Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 9

Capitulo 4: Una Despedida

Parte 2

Y sus delgadas piernas se podían ver a través de una abertura que bajaba por el costado de esa falda larga, que era bastante seductora.

Bueno, si ésa es la costumbre de los sureños, entonces lo que sea. Pero tienes una cara bonita, así que ¿por qué no dejarte crecer el pelo? Te confundirán con un chico que se ve así, ¿verdad?

Sí, lo estaba, pensé para mí.

Diel había permanecido tranquila y serena hasta ahora, pero con eso vi que su rostro se ponía visiblemente más rojo.

“¡Cállate! La decisión de dejarlo crecer o mantenerlo corto es mía, ¿de acuerdo? ¡No me menosprecies solo porque eres un poco sexy!”

“¡Wah!” Yumi gimió, dejando escapar un extraño grito.

De todas las cosas, la mano derecha de Diel había agarrado el amplio pecho de Yumi.

Después de sacudir la mano de la niña, el rostro de Yumi se puso rojo brillante mientras se derrumbaba débilmente en el suelo.

“¡¿Q-Q-Qué crees que estás haciendo?! ¡No me asustes de repente de esa manera!”

“¡Hmph! Entonces, ¿no tendrías ningún problema si no fuera ‘de repente’? Entonces, ¿quieres que lo anuncie con anticipación la próxima vez?”

Diel se acercaba sigilosamente a Yumi, con los dedos de ambas manos curvados como garras.

Yumi, mientras tanto, acunaba su propio torso y se encogía hacia atrás con una mirada de desconcierto en su rostro.

Fue entonces cuando Ai Fa finalmente dijo: “Oye”, y agarró el delgado hombro de Diel. “No provoque una conmoción frente a los puestos. Veo que todavía no has aprendido la lección, sureño”.

Diel se volvió hacia Ai Fa, claramente desconcertada.

Y aunque Labis se había quedado allí apartado como una sombra hasta ahora, agarró el mango de su espada larga y se acercó a la cabeza de mi clan.

“Mujer del borde del bosque, quita tu mano del Maestro Diel. Si no lo haces, te cortaré…”

“¿Oh? Parece que algunos de ustedes, los sureños, no tienen mucho respeto por la ley…”

Ai Fa no se veía tan impresionada en lo más mínimo, pero aun así soltó el hombro de la chica.

Fue entonces cuando Diel soltó un grito desenfrenado de: “¡Déjalo, Labis!” y luego refunfuñó: “No debería haber hecho eso… Lo siento, Asuta”.

“Ah, no…”

“Y yo también lo siento por ti. Simplemente pierdo el control cuando la gente dice cosas sobre mi cabello… ”

“¿T-Tu cabello…?”

“Debido a que es de este color de aspecto sucio, no puedo dejarlo crecer y hacer que se vea bonito como el tuyo. Si ese no fuera el caso, entonces realmente nunca me confundirían con un hombre, incluso cuando me vistiera así…” Diel murmuró, luego se mordió el labio y dejó de hablar.

Yumi se puso de pie lentamente, luego caminó hacia Diel mientras se protegía el pecho.

“No diría que está especialmente sucio ni nada. Es un poco común”.

“¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Parece la piel de un animal!” Diel gimió, su rostro se contrajo con tristeza mientras se agitaba el cabello con rudeza.

Ese cabello suyo era de un inusual color marrón oscuro moteado. Y era cierto que me había recordado a un perro o un gato o algo así. Pero nunca pensé que estuviera “sucio” en lo más mínimo.

“Ya veo. Bueno, todas las personas tienen sus propias preferencias”, respondió Yumi mientras colocaba una mano sobre el cabello revuelto de Diel. “Sin embargo, no pensé que estuviera sucio, por eso dije que sería bueno dejarlo crecer. Aun así, si eso te hizo enojar, entonces lo siento”.

Diel simplemente bajó la cabeza en silencio. Sin embargo, al poco tiempo, miró a Yumi, quien tenía una expresión de verdadera disculpa en su rostro.

“¿No estás enojado…?”

“Si. Me sorprendiste un poco. ”

“Ah, ya veo. Era suave y se sentía bien, ya sabes”.

“¡No vayas a decir cosas así!” Yumi gritó en respuesta, despeinando aún más el cabello de Diel.

Sin embargo, la chica del sur siguió riendo mientras huía de la mano de Yumi.

“Lo siento de nuevo. Seguiré adelante y me iré por hoy. Después de todo, tengo trabajo del que ocuparme una vez que el sol alcance su punto máximo… Asuta, ¿te importa si vuelvo mañana?”

“¿Eh? Ah, por supuesto que no”.

“Gracias”, respondió Diel, y con eso se fue rápidamente.

Y después de dispararle a Ai Fa una última mirada, su compañero Labis la siguió.

“¡Qué bicho raro! Pero tal vez ella no era una mala persona después de todo…” Yumi murmuró con un suspiro.

“¿Estás bien?” Le pregunté, solo para que su rostro se volviera rojo de nuevo por alguna razón mientras escondía su pecho y me lanzaba una mirada aterradora.

