Spy Kyoushitsu (NL)

Volumen 3

Capitulo 5: Maldad y Conflicto

Parte 2

 

 

Al parecer Elna se dio cuenta de este cambio, en lo que su nariz se movía.

“¿El peligro desapareció…?”

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“Qué conveniente. Entonces, vamos”. Monika saltó.

Las chicas tomaron una formación que puso a Matilda en el medio, y comenzaron a moverse. Por suerte, parecían haber llegado justo a tiempo antes de que los soldados las rodearan. Usando las sombras de los almacenes que estaban cerca, se deslizaron a través de las brechas, sin ser vistas.

En caso de ser rodeadas, se deslizarían dentro de un edificio cercano. Por supuesto, el objetivo era el muelle de carga. Dos personas eran cruciales para esto.

“Alto. Hay un sujeto si giramos en esta esquina”. Monika visualizó en sus espejos para conocer la ubicación de los soldados del ejército.

“Elna siente una desafortunada presencia hacia el oeste”. Elna usó sus sentidos para filtrar cualquier posible desgracia.

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Ellas dos se movieron en su entorno como por arte de magia, sin ser vistas por nadie, dejando a Matilda desconcertada.

Aparentemente, la mecánica como tal era raro de ver entre los espías del Imperio. Pero, Tia estaba igual de sorprendida, principalmente por Monika.

Mientras se movía, recuperó todos los espejos que había ocultado, los lanzó de nuevo y siguió adelante. Ya sea por el camino que tuviera por delante o atrás, tenía una vista despejada de todo.

“Muy bien, seguiremos así”.

De una vez, revisó más de dos espejos, juzgando lo que estaba pasando en un lugar aún más lejos. Cuando sus propios ojos no eran suficiente, usaba el telescopio. Normalmente, prestar atención a todas estas cosas al mismo tiempo, aunque corriera, sonaría imposible, pero ella lo tiene todo calculado. Gracias a eso, se las arreglaron para hacer un buen progreso. Tanto que Matilda estaba empezando a quedarse sin aliento.

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“Escuchen…” Tia sabía que no era el momento, pero no podía quedarse sin decir esa observación. “Nunca te vi usar esa habilidad en nuestra práctica con Sensei, ¿sabes?”

“Porque nunca la he usado”.

“…Así que te estabas conteniendo”.

“No te pongas así. Simplemente no la usé porque de igual forma no habría sido suficiente para ganar contra Klaus-san”.

Bueno, eso era típico de ella.

“Pero, eso es todo lo lejos que llega”. Monika dejó de correr.

Una vez que se acercaron lo suficiente al muelle, las chicas frenaron, y se escondieron en las sombras de un camión que se detuvo cerca del puerto. Un buen número de soldados estaba merodeando por el muelle. Las chicas podían incluso oír las palabras de enojo que venían de ellos. Parecía que estaban correteando para atrapar al espía que causaba el alboroto.

“Parece que terminaron de evacuar a todo el mundo. Todo lo que queda es eliminar a todos estos soldados, y ayudar a Matilda-san a entrar en uno de los contenedores”. Monika tranquilamente analizó la situación.

Cerca de otros treinta soldados del ejército estaban merodeando alrededor de los contenedores. Todo el lugar estaba iluminado, sin permitir ni un solo punto de oscuridad. Irles de frente definitivamente no funcionará. Deben haber leído la intención de las chicas.

“Esto es malo… se siente como si estuviéramos rodeadas”. Elna murmuró en un tono preocupado.

Tia asintió. “Por ahora sólo queda alejarnos. Démosles un regalo mientras estemos aquí”.

Aún podrían guiar a los soldados del ejército, así que dejaron un explosivo bajo el camión. Tia se dio la vuelta.

“Matilda-san, ¿puedes correr?”

“A-Algo…” Sus hombros se movían arriba y abajo mientras se quejaba.

Su resistencia parecía estar disminuyendo bastante. Annett sonrió, y robó la caja de herramientas de Matilda con un “¡Te sostendré esto!”, a lo que Matilda le devolvió un feliz “Gracias”. Observando los lazos entre madre e hija, Tia giró hacia la líder del grupo, que se asomaba por el telescopio.

“Monika, ¿a dónde debemos ir ahora?”

