Spy Kyoushitsu (NL)

Volumen 3

Interludio 4: Paradero IV

Al transcurrir las 3pm, cuando el sol había empezado a ponerse, Klaus finalmente  logró  dar  con  la  posición  de  las  chicas.

Era un  edificio multiinquilino en un rincón de la ciudad, con un piso bajo tierra, y tres pisos de altura. En el primer piso había una agencia de carreras de caballos, en el segundo piso era de una compañía financiera, y en el tercero había una valla publicitaria de una imprenta sospechosa.

Era un edificio que no daba exactamente una sensación de seguridad. Aunque el piso subterráneo no tenía vallas publicitarias que exhibir, no había duda de que algunos negocios turbios cayeron.

Desde este momento, el edificio estaba cerrado, custodiado por soldados del ejército. Klaus vio a Werther a lo lejos. Traspasó la cinta y entró.

“Parece que aquí hubo un asesinato”. Klaus confrontó a Werther con estas palabras, ganándose una mirada fulminante.

“Oye, ¿no debiste haberte ido a casa, bastardo?”

“¿Te creíste esa mentira?” Klaus confirmó los rastros de sangre dejados en la habitación.

Había salpicaduras por todas partes, creando un paisaje bastante grotesco.

“Parece que cinco personas han sido asesinadas. Los informes policiales dicen que fue una disputa entre bandas, pero ahora que apareciste, deben haber sido espías, ¿verdad?”

“Creí haberle ordenado a la policía que tratara esto como supersecreto…”

“Es inútil resistirse”. Werther chasqueó su lengua.

“El arma homicida fue la cuerda de piano. Era una trampa con un talento insano. Los cinco fueron cortados en pedazos. Los cadáveres no eran algo que se pudiera observar por mucho tiempo. Aparentemente, no muchos de ellos ya no tenían la apariencia de ser un cuerpo”.

“Se nota con sólo mirar la escena. Debo decir que es una técnica muy brutal”.

Los cuerpos ya habían sido limpiados, pero la sangre que llegaba al techo ya decía mucho.

“—De la misma manera que mató al espía que estábamos buscando”.

Werther dijo.

El espía que había matado al enemigo del Reino de Lairat, y que actualmente está huyendo—Cuando Klaus estaba pensando un poco en su identidad, la punta de su nariz se movió.

“…Qué raro”. Murmuró. “El olor del gas lacrimógeno aún sigue en el ambiente. Pero, el día en que fue rociado, y el día en que ocurrió el crimen muestran una irregularidad”.

“¿Hm? ¿Qué quieres decir?”

“El gas fue lanzado aquí el día antes de que ocurriera el asesinato”. Aparentemente, esta oficina ha sufrido dos incidentes consecutivos.

Hace tres días, alguien roció gas lacrimógeno aquí, y hace dos días, un espía enemigo cometió esta matanza con la cuerda de piano. Werther escuchó a Klaus, y mostró una reacción confusa.

“Según la policía, las cinco personas asesinadas aquí se ganaban la vida con los crímenes. Empezando por el robo, fueron empeorando cada vez más. Seguro alguien les guardaba rencor”.

“…Ya veo, entonces así es como acabó todo esto”. Klaus asintió.

Él quería irse de inmediato. Toda la información que necesitaba, la obtuvo de aquí.

“Espera, Kakaribi”. Werther lo retuvo. “¿De qué te diste cuenta?”

“Nada. Parece ser un incidente en el que yo no puedo intervenir”.

“Eso tiene que ser una mentira, ¿verdad?” Werther miró a Klaus con

una mirada dudosa.

Y luego, les dijo a sus subordinados que los dejaran a solas. Los soldados no se quejaron en ningún momento por las órdenes de su capitán, y abandonaron esta habitación subterránea. Werther y Klaus se quedaron solos.

“No he visto a [Kyokou] últimamente”. Werther murmuró. “¿Está bien de salud?”

Ese era el nombre clave del antiguo maestro de Klaus—Guido.

“…Sí, tanto que me está dando problemas”.

“Entonces, su habilidad con las manos debe ser tan pulida como siempre. Una vez tuve un combate con él. No tuve ninguna oportunidad, pero aun así me elogió al final, y es algo de lo que me siento orgulloso”.

“¿Qué quieres decir?”

“No soy un principiante. Puedo percibirlo yo mismo”.

“Puedo sentir la maldad que viene de esto, me está enviando escalofríos a la columna vertebral”.

“¿Maldad?”

“La maldad pura a menudo muestra la cara de un santo. Con la sonrisa de una persona bondadosa, utiliza a la gente sin que ellos lo sepan, pisoteando a otros según sus deseos. Eso es lo que me parece. Como si la existencia de este asesino fuera abrumadoramente malvada”.

“……”

“Nosotros los militares borraremos a esta persona—para que nos entregue toda la información que tenga”. Werther apresó a Klaus con su mirada severa y justiciera.

Al ser joven, tenía el orgullo de erradicar toda la injusticia y el mal. Esa debe ser la razón por la que él tenía tantos soldados asignados dentro de la ciudad. Pero, Klaus sacudió su cabeza.

“…No vas a conseguir nada”.

“¿Qué…?”

“Admiro tu sentido del deber. Pero, también tengo mi propia posición.

No interfieras más en mi trabajo”.

La cara de Werther se puso roja como un tomate, cuando su pequeño puño comenzó a temblar.

“Un simple espía… No subestimes al ejército”.

“Déjame darte un consejo más”. Klaus habló con indiferencia. “No acorrales a un espía en el mar. Huirá de ti”.

Ese fue el mejor consejo que Klaus pudo haberle dado. Pero, parecía estar demasiado ocupado sufriendo este insulto, ya que sólo le devolvió la miraba a Klaus.

“Peleando de nuevo…”

Al salir del subterráneo, Lily le dio una expresión de enfado. Seguro fue a dar un vistazo mientras esperaba.

“No me subestimes”. Klaus dijo. “No me pongo a hacer bromas sin sentido”.

“¿Eh? ¿Había un motivo para eso?”

“Es asedio”.

“¡Eso es aún peor!”

“Estaban en desventaja, así que fui a aplastar un poco la mentalidad del comandante”.

Aun así, será una dura batalla. Todo lo que Klaus pudo hacer fue poner fe en ellos. Lily ladeó su cabeza por la confusión. No pudo entender las palabras de Klaus. Pero, había una cosa que Klaus tenía que decirle sin importar lo que pasara.

“Por el momento, dejaremos de seguir a las chicas”.

“¿Eh?”

Parecen estar todavía vivas. A Klaus le habría encantado buscar apoyo, pero había cosas más importantes que tenía que hacer.

“Lo que deberíamos contrarrestar, es la posibilidad de que estas chicas se pierdan”.

Lily estaba desconcertada. “¿Ya ha resuelto la situación?”

“Algo”.

Klaus tuvo ganas de lamentarse. Qué subordinadas problemáticas había reunido. Con un poco más de información, pudo entender la verdad. La razón por la que estas chicas desaparecieron repentinamente, y la verdad detrás de este mal del que Werther estaba tan cauteloso.