Spy Kyoushitsu (NL)

Volumen 3

Capitulo 1: Fascinación

Parte 1

“Entonces, el comerciante se llevará las mascotas de Sara más tarde”. La chica de cabello negro, [Yumegatari] Tia dijo.

Ella tenía una hermosa estética exterior, con un largo y bello cabello negro, proporciones bien dotadas donde era preciso, ojos seductores y labios rebosantes de encanto erótico. Transmitía el toque de un adulto, a pesar de tener sólo 18 años.

Para derrotar a [Shikabane] en una misión, Grete, Zibia, Sara y Lily fueron elegidas, mientras que Tia se movilizó para apoyarlas.

“Lo programaré para que sus armas lleguen más adelante, bajo el nombre de una compañía ficticia. Ah, claro, por la lesión de Zibia, pondré un botiquín en caso de que empeore”.

Por el bien de sus camaradas que habían sido elegidas, ella trabajó con dedicación, y progresó mucho ayudando en sus preparativos. En su equipo, a menudo surgía la pregunta ‘¿No es Tia la verdadera líder?’. Klaus había introducido repentinamente el sistema de tener un líder, y de entre todas, Lily había sido elegida para hacerlo.

Por supuesto, eso provocó la pregunta de por qué necesitaban un líder en primer lugar, ya que tenían a Klaus como el Jefe pero, al final quedaron satisfechas con la idea de que ‘Que sea la líder seguramente aumentará la motivación de Lily’. Nadie veía a Lily como una líder. Excepto ella por supuesto, que no dejaba de elogiarse a sí misma.

En su lugar, quien reunió a las chicas a su alrededor fue Tia. La razón de esto no fue simplemente porque era hábil para velar por las demás. Ella poseía la belleza para rivalizar con cada una del grupo, una voz majestuosa y serena, y una personalidad para comprometerse decididamente e interactuar con los demás. Además, era la mayor del grupo, junto a Grete. Todas estas cualidades juntas la llevaron a convertirse en la líder no oficial.

“Estamos rezando para que tengan suerte en la batalla. Será mejor que vuelvan con vida”. Tia participó en apoyarlas incluso unos minutos antes de la despedida, y vio a las otras cuatro chicas irse. “Grete, no te presiones. Por favor, mantén el contacto más seguido con Sensei”.

“Sí, gracias por despedirnos…”

Siendo parte del mismo Escuadrón de Inteligencia, Grete dio un breve agradecimiento. Y entonces, Tia vio a una torpe e inquieta Lily.

“¿Qué pasa, Lily? Estás extrañamente tranquila”.

“Ah, es que…” Lily agitó las manos y respondió en voz baja. “Sólo estaba preocupada de que esta selección hiciera las cosas más difíciles. Pero, tu expresar y tus acciones fueron las mismas de siempre, así que…”

“Cielos, esa forma de pensar no es propia de ti. Deberías actuar más como una idiota”.

“¡Cuida tus palabras!”

“Está bien. Deberías estar confiada porque Sensei te eligió. No estoy descontenta por eso. En todo caso, estoy feliz de que tus esfuerzos hayan sido reconocidos por Sensei”.

Ella parecía estar aliviada por las palabras de Tia, tanto que la expresión de Lily se iluminaba como una delicada flor.

“¡Entiendo! ¡Como fui elegida, la gran genio Lily-chan demostrará un éxito rotundo!” Dijo ella y salió corriendo por la entrada.

Como si intentasen correr tras ella, las otras chicas movieron sus manos en señal de despedida a Tia y salieron. Al final, ella no pudo mantener su sonrisa. Ella quería que las chicas se sintieran cómodas al salir, sin mostrar ninguna frustración delante de ellas, pero…

“…Yo quería ir”. Murmuró Tia.

Ella abrió la puerta con cuidado, comprobando que Lily y las demás se habían ido. Regresó al salón de fiestas, se paró junto al sofá y suspiró profundamente. Como si todas las fuerzas hubieran abandonado su cuerpo, se desplomó en el sofá.

“¡¡¡Yo también quería iiiiiiiiiirrrr!!!”

Gritó fuerte.