“……”

Tia vio la expresión seria de Monika y detuvo sus palabras. Aparentemente estaba usando los espejos de nuevo para comprobar la situación.

“Eh, Tia”. Monika murmuró, sin separar sus ojos del telescopio.

“¿Cómo reducimos el número de soldados?”

“¿No es obvio?  Acércate a ellos, prepara una trampa explosiva, retrocede y repite”.

“Está muy difícil. No salieron tan afectados desde la primera explosión.

Deben tener bastante dominio”.

Tia escuchó la evaluación de Monika y se mordió el labio. ¿Fue esto obra del capitán  Bart? Menos  soldados de los que ellas esperaban acabaron desapareciendo. Esta guerra podría prolongarse.

“Así es. Pero, para evitar riesgos, sólo podemos—”

“Otra vez sigues con esa ingenuidad”. Monika le dio una sonrisa arrogante. “Ese es el método de una niña buena—no herir a nadie, no exponer a nadie al peligro”.

“Entonces, ¿qué más podemos hacer?”

“Vaya, te voy a decir”. Dijo Monika y guardó el telescopio. A cambio, sacó su amado revólver.

“Annett, ¿podrías darme todos los explosivos y cortinas de humo que tengas?”

Antes de que Tia pudiera decir algo, Annett ya le había entregado las armas. Monika tomó los explosivos y los lanzó hacia adelante. Los disparó en el aire con su revólver, y lanzados hacia los soldados.

Inmediatamente después, un fuego furioso y un fuerte sonido explosivo, llenó el cielo nocturno.

“¡…!”

“Llévense a Matilda-san”.

Comparada con Tia, que estaba absolutamente desconcertada, sus otras aliadas reaccionaron rápidamente. Elna y Annett agarraron rápidamente los brazos de Matilda, y comenzaron a correr. Para esconderlas, Monika lanzó las cortinas de humo.

Respecto a Tia, ella todavía no se movía. Aunque las explosiones hicieron un gran trabajo, no podía dejar a una camarada sola en un campo de batalla como este.

“¿Planeas morir?”

“Oh, diablos, no”.

Lo que vino a continuación excedió completamente todo lo que Tia hubiera imaginado. Monika se puso su manto5 y una máscara—y salió de las sombras del camión. Armados con rifles y pistolas, los soldados se confundieron ante la repentina y galante aparición de Monika, mostrando una gran sonrisa.

“¡Ahí están!”

Naturalmente, los soldados reaccionaron de inmediato ante la aparición de Monika. Como ellos les apuntaban con las armas, al parecer, tenían permiso de matar. Cinco de ellos estaban listos para disparar, con los dedos en el gatillo. Al mismo tiempo, Monika estaba sola, iluminada por los reflectores, como si estuviera en un escenario. Con calma sacó una daga y la preparó en su mano.

“Oye, ¿recuerdas cómo Klaus-san desvió la bala de Shikabane con un cuchillo?” Sin mirar a Tia, Monika habló.

¿De qué está hablando, en una situación como esta? Tia comenzó a entenderlo. Pero, reflejar una bala con un cuchillo es una habilidad que sólo los espías de primera clase poseen. Sin embargo, Monika continuó.

“¿Crees que yo también puedo hacerlo?”

“¿Eh?”

No seas ridícula, es lo que Tia pensó, mientras un escalofrío bajaba por su columna vertebral. Ella estaba intentando ejecutar esa habilidad sin haberla practicado ni una sola vez… ¡Contra los soldados del ejército!

¡Con varios al mismo tiempo! ¡Ante balas reales! Esto era ni más ni menos que una locura.

Monika respiró hondo y observó a los soldados del ejército, mientras murmuraba algo.

“…Ángulo…Distancia…Velocidad…Tiempo… No tengo un punto focal ni eco, pero podría ser peor…”

Ella estaba calculando. Sí estaba tratando de desviar las balas. Tia tenía que detenerla sin importar lo que pasara. Pero, Monika ya estaba demasiado concentrada para que la voz de Tia no la alcanzara. En su lugar, los soldados del ejército dieron el primer paso.

“¡Disparen! ¡No dejen que la espía escape!”

Esa voz debe haber sido el Capitán Bart. Se puso en primera línea con las otras cuatro personas, apretando los gatillos. Después de eso, un sonido tipo clank se escuchó.

