Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 9

Capitulo 3: Conde Cyclaeus Turan

Parte 3

“Hmm… Parece que los he hecho esperar a todos…” dijo Cyclaeus mientras se sentaba en un gran asiento de cuero.

Mientras tanto, todos nos quedamos parados en el centro de la habitación. Los guardias que acompañaban a Cyclaeus llevaban lanzas incluso más altas que ellos, y alrededor de la mitad de ellos se alineaban a lo largo de las paredes izquierda, derecha y trasera.

Los diez restantes estaban a ambos lados de Cyclaeus mientras el hombre miraba hacia Melfried.

“Esto es todo un capricho de tu parte, Lord Melfried… No veo cómo estar involucrado en un asunto tan insignificante sería de algún beneficio para ti…”

Estaba bastante claro que no estaba satisfecho con la presencia de Melfried.

“Un día, tendré que ser yo quien gobierne a Genos. Y creo que este asunto ciertamente no es trivial cuando se trata de la paz y la tranquilidad de esta tierra, Conde Cyclaeus Turan”, respondió Melfried.

Era la primera vez que me encontraba con el hombre, pero ciertamente parecía ser bastante notable.

Se había quitado el casco desde que estábamos adentro, y gracias a eso también pude ver su cara. Por lo que podía decir, era un poco mayor que yo, y su cabello castaño y su rostro perfectamente proporcionado le daban una apariencia verdaderamente noble.

Pero esos ojos grises… Tal como me dijo Asuta, tenían un brillo escalofriante como la luz de la luna a su alrededor.

Y también me di cuenta de que era bastante hábil como luchador. Bueno, no podía estar completamente seguro, ya que mis habilidades de observación no son iguales a las de Ai Fa o Ludo Ruu. Sin embargo, al menos podría decir que se había entrenado bastante.

Pero más importante fue Cyclaeus. El hombre se sentó allí sonriendo mientras escuchaba las palabras de Melfried. Parecía de los que siempre sonreían. Y con toda probabilidad, esa era una forma de ocultar sus verdaderas emociones.

“Bueno, supongo que el primer hijo del duque Marstein Genos cubriéndose la cara con harapos sucios y disfrazándose como uno de los habitantes del pueblo sería un capricho aún mayor… Eran esas acciones siquiera una prioridad sobre su deber como capitán del guardia ducal, ¿Lord Melfried…?”

“Eso es realmente dolorosamente cierto, pero ciertamente no es como si hubiera descuidado mi trabajo. Y soy libre de pasar mi tiempo libre como me plazca, Conde Cyclaeus Turan. Más importante aún, este estaba destinado a ser un lugar para intercambiar palabras con los principales jefes de clan del borde del bosque. Así que quizás debería centrarse en realizar su propio trabajo antes de cuestionar el mío”.

El rostro de Cyclaeus se torció aún más en una sonrisa mientras se volvía hacia nosotros.

Realmente era un hombre inquietante e inquietante. No importa cuántas veces pueda verlo, no puedo quitarme esa impresión.

El atuendo que vestía parecía ser de muy buena calidad. Era una pieza de arriba a abajo, con solo sus pies, manos y cuello sobresaliendo del atuendo de tela de color blanco puro de aspecto suave. Honestamente, era difícil de explicar, pero al agregar los accesorios de metal y piedra que usaba en sus brazos y cuello, me recordó el tipo de trajes llamativos que usaban las mujeres en los banquetes.

Hablando de eso, también era pequeño y frágil como una mujer. Sin embargo, su cabeza era excesivamente grande y desequilibraba sus proporciones, por lo que quizás era más apropiado decir que tenía el físico de un niño.

Su piel tenía un tinte negro azulado y sus ojos estaban constantemente inyectados en sangre, lo que lo hacía lucir terriblemente enfermo.

Gulaf Zaza lo había llamado anciano, pero su edad real puede no haber sido demasiado avanzada. Sin embargo, estaba delgado y enfermizo con una palidez enfermiza a su alrededor, lo que hacía que pareciera extremadamente anciano.

Sin embargo, a pesar de su rostro arrugado y de mal color, sus ojos pálidos tenían una mirada penetrante.

Tuve problemas para lidiar con esos ojos. En realidad, para ser completamente honesto, despertaron un odio intenso en mí, aunque no podría decir por qué.

El líder del clan dijo que tenía una mirada codiciosa en sus ojos al igual que Zuuro Suun. Y ciertamente podría estar de acuerdo con eso, pero no pensé que eso fuera todo.