“¡No lo puedo creer! ¡He trabajado tan duro! ¡Y aun así me dejaron atrás! ¡Estaba tan segura de que lo conseguiría! ¡Gaaaah! ¡Estoy tan frustrada, frustrada, frustraaadaaa!” Agitó frenéticamente sus brazos y piernas arriba y abajo, golpeando el sofá. “¿Qué me faltó, eh? ¡Hice todos mis deberes, practiqué todo el día!” Ella continuó quejándose de forma lamentable.

Hasta el momento en el que las demás se fueron, se contuvo, pero había cruzado ese límite. Tenía buenas habilidades para actuar. Mordiéndose la lengua, poniendo toda la ira en sus puños, se las arregló para soportar el shock. Pero no podía aceptar estos resultados. ¿Por qué no había sido elegida? ¿Por qué había sido elegida Zibia, cuando todavía se estaba recuperando de una herida? O peor aún, ¿por qué la torpe Lily fue elegida? Por la razón que fuese, era un hecho que ella había aprendido de esto.

“¡Sensei ni siquiera reconoce mi habilidad!”

Y después, llegó a la conclusión de que…

“¡Así que fui elegida para formar parte de [Tomoshibi] únicamente por mi cuerpo!”

Esa fue una conclusión convincente.

“¡Ahora lo entiendo! ¡Nos reunió a ocho chicas por una sola razón! ¡Él quería estar rodeado de chicas lindas, esperando que ocurrieran todo tipo de situaciones! ¡Qué obsceno! ¡Diablo libidinoso! Si me guiaras un poco más amablemente, no me importaría en lo absoluto—”

“Qué escandalosa”.

La persona en cuestión, Klaus, apareció de repente, y se apoyó en el sofá en un instante. Tia cayó al suelo y le hizo ojitos.

“Eh, Sensei… ¿Cuánto lleva escuchando?”

“Estuviste gritando, se te escuchó por toda la casa”. Klaus tenía una expresión complicada en su cara.

Mientras Tia estaba plagada de una inmensa vergüenza e incomodidad, Klaus le informó con calma.

“Cálmate. Necesito hablar contigo sobre tu papel importante”.

***

El mundo está lleno de dolor…

Diez años han pasado desde la más grande guerra de la historia de la humanidad, conocida como la Guerra Mundial. Los políticos de la época habían llegado a la conclusión de que la batalla no debía realizarse con efectivos militares, sino usando espías, con la tarea de infiltrarse en otros países para robar información. Varios países invirtieron recursos en la fundación de Agencias de Inteligencia, y comenzó la Guerra en las Sombras.

En medio de esto estaba [Tomoshibi], el equipo de espías que representa a la República de Deen. Deben desafiar las misiones que habían sido imposibles para otros equipos—Misiones Infranqueables. La última misión reciente fue deshacerse de un famoso asesino llamado [Shikabane].

Ya que vigilar a las ocho chicas al mismo tiempo resultaría imposible incluso para Klaus, eligió cuatro durante una elección: Grete, Lily, Zibia y Sara, que fueron enviadas a la residencia de un importante político.

Sin embargo, según él, no era nada más que una farsa.

“Para que quede claro, las que lucharán contra [Shikabane] serán ustedes cuatro”.

Tia estaba escuchando las palabras de Klaus, junto con las otras tres chicas que se habían quedado atrás. Grete y las otras se dirigían a tratar con el aliado de [Shikabane], en la residencia de cierto político. Para que el enemigo no se enterara de la ausencia de Klaus, mantuvo este hecho en secreto de Lily y las demás.

“Para poder luchar contra [Shikabane], decidí llevarlas a ustedes cuatro conmigo”.

“…Así que eso fue lo que… finalmente lo entiendo”. Tia suspiró aliviada. Aparentemente no había sido desechada.

“Ahora todo tiene sentido. Como era de esperarse de Sensei, una magnífica idea”.

“Aunque hasta hace unos momentos no estabas consciente del todo”.

“Sólo olvídese de eso…”

“[Shikabane] es un asesino altamente peligroso. Tienes que mantener siempre la calma”. Klaus le dio una mirada aguda. “Lo más problemático es el hecho de que [Shikabane] mata sin dudarlo. Para matar a una sola persona, caminarían sobre los cuerpos de incontables ciudadanos inocentes. Tenemos que capturarlos sin permitir ninguna víctima—esa es nuestra condición”.

Ya sean políticos o espías, [Shikabane] había continuado asesinando a gente influyente con las órdenes del Imperio.

