Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 3

Capitulo 22: El Contraataque

Parte 2

Incluso el hecho de que los hombres capturados hubieran sido entregados en frente del gremio, en lugar de ser llevados directamente a las celdas de detención de la guardia, había sido para espectáculo de los otros cazadores. El mensaje era: ‘Si aceptan solicitudes ilegales, esto es lo que sucederá’. No había mejor manera de reiterar el hecho de que era mucho más seguro aceptar trabajos a través del gremio.

Si salieran del gremio, el gremio no estaría allí para ayudarlos cuando se metieran en problemas.

“No tiene sentido intentar detenerlas, ¿verdad?” Las chicas movieron sus cabezas.

El maestro del gremio suspiró, resignado.

“Supongo que no podemos evitarlo… nada más prométanme esto: cuando vayan, lleven a una sola persona de nuestras filas con ustedes. Puede servir como testigo después y puede negociar la cooperación del gremio de ahí. Además, si el número de personas en su grupo es diferente, será más fácil engañar a sus oponentes, lo que debería darles una ventaja adicional.”

Mientras Mile estaba preocupada por una respuesta, Reina habló en su lugar. “Supongo que no nos queda de otra…”

Por lo tanto, se decidió que Pacto Carmesí tomaría a ‘uno más’ junto con ellas en su viaje a Talwess, la capital de las tierras bajo el control del Vizconde Boardman y el hogar de la familia de Pauline.

“Podemos tomar un carruaje hacia Talwess dentro de tres días. Hasta entonces, debemos prepararnos y diseñar un plan de batalla”, propuso Reina en el camino a casa desde el gremio.

Claro, no era muy sabio dar más declaraciones mientras estaban caminando. El resto lo discutirían en la posada.

En su regreso, Mile se dirigió a la recepción para informar a la pequeña Lenny de su pronta ausencia.

“Oh Lenny, en tres días, saldremos por algún tiempo. ¿Te las has arreglado para hallar un mago que puedas pedir que te ayude con los baños?”

“¡¿Quéeeeeee?! ¡Todavía no! ¡Debo apresurarme y encontrar uno!¡¡¡Mamáaaaaaaa!!!”

Las noticias fueron recibidas con pánico.

***

Y así, tres días después…

Pacto Carmesí se encontraba esperando en la estación de carruajes de pasajeros, junto con una chica que parecía tener alrededor de quince años.

Usaba una falda ondeante y una chaqueta floja, sin abrochar los botones. Por así decirlo, la chica que las saludó se parecía a cualquier otra persona del pueblo.

“Mi nombre es Theresa. Soy del gremio. Estaré trabajando con vosotras en esta operación. Es un placer conocerlas.”

“¡Oh! Encantada de conocerte también. Dado que por el momento seremos aliadas de grupo, ¿te importaría decirnos cuáles son tus especialidades?” Como líder del grupo, Mavis tuvo que hacer esta pregunta necesaria.

“Ah, por supuesto. Soy de rango C, lucho en la retaguardia – soy una usuaria de cuchillas.”

“¿Huh?” Tres miembros del Pacto Carmesí inclinaron sus cabezas al unísono.

Era bueno que fuera Rango C. si hubiera empezado como principiante de rango F a los 10 años y tenía la aptitud y trabajó duro, luego alcanzar un rango C a la edad de quince años no era tan extraño.

Pacto Carmesí eran cazadoras de rango C de aproximadamente la misma edad, después de todo. Quizás Theresa incluso se había graduado de la escuela preparatoria también.

Lo que encontraron raro fuer que luchaba en la retaguardia y era usuaria de cuchillas.

¿Cómo podía luchar en la línea trasera mientras usara un arma de tan corto alcance?

Normalmente, una cuchilla era un arma suplementaria o de respaldo, algo utilizado para cortar presas cazadas y similares. Su alcance era corto y si se lanzaba, ya no tendrías un arma. Por lo tanto, un cazador cuya arma principal era un cuchillo era más o menos desconocido.

“¿Una cuchilla? ¡¿Eres una s—ow?!”