“¡¡¡—!!!”

Monika se quedó quieta, sin mostrar ninguna herida en su cuerpo. En realidad, ella había esquivado cuatro balas, y reflejado la quinta. No sólo Tia estaba desconcertada, también lo estaban los soldados. Incluso el Capitán Bart, ya que no dio otra orden.

“Eh”. Las mejillas de Monika se relajaron un poco. “No fue muy difícil”. Revisando la hoja de la daga, le dijo a Tia. “Yo los retendré, así que tú proteges a las chicas”.

“¡…!”

Tia empezó a correr. Sin dudarlo, saltó a la cortina de humo y persiguió a las demás. A su espalda, escuchó la voz de Monika.

“Me aseguraré de no matarte, Capitán Bart”. Levantó su arma y tiró el reflector.

Inmediatamente, el área alrededor de ella se oscureció. Y empezó a correr… hacia la dirección opuesta a la de Tia. Los disparos comenzaron a escucharse en todo el lugar, alejándose de Tia. Claramente, los soldados estaban persiguiendo a Monika.

Jesús, ella puede ser tan confiable una vez que la tienes de aliada.

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Tia sólo podía rezar por el éxito de Monika. Y poner fe en su talento.

Gracias a los esfuerzos de Monika, el control del Capitán Bart comenzó a romperse, y convirtió las inmediaciones del puerto en un caos.

***

 

 

Regresaron al hotel que estaba a una distancia bastante larga del puerto.

En ese momento, un lamentable chillido de miedo se escuchó.

“¡Eeeeeeeeeeeek!”

Un hombre corría por su vida, con lágrimas en los ojos. Con todo el corazón, es probablemente un término apropiado. Apretando los dientes mientras los mostraba y sacando el pecho, parecía un niño durante una carrera. Apenas logrando evitar las balas que le disparó Klaus, se concentró sólo en correr.

“Ese sonido no es algo que un espía deba hacer” comentó Klaus, mientras recargaba.

“¡Cállate! ¡Como si tuviera la intención de luchar contra un monstruo como tú!” El hombre gritó, mientras corría dentro del piso de este edificio, provisto de nada más que piso y vigas.

Varias herramientas estaban tiradas por el suelo, pero el hombre las eludió hábilmente. Nada satisfecho, Klaus continuó persiguiéndolo. Tenía sus conjeturas de por qué Tia y las otras no se pusieron en contacto con Klaus.

Deben estar planeando dejar escapar a esa persona, claramente relacionada con Annett. Dejando de lado el bien y el mal, Klaus decidió centrarse en los posibles aliados que este espía tenía. Porque al igual que [Homura], que iría a salvar a sus aliados, alguien podría haber sido enviado por el Imperio.

Con eso en mente, Klaus vio a este hombre, desprendiendo una atmósfera sospechosa. Y, lo atacó aquí en un sitio vacío, trayéndonos a la situación actual, pero… parecía que este hombre no era nada especial.

¿Qué pasa con este hombre…?

Klaus entró en conflicto por la falta de habilidad que el hombre frente a él aparentemente poseía.

“¡Más rápido! ¡Maldita sea!” Mientras maldecía, el hombre continuó corriendo.

Debido al sombrero y la máscara de puntos, Klaus no podía ver su cara.

Debería tener unos veinte años, pero no tenía forma de asegurarse.

Es rápido para huir, eso es seguro…

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Klaus dio alrededor del 70% de lo que él podía ofrecer. No estaba para nada subestimando al hombre. Había dos razones para esto. Primero, era consciente de cualquier posible trampa.

Y segundo, podía abrumar a la mayoría de los enemigos con sólo el 70%. Sin embargo, no podía atrapar a ese hombre. Sus balas eran evadidas, y aun así el hombre no perdió velocidad.

Estoy siguiendo el ritmo a una gran velocidad para perseguirlo. Eso muestra la suficiente habilidad que tiene.

Pero, no importa lo rápido que pudiera correr, Lily había bloqueado la salida con espuma venenosa. Técnicamente podía saltar, pero Klaus no dejaría que esta oportunidad se desperdiciara.

“¡…! ¡Parece que esta será una batalla de resistencia!” El enemigo parecía haber adivinado esa conclusión, y le chasqueó la lengua. “¡Tampoco es que pueda ganar!”