“Es una condición extrema. Por eso les haré una prueba a todas ustedes”.

“¿Una prueba?”

“Sí. Si no lo pasas hasta esta noche, no te llevaré conmigo”.

Tia tragó. Conociendo a Klaus, no estaba bromeando. Él ya había cumplido innumerables misiones antes, así que tenía la habilidad y la determinación de llevar los riesgos solo, ya que iría a desafiar a [Shikabane]. Klaus extendió su mano.

“…Toca mi mano. Esa será la prueba”.

A primera vista, esta prueba fue mucho más fácil que la lucha diaria de las chicas para hacer que Klaus dijera ‘me rindo’. Pero, ese probablemente no fue el caso. Les quedaba la mitad del día en este margen de tiempo, y eran cuatro chicas.

“Creo que ustedes cuatro pueden hacerlo. Ustedes son las cuatro más fuertes que he elegido”.

“¡……!” Una fuerte onda de pasión pasó por el cuerpo de Tia.

Correcto… he trabajado duro. Me siento mal por las otras chicas que

no fueron elegidas, pero él reconoció mi habilidad.

Klaus acabó pidiéndoles ayuda, después de enfrentar continuamente cada misión por sí solo. Con sólo eso ya era mucho honor, pero que él la reconociera, lo era aún más. Ella le mostrará. Ella superará esta prueba, y vencerá a [Shikabane].

“Yo me encargo. Puede que hace un momento le haya mostrado mi lado patético, pero eso ahí acabó. Contestaré a esa confianza”.

“—Magnífico”. Klaus asintió con satisfacción.

Al ver esto, Tia se pasó la mano por su cabello. Junto a su corazón palpitante, se dio la vuelta hacia sus aliadas.

“¡Bien, chicas! ¡Comencemos nuestra reunión de estrategia! Definitiva—” Su voz se detuvo. “… ¿Eh?” Tia estaba desconcertada.

Sus camaradas habían desaparecido. Las tres chicas que estaban sentadas en el sofá hasta hace unos momentos, ya estaban en otro lugar.

“………………” Tia no tenía palabras.

¿Regresaron a sus habitaciones por casualidad? ¿Aunque había mucho más de lo que hablar? ¿Qué hay de la prueba?

“Déjeme decirte una cosa”. Klaus anunció con indiferencia. “Las he elegido para que brillen por cuenta propia. Pero, por otra parte, estas tres chicas no tienen las intenciones de querer cooperar”.

“Eh…”

“Monika, Elna y Annett; no tienen intenciones de trabajar las unas con las otras, es por eso que fracasaron en sus anteriores instituciones educativas”.

Todo salió a la luz. Pensándolo bien, prácticamente no había nadie dentro de [Tomoshibi] que pudiera cooperar con las demás.

“Dicho esto, para pelear contra [Shikabane], la cooperación de las chicas de tu equipo será necesaria”.

“Eso es verdad, pero…” Una premonición ominosa asaltó a Tia, en lo que Klaus comenzó a alejarse, casi como si quisiera salir corriendo.

Antes de dejar el salón de fiestas, él se dio la vuelta una última vez.

“Ve y ponlas bajo control”.

“¡¿Es este el papel importante del que usted hablaba?!” Tia gritó de desesperación ante este desafío.

***

Tia caminó por el corredor, mientras sostenía su cabeza sin poder creerlo.

…Eso me recuerda, cuando estaba mostrando mi liderazgo, las otras estaban siempre presentes, ¿cierto?

Se dio cuenta de que había empezado a actuar como una verdadera líder. Apoyó conscientemente a las más jóvenes del equipo, siendo ella la mayor del grupo.

Por supuesto, siempre dudó sobre el motivo por el que Lily había sido elegida como líder, pero sin duda fue ella la que apoyó al equipo con su energía inagotable. Tia tampoco tuvo problemas para tomar la delantera. Sin embargo, la situación actual dio a luz un gran problema.

Lily y Zibia, quienes eran las que subían los ánimos, no están aquí…

Aunque se habían quedado fuera de esta misión por su falta de habilidad, fueron un factor crucial para mantener la atmósfera del equipo. Lily aligerando el ambiente con sus torpes acciones, y Zibia quejándose con su gran ánimo. Añadiendo la linda reacción de Sara, la pesada atmósfera de antes no estaba.