Justo cuando Mile comenzó a hacer una pregunta inocente, una patada en la pierna la cortó.

“¡¿Q-por qué fue eso, Reina?! ¡Eso dol—!”

Se volvió para reclamar a Reina, que había golpeado a Mile con la punta de su bota, pero cuando vio la expresión aterradora en el rostro de la otra chica, dejó escapar un pequeño chillido.

“O-olvídalo…”

Mile que había alzado su voz más por sorpresa que dolor, retiró rápidamente su pregunta.

“Mi función principal será actuar como observadora de nuestro gremio, así como una conexión con los superiores en la rama del gremio en Talwess. Aunque voy a pretender ser un miembro de su grupo, no participaré en ninguna batalla, ni aceptaré responsabilidad por ninguna acción que tomen. A cambio, no haré ningún movimiento para evitar que hagan lo que elijan. Son libres de actuar como quieran,” explicó Theresa. Ante esto, las cuatro asintieron.

Estaban muy agradecidas de escuchar que ella estaba actuando principalmente como testigo y que no interferiría con ninguno de sus planes.

Después de eso, Theresa se excusó para buscar un baño antes de su partida. Cuando se perdió de vista, Mile le preguntó a Reina, tristemente, “¡¿Qué fue eso antes?!”

Con una voz silenciosa, contestó Reina, “Deja de preguntar sobre su profesión. Está muy claro cuál es su trabajo si su arma principal es un cuchillo, ¿no?”

“¿Huh?”

“Solo piénsalo. ¿Qué tipo de circunstancias le permitirían a una chica ganarse la vida como usuaria de cuchillas?”

Mile pensó mucho.

“Umm, podrías colarte en lugares fingiendo ser una chica normal o secretamente trabajar como guardia o asesinar a alguien… O asesinar a alguien … Asesinar… Oh…”

Antes, cuando Theresa había anunciado su especialidad, Reina había sido la única en no inclinar la cabeza en confusión. Claro, esto fue porque, ella ya tenía una idea.

“¿Lo entiendes? Así que no andes husmeando. Además, porque esa es la regla no escrita de ser un cazador, como también porque podría ayudar a prolongar un poco tu vida.”

Mile, Mavis y Pauline asintieron, un poco mareadas.

Después de un rato, Theresa regresó y todas abordaron el carruaje juntas. Justo detrás de ellas, un hombre subió también.

“Tercer hermano…”

Nadie se sorprendió en absoluto.

Por supuesto que las seguiría. Todas esperaban esto.

Para que no se destacaran como un grupo de chicas, seguidas por un hombre, eligieron a regañadientes hacerse pasar por ‘un grupo de seis, con cinco mujeres y un hombre’.

Era un grupo temporal. A diferencia de Theresa, Ewan probablemente estaría participando en la batalla junto con ellas, por lo que tenían que dejarlo entrar en sus planes.

Mientras Ewan no estuviera ocupado haciendo pucheros, era un caballero completo. Probable tuviera un talento genuino y observar la estrategia y el estilo de lucha de un caballero real desde una proximidad cercana sería una herramienta útil para su propio crecimiento. Cuando lo pensaron de esa manera, tal vez la presencia de Ewan no era tan mala después de todo.

Mientras el carruaje avanzaba, Pacto Carmesí charlaba con Theresa. Naturalmente, Ewan eligió solo escuchar, cauteloso de entablar una conversación entre las chicas. Por supuesto, debido a que otros pasajeros estaban presentes, no podían tener una discusión particularmente profunda, por lo que se limitaron a una ‘charlas de chicas’ y otros temas generales.

“Entonces señorita Theresa, ¿También fue a la Hunter’s Prep School?”

“No, cuando me gradué a rango C, la escuela todavía no estaba fundada.”

“¿Qué…?” sonó una voz perpleja.

“Fui promovida en una progresión normal, iniciando desde rango F.”

“¿Huh?” sonó otra voz.

Qué raro.

