Tokyo Ravens (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: Tempestad de Primavera

Parte 4

El Nue estaba alerta, tomando una postura cautelosa, y al mismo tiempo gritando “EIEE”, su rugido mezclado con ira y cobardía. Sin embargo, Hokuto no fue el oponente que hizo que la Nue temiera profundamente o que hizo que aumentara su cautela, y por supuesto que no fue el viejo instructor o Natsume.

“…….. ¿Qué es esto!”

Las botas de los ingenieros pisaron fuertemente la carretera pavimentada con baldosas.

El tono del hombre era casual y no levantó la voz, pero por alguna razón, todos los presentes escucharon las palabras que dijo claramente, incluso en medio de todo el ruido.

“¿Qué hace este grupo de mocosos alrededor de mi presa? Y hay incluso un verdadero dragón que sale a mezclar las cosas, ¿qué está pasando con esto?” El tono del hombre era burlón y claramente arrogante.

Un joven apareció frente a todos los que tenían una cabeza de pelo corto y corto plateado, una “X” en la frente con una cicatriz de “X” y unas gafas de sol plateadas en la cara. Ambas manos estaban atascadas en los bolsillos de su chaqueta con cuello de piel, mostrando una apariencia perezosa, pero él miraba con desprecio y confianza en sí mismo alrededor del área de desastre espiritual.

Debido a la apariencia del hombre, el área que originalmente había sido caótica hasta los límites se congeló rápidamente, en su lugar, calmándose momentáneamente.

Los estudiantes que aún estaban conscientes, todos jadeaban. Era innecesario decir acerca de aquellos estudiantes que conocían al hombre, pero incluso los estudiantes que no lo reconocieron se quedaron boquiabiertos tras presenciar su fuerte y salvaje aura.

“O, Ogro Eater………” 

El hombre frunció el ceño como si hubiera oído el repentino murmullo del viejo instructor, sacando la mano derecha de su chaqueta y levantando el dedo que llevaba puesto para señalar al viejo instructor.

“Oye, viejo, no me llames con ese nombre. Me llamo Kagami Reiji. Cuidado que no os mate si os atrevéis a perder el tiempo delante de uno de los Doce Generales Divinos”.

***

“… ¡Maldita sea! ¿Cómo pudo pasar esto?”

 Mutobe Chihiro, que había perseguido al Nue y al Exorcista Independiente Kagami Reiji, notó la figura de Tsuchimikado Natsume entre los asombrados e inmóviles estudiantes de la Academia Onmyou y sin darse cuenta apretó los dientes.

Había preparado cuatro Nue en total, colocándolos por separado en Ueno, Akihabara, Shinagawa y Shibuya, que eran las Puertas Demoníacas de Tokio y las Puertas Demoníacas Traseras, donde el flujo espiritual dejaría que estos cuatro Nue se despertaran simultáneamente.

Estos desastres espirituales crecerían simultáneamente y a una velocidad rápida y asombrosa al consumir el aura en el flujo espiritual. Entonces, entraría en la siguiente etapa del plan.

No tenía deseos salvajes de que todos estos Nue sobrevivieran. En general, las habilidades del Buró de Exorcistas eran sobresalientes, y sacrificar una o dos Nue por alguien aún más increíble como un Exorcista Independiente de los Doce Generales Divinos estaba dentro de sus expectativas.

Sin embargo, las acciones de Kagami Reiji fueron mucho más rápidas que sus predicciones. Originalmente había sido cauteloso con la rama de Meguro que estaba en acción, y no esperaba que Kagami llegara primero desde Shinjuku en la dirección opuesta. Parecía que esto no era una acción formal, y él sólo podía sentirse desafortunado por este tipo de situación repentina.

Nadie podía igualar a Kagami en el rastreo de desastres espirituales móviles, e incluso entre los Doce Generales Divinos, no había ni uno solo que pudiera igualar su intuición y sentidos únicos. Pero a menudo era problemático, con una falta de responsabilidad por su trabajo.

