Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 9

Capitulo 2: El Visitante Al Borde Del Bosque

Parte 5

 

 

“¿Eh? ¿Estás solo tú, Mia Lea Ruu?” Le pregunté, ya que solo ella y su nieto estaban allí cuando regresamos al salón principal.

“Sí, ya que aparecieron muchos invitados a la vez. Habría sido demasiado estrecho dentro de la casa, por lo que todos están afuera”.

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¿Muchos invitados?

Pero esta era la casa principal de Ruu, donde vivían 12 miembros de la familia más un bebé. Incluso si tanto Gulaf Zaza como Dari Sauti aparecieran al mismo tiempo, eso no los exageraría exactamente.

“Ah, no me refiero a los líderes del clan. Una gran multitud de hombres que realmente no reconocí apareció de repente. Parecían extrañamente enojados por alguna razón, pero no creo que se vayan a poner violentos ni nada por el estilo. Ah, cierto, y vi a Ai Fa mezclada con ellos también”.

“¿Eh? ¿Ai Fa?”

Ahora tenía aún menos pistas de lo que estaba pasando.


En cualquier caso, después de recoger la capa y las espadas de Shumiral, salimos juntos.


Lo que nos esperaba allí era una multitud de alrededor de diez hombres de aspecto tosco del borde del bosque. Era bastante cierto que sería un aprieto encajarlos a todos en la casa principal de Ruu.

“¿Terminaste aquí…?” preguntó Donda Ruu, quien acababa de dirigirse a su propia habitación no hace mucho, lanzándonos una mirada por el rabillo del ojo.

De pie junto a él estaba el mismo grupo de antes: Jiza Ruu, Dan Rutim, Gazraan Rutim, así como Dari Sauti y Gulaf Zaza, quienes debieron haber aparecido en algún momento. Y los jefes visitantes de los clanes líderes iban acompañados cada uno por un hombre, formando un grupo de ocho en total.

Frente a ellos había seis hombres, así como Ai Fa.

Cuando el jefe de mi clan me vio, dijo: “Buen trabajo”, asintiendo. Ver su expresión tranquila fue lo que finalmente hizo que dejara de tensarme.

“Así que ese es el oriental que ha venido al asentamiento de Ruu como invitado, ¿eh?” Gulaf Zaza refunfuñó en voz baja.

No importa cuán grande sea la multitud en la que estén, las capas con cabeza de giba que usan los hombres del clan Zaza siempre se destacaron. Y además de eso, el jefe de su clan en particular tenía un físico que coincidía con el de Donda Ruu.

“El clan Ruu es libre de invitar a quien quiera como invitado, pero ahora estamos un poco ocupados. Así que te agradecería que salieras de aquí”.

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“Si. Me voy. Jefe del clan Donda Ruu, muchas gracias por hoy”, dijo Shumiral con una reverencia al jefe del clan Ruu después de rechazar la mirada de Gulaf Zaza. Luego se dio la vuelta para alejarse rápidamente, solo para que yo lo agarrara del brazo de repente.

“Espera, Shumiral. Um… ¿Te importaría hablar conmigo un poco más?”

Incluso yo no sabía por qué dije eso, honestamente. Sentí que no podía dejarlo en este momento por alguna razón.

“No me importaría hablar contigo. Me haría feliz hacerlo”.

“Hmm, pero ¿cómo debemos manejar las cosas…?”

Después de todo, a pesar de lo que había dicho, no era como si pudiera pasar por alto toda esta conmoción en la que Ai Fa estaba mezclado de alguna manera.

Mientras estaba allí, dudando, Shumiral señaló hacia la carreta que se detuvo junto a la casa Ruu.

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“Esperaré. Allí podré verte, pero no escucharte”.

“Sí, sería de gran ayuda”.

Quizás ese fue el tipo de agallas que debería esperar del líder de una caravana de mercaderes que viajó por el mundo, pero en cualquier caso, Shumiral caminó con indiferencia hacia el carro sin vacilar en lo más mínimo a pesar de las miradas de tantos hombres en el borde del bosque centrándose en él.

Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, Gulaf Zaza se volvió hacia los hombres con los que no estaba familiarizado.

“Entendemos bien su queja, aquí. Está diciendo que quiere que algunos representantes asistan a la reunión de mañana, ¿verdad?”

“Eso es correcto. ¿Aceptan los tres clanes líderes esa propuesta?”

El que respondió a Gulaf Zaza fue el pequeño jefe del clan de los Sudra con su rostro arrugado.

Mirando con más atención, en realidad había varias caras conocidas en la multitud. De pie al otro lado de Ai Fa estaba el jefe del clan Fou, y estaba bastante seguro de que era el jefe del clan Ran junto a él. Entonces, tal vez todos eran jefes de pequeños clanes…

“Cumpliremos con las decisiones de los líderes de los clanes que elegimos. Ciertamente no estamos tomando a la ligera su autoridad. Pero no solo queremos seguir obedientemente sin saber nada como cuando el clan Suun estaba a cargo. Deseamos ver y escuchar lo que hacen, y trabajar juntos junto a ustedes”, declaró el jefe del clan Fou, siguiendo lo que había dicho el jefe de los Sudra. Parecía tener la edad de Donda Ruu y era alto y delgado.

“Hmm… En otras palabras, ¿quieres tener a alguien allí cada vez que nos reunimos los tres líderes del clan, no solo para la reunión de mañana?” Preguntó Dari Sauti, con una presencia mucho mayor en él de lo que cabría esperar de alguien tan joven. Y no tenía una constitución menos robusta que los otros dos jefes de clan líderes.

Mirándolos ahora, realmente había una gran diferencia entre los nuevos líderes del clan y los otros hombres. Para empezar, la cantidad de cuernos y colmillos de giba que colgaban de sus cuellos era totalmente incomparable. E incluso si estaban vestidos con el mismo atuendo, la ropa que usaban los jefes de clan más pequeños era claramente vieja y estaba muy gastada.

Sin embargo, la mayor diferencia era su físico y la sensación general que poseían.

Los clanes líderes y los que estaban bajo ellos, como los Rutim, parecían estar desbordados de una fuerza abrumadora. Mientras tanto, los de los clanes más pequeños tenían una intensidad salvaje que se adaptaba a los cazadores del borde del bosque, pero realmente se podía ver la tensión que sentían por la pobreza que se cernía sobre ellos.

Los clanes más pequeños vivían de la mano a la boca, y definitivamente se podía decir, tanto por su físico como por el aura que los rodeaba.

Y, sin embargo, a pesar de que era un tamaño más pequeño incluso que el resto de ese grupo, el jefe del clan Sudra no fue tímido en lo más mínimo cuando respondió: “Eso es correcto”, a la declaración de Dari Sauti. “Y una vez que hayamos escuchado tus palabras, las transmitiremos a nuestros clanes vecinos. Si continúan transmitiéndose, de norte a sur y de sur a norte, entonces toda la gente del borde del bosque podrá aprender de su pensamiento incluso fuera de la única reunión de jefes de clan que se celebra al año”.

“¿No quieres decir en última instancia que te preocupa que nos volvamos corruptos como lo hicieron los Suun?” Gulaf Zaza cuestionó en un tono muy serio. Lo encontré bastante abrumador incluso antes de que hablara, pero cuando abrió la boca sentí un escalofrío indescriptible recorriendo mi espalda.

Sin embargo, el jefe del clan Sudra todavía no vaciló cuando respondió: “Eso no es cierto”, con un movimiento de cabeza. “Los Ruu, Sauti y Zaza se vigilan mutuamente, y no puedo imaginarme a los tres clanes siendo presa de la corrupción al mismo tiempo. Sin embargo, debido a la conmoción del otro día, fui a la ciudad postal junto a los hombres Ruu para proteger a Asuta y su grupo. Gracias a eso, escuché bastantes cosas”.

