Tokyo Ravens (NL)

Volumen 3

Capitulo 5: Punto De Partida

Parte 5

Los dos se mofaban, mirándose el uno al otro. La expresión de Harutora se relajó primero.

“Tú también lo tuviste muy duro.” 

“Honestamente, confío en que mi suerte es aún peor que la tuya. Pero…” La cara de Touji repentinamente se puso seria. “Tú y yo somos iguales, parece que siempre cambiamos las cosas en una crisis. Cuando me encontré con el demonio y me convertí en un espíritu viviente, tu padre me rescató, y por eso hoy puedo quedarme aquí parado. Podrías llamarlo una bendición disfrazada.”

 “¿Una bendición disfrazada? ¿Qué significa eso?” 

Viendo la confusa mirada de Harutora, Touji sonrió irónicamente. “Bakatora”.

“Encontré al demonio, pero también los conocí a ustedes. Con eso, ya estoy satisfecho”.

Touji se las arregló para hablar con un tono juvenil y sincero. Harutora parpadeó sorprendida, mirando a su buen amigo, y luego sonrió malvadamente.

“¿Eh? ¿Qué te pasa, Touji? ¿No has gastado el valor de tu vida de ‘juventud’ esta noche?”

“……. Eso es verdad. Finge que no dije eso ahora mismo”. Touji se burló tímidamente, apartándose.

Harutora aprovechó rápidamente la oportunidad para agarrarse sin darse por vencida. “No, definitivamente no lo olvidaré.” Se puso en una posición sentada con las piernas cruzadas, poniendo sus manos sobre sus rodillas y sonriendo alegremente. Touji golpeó la cabeza de su buen amigo con una cara de vergüenza.

A lo lejos, las orejas de Kon se habían levantado en algún momento, mirando inquieto a Harutora y Touji. Parecía querer volver al lado de su amo, pero no encontraba la oportunidad.

Justo entonces “Kon.” Natsume, sentado en la motocicleta, gritó a Kon en un susurro. Kon se acercó sorprendido, pues Natsume rara vez la llamaba.

“No los molestes.” 

Natsume advirtió a Kon en un tono infantil. Hablaba con madurez, pero su expresión era evidentemente impaciente. Kon contestó de mala gana: “Entiendo”. 

Natsume suspiró levemente, mirando a las espaldas de Harutora y Touji desde lejos.

Aunque le preocupaba que su padre pareciera haberlo visto todo, al mismo tiempo comprendía que estaba indefensa ante este tipo de situaciones, incluso si estaba preocupada. Ella no entendía la verdadera intención de su padre, y simplemente creía que debía estar agradecida con su padre por haber enviado a Yukikaze.

Ahora mismo estaba caminando por el mismo camino que Harutora y Touji. Puede haber espinas por todas partes en este camino, pero mientras ella recuerde que todos estaban en el mismo camino, ellos podrían capear las tormentas más difíciles uno por uno. Hoy fue el mejor ejemplo.

“Pero” Kon murmuró, su mirada aún miraba al amo y a su buen amigo. Los dos se reían de corazón, burlándose el uno del otro. “……. Es muy envidiable.”

 Natsume sonrió al escuchar la queja insatisfecha de Kon, diciendo: “Sí”, expresando su acuerdo desde el fondo de su corazón.

Aunque se vistiera de varón, todo lo que cambiaba era su aspecto exterior, y seguía siendo una extraña a las amistades masculinas.

“Las relaciones masculinas son realmente…” Al decir esto, Natsume se encogió de hombros, enterrando su cara en el cuello de su uniforme.

El incidente ocurrió en ese momento.

***

Una limusina de color negro entró en el cruce de caminos.

El coche se acercó desde la dirección de Harajuku. Harutora se levantó rápidamente, y Touji, Natsume, y Kon observaron con asombro la limusina.

Como no se habían cruzado con un coche todo el tiempo, pensaron que las carreteras cercanas ya estaban cerradas. En realidad, el tráfico estaba siendo controlado, ya que, de lo contrario, sería imposible no ver a nadie en la carretera Aoyama, por muy tarde que fuera de noche.

“¿fueron removidos los controles de carretera?” Murmuraba Harutora, y Natsume y Touji tenían la misma sensación.

Extrañamente, esa limusina era extremadamente lenta, como si estuviera planeando detenerse en el centro de la encrucijada. Además, esta limusina de clase alta no hacía ni un solo ruido de motor, como si se deslizara sobre hielo, lo que era muy desconcertante.

Harutora y Touji se movieron al lado de la motocicleta en la que Natsume se sentó.

Entonces, la limusina giró sin hacer ruido, deteniéndose justo en el lugar donde había caído el Nue, su costado mirando hacia Harutora y los demás. Después de que el coche se detuvo, Natsume no pudo evitar gritar, y al mismo tiempo Touji y Harutora se sorprendieron por la anormalidad.

Las ruedas de la limusina no giraban y hasta flotaban un poco en el aire. En ese sentido, había grietas por todo el camino debido a la Nue, y no importaba cuán alta fuera la clase de la limusina, no podía deslizarse sobre el suelo sin hacer ruido.