“¡Solo date prisa y haz el mío ya! ¡A mí también me queda trabajo!”

“¿Eh? Bien, mis disculpas… ”

“¡Lenguaje!”

“¡Oh, lo siento!”

Era como si estuviera tratando con Mida o algo así.

Lala Ruu miraba hacia otro lado mientras reprimía una risa, mientras Yumi, enojada, me arrebataba el myamuu giba de mi mano.

“Vaya, vine aquí hoy para tener una conversación seria, pero todo se salió de las manos… Oye, Asuta, vendes tu cocina a The Great Southern Tree y The Sledgehammer, ¿verdad?”

“¿Hmm? Si…”

“Ajusta los sabores allí para satisfacer los gustos de sus clientes del sur y del este, ¿no es así? Pero si un occidental como yo se comiera uno, ¿cuál recomendaría?”

“¿Eh? Sin embargo, ¿cuál sería el propósito detrás de esa pregunta?”

“No estás haciendo eso intencionalmente, ¿verdad…?”

“Por supuesto que no es mi intención… Er, no lo estoy”.

Los hombros de Lala Ruu estaban temblando, y Yumi dio otro suspiro.

“Aparentemente, muchos clientes del oeste se han estado dirigiendo a esas dos posadas últimamente. Y parece que eso fue suficiente para finalmente hacer que mi papá se levantara”.

“¿‘Se levantara…?’ ¿Qué quieres decir?”

“Todavía no lo sé. Podría estar pensando en intentar que hagas comida con karon o carne de kimyuus en lugar de giba”.

El padre de Yumi era el dueño de The Westerly Wind, y aparentemente no quería tener nada que ver con la gente del borde del bosque o giba. Sin embargo, no era un verdadero hijo de Genos, ya que se había mudado aquí desde otra ciudad cuando era joven.

El análisis de Yumi de la situación fue que no había ninguna razón o circunstancias reales detrás de su prejuicio. Fue simplemente el resultado de haber vivido en la ciudad postal durante tanto tiempo.

Su razonamiento fue que, dado que ella tenía el mismo tipo de opinión sobre la gente del borde del bosque, y sin embargo, fue capaz de superarla gracias a nuestro encuentro, entonces él también podría hacerlo.

“Hmm, pero no tiene sentido si no estoy usando carne de giba. Creo que dije esto antes, pero mi objetivo al iniciar este negocio era más difundir lo delicioso que es el giba que ganar monedas”.

“Bien, lo entiendo. Pero ese obstinado anciano mío dijo que debería ir a probarlo para ver qué tan hábil eres realmente. ¡Hasta ahora, se enojaba cuando mi mamá o yo salíamos furtivamente a comprar tu comida! Eso es asombroso, ¿no?” Dijo Yumi, acercando su rostro mientras se veía un poco desesperada. “El resto dependería de tus habilidades, ¿verdad? Si puedo convencerlo de que estará sabroso, entonces podrías hacer que se coma tu comida, ¡y tal vez eso finalmente atraviese esa dura cabeza suya! Er…¿estaba siendo realmente egoísta con mi pensamiento allí? ”

“¡Ah, no! Definitivamente tienes razón. De hecho, estoy muy feliz de saber que le interesaste”.

Si pudiera vender mi cocina giba a una posada tanto administrada como sirviendo a occidentales, sería un gran paso adelante.

Si fuera posible, me hubiera gustado que La cola de Kimyuus fuera el lugar donde di ese paso, pero no podía dejar escapar una gran oportunidad.

Además, parece que la evidencia de ese incidente hace diez años no está siendo tratada como tan importante. Una vez que pueda estar seguro de que Cyclaeus no está vigilando a Milano Mas, debería esforzarme mucho para que The Kimyuus’s Tail también haga negocios conmigo.

Mientras ese pensamiento pasaba por mi cabeza, seguí adelante y le di a Yumi una sonrisa seria.

“Gracias. Si tu padre realmente está interesado en mi trabajo, entonces lo daré todo para enseñarle lo deliciosa que es la carne de giba, Yumi”.

Los ojos de Yumi se abrieron como platos.

¿Fue por el calor que salía de la bandeja de hierro desde abajo? Tuve la sensación de que sus mejillas también se estaban poniendo un poco rojas.

“¿Que…? ¿Me estás hablando normalmente?”

“Ah, sí, supongo que sí. Sin embargo, todavía no puedo evitar sentirme un poco cohibido al respecto”.

“¿Y recuerdas mi nombre…?”

“¿Eh? ¡¿Qué tan mala crees que es mi memoria?!”

Aunque dicho esto, tuve la sensación de que realmente no había tenido la oportunidad de decirlo ni una sola vez. Y eso no fue solo para Yumi. Realmente tampoco tuve muchas oportunidades de llamar a Balan o Aldas por su nombre.

Con una risita, Yumi se apartó.

“Eso me hace realmente feliz, de alguna manera…”

“¿Eh? ¿Cómo exactamente?”

