo e informar los detalles de su trabajo al maestro del gremio.

Luego recibieron su paga, junto con la bonificación que el maestro del gremio había negociado con el señor feudal. Aparentemente, incluso el señor feudal, que siempre recogía hasta los centavos, estaba de buen humor y había estado más que feliz de abrir su bolso.

Después de eso, se excusaron del gremio, recibieron las bendiciones del personal y de todos los cazadores presentes, comieron el almuerzo en una posada, antes de que las cuatro, exhaustas, se fueran directamente a la cama.

***

Al día siguiente, se dirigieron hacia la capital para comenzar el viaje a casa.

“Muy bien, ¡ha pasado mucho tiempo! ¡Es hora de otro ‘Cuento Popular Japonés’!” dijo Mile, pensando que todas podrían usar un cambio de ritmo.

Sin embargo, esta vez estaba atada por material.

Hmm, hmm … ¿Cuál sería una buena alusión para hacer aquí…?

Lobreth, Urashima Taro, fondo… rayas… ¿huh? No no… 

Lobreth, Urashima Taro, Urashima Taro… ¡No no no no no! ¡Eso está muy alejado de Lobreth!

 Princesa Sales/Vendedora… ¡¿Es esto Comiket? 

Señora no compradora … ¡¿Es esta la novia hecha a mano?! 

El viejo duro… ¿Existe tal cosa como un ‘viejo suave’? aunque está el viejo dormilón… 

“¿Aún no estás lista?”

“¡Date prisa y comienza, por favor!”

A medida que las solicitudes se inundaban, Mile se agravó cada vez más. Ella estaba deprimida. Mile estaba enferma.

¿Dr. Slump? Ailing-chan? ¡No no no no no no no no no! 

 Pasarían cinco días más hasta que llegaron a la capital.

¿Estaba la pequeña Lenny haciendo un uso seguro de los baños?

¿Los había convertido en una especie de fábrica de huérfanos de mercado negro? Con la esperanza de que al menos les esperara una paz momentánea en la capital, las cuatro partirían, dejando que las grandes y anchas montañas se desplegaran a sus espaldas…

“¿Aún no estás lista?”

“¡¡¡¿P-por favor dame un momento?!!!”