Mi pecho estaba lleno de esta extraña irritación, como si estuviera lidiando con una especie de bestia que no podía entender las palabras…

En cualquier caso, no pude evitar sentir que la razón por la que nos desagradaba tanto tratar con este hombre de Cyclaeus probablemente se basaba más en esa mirada que incluso en su forma opresiva de hablar.

“Bueno, entonces aceptaré esa oferta y me ocuparé de este molesto trabajo. Principales jefes de clanes del borde del bosque, ¿han decidido cómo manejarán el asunto del castigo por los crímenes del clan Suun?”

“Nuestra conclusión sigue siendo la misma. Sólo Zuuro Suun merece más castigo, por ser el que llevó a su clan por mal camino”, respondió Dari Sauti. Dado que Donda Ruu y Gulaf Zaza corrían el riesgo de dejar que su ira y disgusto se apoderaran de ellos, se decidió que él y yo nos ocuparíamos de la mayor parte de la conversación del día.

Con eso, la sonrisa de Cyclaeus cambió, haciéndolo lucir bastante disgustado.

“Te di más tiempo del acordado originalmente, y aun así no pudiste hacer nada con esa terquedad… Parece que no tiene sentido posponer después de todo, entonces”.

“No es verdad. Pasamos días pensando y discutiendo el asunto, y nuestros sentimientos se fortalecieron aún más hasta que llegamos aquí hoy. Si dices que la conclusión a la que llegamos es incorrecta, entonces nos gustaría que nos dieras una explicación más adecuada”, afirmó Dari Sauti con calma.

Sin embargo, Cyclaeus siguió sonriendo.

“Como les dije la última vez que nos vimos, mi opinión es que los delitos deben recibir el castigo adecuado. Es evidente que los crímenes del responsable y los ordenados para cometerlos tienen un peso diferente, pero eso solo puede ser juzgado adecuadamente por los oficiales legales del castillo de Genos”.

“Eso es de hecho lo que nos dijiste el otro día. Pero, ¿no se nos concedió a los habitantes del borde del bosque el derecho de juzgar a nuestros propios criminales? Normalmente, no habría ninguna razón para que la gente del castillo se quejara, independientemente de cómo los manejamos”.

“Eso fue porque tus leyes del borde del bosque eran incluso más estrictas que las de Genos. Si hubieras dicho que los respetaste y les quitaste hasta el último de los cueros cabelludos de los criminales, entonces ciertamente no tendríamos ningún motivo para interferir”, insistió Cyclaeus, siempre persistente. “Se consideró que la gente del borde del bosque era capaz de regularse a sí misma y se le concedió la autoridad para juzgar y castigar a los de su calaña. Sin embargo, no podemos pasar por alto que esos derechos se utilizan para otorgar un castigo más leve que el requerido por las leyes de Genos, liberándolos de la responsabilidad por sus crímenes…”

“¿Pero por qué? Juzgar a alguien significa sopesar la gravedad de sus crímenes, ¿no es así? Eso es precisamente  lo que hicimos por los miembros del clan Suun, trazando el camino correcto a seguir para todos y cada uno de ellos”.

“¿Pero no es precisamente porque su juicio sobre ellos faltaba que esos criminales pudieron escapar de su alcance y cometer más crímenes?” Naturalmente, estaba hablando de Zattsu y Tei Suun. “Si los criminales no son debidamente castigados, no podemos proteger la paz y la tranquilidad de Genos. Yo diría que este incidente lo demostró con bastante claridad. Si no puede descartar esta debilidad impropia de su gente y tomar la determinación de castigarlos correctamente, entonces debe entregárnoslos antes de que termine cometiendo otro error similar…”

Fue en este punto que sentí la necesidad de intervenir finalmente, ya que pude ver a Gulaf Zaza cada vez más furioso a mi lado.

“Por favor, permítame decir lo que pienso también. Dices que carecemos de la determinación para juzgar a nuestros criminales, pero ¿te refieres a la determinación de robarles indiscriminadamente sus propias vidas? Después de examinar cuidadosamente los crímenes de los Suun, determinamos que solo Zattsu y Zuuro Suun merecían la muerte, mientras que a los demás se les debería dar la oportunidad de reformarse”.

“Hmph… ¿No se suponía que era una regla no escrita que las leyes del borde del bosque eran absolutas? Lo que estoy diciendo es que esta inusual debilidad tuya, doblar tus leyes para perdonar a estos criminales… no puedo evitar tener mis dudas”.