Sin embargo, en realidad estaba rodeado por todos lados por una poderosa barrera de cerramiento, pero por supuesto estos estudiantes de la Academia Onmyou no podían darse cuenta de eso.

Harutora y los demás miraron fijamente a la limusina, y la ventana del coche de atrás que miraba hacia ellos lentamente se bajó.

“¡Harutora-sama!” Las orejas y la cola de Kon se pusieron de pie, y ella gritó con una voz llena de una tensa sensación que nunca antes había mostrado.

Entonces…

“… Buenas noches.” 

Un saludo venía del asiento trasero del coche – desde el interior oscuro del coche. Era una voz ligera y viva, pero esa impresión se volcó inmediatamente cuando la luz del coche se encendió.

Lógicamente, debería ser la luz interior del coche la que iluminara el interior. Las luces se atenuaron como la llama de una vela, e iluminaron la cara llena de arrugas del anciano enfermo en el coche que parecía bastante viejo, y que podía ser confundido con una momia.

El pelo blanco y delgado del anciano estaba peinado hacia atrás, y llevaba un kimono negro con un par de gafas de sol rojas en la cara.

Esa escena fue extremadamente “extraña”. La limusina negra, la luz borrosa, y el anciano que emergió en la luz. Mirando cuidadosamente, la distancia en la ventanilla del coche se sentía un poco anormal. El anciano iluminado, el asiento y el espacio interior del coche parecían hundidos en la oscuridad, como si existiera un mundo diferente en el otro extremo de la ventana rodada del coche.

Justo en ese momento, el anciano que estaba detrás de la “ventanilla del auto” abrió la boca para conversar con Harutora y los demás.

“Originalmente pensé que recuperaría algo, pero parece que fue purificado limpiamente. Ah bueno, ah bueno, el partido de esta noche fue muy emocionante”.

 El anciano hablaba alegremente, pero no se veía ningún cambio en su expresión, que contrastaba con su tono alegre. Sólo movió sus labios mecánicamente, pronunciando palabras.

Harutora se quedó congelada en su sitio, inmóvil, y Natsume, Touji, y Kon también eran iguales. No podían moverse y sólo podían mirar fijamente al anciano, como si una cuerda invisible les hubiera atado.

“Emocionante, es tan emocionante, pero son sólo chicas que nacieron de sus huevos, así que no sean complacientes.” El anciano hablaba burlonamente, su expresión inmóvil, con sólo el sonido de la risa fluyendo de su boca.

“Sigue trabajando duro.” El anciano habló con Harutora y los demás.

“Entonces, ven aquí lo antes posible. Este viejo hombre te espera ansiosamente…”

Justo después de que sus palabras cayeron, la luz dentro del coche se oscureció y la oscuridad envolvió momentáneamente el área detrás de la ventana del coche.

La ventanilla del coche se elevó lentamente, cerrándose.

Harutora y los demás sólo podían escuchar las palabras del viejo de forma unilateral. “¿Quién eres tú?” Pero Natsume levantó con fuerza su voz. Con esas palabras, la casi cerrada ventana del coche dejó de moverse repentinamente, y la risueña voz del viejo volvió a pasar por el delgado hueco de la ventana.

“Mi nombre es Ashiya Doman.”

 Después de decir esto, la ventanilla del coche se cerró por completo, y Harutora inmediatamente perdió el conocimiento.

No estaba mareado, ni se desmayó, pero sin previo aviso, de repente no podía saber dónde estaba su cuerpo durante algún tiempo, perdiendo el sentido del tiempo. Era la primera vez que experimentaba este choque, y su cuerpo se ponía rígido de miedo, incapaz de gritar.

Cuando recapacitó, la limusina de clase alta ya había desaparecido ante sus ojos. Miró apresuradamente a su alrededor, pero ni siquiera vio la sombra del coche.

“N, ¿Natsume?” 

“Uh, ¿ahora mismo mi conciencia de repente…….?”

“¿Touji? Kon!”

“¡Maldita sea! ¿Qué ha pasado ahora?”

“¡Fui descuidado, merezco mil muertes!”

Todos entraron en pánico, levantando la guardia. Cuando el enemigo estaba justo delante de ellos, habían sido indefensos, traspasados, y sólo habían subido rápidamente su guardia una vez que el oponente desapareció. Era realmente una escena cómica desde la perspectiva de un observador, pero todos se pusieron en alerta estricta, sin atreverse a bajar la guardia.

Una tensión anormal. Sus miembros temblaban, el sudor goteaba como la lluvia.

La encrucijada nocturna era tranquila y vacía, sin sentido de peligro. La normalidad apareció ante Harutora y los demás, y esta escena’ ordinaria’ alivió ligeramente el impacto que Harutora y los demás habían recibido.

“……. se fue……..¿verdad?” Después de un rato, preguntó Harutora en voz baja. Natsume, Touji, Kon, e incluso el propio Harutora también se tomaron algún tiempo para aceptar ese hecho.