Mutobe había creído originalmente que si tenía suerte Kagami sería excluido de la fuerza de combate, y parecía que su pensamiento se había vuelto demasiado ingenuo como resultado.

Además, Tsuchimikado Natsume, el joven que se rumorea era el Rey de las Estrellas del Norte también estuvo aquí.

No, no sólo eso, acababa de pensar por fin en quién había sido aquel chico delgado y desgastado por el pañuelo que había visto ayer.

Era una víctima que había sido arrastrada al desastre espiritual hace dos años, y estaba claramente resonando con el Nue que tenía ante él.

Sólo había una explicación para que una Nue resonara con una víctima de un desastre espiritual, y tal situación no había estado dentro de sus expectativas. No, era imposible esperar que existiera tal situación. “El destino” era realmente una cosa tan traviesa.

“Lo que se debe hacer…….” 

Encantado con mucho sigilo, Mutobe se preguntó mientras se acercaba lo más cerca que podía mientras se aseguraba de mantener una distancia segura.

¿Debería  arriesgarse  a  intervenir  o  mirar  en  silencio  para  ver  si  hay  cambios?

Definitivamente no podría vencer a Kagami Reiji si luchara cara a cara.

“…….” 

Mutobe apretó los labios, lentamente levantando su energía mágica.

.. O, ¿comedor de ogros?

***

Este hombre que de repente había salido, Kagami le robó toda la atención a Harutora.

No necesitaba mirar su aura. Él sabía bastante bien qué tipo de persona era este hombre sólo por la presencia que había desprendido de todo su cuerpo. Aparte de la sensación de que definitivamente no querría acercarse a él, también tenía algún tipo de rasgos inexplicablemente fascinantes, como una serpiente venenosa de colores brillantes o el hermoso, salvaje y peligroso encanto de un animal carnívoro.

… ¿Y esta persona era también… un General Divino?

Harutora se quedó inmóvil, con el pelo en la punta. El Nue retrocedió con un gruñido, y su presión espiritual continuó aumentando, una aguda luz saliendo de sus ojos.

Estaba entrando en un estado de batalla.

“¡Yo, oficial independiente! ¡Somos de la Academia Onmyou y fuimos atacados por un desastre espiritual de fase tres durante un examen práctico! Por favor, ¡ayuda de emergencia!”

 Gritó el viejo instructor, su cara urgente. Kagami hizo casualmente un “Ah?” después de oírlo.

“¿De qué’ asistencia’ estás hablando, viejo amigo? ¿No acabo de decir que esta cosa era mi presa? Será mejor que se quiten de en medio.” Al decir esto, Kagami volvió a meter las manos en sus bolsillos, sin miedo alguno, dirigiéndose hacia la escena del desastre espiritual y caminando directamente hacia el Nue que estaba tomando una postura de lucha amenazante.

“¡Idi! ¡No lo provoques!” 

El viejo profesor palidecía sorprendido. La situación era la que él esperaba. La Nue no había mostrado ninguna intención de contraatacar ni siquiera después de ser golpeada por el ataque con el encanto del elemento fuego, pero mostró una reacción bastante agitada cuando Kagami se acercó.

El Nue hizo un sonido extraño, retorciendo su gigantesco cuerpo. Ese grito era diferente del rugido de antes, y claramente tenía un sabor ‘ofensivo’. Algunos de los estudiantes que aún habían podido resistir el asalto del miasma hasta ahora se desmayaron y algunos de ellos recibieron golpes mentales, con algunos vómitos donde estaban, y algunos se desmayaron mientras espumaban por la boca.

Harutora vislumbró a Tenma desmayarse hasta el suelo por el rabillo de sus ojos, y por supuesto él también sufrió efectos. “¡Ugh!” Gruñó, todo su cuerpo goteando de sudor, pero Touji fue el que mostró la reacción más obvia. El brazo que colgó del hombro de Harutora se apoyó en el hombro, y la otra mano se agarró al pañuelo de la frente. Viendo que Harutora y Touji estaban casi colapsando, Kon se apresuró a apoyarlos desde abajo.