Ahora que estas chicas estaban en otro lugar, Tia se vio obligada a entender la importancia de ellas. Además, Grete, la de pensamiento crítico también se había ido, dejando al equipo en una situación desastrosa.

Además, el resto de las chicas presentes tienen sus horribles hábitos…

Tia se frotaba la frente, mientras caminaba por el pasillo.

Por ahora, tengo que mantener la complejidad de la conversación al mínimo posible…

La primera persona a la que Tia intentó contactar ni siquiera estaba en su habitación. Aparentemente tampoco salió, pero no la encontró por ningún lugar. Después de caminar por un breve momento, Tia escuchó sonidos que venían de la habitación de Lily. Al abrir la puerta, había una chica acostada en la cama de Lily.

“¿Hm? ¿Tienes algo que decirme?”

Era la chica de cabello plateado azulado, Monika. Su nombre clave era [Hyoujin]. Con una altura y figura corporal promedio, era difícil distinguir alguna característica.

Con toda la ropa que le ocultaba el cuerpo, no se podía ver ninguna peculiaridad. Tenía el cabello peinado de forma asimétrica, pero eso tampoco se podía describir con palabras. Debía verse simple, pero al mismo tiempo no era así. Ese es el tipo de atmósfera que ella tenía. Aún como si estuviera durmiendo, Monika quedó viendo a Tia a los ojos.

“¿Algo que decirte?” Tia puso una mano en su cadera. “¿Qué estás haciendo en la habitación de Lily?”

“Investigo”.

“¿Eh?”

Monika tenía papel y lápiz en mano, mientras escribía algo.

“Ya  que  apenas  hay  gente,  pensé  que  podría  aprovechar  esta oportunidad”.

“¿Para revisar el Palacio Kagerou?”

“Era sólo un capricho, no me hagas caso. Y, ¿qué querías?”

Como si ella dijera que no iba a entrar en más detalles, Monika cambió de tema.

“¿No es obvio? Quería hablar de la prueba”.

“¿Ehh? ¿Es necesario que hablemos de eso?”

“… ¿No vas a desafiar la prueba que nos dio Sensei?”

“Por supuesto que sí, pero no creo que pueda hacerlo con las demás”.

“¡No decidas eso por tu cuenta!”

Eso fue todo. La personalidad problemática de Monika—una arrogancia que era de temer entre dioses. Ella siempre menospreciaba a sus aliados. Sin saber moderarse, se quejaba e insultaba a la gente cuando le diera gana. Por supuesto, ella tenía la habilidad de demostrarlo, pero eso era sólo más frustrante. Sin mencionar que apenas tenía 16 años, dos años menor que Tia.

“Que te hagas la genial ya es patético, ¿sabes?” La voz de Tia aumentó. “Por muy arrogante y mandona que seas, estás aquí en [Tomoshibi], porque fracasaste en tu institución educativa, ¿verdad?”

“¿Nunca te lo dije? Me contuve durante los exámenes”.

“Cielos, ¿en serio? Un pajarito me dijo que estabas fallando porque no fuiste capaz de cooperar”.

“En realidad no. Los otros no pudieron seguirme el ritmo”.

“Fufu, me suena a excusas”.

“……” Monika no dijo ni una sola palabra.

La provocación debió funcionar. O eso es lo que Tia esperaba, pero la expresión de Monika era tan fría como antes. En lugar de eso, ofreció su mano.

“Dame una moneda”. Dijo Monika. “Le daré la vuelta, así que adivina en qué va a caer”.

“… Y si estoy en lo cierto, ¿trabajarás conmigo?”

“Si te equivocas, entonces te irás”.

Tia le tiró la moneda a Monika, aceptó ya que todavía estaba acostada de lado. La lanzó al aire con sus dedos, y un sonido metálico sonó. Cuando la moneda alcanzó el punto culminante de su altura, Tia…

“Cara”. Ella dijo.

Así, la moneda cayó—en una grieta del suelo y se mantuvo erguida.

“¡…!”

“¿Podrías salir? Lo haré como me plazca”. Monika le dio una despedida con la mano a Tia.

Ya que Monika no mostró ninguna sorpresa, debió haber planeado que esto iba a pasar. Al mismo tiempo, ella ya estaba escribiendo de nuevo.