“Y el jefe del clan de los Sudra luego pasó esa información a aquellos de nosotros en clanes como los Fou y Ran… Gulaf Zaza, ¿es cierto que te cansaste de ese hombre del castillo y dijiste que deberíamos seguir adelante y dejar el borde del bosque de Morga?”

Al escuchar esas declaraciones, los ojos de Gulaf Zaza se entrecerraron ligeramente.

“Mis palabras no llegaron tan lejos. Pero creo que si tenemos que descartar nuestro orgullo como seres humanos para quedarnos aquí, entonces no tendremos más remedio que renunciar a las vidas que tenemos ahora en esta tierra”.

Esas palabras causaron un gran revuelo en las cabezas de los clanes más pequeños. En particular, el jefe del clan Fou le estaba lanzando a Gulaf Zaza una mirada seria.

“Esas son palabras realmente impactantes. Decir que no tendríamos más remedio que renunciar a esta tierra donde hemos vivido durante 80 años…¿Son los nobles del castillo de Genos realmente tan horribles?”

“Solo he intercambiado palabras con un anciano llamado Cyclaeus. Dedicamos nuestras espadas al servicio del señor de Genos, no a ese maldito viejo demonio. Pero si nuestras espadas fueran ofrecidas a ese anciano, entonces tomaría la mía sin la menor vacilación”, dijo Gulaf Zaza, con los ojos ardiendo como los de una bestia carnívora. “Así que no pude evitar pensar que si nunca me encuentro cara a cara con el señor y solo tengo que seguir lidiando con ese exasperante vejete en su lugar, entonces ciertamente podría ver que mi honor como cazador se va manchando poco a poco y tal vez mi alma se corrompería algún día como les sucedió a Zattsu y Zuuro Suun. Si ese fuera el caso, ¿no sería mejor dejar de lado nuestro papel de cazadores de giba, hacer un hogar en otra tierra y encontrar algo nuevo de lo que enorgullecerse?”

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“Pero aun así, parecías arrepentirte de tu propia declaración irreflexiva incluso antes de que pudiéramos decirte que no te enojes tanto por alguien a quien solo conociste una vez, así que no creo que haya necesidad de preocuparse por ese punto”.

Ese comentario de Dari Sauti hizo que el jefe del clan Zaza chasqueara la lengua con un “Tch”.

Además, no es como si tus palabras no tuvieran lógica, Gulaf Zaza. Si el camino que buscamos no se superpone con el de Genos, entonces no podemos caminar juntos.

Ciertamente es cierto que puede que no tengamos más remedio que abandonar el bosque de Morga si la voluntad del señor de Genos está perfectamente en consonancia con la de Cyclaeus. Pero no podemos tomar ninguna decisión hasta que sepamos las verdaderas intenciones del señor”.

¿Es ese Cyclaeus realmente un hombre tan horrible? En ese caso… ¿no es aún más esencial para nosotros mantenernos en estrecho contacto con ustedes, los líderes de los clanes? Después de todo, sería bastante difícil obedecer una orden de abandonar el bosque de Morga sin saber nada de lo que está sucediendo”, murmuró el jefe del clan Sudra en un tono sombrío. “Y ese no es el único problema. También creo que es importante que seamos unánimes sobre el asunto del negocio que dirige el clan Fa”.

Ciertamente me tomó un poco desprevenido escuchar a mi clan surgir de repente así.

Ai Fa se quedó allí en silencio, mientras el jefe del clan Fou se ponía nervioso junto a ella de una manera que era bastante diferente a él.

“Las opiniones de ustedes, los tres principales jefes de clan, están divididas sobre ese asunto, ¿no es así? Los Ruu han prestado al Fa su fuerza, los Sauti simplemente han supervisado los procedimientos y los Zaza han expresado sus objeciones. Entonces, en ese caso, un futuro en el que se decide que las palabras de Zaza son correctas y el Fa tiene prohibido hacer negocios es ciertamente posible, ¿no es así?”