Sin embargo, Kagami seguía caminando hacia delante sin detenerse, incluso entre los gritos que se soltaban uno tras otro. Se enfrentó al extraño chillón Nue de frente, sus pasos correctos y ordenados.

“Eres ruidoso, cállate.” Maldijo.

Pero aunque murmuraba, atravesó el corazón de los espectadores. El Nue dejó de gritar. No, había sido forzado a dejar de gritar. Las palabras de Kagami llevaban una fuerte y elaborada energía mágica.

“¿Eh?” Los ojos de Harutora se abrieron de par en par y oyó a Natsume decir sin aliento:

“Es un lenguaje espiritual de primera clase”

“¿lenguaje espiritual?”

“Es una magia que pertenece a Imperial Onmyoudou, sus palabras tienen un poder coercitivo que puede ser usado para afectar la mente del oponente. Pero no importa un oponente humano, ni siquiera pensar en un desastre espiritual…”

 Natsume levantó su cabeza impotente para mirar a Hokuto e intentar dar órdenes, pero no pudo decidir qué orden dar durante un tiempo. El dragón todavía merodeaba en el cielo, mirando la situación desenvolverse en medio de la confusión.

El Nue, cuya voz había sido sellada, se adelantó en un aliento, girando su gigantesco cuerpo como el movimiento libre de una bestia salvaje. Mostraba feroces colmillos, atacando a Kagami con una cólera y odio agitados. Harutora no podía mover un músculo, asombrada por su asombrosa audacia, pero Kagami abrió la boca, mostrando una sonrisa burlona.

Sílaba de simiente. Ese fue un mantra que representaba al Kundali Vidyaraja que eliminó enemigos extranjeros. La voluntad y la energía mágica de Kagami utilizaron este mantra simiente de sílaba, que era sólo una palabra corta, para atacar a la figura gigante.

El cuerpo entero del Nue se desplomó como si hubiera tocado accidentalmente una línea eléctrica de alta tensión, su cuerpo mostrando intensas reacciones de “lag”, y se retorció en el suelo, incapaz de soportar el dolor. El impacto había liberado las ataduras del lenguaje espiritual, pero lo que venía de su boca ya no eran rugidos de ira, sino más bien lamentos atormentados.

Saltó repentinamente hacia arriba, su gigantesco cuerpo suspendido en el aire. Entonces, ascendió en el aire, continuando a saltar alto.

El Nue descendió, sentado en la pared del edificio de oficinas de gran altura que se elevaba tras ellos. Las ventanas de cristal se rompieron, fragmentos de vidrio cayendo al suelo uno tras otro. El desastre espiritual sólo había sido capaz de hacer una acción tan desafiante de la gravedad porque su material tenía propiedades “ambiguas”.

 Hesitation se asomó a la cara de Hokuto que estaba en el mismo cielo, sin saber si perseguirlo. Al final, decidió dar la vuelta y mantener una distancia. Esa respuesta no fue para defenderse de los Nue, sino porque Hokuto había juzgado que tenía que ser cauteloso con Kagami.

“Oye, no pude prepararme hoy, así que no me hagas perder mucho tiempo.” Kagami habló perezosamente, levantando la cabeza para mirar al Nue, sus manos aún atascadas en sus bolsillos.

“… Namah sarva sarva tatha gatebhyah sarva…” 

En un solo aliento, Kagami cantó un largo conjuro con una cadencia única. El dharani original más fundamental de Vajrapani, la magia del Reino de Fuego, uno de los métodos principales de supresión del sistema Acala.

Una increíble energía mágica se arremolinó en una espiral centrada en Kagami, como un verdadero tornado. Un aura de fuego formó inmediatamente la magia de supresión, elevándose hacia arriba como un gas. El Nue tiró de la pared para intentar esquivar, pero la magia del Reino de Fuego aún perseguía tras él, capturándolo sin esfuerzo.

Una vez que la magia del Reino de Fuego capturó al Nue, el desastre espiritual se encendió inmediatamente en una llama maliciosa. El Nue se convirtió en una bola de fuego, lamentando con agudeza, y cayendo directamente al suelo.