“Por supuesto que es importante valorar nuestras leyes. Pero, por ejemplo, si a alguien le abrieran la boca y se viera obligado a comer los frutos del bosque, ¿todavía diría que debería cortarse el cuero cabelludo? Ciertamente no lo haría”.

La sonrisa de Cyclaeus se torció aún más cuando nos miró uno tras otro.

“Lo pensé mucho en nuestra reunión anterior, pero eres más rápido y más hábil con tu lengua que cualquier otra persona presente, joven cazador del borde del bosque. ¿No se vería aún más brillante el futuro del borde del bosque con alguien como tú a cargo de tu gente?”

Ciertamente no fue sorprendente en este punto escuchar a Cyclaeus decir tales cosas para avivar la ira de los líderes del clan.

Pero antes de que Gulaf Zaza pudiera soltar un grito enojado, le ofrecí una réplica.

“Creo que estás equivocado. Solo hablo en nombre del líder del clan, por ejemplo, cómo actúas como representante del duque Marstein Genos”.

Eso fue suficiente para que Cyclaeus se contuviera la lengua durante al menos un momento, aunque no lo suficiente para borrar la sonrisa de su rostro.

“Es absolutamente cierto que fue un fracaso de nuestra parte, permitir que Zattsu y Tei Suun escaparan. Y como resultado, la tranquilidad del pueblo postal se vio amenazada. Como dices, si hubiéramos llevado a cabo el castigo para Zattsu y Zuuro Suun sin ninguna vacilación, el incidente que siguió podría haberse evitado”. Nunca arreglaríamos las cosas si seguíamos dando vueltas con nuestra conversación, así que seguí hablando en un intento de hacer avanzar las cosas. “Pero debido a que sucedió, pudimos aprender muchas verdades. Cyclaeus, ¿qué piensas sobre ese incidente?”

“¿Qué quieres decir con ‘ese incidente’…?”

“Naturalmente, me refiero a cómo Zattsu y Tei Suun atacaron a un grupo disfrazado de caravana de comerciantes, después de lo cual confesaron haber hecho algo similar durante diez años en el pasado”.

Los bordes de los labios de Cyclaeus se curvaron aún más, creando una sonrisa realmente espeluznante.

“Qué tontería total… Eso no es más que tonterías pronunciadas por un criminal al borde de la muerte, ¿no estás de acuerdo? No debemos aceptar palabras como verdad tan apresuradamente…”

“Sí, es cierto que aún no se ha probado nada con respecto a ese crimen pasado. Pero, que atacaron a ese grupo de comerciantes falsos, y que un incidente similar también ocurrió hace diez años, son hechos innegables. Además… ¿no han circulado rumores por la ciudad postal que dicen que el incidente pasado fue causado por una persona del borde del bosque?”

“Los rumores son, en última instancia, solo rumores, no hechos…”

“¿Es eso así? Sin embargo, escuché que quedó evidencia de que alguien del borde de nuestro bosque fue el culpable”.

Una vez más, Cyclaeus se quedó atónito y se quedó en silencio por un momento.

Uno de los miembros de la caravana de mercaderes que fue atacada hace diez años había muerto agarrando el collar de un cazador de los límites del bosque. Aparentemente, el conde no esperaba que nos hubiéramos enterado de ese hecho.

Kamyua Yoshu y Melfried habían sido los que nos trajeron esa información, pero simplemente se quedaron allí en silencio y escucharon el intercambio.

“Además de eso, dicen que la gente del borde del bosque comete innumerables crímenes, pero nunca son juzgados por ellos. ¿Estás diciendo que todos esos son meros rumores sin ni siquiera una pizca de verdad?”

“No son más que rumores… Es realmente diferente de ustedes, los habitantes del borde del bosque, dejarse engañar por tales cosas”. Con eso, Cyclaeus se detuvo y respiró unas cuantas veces antes de continuar. “No sé a qué se refieren esos ‘innumerables crímenes’, pero, por supuesto, estoy al tanto del ataque a esa caravana de comerciantes hace diez años. Pero los malvados demonios detrás de ese horrible incidente han sido tratados hace mucho tiempo, joven cazador del borde del bosque…”

“Ya veo. ¿Es eso así?”

Como había escuchado sobre ese asunto de Kamyua Yoshu de antemano, no me sorprendió especialmente.

