Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 3

Capitulo 26: Una Nueva Solicitud

Parte 3

No eran una organización de caridad y sin que nadie pagara la tarifa, ningún cazador asumiría el trabajo. No era el gremio, sino más bien, el señor feudal o la Corona, de quien se espera que se encargaran de eliminar cosas como los wyverns.

A menos que hubiera una emergencia, el gremio solo actuaba una vez que se presentara una solicitud de trabajo. Tal era la naturaleza de las cosas.

Sin embargo, también existía una regla general que indicaba que el gremio debería ser informado de la aparición de un monstruo fuerte, ya que, si todos los cazadores dentro de la región combinaran sus fuerzas, probablemente podrían superar incluso al ejército regional. Fue con esto en mente que los aldeanos contactaron al gremio.

El señor feudal había enviado una fuerza de exterminio de dieciocho soldados, incluyendo magos de combate, arqueros y lanzadores de jabalina, que podían derribar el wyvern, así como lanceros y espadachines que podían eliminarlo una vez cayera.

Normalmente, excluyendo a aquellos que tenían un rango A o superior o tal vez el más alto de los rangos B, un soldado promedio era más fuerte que un cazador con los años equivalentes de experiencia. Por lo tanto, esto debería haber sido más que suficientes para formar una fuerza de exterminio.

A pesar de que no tenían un cazador veterano experimentado en la lucha contra wyverns como asesor, nadie se quejaría de que un equipo tan fuerte fuera enviado para luchar contra un solo wyvern.

Y así llegó el día del siguiente ataque del wyvern.

Se les instruyó a los aldeanos que permanecieran en sus casas por su seguridad y cuando salieron, varias horas después lo que vieron fueron solados llenos de lodo y un grupo igual de magos, usando magia de curación desesperadamente para cerrar las heridas más graves.

Los heridos de gravedad: seis soldados. Los heridos leves: cinco soldados. PEA: una sola vaca.

Alrededor de la mitad de los heridos graves estaban en tal estado que los poderes curativos de estos magos, especializados en hechizos de combate, no sería suficiente.

Más tarde, requerirían múltiples tratamientos de magos especializados en curación.

Por supuesto, una vez que regresaran a la capital, habrían especialistas en curación que fueron empleados por el señor feudal, magos cazadores especializados en magia curativa y clínicas que atendían a la gente común, así como también aquellos magos curativos que habían retrocedido de la línea frontal en aras de ayudar a los ancianos.

Una vez que llegaran a la capital, esos soldados estarían bien.

Aun así, un enemigo con el que asumían que podían eliminar con facilidad había eliminado su fuerza de exterminio.

Además, el wyvern claramente se había estado conteniendo, jugando con ellos. Si no lo hubiera hecho, no habría manera de que pudieran escapar con cero muertes.

Mientras su comandante estaba estupefacto porque sus soldados habían sufrido tantas heridas, él juzgó que, aunque no habían derrotado al wyvern, al menos lo habían alejado, salvando al pueblo de más heridos. Por lo tanto, su deber estaba completo. Informó esto a los aldeanos y las noticias dibujaron una sonrisa en el rostro de todos.

Incluso si el wyvern decidiera usar aldeas en otros territorios como su tierra de caza, sería un problema para esa región y no más preocupación de los suyos. O eso dijeron sus corazones.

Los aldeanos se sintieron aliviados. El wyvern ya no traería desesperación a sus casas.

Y luego, doce días después de la batalla contra los soldados, reapareció el wyvern.

En otras palabras, le wyvern claramente no tenía tales pensamientos como ‘perdí’ o ‘mi oponente es una amenaza’ pasando por su cabeza.

Había pasado por alto por completo a los débiles que habían venido a acosarlo y voló a casa con la cabeza en alto y la presa en sus garras. No tenía la menor razón para evitar este excelente terreno de caza de aquí en adelante.

Los aldeanos no habían hecho nada en especial y vieron con pánico cómo el wyvern se llevó a las vacas más jóvenes y valiosas.

Una vez más, se apresuraron a informar a los funcionarios y al gremio, pero la reacción del señor feudal fue menos que favorable y después de eso, un grupo a la vez, los cazadores comenzaron a aparecer.

Escucharon de los cazadores que, en lugar de enviar más tropas, el señor feudal había enviado una solicitud al gremio para que exterminaran al wyvern.

En lo que respecta a los aldeanos, no importaba quién derribara el wyvern. Si el señor estaba dispuesto a pagar por alguien más para hacerlo, entonces estaban más agradecidos por eso.

Sin embargo…

El primer grupo. El segundo grupo. El tercer grupo. Uno tras otro, los cazadores fallaron.

Incluso escucharon decir que había cazadores que también intentaron enfrentarse al wyvern en otros lugares y que ya varios grupos se habían visto obligados a retirarse debido a sus heridas.