El hombre eligió subir un piso. Este edificio de varios pisos se está construyendo desde la base. Desde el primer al séptimo piso, tiene pisos reales, y no sólo un punto de apoyo provisional. Pero, al subir del séptimo al octavo piso, no era nada más que el mero límite para tener el edificio en pie. Aprovechando  esto, el hombre corrió hasta el octavo piso. Naturalmente, Klaus lo siguió.

En este octavo piso, dejando de lado las paredes, ni siquiera el piso estaba en proceso. Las vigas de acero sólo formaban una red sobre la que alguien pudiera caminar. Si el pie resbalaba, la siguiente parada sería el séptimo piso otra vez.

El hombre se las arregló hábilmente para mantener el equilibrio sobre estas vigas de acero, y Klaus trató de interrumpirlo con su arma.6

Una vez más, el hombre chilló, y frenéticamente desvió las balas con su cuchillo.

No todo el mundo debería ser capaz de hacer algo así, pero…

Inesperadamente, mostró una habilidad de un espía de alto rango.

—¿Quién es él?

Klaus no tenía conocimiento de él. Parecía ser un espía de quien la Oficina de Inteligencia Extranjera no tenía información.

“Parece que eres muy hábil en combate cuerpo a cuerpo”. Klaus paró sus pies sobre una viga de acero, y le dio algunas palabras al hombre. “¿Por qué no intentas atacarme? ¿Podrías ganar?”

“No me provoques”. El hombre se detuvo. “Por favor, terminaré ensangrentado”. El hombre sacudió la cabeza con incredulidad.

Y entonces, empezó a negociar.

“Sólo estoy aquí para reunir información. Me cuelo, consigo lo que quiero y me voy. No me gusta pelear”.

“Tu movimiento acaba de revelar otra historia”.

“Puede ser. Todo el tiempo me presionan”. El hombre chasqueó su lengua.

Aunque la mitad de su cara estaba oculta por la máscara, Klaus podía notar que estaba frustrado.

Se puede unir a la conversación así sin más. Qué tipo tan raro.

Klaus sintió que algo estaba mal. ¿Estaba demasiado relajado, o demasiado asustado para pensar?

“Si vas a sacarme algo de información, entonces déjame hacer lo mismo”. El hombre preguntó. “Uno de nuestros espías llamado [Tansui] ha estado fuera de comunicación. ¿Escuchaste algo al respecto?”

“¿Quién es ese?”

“Se ve como un cadáver viviente. Es un condenado romántico, y hace lo que le da la gana”.

Klaus tuvo una idea. Debe estar hablando de [Shikabane]. Y, el nombre clave que el imperio le había dado aparentemente era [Tansui]. Aunque todo el asunto del romanticismo le sonaba un poco raro a Klaus. Por ahora, decidió actuar de manera descuidada.

“No, ni idea. Pero, ya que lo estás buscando, debe ser un tipo peligroso, así que lo tendré en cuenta”.

“Qué astuto. Bueno, me lo puedo adivinar”.

“…Puedo hacer que me cuentes todo después de haberte capturado vivo”.

Viéndose ambos a la cara, ya no había engaños de por medio. Todo lo que quedaba por hacer era un crudo combate mano a mano.

“Supongo que entonces me pondré un poco más serio”. Klaus guardó su arma y preparó su cuchillo.

“Oh Señor, ayúdame…” El hombre estaba a punto de estallar en lágrimas, pero a Klaus no le molestaba tanto.

Comenzando con una de las vigas de acero, corrió—o más bien se deslizó a lo largo de las vigas. Debido a la humedad, la parte superior de las vigas de acero quedó resbaladiza, robándole toda fricción. Por lo tanto, Klaus alcanzó al hombre incluso más rápido, aunque simplemente corriera.

El hombre trató de retroceder, pero no pudo superar la velocidad de Klaus. Con otra patada, Klaus llegó a su garganta, poniéndole el cuchillo.

El hombre empujó su mano derecha, y apenas logró desviarla. Aparentemente, tenía algo escondido debajo de su ropa, ya que sonaba un sonido metálico que chocaba con otro metálico. Pero, el impacto fue más que suficiente.