Incluso si alguien se uniera al gremio como cazador de rango F a los diez años, tomaría unos cuatro años para llegar a ser rango C, no importaba que tan prodigio fuera. Sin tenía embargo, ¿cuándo ella se adjudicó en el rango C la escuela aún no existía? La misma escuela que había sido fundada hace seis años.

Nada cuadraba.

“Cuando nacieron mis hijos, me retiré como cazadora y comencé a trabajar como miembro del personal del gremio.”

“¿Quéeeeee?” tres voces intervinieron.

“Y luego mi esposo se volvió director de la escuela, que acaba de ser fundada.”

“¡¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!” resonó todo un coro.

No era posible. ¡¿Era la esposa de Elbert?!

“¡E-e-e-e-espera un minuto! Si eso es cierto, señorita Theresa, entonces, ¿cuántos a—?”

“¡Está contra las reglas preguntar sobre la vida privada de una cazadora!”

“Pe-pe-pero…”

Mientras Mile gemía confundida, detrás de ella, Ewan, con el rostro pálido, se movió por su seguridad.

***

Era la primera noche de su viaje en carruaje.

Mile y los demás ya habían establecido más o menos sus planes, pero ahora que Theresa y Ewan estaban dentro, tendrían que repasar todo una vez más.

Como siempre, esto ocurría dentro de la tienda que Mile llevaba consigo. Por si acaso, Mile también puso una magia anti-sonido.

“…En cualquier caso, primero tenemos que establecer cuáles son los cargos. Necesitamos confirmar si lo que esos hombres dijeron era verdad o no. Incluso si no estaban mintiendo, aún podrían haber quitado el trabajo a alguien que pretendía estar asociado con la empresa, por lo que también tendremos que recopilar pruebas al respecto…”

Mientras Mile explicaba de nuevo, Reina se quejó que no debería importar, ya que ya sabían que eran malos. Pero en su corazón, ella también entendió esto. Ella había planteado la misma queja durante su discusión inicial, pero finalmente consintió con la forma en que Mile abordaba las cosas.

Además, no debería tomar un esfuerzo particularmente sustancial para confirmar los detalles de la solicitud de trabajo.

El incidente de hace mucho tiempo que involucraba a esos ladrones era una cosa, pero con un poco de preguntas debería ser bastante fácil confirmar si alguien había contratado o no a esos cazadores de rango C.

Instigar el secuestro y asesinato de ciudadanos de la capital era acto criminal suficiente en sí mismo, por lo que si pudieran establecer al menos eso, no debería haber dificultades para condenar a las partes involucradas.

Naturalmente, pedirían a las autoridades que les dieran el tercer nivel, con la esperanza de que confesaran los crímenes del pasado distante mientras estaban en eso.

Theresa no tenía intención de interferir con los planes de las chicas, por lo que se posicionó para escuchar solo como medida de precaución. Por su parte, Ewan acordó que era necesario llevar a cabo una investigación preliminar exhaustiva, por lo que no hubo objeciones de ninguno de los dos.

Y así, en la cuarta noche de su viaje, el carruaje por fin llegó a su destino en Talwess, la capital de las tierras del vizconde Boardman y pueblo natal de Pauline.

Aunque Talwess era la capital, se debía simplemente al hecho de que era la más grande del territorio y por la que pasaba el camino principal. Pero en verdad, era de tamaño moderado y sería difícil llamarla realmente una ciudad.

“Vale, es mejor buscar un lugar donde hospedarnos,” dijo Reina, tomando la iniciativa como siempre.

Después de un breve descanso, se dirigieron a la posada.

Pauline había recomendado el lugar en base a que era ‘el tipo de posada donde la clientela no es tan buena, por lo que incluso si eres de aspecto sospechoso, no destacarás’. Allí, alquilarían una habitación para cuatro personas y dos individuales.

“¿Tienes una habitación para cuatro personas y dos individuales disponibles?”, Preguntó Reina al hombre en el mostrador.

Los ojos del hombre se abrieron en estado de shock. Esta posada no era el tipo de lugar donde las jóvenes se detenían muy a menudo.

Sin embargo, las habitaciones eran baratas y era un lugar donde las personas de aspecto ligeramente sospechosas podrían quedarse sin problemas, por lo que de vez en cuando recibían huéspedes femeninos.