Afortunadamente, aunque había muchos que habían resultado heridos, los aldeanos aún no habían oído hablar de la muerte de nadie, probablemente porque, como siempre, el wyvern solo estaba jugando con ellos, reteniendo su verdadero poder. El wyvern podría permitirse el lujo de hacerlo, después de todo.

Y luego, justo cuando parecía que todos los cazadores cercanos habían sido derrotados y ninguno había aparecido en la aldea durante algún tiempo, Pacto Carmesí había llegado de repente.

“Todo es más o menos como predijimos. Nada realmente me llamó la atención en ninguna de sus historias. Excepto por una cosa…”

“Sí, tienes razón. Todos actuaron como si todo estaba listo y actuaron en consecuencia.”

“De hecho. Es solo que…”

Las cuatro llegaron a una conclusión:

“¡El wyvern es demasiado fuerte y demasiado inteligente!”

De hecho, eso era lo único que era particularmente extraño.

“Supongo que tiene sentido que la solicitud no tuviera todos los detalles cuando llegó a la capital.”

Sí, tal como dijo Reina, no había información adicional escrita en el papel de solicitud de trabajo. Después de todo, la mayoría de los ‘hechos’ todavía se limitaban al ámbito de los rumores, mientras que el resto habría sido inconveniente para el cliente.

Mentir sobre una solicitud estaba estrictamente prohibido y retener intencionalmente información crucial también era un tabú.

En esos casos, si el cliente no quiso decir algo malicioso por su omisión, se incautaría el depósito y se enfrentaría a la penalidad de mayores depósitos y tarifas de gestión por cualquier solicitud presentada en el futuro.

Además, si la omisión del cliente ponía en peligro a los cazadores, serían juzgados por un funcionario del gobierno independiente del gremio. En ese caso, podría convertirse en un incidente de ‘intento de asesinato por negligencia deliberada’.

Sin embargo, en este caso, el hecho de que la solicitud era ‘eliminar un wyvern’, así como el peligro general de la situación, no había cambiado.

El hecho de que los soldados habían sido derrotados y los cazadores habían fallado no equivalía a nada que requiriera una revelación especial. Si el oponente no fuera realmente un wyvern o si hubiera múltiples wyverns, eso sería un asunto completamente distinto.

Pero en este caso, era simplemente que el wyvern era fuerte o tal vez que los soldados y los cazadores eran débiles. Nadie podía saberlo con certeza, por lo que no tenían la responsabilidad de hacer todo lo posible para incluir esta información en su solicitud.

Además, si los cazadores investigaran, tales cosas serían lo suficientemente fáciles para que lo confirmaran por sí mismos.

Si todos compartieran detalles prolíficos de veracidad indeterminada en sus formularios de solicitud, sus aceptaciones laborales se volverían escasas y aquellos que se encargarían de tales clientes tendrían información más que suficiente para tratar de negociar un aumento de tarifas.

Si el señor feudal hubiera incluido una nota sobre la naturaleza sistemática de los avistamientos del wyvern, el número de grupos para tomar el trabajo podría haber aumentado; sin embargo, si lo hicieran, también habría despertado sospechas, invitando a preguntas que serían inconvenientes para abordar, como ‘¿Por qué es tan sistemático?’ ‘¿Por qué no encargan los militares ?’

“Entonces la pregunta es… ¿qué debemos hacer?”

“Normalmente, la única opción sería enfrentarlo de frente y derribarlo.”

“Sí. Realmente no hay otra manera…”

Como habían sugerido Reina, Pauline y Mavis, incluso si el wyvern fuera una criatura bastante inteligente e incluso si había algo más en juego, ‘exterminar al wyvern’ seguía siendo la tarea que enfrentaba Pacto Carmesí.

Pacto Carmesí no eran espías reales ni investigadores oficiales. Sin ninguna autoridad especial, no tenían derecho a asumir ese tipo de tarea.

La tarea que habían aceptado era simple: derrotar al wyvern. Eso era todo.

Más tarde, terminaron de recabar la información que habían reunido de los aldeanos. Sin embargo, dado que nadie había sido lo suficientemente valiente como para mirar alrededor de los campos de batalla donde los soldados y los cazadores se enfrentaban al wyvern y nadie había sido lo suficientemente estúpido como para interrogar a alguien herido y prepararse para retirarse a la capital lo antes posible. Los detalles de las batallas anteriores no estaban claros.

La rama del gremio local probablemente habría investigado todo esto, pero lo que el maestro del gremio no habría esperado era el hecho de que no había nada especial que informar.

Probablemente ya sabían que el wyvern era fuerte, pero eso se podía adivinar por los cazadores fallidos que regresaron sin nada más que informar que el hecho de que su enemigo había sido poderoso.