Justo debajo de… estaba Kyouko, ayudando a evacuar a los otros estudiantes.

“¡Kyouko!” 

Gritó Harutora. La cara de Kyouko palideció sorprendida, rápidamente ordenando a sus dos shikigami defensivos. Hakuou entregó al estudiante en sus manos a Kokfuu, alejándose de debajo del Nue con su amo en brazos.

Entonces, la Nue cayó, haciendo temblar el suelo. Lag’ apareció en el gigantesco cuerpo del Nue, y el aura de fuego del reino de fuego mágico se extendió por todas partes.

“¡Kurahashi! …, oficial independiente! ¡Por favor, considere la seguridad de los demás!” El viejo instructor rugió enfadado, su cara pálida.

“¿Kurahashi~?” Kagami no prestó atención a la vieja protesta del instructor, sino que mostró interés por el nombre de la familia de Kyouko.

“Kurahashi es eso. ¡Ah, sí! En tu Academia. En ese caso, esa niña es la hija del Jefe, ¿eh? ……. Espera, eso también significa que el dragón es el dragón Tsuchimikado, ¿no?”

El tono con el que habló Kagami era como si hubiera notado un juguete nuevo. El Nue que había caído al suelo y estaba muriendo delante de él no estaba en absoluto a la vista.

Como si acababa de ver a los estudiantes “Así que hay un sucesor Tsuchimikado aquí, un mocoso que se rumorea que es y puede ser o no la reencarnación de Yakou, ¿no?” Calificó a los estudiantes presentes mientras decía esto.

… Tch.

No es bueno. Casi por instinto, Harutora sintió desde el fondo de su corazón que las cosas no iban bien.

No había mucha gente presente que pudiera mantenerse erguida, y lo más importante era que era imposible que un General Divino no viera quién tenía un vínculo de poder espiritual con el sirviente shikigami Hokuto.

La mirada desde debajo de las gafas de sol se centró en Natsume. Natsume dio un paso atrás, y Harutora sintió como si un trozo de hielo se hubiera deslizado en el fondo de su estómago.

“……. Así que tú eres el mocoso.” 

Kagami se lamió los labios como un caníbal, murmurando mientras miraba fijamente a Natsume. Luego, caminó hacia Natsume.

“¡Kagami! ¡No toques a los estudiantes!” 

La cara del viejo instructor palidecía, y los otros dos maestros corrieron apresuradamente hacia delante, planeando ponerse entre Natsume y Kagami.

“No te muevas”. Kagami usó el lenguaje espiritual sin siquiera girar la cabeza, e inmediatamente se congelaron petrificados en el suelo, inmóviles como si hubieran sido atados. Natsume no tenía adónde correr y sólo podía mirar fijamente al General Divino que se acercaba paso a paso.

“D, maldición…” 

Debido a que Touji estaba de espaldas, Harutora no podía apresurarse al lado de Natsume. Era mejor no actuar precipitadamente, sobre todo porque el Nue no había sido completamente purificado.

“…. parece que eres un mocoso muy educado. Eres tú, ¿verdad? ¿Tsuchimikado?” Kagami estaba frente a Natsume, sonriendo alegremente mientras la miraba.

La magia parpadeante del Reino del Fuego casi no mostraba signos de extinción, y el Nue

aún ardía en la llama. La llama ardiendo con energía mágica iluminó las gafas de sol de Kagami desde un lado, reflejando la brillante luz del fuego.

Natsume se las arregló para enfrentarse a la mirada de Kagami.

“……, ese soy yo.”

“¿Cómo te llamas?”

“T, Tsuchimikado Natsume.”

 “Tch…….. ¿De qué tienes miedo, no te voy a comer, He oído que has hecho llorar a ese loli gótica Dairenji? De todos modos, esa niña es uno de los 12 Generales Divinos. Desde que ganaste contra ella, puedes estar orgulloso y erguido. Así es más adecuado a mis preferencias”. 

Kagami sonrió aún más salvajemente mientras decía esto.