Spy Kyoushitsu (NL)

Volumen 3

Interludio 3: Paradero III

Era casi el mediodía, el tren llegó a su destino. En el momento en que Lily salió de la estación de tren, una voz de admiración salió de su boca.

“¿No está esto más desarrollado que la capital?”

Hoteles de gran altura rodeaban la estación de tren. Con una pequeña mirada, se podían ver instalaciones de alojamiento gigantescas. Era similar a una fortaleza. La mayoría de los turistas que pisaron el lugar experimentaron una enorme sensación de opresión. Lily también sintió lo mismo.

Ella había nacido en una zona rural, y vivía en el dormitorio de su institución educativa. Aún no estaba acostumbrada a ciudades de tal magnitud. Aunque había estado caminando en una ciudad del Imperio, que estaba aún más desarrollada que esta.

“El hotel está por aquí”. Klaus murmuró. “Pero, más importante aún—¿cuántos puedes ver?”

Incontables personas caminaban dentro de la estación de tren de dos pisos. Pasando la taquilla, varias tiendas se alineaban, ofreciendo un mapa o bebidas. En la entrada, varias personas de los hoteles esperaban para saludar a sus invitados. Pero, en medio de esta atmósfera, había quienes no encajaban.

“… ¿Doce soldados?”

Llevaban uniformes militares, dando afiladas miradas a la gente que pasaba por la entrada.

“No, puedo ver a otros siete soldados con el aspecto de ciudadanos comunes. Intentan esconderse, pero la tensión y la personalidad son fáciles de distinguir, ¿verdad?”

“Ese es el nivel de los militares”.

Era algo que no podía ser útil para un espía. Esta es la diferencia entre los que son reclutados para ser criados por la Oficina de Asuntos Exteriores, y los que son tomados casi con garantía sólo por estar sanos y jóvenes.

“Pero, la fuerza del ejército reside en su número. Su fuerza individual puede ser baja, pero pueden controlar una sola estación de tren con 19 personas”.

Esta es una fuerza con la que ningún espía podría competir. Klaus continuó hablando con tranquilidad.

“—¿Cómo lograrías pasar por esta barricada? Asumiendo que ya conocen tu rostro”.

“…Eh, ¿una repentina pregunta de examen?” Lily puso una mano en su boca, pensando. “Primero, aprovecharé mi condición para que la persona a cargo se duerma…”

“Entonces morirás como un globo que flota en el espacio”.

“No lo entiendo, pero ¿fallé?”

Mirando a los soldados, uno de ellos parece ser comandante. Klaus se dirigió hacia el hotel del que le habían hablado. El ejército parecía haber alquilado una habitación de hotel de primera clase, usando esto como su cuartel general. Pronto se dirigieron a un callejón trasero, mientras que Klaus le ordenó a Lily que se cubriera la cara con su capucha.

“Eh, ¿ni siquiera puedo mostrar mi cara?”

“Si la gente del ejército nota tu rostro, estará filtrada siempre en un país enemigo. Su organización de la información es un desastre. Ya saben cómo me veo, pero tú tienes que ocultarte el mayor tiempo posible”.

“…Sensei, ¿no está un poco nervioso?”

“Hay un hombre en el ejército con el que se me da difícil tratar”.

Cuando Klaus se paró en el sexto piso, un soldado se interpuso en su camino.

“Soy alguien de la Oficina de Asuntos Exteriores”. Klaus dijo, mientras el hombre, aunque sin querer, abrió camino.

El cuartel general tenía una mesa gigante en el medio, con siete hombres sentados alrededor. Un mapa gigante estaba encima de esa mesa, mientras todos los presentes tenían los brazos cruzados. Desviando su atención hacia Klaus, que había entrado sin avisar, todos tragaron aliento. El joven del centro se levantó y se dirigió hacia Klaus.

“¡Oye! ¿Por qué estás aquí? ¡No recuerdo haber pedido ayuda a la Oficina!” Era un hombre con un tono autoritario.