Sin embargo, lo que más sorprendió al hombre no fue el hecho de que estos nuevos huéspedes fueran un grupo de chicas jóvenes, sino más bien, por la aparición de la joven detrás de Reina.

El cabello negro y corto que bajaba desde los bordes de su rostro encapuchado, con solo un par de ojos que se escabullían por los huecos entre las vendas que cubrían su rostro. Incluso para un recepcionista acostumbrado a clientes sospechosos, este era excepcionalmente sospechoso. Quizás incluso el más sospechoso que había encontrado en todo este mes. Por mucho margen.

Sin embargo, este hombre era un veterano experimentado de su profesión. Mientras se quedó un poco sorprendido, se recuperó rápidamente y respondió: “Tenemos las habitaciones. ¿Cuántas noches planeas quedarte?”

“No estamos seguros. Te haremos saber el día antes de que planeemos irnos,” informó Reina, después de que discutieron la tarifa de alojamiento y las comodidades y entregara la llave.

Por supuesto, la chica de cabello negro, era Pauline.

Su cabello había sido teñido desde antes de que abordaran el carruaje, pero había esperado hasta después de que llegaran para ir en las sombras y poner las vendas preparadas sobre su rostro. Si lo hubiera usado desde el principio, habría atraído demasiada atención de los otros pasajeros mientras viajaran –algo que habría sido un inconveniente algo insoportable, a la luz de la timidez de Pauline.

Podría haber usado magia para teñir su cabello, pero esto le preocupaba por la durabilidad del hechizo, por lo que decidió usar tinte, que era conveniente y tenía un historial comprobado de ser seguro y a prueba de combate.

El uso de tinte tenía el potencial de dañar el cabello, pero Pauline, al menos, podría repararlo –es decir– curarlo fácilmente. Cualquier cambio en el color podría mitigarse mediante el uso de magia de limpieza para descomponer los componentes del tinte también.

Pacto Carmesí se dirigió directamente a su habitación para descansar hasta la hora de la cena. No habían hecho nada más que viajar en el carruaje, pero entre los duros empujones del camino y la tensión en sus doloridas espaldas y traseros, estaban exhaustas. Ewan parecía ir a su habitación a descansar también.

Theresa llevó su equipaje a su habitación y luego se dispuso a presentarse en el gremio.

La mañana siguiente, después del desayuno, todos salieron juntos.

Sería notable que un grupo de seis personas se moviera junto, por lo que se dividieron en tres pares. La misión de hoy era principalmente el reconocimiento, por lo que al dividirse, no solo destacaban menos, sino que también podrían recopilar más información.

El primer equipo estaba formado por Mavis y Ewan, que probablemente no hubieran consentido en asociarse con nadie más. Los grupos dos y tres fueron Reina y Teresa, y Mile con Pauline.

Ya que tenían que moverse, la posibilidad de peligro para cualquiera que no fuera Pauline era baja. Por lo tanto, se decidió que debía estar acompañada por Mile, que, entre las otras tres, era la más fuerte. Además, no sería prudente colocar a Theresa– que había venido con la intención de tener el menor rol posible con una miembro activo del grupo –Pauline, ya que tal vez era la más beligerante. Incluso la noción de tener otra forma de equipo era impensable.

Como alguien que era su superior había sido enviada con ellas, sería cuestionable si esa persona no fuera tratada como su líder durante el tiempo que dure.

Por lo tanto, Theresa, aunque era similar en apariencia a Pacto Carmesí, fue seleccionada para este papel –de tal manera que no destacara ni que tomara la iniciativa, permaneciendo al margen. Aun así, no tenía sentido emparejarla con la actriz principal en esta producción.

Theresa parecía querer formar un equipo con Mile, pero no era su lugar tomar esa decisión, por lo que mantuvo la boca cerrada.

Y así, los tres equipos se dirigieron a sus destinos designados para investigar.