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“¿Y estás diciendo que estarías en desacuerdo con eso?”

“No. Pero creo que si los líderes del clan se sintieran así, necesitaría saber por qué”, intervino el jefe del clan Ran.

“Y creo que también sería importante para ti escuchar correctamente nuestros pensamientos”, agregó el jefe del clan Sudra.

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“Hay miembros de seis clanes parados aquí ahora: Sudra, Fou, Ran, Ratsu, Gaaz y Beim. Todos nuestros clanes están ubicados cerca de la casa del Fa y, aparte del Beim, todos estamos de acuerdo con sus acciones y hemos aprendido a sangrar y preparar comida deliciosa con ellos. Pero esos clanes que viven lejos del Fa seguramente no han tenido cambios en su estilo de vida desde que el jefe del clan se reunió hasta ahora”.

“¿Y eso es un inconveniente, de alguna manera?” Preguntó Dari Sauti en un tono perfectamente compuesto.

“Lo es”, respondió el jefe del clan Sudra con un asentimiento. “De vuelta en la reunión de jefes de clan, se decidió que vigilaríamos cómo se desarrollaban las acciones del clan Fa. Que deberíamos determinar si, en última instancia, resultarían ser una medicina o un veneno para el borde del bosque. Pero la reunión de un solo jefe de clan que se celebra cada año simplemente no es suficiente para tal tarea. Después de todo, solo han pasado 20 días desde la última reunión y, sin embargo, nuestras vidas ya han experimentado cambios drásticos”.

“¿Quieres decir que ahora estás viviendo prósperamente vendiendo carne al clan Fa?”

“Ciertamente no iría tan lejos. Sin embargo, es cierto que ya hemos ganado suficientes monedas para dejarme sin aliento. Para ser totalmente honesto, al principio pensé para mí mismo que solo el dinero recibido por la cecina sería suficiente. Y el jefe del clan Beim todavía cree firmemente que no es apropiado que la gente del borde del bosque posea tal fortuna”.

Esta fue la primera vez que escuché sobre el clan Beim. Sin embargo, tenía sentido que hubiera clanes además de aquellos bajo Zaza que eran escépticos de las acciones del clan Fa, y aparentemente eran un ejemplo de ello.

“El clan Fa declaró que comenzaron a hacer negocios para traer prosperidad al borde del bosque. Entonces, este es un asunto que involucra a toda nuestra gente. Gracias a eso, creo que cada clan del borde del bosque debería tener la oportunidad de aprender correctamente cómo se están desarrollando las acciones del clan del Fa para que puedan determinar si son para bien o para mal, independientemente de si están de acuerdo o se oponen”, dijo. Dijo el jefe del clan Sudra, tomando constantemente el control de la conversación.

A pesar de que se enfrentó a los principales jefes de clan que eran mucho más grandes que él, el pequeño jefe del clan Sudra siguió hablando.

“Y también he pensado que aunque todos somos gente del borde del bosque, los Ruu, Zaza y Sauti eran demasiado prósperos para empezar. Los ricos no pueden conocer verdaderamente la naturaleza de los pobres, y lo mismo ocurre con lo contrario. Pero la cabeza del clan Fa puede juzgar con justicia, habiendo venido de una casa empobrecida en su juventud solo para luego obtener tal prosperidad a través de su propia fuerza”.

Naturalmente, esas palabras hicieron que Ai Fa pareciera increíblemente molesto. El jefe de mi clan tenía una personalidad tan modesta que no podía soportar recibir elogios de los demás.

“La naturaleza de los pobres, ¿verdad? Aun así, no importa cuán rico sea cualquiera de nuestros clanes, ciertamente no es como si tomáramos a la ligera a los que están en peor situación”, respondió Dari Sauti con una inclinación de cabeza, mirando hacia los ojos brillantes y ardientes de la cabeza del clan Sudra.