Si hubiera habido algo más que informar, como el hecho de que había tres wyverns o que este podía respirar y disparar rayos láser de sus ojos, entonces esa habría sido una historia diferente…

Una vez que su misión de recopilación de información había concluido, Pacto Carmesí comió su almuerzo en el salón y se retiraron a la posada.

Además de Mavis y Pauline, que comieron relativamente poco, los aldeanos estaban ansiosos por ver a estas niñas pequeñas devorar montañas tan grandes de comida. Sin embargo, se habían ido sin almuerzo y cada vez que un cazador podía comer, siempre debía comer hasta saciarse.

Particularmente mientras estaban en un lugar completamente seguro, donde no les preocupaba tener calambres por el estómago lleno.

Pauline y Mavis estaban un poco avergonzadas de estar comiendo mientras que los aldeanos vigilantes no, pero Mile y Reina ni siquiera parecían darse cuenta.

Reina lo habría descartado como nada, ya que incluso mientras comían todavía estaban en el trabajo. En cuanto a Mile, simplemente estaba hambrienta y no pensaba nada en absoluto. Aparentemente, en comparación con su cuerpo anterior, en esta vida el cuerpo de Mile no era muy eficiente en combustible…

***

A la mañana siguiente, una sola vaca fue llevada del pueblo a la cima de una pequeña colina, un poco lejos de la aldea y luego fue sujetada en un claro de árboles.

Por supuesto, Pacto Carmesí también estaba ahí.

Si Pacto Carmesí estuviera solo en la cima de una colina, eso podría haber sido suficiente para atraer la atención del wyvern; sin embargo, en el caso de que el wyvern desarrollara  un  gusto  por  la  carne  humana,  podría  convertirse  en  un  problema. Tampoco podían negar la solicitud de los aldeanos de enviar una vaca como ofrenda.

Quizás los aldeanos consideraban la seguridad de las chicas.

Si una vaca, que era mucho más apetitosa que un humano, estaba presente y si las chicas se las arreglaban bien, entonces no era imposible que el wyvern simplemente agarrara a la vaca y volara de inmediato.

En ese caso, por supuesto, no habrían tenido éxito con el exterminio; sin embargo, en comparación con la posibilidad de que las chicas aún jóvenes se conviertan en mártires y vean a una o dos de ellas arrastradas por el wyvern, perder una sola vaca no era nada. Eso pensaron los aldeanos de buen corazón.

Una vez que la vaca estuvo asegurada en el claro, los aldeanos se dirigieron a casa y Pacto Carmesí esperó en silencio a que llegara el wyvern.

Debido a que su presa estaba volando desde muy lejos en el cielo, no habría sido un problema para ellas hablar en voz baja, pero como cazadoras, fueron entrenados para no hablar mientras esperaban emboscar a un objetivo…

Como sucedió, no estaban solas. Un joven valiente, que era ‘increíblemente aficionado a las chicas lindas’, observaba sigilosamente desde detrás de un árbol, esperando correr y alertar a la aldea en el momento en que el wyvern escapara, si alguna de las chicas sufriera heridas graves.

Era el tipo de joven que, hasta ahora insatisfecho con las rudas muchachas de la aldea, enfrentaría cualquier peligro por el bien de una joven doncella ‘pura y hermosa’. No era tan feo y a menudo se le veía cuidando niños, pero por alguna razón no había sido muy popular entre las mujeres de la aldea. Tal vez eso se debió a que los únicos niños que cuidaba eran siempre niñas…

Sin embargo, el joven pensaba, en comparación con alguien que nunca cuidó a los niños, era un buen partido, por lo que estaba en apuros para entender lo que era tan poco atractivo sobre su comportamiento.

Mile estaba escaneando el perímetro con su ubicación mágica, por lo que, naturalmente, sabía que el joven estaba allí. Sin embargo, ella asumió que él era un testigo enviado como representante de la aldea y ya había considerado la posibilidad de que pudiera haber un mensajero presente para enviar por ayuda. Por lo que, ella lo ignoró.

En cualquier caso, incluso si fuera a ver algo extraño en la escena siguiente, la gente simplemente asumiría que estaba demasiado emocionado al ver un exterminio de wyvern por primera vez en su vida o que estaba exagerando lo que había presenciado por el bien de hilar un hilo. Nadie era probable que le creyera.

A menos que varias personas corroboraran su testimonio— o el oyente fuera particularmente crédulo— probablemente nadie creería una historia ridícula de lo que supuestamente algún aldeano había presenciado.

Si fuera algo que afectaba sus propias vidas, las personas podrían inclinarse a investigar un poco antes de decirlo como una mentira, pero si fuera algo así como: ‘¡Vi una batalla increíble!’, Probablemente se reirían e ignorarían.

En otras palabras, era inofensivo. No era una amenaza. Esa fue la conclusión. “¡Aquí está!”