El equipo Reina se dirigió al gremio. El equipo Mavis se volvió hacia el área donde se reunían los mercaderes. Y Mile, junto con Pauline –con los ojos clavados en el suelo y la cara oculta en el fondo de su capucha, completamente oscurecida por vendas apretadas– se dirigieron hacia el distrito residencial.

Esa noche, después que cada equipo concluyo con sus investigaciones, retornaron a la posada y terminaron su cena, todo el grupo se reunió en el cuarto más grande.

“Muy bien, vayamos directo al grano de lo que cada uno encontró.” Como siempre, era Reina quien iniciaba las discusiones.

“Primero, déjenme dar un resumen de lo que aprendimos en el gremio: Aparentemente, la banda de cinco de cazadores de rango C, empleados de vez en cuando por la Compañía Beckett, no se han visto en la ciudad en unos diez días. La compañía a menudo los emplea para tareas fuera del gremio, cuando necesitan a alguien que haga un trabajo que parece cuestionable. A juzgar por sus nombres y apariencias, no hay duda de que esos son tipos que atrapamos. En una nota no relacionada, resulta que la Compañía a menudo contrata a personas sin certificaciones de cazadores para servir como sus guardaespaldas. Esta es gente que se especializa en el trabajo de guardia y nada más.”

“Lo que descubrimos en el distrito comercial sigue lo que Pauline nos dijo a una ‘T’. La Compañía Beckett es conocida por sus prácticas comerciales contundentes y tácticas casi criminales –es decir hacen cosas que son ilegales, siempre logran hacerse la víctima cuando las autoridades se involucran. Hay muchos otros comerciantes a quienes la Compañía Beckett les ha causado problemas o guardan rencor contra ellos. Mi hermano aquí pudo obtener mucha información de las empleadas de la tienda.”

Ante la explicación de Mavis, Ewan parecía bastante orgulloso de sí mismo. Las otras cuatro chicas, notaron el hecho de que Ewan solo había entrevistado a mujeres.

Como Mile y Pauline habían concentrado sus energías en hacer una visita solapada a la madre y hermano de Pauline, no tenían nada en particular para contribuir al informe.

“Hasta ahora parece que los testimonios de los hombres retenidos en la capital no han cambiado. Si hubiera nuevas contradicciones en sus historias, el maestro del gremio me contactaría sin demora. Han pasado aproximadamente siete días desde que fueron entregados a la guardia de la ciudad. En un caballo particularmente rápido, un mensajero podría llegar aquí desde la capital en aproximadamente un día y medio. En otras palabras, sabemos que nada ha cambiado en cinco días y medio, como mínimo. No parecen ser del tipo que puedan resistir el interrogatorio de los guardias durante mucho tiempo y mucho menos resistir las técnicas de los propios extractores de información del palacio.”

El informe de Teresa afirmaba: no había posibilidad de que los hombres capturados hubieran acusado falsamente al presidente de la compañía.

Al principio, las chicas consideraron ponerse al servicio del presidente, quien sin duda estaría irritado porque los hombres que contrató aún no habían regresado.

Sin embargo, mientras discutían los detalles de hacerse pasar por cazadoras con mala suerte dispuestas a hacer trabajos ilegales, una mirada a los rostros de los demás aseguró que esto nunca funcionaría. Entonces, repensaron su plan. Claramente, no estarían engañando a nadie.

Bueno, pensó Mile, el sistema de justicia de aquí es demasiado diferente del de la Tierra moderna que incluso la evidencia circunstancial debería ser suficiente para condenarlos.

Ella había propuesto amedrentar al hombre y golpearlo hasta que estuviera a punto de perder su vida. Sin embargo, todos los demás habían rechazado esta oferta. Con el fin de preservar el negocio y dejar que Pauline y su familia recuperen las posesiones de la tienda, no podían simplemente derrotar a los hombres malos con un pseudo- asesinato.

Era un buen argumento. Si lo hicieran mal, entonces también serían consideradas criminales.

Su objetivo no era simplemente derribar al presidente y su grupo, sino ver restaurado el honor de la familia de Pauline.

Las integrantes de Pacto Carmesí usaron colectivamente sus cerebros.