“Entonces déjame preguntarte… ¿Alguna vez has perdido a un niño por inanición, jefe de clan de los Sauti? Aunque si arrancaras la fruta justo delante de tus ojos y se la dieras a tu esposa, ¿sus senos marchitos podrían producir leche una vez más? Y mientras veías a tu hijo consumirse hasta convertirse en nada, ¿todo lo que puedes hacer es maldecir lo impotente que eres?”

“No, no he…”

“En ese caso, ¿puedes entender cuánto realmente despreciamos al clan Suun? No cazaron giba y simplemente jugaron con el dinero de la recompensa, y al final incluso pusieron sus manos sobre las bendiciones del bosque. ¿Pueden ustedes, clanes ricos, comprender realmente lo que sentimos cuando decidimos perdonarlos?”

Con eso, Dari Sauti se mordió la lengua.

Entonces, el jefe del clan Sudra respiró hondo y dijo con calma: “Y, sin embargo, las palabras de Donda Ruu todavía me parecieron claras y justas cuando dijo que la culpa recayó en todos nosotros por ser demasiado débiles para evitar que el clan líder cayera” presa de la corrupción. El clan Ruu mostró sus colmillos a los Suun cada vez que había una reunión de jefes de clan, y sin embargo, yo no pude ser de ninguna utilidad. Y por eso apoyé la declaración de Donda Ruu. Como pude escuchar lo que tenía que decir, encontré en mí mismo el perdonar a los miembros del clan Suun. Pero si simplemente me hubieran dicho el resultado sin escuchar el pensamiento del hombre, probablemente no hubiera podido estar de acuerdo con lo que ustedes tres clanes líderes habían decidido”.

Todos los demás se quedaron allí en silencio, considerando atentamente sus palabras.

“Realmente creo que ustedes, los líderes de los clanes, nos guiarán por el camino correcto hacia adelante de aquí en adelante. Pero en la medida de lo posible, me gustaría ver y escuchar lo que haces y caminar junto a ti. Los Suun han caído, nuestros nuevos clanes líderes se han decidido y el Fa ha comenzado a hacer negocios en la ciudad postal. Con tantos cambios ocurriendo a la vez, no podemos simplemente seguir viviendo como lo hemos hecho hasta ahora”.

Después de esas últimas palabras del jefe del clan Sudra, el silencio se cernió sobre la escena por un tiempo. La que finalmente lo rompió fue Donda Ruu, que se había quedado quieta escuchando hasta ahora.

“En última instancia, lo que realmente estás pidiendo en este momento es tener un representante en las reuniones entre los líderes de los clanes que decidirán el futuro de nuestra gente, ¿verdad?”

“Si eso es correcto. Y nos gustaría informar a los clanes que nos rodean de lo que se ha discutido, como todos ustedes hacen con los clanes que están debajo de ustedes”.

“No estás diciendo que quieres que los siete de los presentes ahora participen, ¿verdad?”

“Por supuesto no. Solo dos serían suficientes. Si me da su permiso, estaba pensando que era mejor ir con los jefes de los clanes Fou y Beim”.

“Hmm… No veo ninguna razón en particular para rechazar esa solicitud”, respondió Donda Ruu, mirando a los otros dos líderes del clan que estaban a su lado. “Solo tengo un punto de preocupación. Y eso es que no quiero que nadie pase demasiado tiempo pensando en cosas tales que descuiden su trabajo como cazadores”.

“Bueno, yo diría lo mismo sobre la sangría y las técnicas de cocina también. Tal como dije durante la reunión de jefes de clan, nunca debemos retrasarnos en nuestro trabajo por hacer las cosas más prósperas”, respondió Dari Sauti con calma, y Gulaf Zaza solo resopló un poco.

Parecía que con eso, el plan propuesto por los clanes más pequeños se había ganado la aprobación de los principales jefes de clan.