Llevaba la ropa de un soldado, con una estatura corpulenta, y cabello rubio corto. Parecía tener sólo 24 años, pero la juventud e ingenuidad no se veía en su rostro. Este era el hombre que Klaus mencionó, con quien se la hacía difícil tratar—el Capitán Werther Bart.

“No tengo obligación de decirte algo. Tenemos el derecho de permanecer en silencio”.

Klaus suspiró.

“Sólo dime toda la información que tiene el ejército”.

“¿Es así como siempre pides favores a la gente?” Werther tenía una expresión tensa. “Esta es información que mis subordinados y yo hemos reunido heroicamente—”

“Dejemos esta tediosa charla”.

“Ugh… bastardo…”

“No te acerques más. Ya hace bastante calor”.

Werther corrió hacia Klaus, tratando de agarrarlo por el cuello. Klaus parecía no tener ganas, simplemente lo evadió con facilidad.

Aparentemente Lily no pudo soportarlo más, mientras se interponía entre los dos.

“Um… ¿ustedes dos se conocen?”

Werther recién se dio cuenta de la presencia de Lily, dándole una mirada cálida.

“¿Qué, traes un subordinado? Qué raro”.

Mientras se sentía un poco nerviosa, Lily bajó la cabeza con un ‘Soy [Hanazono] de la Oficina de Asuntos Exteriores’. Con esto, Werther se relajó, dio una sonrisa alegre y se presentó.

“Me llamo Werther Bart. Soy capitán de la Oficina de Inteligencia del Ejército. Encantado de conocerte”.

Werther intercambió un apretón de manos con Lily, y volvió a mirar a Klaus.

“Parece que tengo una extraña conexión con [Kakaribi]. Ya nos hemos visto varias veces”.

“Y siempre llegó a ser una molestia”, Klaus añadió más combustible al fuego.

Este Werther era en realidad un conocido en la época de Klaus en [Homura]. Siempre que recibía información del Ejército sobre una misión dentro del país, este hombre era a menudo el responsable. Aparentemente tenía buen criterio para los incidentes. Cuando se encontraron por primera vez, él había estado simplemente ascendiendo, pero ahora lo hizo como capitán, a una edad relativamente joven. Klaus aprobaba claramente su talento, pero tal vez debido a los respectivos grupos a los que pertenecen, no puede llevarse bien con Werther.

“Tus superiores fueron negligentes con sus informes. Diles que lo reporten directamente, ¿quieres?”

“El ejército es una comunidad vertical. Como si escucharan a alguien por debajo de ellos”.

Klaus se quejó, y Werther refunfuñó en respuesta a eso.

“Además, no se siente bien dar información por la que hemos trabajado tan duro por nada”.

“Hay cosas más importantes que tu orgullo”.

“Depende de las órdenes, incluso si quiero o no. La gente no se mueve con lógica. Además, ¿alguna vez compartieron información con nosotros?”

“La Oficina de Asuntos Exteriores es una organización que trata la información en secreto. No revelaremos todo a grandes rasgos”. Klaus le devolvió la mirada a Werther.

Lily empezó a entrar un poco en pánico, pero siempre terminó a tal nivel. La Oficina de Asuntos Exteriores al derecho de inspeccionar la información que tiene el Ejército.

Dándose la vuelta, Werther trajo los documentos. Hablaban de la batalla entre los espías del Reino de Lairat y el Imperio Galgado, y documentaban el cadáver del espía del Reino de Lairat. Después de eso, incluso tenían una fotocopia del pasaporte de la mujer que se suponía era la espía del Imperio Galgado.

“Esta mujer es la espía que actualmente está escondida. En estos momentos tenemos la carretera principal, la estación de tren y el puerto bajo observación, así que ni una sola rata puede escapar de nosotros. La cuenta bancaria ha sido congelada por completo. Eventualmente tendrá que salir de su escondite”.

“Qué exagerado. Si fuera yo, podría encontrarla en un día”.

“¿Y cómo? El oponente es lo suficientemente hábil para matar a un espía enemigo”.