Pero cuando me devolvió la mirada, la luz que brillaba en los ojos de Cyclaeus se hizo aún más intensa.

“Los criminales responsables fueron el grupo de bandidos Barba Roja, que operaba en el área alrededor de Genos. Hasta el último de ellos fue arrestado y se cumplió su condena. No hay lugar a dudas cuando se trata de ese hecho, joven cazador… ”

“Un grupo de bandidos, ¿verdad? Entonces, ¿por qué uno de los comerciantes atacados agarraba el collar de uno de nuestros cazadores?”

“No sé nada de esas tonterías… Sin embargo, no hay escasez de cuernos y colmillos de giba circulando por nuestro reino occidental. Después de todo, todos los venden por monedas, ¿no es así?”

Aunque nunca se usan en Genos, aparentemente los cuernos y colmillos que intercambiamos se usaron en accesorios vendidos en varias ciudades. En otras palabras, ya sea a través de una compra o un robo, era posible que cualquiera tuviera un collar de cazador.

“Ese grupo de comerciantes intentaba atravesar el bosque de Morga y salir a la carretera del este. Y entonces, tal vez los bandidos de Barba Roja planearon incriminar a la gente del borde del bosque por su crimen. Sin embargo, habría sido una mala estrategia, y cualquiera que fuera engañado por algo así debería avergonzarse de su propia tontería…”

“Hmm… sin embargo, no puedo imaginar que eso sea suficiente para satisfacer a la gente de la ciudad postal”, intervino Kamyua Yoshu, hablando por primera vez. Con eso, los ojos de Cyclaeus se volvieron lentamente y miraron en su dirección. “Los Redbeard eran famosos como forajidos heroicos que nunca mataban, sino que robaban a los ricos y les daban a los pobres. Hace apenas diez años que comenzaba como guardaespaldas, pero por lo que recuerdo, su renombre se podía escuchar incluso en los pueblos vecinos. Y no creo que la mayoría de la gente en ese entonces creyera que los Redbeard asesinarían a toda una caravana de comerciantes y luego tratarían de echarle la culpa del crimen a otra persona”.

“El término ‘proscrito heroico’ no es más que una tontería… Al final, eran poco más que una pandilla de bandidos”.

“Ese puede ser el caso de ustedes, los nobles que fueron atacados, pero la gente del pueblo no se sentía así. Mirando hacia atrás ahora, tal vez el hecho de que los Redbeard que habían idolatrado fueron ejecutados en lugar de la gente del borde del bosque estimuló sentimientos de desprecio aún mayores”.

Kamyua Yoshu lucía la misma sonrisa distante de siempre. Pero mientras Cyclaeus seguía sonriendo también, ahora había una clara expresión de molestia en sus ojos inyectados en sangre.

“Eres el seguidor de Lord Melfried, ¿no es así? Deberías conocer tu lugar”.

“Simplemente estoy aquí hoy para hablar en lugar de mi amigo poco hablador. Pero si mis palabras no concuerdan con la opinión de Melfried sobre el asunto, estoy seguro de que se entrometerá, así que no tienes de qué preocuparte”.

La mirada de Cyclaeus luego se volvió hacia Melfried, pero el hombre no parecía dispuesto a unirse.

“De todos modos, volviendo a lo que estaba diciendo, tal como dijo el joven cazador Gazraan Rutim, hay rumores por toda la ciudad postal de que la gente del borde del bosque ha cometido todo tipo de crímenes. Secuestrar a niñas del pueblo, saquear campos, agredir a los viajeros… Pero, curiosamente, esos crímenes siempre se atribuyeron a los Redbeard, y luego fueron ejecutados por ellos. Y entonces, en ese momento, el rumor era que cada vez que se ejecutaba a un miembro de Redbeard, la gente del borde del bosque había cometido otro crimen, lo que sin duda provocó un estado de cosas inusual”.

Cyclaeus permaneció en silencio.

“Por supuesto, el goteo de esos crímenes prácticamente se ha secado durante estos últimos diez años. Pero sigue siendo un misterio si eso se debió a que el jefe de Redbeard fue ejecutado hace diez años, o al ex jefe del clan Suun, Zattsu Suun, que se enfermó casi al mismo tiempo”.

Fue entonces cuando la expresión facial de Cyclaeus finalmente cambió. Todavía tenía una sonrisa en su rostro, pero para mí, eso de alguna manera me recordó a un mundt sonriente y devorador de carroña.