“¡No importa! De todos modos, ¿cuál recomendarías? ¿The Great Southern Tree o The Sledgehammer?”

“Ah, eh, veamos … planeo cambiar un poco el contenido de los platos a partir de mañana, pero en The Sledgehammer utilizo una especia especial de Sym llamada semillas de chitt, mientras que el plato se sirve en The Great Probablemente le resulte más fácil adaptarse a Southern Tree. Por cierto, ¿alguna vez has comido algo que use aceite tau…?”

“No. Es un condimento de Jagar, ¿no? Solo sé el nombre”.

“Ya veo. Bueno, no tiene un sabor tan peculiar como las semillas de chitt, por lo que definitivamente debería ser más fácil de comer. Pero, sinceramente, solo tenía en mente a los clientes del este y del sur cuando se me ocurrieron los dos platos”.

“Entendido. Bueno, primero probaré The Great Southern Tree. Realmente estoy deseando que llegue”, dijo Yumi con una gran sonrisa. Se veía más feliz de lo habitual, lo que me alegró ver. Y el hecho de que una occidental como ella estuviera tan preocupada por mí me alegraba aún más.

“Gracias. Lo daré todo para no dejar que esta oportunidad que me estás dando se desperdicie”.

“¡Sí, buena suerte! Pero si realmente no creo que sea sabroso, tendré que ser honesto y decirlo”.

“Correcto. Espero escuchar tus impresiones, Yumi”.

Con eso, Yumi se fue con una sonrisa y yo solté un suspiro de satisfacción.

Y luego, sentí una mirada en mi mejilla derecha de nuevo. Cuando me volví para mirar, encontré que, efectivamente, Ai Fa me estaba mirando en silencio.

Le pregunté: “¿Por qué estás enojada?” con mis ojos, y los de ella me devolvieron otro “Silencio, tú”.

¿Quizás no le gustaba mucho este asunto de la telepatía que teníamos?

De todos modos, mientras pensaba eso, un hombre alto con una capa se acercó desde el norte.

Este era un cliente del este, pero no era Shumiral ni Sanjura. Fácilmente medía más de 190 centímetros de altura, lo cual era raro, incluso para alguien de Sym.

“Bienvenido. ¿Solo quieres uno?”

“No, dos, por favor”, respondió el hombre, bajándose la capucha.

Realmente era poco común que un cliente del este que no fuera Shumiral o Sanjura hiciera todo lo posible para mostrarme su cara.

“Asuta, ¿te acuerdas de mí?”

“¿Eh?”

“Soy yo, el asistente del líder de Silver Vase, Radajid Gi Nafassiar”.

Honestamente, no reconocí su rostro en absoluto. Su cabello y ojos eran negros, y tenía una cara alargada de forma ovalada como muchas personas de Sym.

Sin embargo, sí recordé que había un miembro de Silver Vase que era así de alto.

“Correcto. ¿Estás solo hoy?”

“Si. Hoy está ocupado. Así que todos vendrán, por separado, para hacer sus compras,” dijo Radajid, luego miró hacia el puesto de hamburguesas giba. “Asuta, tengo algo sobre lo que discutir, Vina Ruu.” Luego, Vina Ruu miró lentamente hacia nosotros, y con una voz tan baja que apenas me alcanzó, Radajid agregó: “Nuestro líder, Shumiral, tenía asuntos repentinos de los que ocuparse. Llegará tarde para verlos a ustedes dos”.

“¿Negocio repentino?” Le pregunté de vuelta.

Con los ojos todavía fijos en Vina Ruu, Radajid asintió y respondió: “Sí. Dijo que vendrá cuando termine su negocio con sus puestos por el día. Él te encontrará, sin falta, en The, Kimyuus’s Tail. Ahí es cuando, dirá, sus despedidas”.

“Ya veo. Supongo que es tu último día haciendo negocios aquí, así que debe haber todo tipo de cosas de las que ocuparse… Espera… ¿Shumiral ya sabía que Vina Ruu vino a la ciudad hoy?”

“Si. Shumiral ha estado en la ciudad del castillo desde esta mañana. Pero uno de nuestros camaradas le habló de su puesto. Así que Shumiral lo sabe”.

“Entendido.”

Pensando en mis clientes habituales, me di cuenta de que el sol casi había alcanzado su punto máximo, pero tampoco había visto al grupo del Viejo.

La conversación con Yumi me había levantado un poco el ánimo, pero eso terminó por destrozarlos.

“Shumiral vendrá sin fallar. Pero por ahora, le entregaré esta comida”, dijo Radajid, mirando hacia atrás en mi dirección. “Los diez miembros de Silver Vase vendrán y se despedirán. Estamos agradecidos de haberlos conocido a todos”.

“Ah, esa debería ser mi línea. Me siento realmente bendecido por haberlos conocido”.

“Dirá adiós después de que su negocio esté hecho”, declaró Radajid en un tono sin emociones. Sin embargo, sus ojos negros se entrecerraron ligeramente, y no pude evitar sentir que se veía un poco feliz, de la misma manera que Shumiral.