“Igual que recoger las plantas acuáticas que flotan en la orilla del lago…”

“No tengo tiempo para tus acertijos. Déjanos esto a nosotros. Los altos mandos ya han—”

“No estoy hablando en acertijos”, murmuró Klaus, pero Werther lo ignoró por completo.

“Seré amable sólo esta vez”, Werther habló en voz baja, para que sus compañeros de alrededor no pudieran oírlo. “Como ya saben, a los del Ejército no les agradan los de la Oficina. Los altos mandos intentan constantemente descubrir algún tipo de escándalo. Esta vez, aún más que nunca”.

Deben estar preocupados por su apariencia allá afuera, después de haber perdido el arma del virus. Qué lamentable venganza.

“Si te escabulles por el lugar, y fallas en atrapar a la espía, y la dejas escapar, los altos mandos solicitarán inmediatamente la disolución de la Oficina de Asuntos Exteriores”.

“………”

“Ni siquiera yo quiero que la Oficina se disuelva, de acuerdo”.

Werther era alguien que conocía a [Homura]. Los que saben de sus grandes esfuerzos la mayoría de las veces no ven a la Oficina de Asuntos Exteriores como enemigos.

“…Sí, nos iremos a casa. Gracias por el consejo”.

“Oh, ¿qué te pasó? qué considerado”.

“Pero, déjame darte una advertencia. Pon a la guardia alrededor del puerto”.

Werther le dio una expresión confusa. “¿Qué quieres decir?”

“No hay garantía de que sólo estés tratando con un espía enemigo. No te importa el hecho de que puedan entrar más espías, ¿verdad? Si esto se extiende por más tiempo, el rescate podría venir del Imperio”.

“Refuerzos, eh”. Werther asintió. “Eso tiene sentido. Pero, ¿por qué el puerto?”

“Sólo sentí que ese podría ser el lugar…” Klaus dijo, dejando atrás a Werther quien levantó una ceja.

***

En el momento en que dejaron el hotel, Lily suspiró aliviada.

“Entiendo la razón por la que estamos en tan malos términos con el Ejército”.

Escabulléndose en las sombras del hotel, se quitó la capucha. Su expresión era mitad de agotamiento y la otra de consentimiento. Miró fijamente al hotel que acababa de dejar.

“Toda la gente en esa habitación nos miraba con mala intención.

Realmente nos odian”.

“Esto no ha ni empezado”.

“Se sentía como si Monika-chan me mirara durante una misión por haber hecho un error”.

Eso era probablemente más desprecio que rencor.

“Pero, no parecía que Werther-san fuera una mala persona”.

“No quiero admitirlo, pero él es un excelente comandante. La gente de la estación de tren también parecía muy habilidosa”. Klaus asintió. “No quiero admitirlo”.

“¿No lo dijo ya dos veces?”

“Me ve como una especie de rival. Qué irritante”.

“Pero, no tiene que ser tan cruel con él. ¿Es porque pertenece al ejército?

“Mira lo arrogante que está actuando”.

“…………”

“¿Hm? ¿Dijiste algo?”

“No… no es nada”.

Klaus sintió que escuchó un débil “¿Y usted no, Sensei?”, pero no tenía pruebas. Hay muchas cosas que Klaus quería explicar, pero el tiempo era valioso. Volvió al tema principal. Porque Werther condujo a Klaus a una información increíble.

“Otra cosa más importante, sobre este espía que el ejército está buscando—”

“Ah, sí. ¿Averiguaste algo?”

“La foto del pasaporte se parece mucho a Annett. Ella podría estar relacionada con esto”.

Una foto en blanco y negro había sido añadida al pasaporte. El nombre y la fecha de nacimiento deben ser falsos, pero la foto debe ser real. Y la persona en esta foto resultaba extrañamente familiar.

“Eh…” Lily tragó su aliento. “¡Espere un segundo! Así que esa mujer…” Klaus dio su consentimiento, y recordó las palabras que Werther le dijo. ‘Ya recibimos permiso de los altos mandos—para dispararle y matarla al verla”.

Si esta desaparición de los miembros de su equipo estaba relacionada con esta mujer, no era algo por lo cual reírse.