Por supuesto, la primera en detectar el wyvern que se acercaba fue Mavis.

Esto era menos una cuestión de que ella tuviera un punto de vista más alto y un campo de visión más amplio debido a su altura y más debido a sus habilidades innatas.

Las otras tres miraron en la dirección que señalaba Mavis y efectivamente, había una mancha oscura en el cielo, que se hacía cada vez más grande.

“¿Huh?”

Mile, cuyas habilidades eran incluso mayores que las de Mavis, levantó la voz confundida.

“¿Qué sucede?” Preguntó Reina.

“Parece que el wyvern ya está sosteniendo algo…”

Cuando miraron más de cerca, efectivamente, vieron que el wyvern parecía estar agarrando algo que se parecía vagamente a una vaca en sus garras.

“Eso es extraño… Si ya atrapó su presa en otro lugar hoy, ¿no pasaría por alto esta aldea?”, Murmuró Reina.

Sin embargo, el wyvern continuó volando directamente hacia ellas.

Luego, cuando estaba muy cerca de la colina, cayó en altitud y desapareció más allá del bosque.

“¿Eh…?”

Las cuatro quedaron atónitas ante esta inesperada maniobra, pero rápidamente se recuperaron y comenzaron a prepararse.

Cuando el wyvern volvió a elevarse por encima de los árboles, ya no estaba agarrando el objeto parecido a una vaca con sus garras, sino un tronco de unos 30 centímetros de diámetro.

“¡Ya viene!” Dijo Reina “¡Muy bien!” gritaron las tres.

No era un grito de batalla particularmente femenino, pero eran cazadoras, después de todo.

Parecía que el wyvern había considerado que Pacto Carmesí era una amenaza desde el principio.

Tal vez podría decir por su equipo y armas que no eran aldeanos, sino de la suerte de aquellas personas que habían lanzado ataques contra él tantas veces antes. Estaba en modo de ataque desde el primer momento.

En sus garras agarraba un tronco, probablemente un árbol caído. El método que el wyvern había elegido para atacar de manera más efectiva con este implemento era un bombardeo.

En comparación con un bombardeo horizontal, este método tenía una tasa de precisión mucho mayor y aunque era una carga mucho mayor para el cuerpo, si se podía soportar, los resultados valían la pena.

Un ataque de bombardeo de caída de más de un ángulo de 30 grados, como podría llamarse bombardeo de inmersión, resultaría demasiado difícil para una criatura incapaz de frenar aerodinámica, por lo que el wyvern continuó hacia abajo en un ángulo pausado de menos de 30 grados, su gran cuerpo acelerando por la gravedad y temblando violentamente contra la presión del viento.

No necesitaría perforar ningún blindaje voluminoso, por lo que no requería una gran cantidad de velocidad. Por el contrario, cuanto más lentamente desciende, más precisamente puede apuntar a un enemigo que estaba corriendo hasta el último momento—y además, disfrutar de prolongar el miedo que causa en su objetivo el mayor tiempo posible.

No había tiempo para que las chicas se refugiaran en los árboles para evitar el ataque.

Mile, a juzgar por el hecho de que el wyvern estaba realizando este truco tan fácilmente, dedujo que este debía ser su método preferido de ataque y gritó instrucciones al grupo.

Al escuchar esto, las otras tres hicieron lo que ella dijo. Normalmente, ella era una especie de cerebro disperso, pero cuando se trataba de habilidades mágicas y otras curiosidades misceláneas, todos felizmente siguieron su liderato. Aunque podrían burlarse de ella por sus momentos más tontos, pero nadie pensaba que Mile era estúpida.

Simplemente estaba protegida, no podía leer el ambiente, carecía de sentido común, era distraída, cometía errores impensables y era demasiado despiadada.

Básicamente, ella era lo que la mayoría de la gente en el mundo llamaría tonta. El wyvern se acercaba rápidamente, pero las cuatro permanecieron inmóviles.

Entonces, justo cuando el wyvern parecía entrar en la etapa final de su ataque de lanzamiento, Mile gritó: “¡Corran!”

Como ella les había indicado previamente, se dieron la vuelta y corrieron con todas sus fuerzas en la dirección opuesta al wyvern que se acercaba.

Al ver esto, el wyvern abrió su pico, como para sonreír.

Sí, su presa siempre corría. Entonces, el tronco se precipitaría hacia adelante, golpeando a la presa corriendo por detrás.

Mientras apunte un poco por delante de la posición actual de su presa, el tronco los golpearía o aterrizaría un poco más atrás, antes de rodar en su dirección. Eso fue lo que había aprendido de su maestro y había confirmado la eficacia de este método una y otra vez en la vida real.

Desde detrás del punto donde su presa corría hacia adelante… ¡Ahora! “¡Ahora den vuelta!”