Poco después, una rígida sonrisa apareció en la cara de Touji.

“……. Hey, Harutora. Siento como si hubiera oído un nombre que no podía aparecer. Se siente como si estuviera soñando………”

“……. Eso es desafortunado, Touji. Honestamente, yo soy lo mismo, siento como si escuchara un nombre que incluso alguien tan ignorante como yo sabe, un nombre que no podía ser escuchado en la realidad……….”

 “Ja, ja……. Así es, es prácticamente una broma.”

“Bien, realmente quiero que deje de jugar…”

Las actitudes de los dos mientras charlaban no eran tan tranquilas como antes. Sus rostros estaban pálidos, y al escuchar atentamente, se podía oír que sus voces temblaban.

“…… Ashiya………. ¿Dijo que era Ashiya Doman?” Natsume habló, casi cayéndose de la motocicleta. “¿Es falso? ¿Cómo podría ser eso……? ¿Quién… quién es exactamente él?”

 Nadie de los presentes respondió a esa pregunta.

Harutora se mordió el labio y Touji chasqueó su lengua, pateando el suelo. Kon inconscientemente se movió hacia Harutora. Natsume, miraba en blanco hacia el lugar donde la limusina había permanecido una vez.

Ese momento fue el primer vistazo que este grupo de jóvenes cuervos tuvieron de lo profundo que era el cielo nocturno en el que desplegarían sus alas. Ya estaban en la línea de salida que llevaba al mundo profundo, oscuro y mágico que se extendía desde la antigüedad hasta ahora.

***

Un minuto más tarde, Kogure, bloqueado por la barrera, se apresuró a ir a Harutora y al otro lado, trayendo el tengu.

En la oscuridad, un hombre cantaba encantamientos sin distracciones.

Un altar estaba tendido ante el hombre, una vela parpadeando sobre un candelero. Era la única fuente de luz, y el único sonido audible era el hombre cantando encantamientos. La luz del fuego se movió junto con el conjuro, proyectando complejas sombras sobre la cara del hombre.

El hombre continuó cantando encantamientos.

Aparte del candelabro, había también dos amuletos en el altar. Uno de ellos estaba extendido, pero el otro envuelto en papel, sellado.

El encanto escrito en el encanto abierto se secó, el texto y el diseño se agrietaron visiblemente. El encanto no estaba escrito con tinta, sino con sangre.

Delante del amuleto había una hoja de papel cuidadosamente doblada como un pergamino grabando un rito.

El hombre continuó cantando encantamientos.

El amanecer se acercar pronto, y quedaba poco tiempo para llevar a cabo acciones encubiertas en secreto. Pero el hombre no estaba preocupado en absoluto, y no tenía tiempo para preocuparse por esas distracciones.

El hombre continuó cantando encantamientos.

Después de un momento, sus ojos cerrados se abrieron de repente.

“Humildemente pido consultar a Taizan Fukun, el señor del inframundo…”

 El pergamino en el altar daba energía mágica, flotando en el aire, y luego volteándose y repentinamente encendiéndose en una llama ligeramente azul. El pergamino se quemó en un instante y desapareció. Los alrededores se hundieron momentáneamente en una profunda oscuridad donde uno no podía ver su mano extendida.

“…….. Mutobe-san?” Preguntó el hombre en un susurro en la oscuridad.

El encanto extendido daba una débil luz como si respondiera a su pregunta. La luz desapareció inmediatamente, pero la cara del hombre tenía una sonrisa satisfecha.

“…….. trabajaste duro. Déjame el resto a mí”.

El hombre murmuró, respetuosamente cogiendo el encanto y envolviéndolo con el papel que había preparado de antemano, cuidadosamente y con cautela sellándolo. Entonces, lo puso y el encanto que había sellado de antemano en su ropa.

Se levantó, desmantelando el altar, continuando a cantar encantamientos, y cuidadosamente eliminando todos los rastros del altar. Los movimientos del hombre no eran visiblemente vacilantes en la oscuridad expansiva.

Después de terminar el trabajo de limpieza, el hombre sacó un teléfono del bolsillo de su traje, encendiendo la batería.

Como él había esperado, había varias llamadas perdidas en él. Aunque las consecuencias serían problemáticas, de todos modos, eran sólo tareas domésticas, y no sería difícil manejar las cosas adecuadamente sin despertar sospechas.

Ahora, él tenía que heredar la voluntad de su camarada y convertirse en el mesías. Para ello, tuvo que tratar las cosas con cautela y precisión, independientemente del tipo de situación que se encontrara. El hombre tenía la confianza en sí mismo que podía hacerlo.

Abrió el teléfono plegable, revisando la pantalla del teléfono. La pantalla de cristal líquido emitió una ligera luz, iluminando la cara del hombre en la oscuridad.

Su pelo negro se mezclaba con la oscuridad, mezclado con un hilo de bermellón brillante. Como sangre goteando en la oscuridad.

-FIN DEL VOLUMEN 03-