Cediendo al impacto, Klaus empujó al hombre de la viga de acero. Su cuerpo flotaba en el aire—pero Klaus aún no lo iba a dejar libre y disparó su arma. En cuanto a Klaus, él estaba usando un revólver, y era bastante hábil usándolo, pudiendo hacer un rápido disparo.

Cambiando la mano con la que sostenía el cuchillo, le tomó un segundo hacerlo. Inmediatamente, dos disparos se dirigieron a la sien del hombre.

El primer disparo lo redirigió con su cuchillo, y el segundo le rozó la mejilla, arrancando la máscara.

“Mierda, eres demasiado fuerte…”

El hombre cayó al séptimo piso, y dejó escapar un gemido al caer al suelo. Al mismo tiempo, Klaus aterrizó suavemente. Él planeaba derrotar al hombre, y contenerlo…

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“¡——!”

Klaus se detuvo. En lo que ambos caían, el sombrero de punto del hombre se cayó, así como la máscara, revelando su identidad. Al ver esto, Klaus no tenía palabras. Lo primero que observó fue la forma de un hongo. Podía adivinar que el hombre tenía unos veinte años, pero el resto de su cara estaba oculta por el peculiar estilo de su cabello.

“Ah, reaccionas igual, eh”. El hombre se pasó los dedos por el cabello.

“¿Qué tal? Me gusta mucho este corte”.

“No es eso”. Klaus rápidamente negó las palabras del hombre.

Klaus se sorprendió por una razón diferente. El peinado podría ser diferente, pero sus rasgos faciales le resultaban extrañamente familiares.

“Esta es la segunda vez que me encuentro contigo”.

“¿Eh?”

“En el Centro de Investigación Endy”.

Era una institución ubicada en el Imperio. Por fuera, parecía una compañía farmacéutica, pero en realidad era un laboratorio experimental militar ultra secreto del Imperio. Y, Klaus no lo había olvidado. No podía decirlo con seguridad en ese entonces, pero ahora—Klaus lo sabía.

“…Eres el francotirador que mató a [Kyokou]… mi maestro, ¿verdad?”

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Él había robado la última esperanza de supervivencia de Guido. Klaus estaba desconcertado, porque la imagen y el actuar de estos dos no coinciden en absoluto. El hombre delante de él era de los que gritan de miedo y huyen como un cobarde. ¿Y se suponía que él era la persona que Klaus había buscado durante tanto tiempo?

“¿Formas parte de [Hebi]?”

[Hebi]. La misteriosa organización que mató a los miembros de [Homura], e incluso al maestro de Klaus. En otras palabras, el objetivo de la venganza de Klaus.

“……”

El hombre se puso de pie, sin decir una palabra, y se quitó la suciedad de su ropa.

“Así que me viste desde tan lejos. Realmente eres un monstruo”. Él miró a su amado rifle de francotirador.

“Esto es lo peor. Ahora mis posibilidades de sobrevivir han disminuido aún más”. Sin siquiera intentar ocultar su aterrorizada expresión, el hombre—que más tarde se llamó a sí mismo [Shirogumo], elevó las comisuras de su boca.

***

 

 

Tia alcanzó a Elna y a las demás y se escondió en un almacén que estaba cerca. Aunque el almacén estaba cerrado, usaron el quemador de gas de Annett para abrirlo.

En la huida, incluso sin usar los ojos de Monika, confiar en la intuición de Elna fue más que suficiente, ya que todo el puerto estaba ahora envuelto en caos. El hedor de la desgracia venía de todas partes, o eso decía ella. Sólo por los sonidos de los alrededores, estaba claro que el ejército estaba en un revuelo.

“Monika-oneechan está creando un alboroto”. Elna murmuró.


Monika se estaba encargando de decenas de soldados del ejército, apostando su vida en una literal, lluvia de balas, que se dirigían hacia ella, abriendo un camino para que las demás huyeran. Sin mencionar que no va a matar a nadie. No podían dejar desaparecer esta oportunidad que ella les dio.

“Echemos un vistazo, separémonos y busquemos el contenedor. Es uno azul con el número 3-896. Annett, ¿preparaste la comunicación por radio?” Tia llamó a Annett, que estaba trabajando en algo.

Ella sacó cuatro pequeñas máquinas de radio, pero inclinó la cabeza.

“La gran Annett no puede prepararlas. Están rotas”.

“Eh…”

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