***

 

 

“Esos jefes de clan aparecieron repentinamente en la casa del Fa hoy. Y luego, me pidieron que los acompañara para ir a hablar con los líderes del clan”, dijo Ai Fa mientras se tambaleaba junto con los movimientos del carro. “Aparentemente habían estado planeando decir tales cosas desde hace algún tiempo. Y cuando escucharon que los principales jefes de clanes se reunirían en el asentamiento de Ruu, reafirmaron su determinación de seguir adelante y hacerlo”.

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“Ya veo. Esta fue la primera vez que escuché sobre el clan Beim, pero um, ¿se oponen en serio tan firmemente al negocio que hemos estado manejando?” Seguí adelante y pregunté mientras manejaba las riendas de Gilulu.

Por el rabillo del ojo, vi a Ai Fa negando con la cabeza desde detrás del asiento del conductor.

“Eso no es nada de qué preocuparse. El jefe del clan Sudra dijo que a pesar de que tienen la opinión opuesta sobre el asunto, esos sentimientos probablemente nazcan de la inquietud de enfrentar un cambio tan grande en su forma de vida”.

“Hablando de eso, ¿están bien las cosas con el jefe del clan Sudra? Me doy cuenta de que es un poco tarde para estar pensando en esto ahora, pero es cierto que el precio que pagamos por la cecina el otro día puede haber sido demasiado para empezar …”

“Eso tampoco es nada de qué preocuparse. Después de todo, él mismo reconoció que recibió tanto pago porque solo siete clanes pudieron preparar la cecina. Y también mencionó que cree que más clanes deberían prestar su ayuda al Fa, para distribuir mejor la riqueza”.

Tanto Mia Lea Ruu como yo estuvimos de acuerdo en que queríamos distribuir la riqueza de la manera más equitativa posible, y se lo habíamos transmitido a los jefes de clanes como los Sudra. Y esa propuesta fue como una extensión de esos pensamientos.

“En cualquier caso, el primer paso es enseñar el derramamiento de sangre a los otros clanes y asegurarse de que la riqueza se distribuya de manera uniforme. Dijo que debería ser suficiente para que tanto los que están de acuerdo como los que se oponen al clan del Fa puedan evaluar adecuadamente si nuestras acciones son una medicina o un veneno para el borde del bosque. Y también mencionó que tienen la intención de transmitir esos pensamientos a los tres líderes principales del clan”.

“Uh huh.”

“También pensaron que era importante escuchar los pensamientos de los líderes de los clanes principales, que es como finalmente decidieron hacer ese viaje al asentamiento de Ruu”.

“Bien, ya veo. Ciertamente suena como una forma adecuada de verlo para los hombres del borde del bosque, pero al mismo tiempo, también es tan novedoso que no puedo evitar encontrarme totalmente de acuerdo”.

“Estoy segura de que se debe a que el jefe del clan Sudra es un hombre único. Sin duda, los jefes de los clanes Fou y Ran finalmente terminaron de acuerdo precisamente porque él fue quien hizo la propuesta”.

El jefe del clan Sudra, ¿eh?

Tenía una constitución inusualmente pequeña para un hombre del borde del bosque y una cara muy arrugada. Además, su clan era pobre  y pequeño… sin embargo, había una luz que ardía intensamente en los ojos del hombre.

Su esposa ayudó en los puestos, mientras que él personalmente me había salvado de Tei Suun. A pesar de que no sabía con certeza si Tei Suun realmente había deseado quitarme la vida al final, no cambió el hecho de que le debía una gran deuda al hombre.

“Pero los representantes de los pequeños clanes terminaron siendo los jefes de los clanes Fou y Beim en lugar de él. Y, honestamente, me estaba poniendo bastante nervioso allí, pensando que iban a ser elegidos”.

“El jefe del clan Sudra dijo que nuestro clan Fa tenía pocos miembros pero mucho trabajo que realizar, por lo que no podríamos acumular una obligación tan complicada. También dijo que le resultaría difícil alejarse de su clan por razones similares, así como que los representantes deberían estar compuestos por un clan que apruebe nuestras acciones y otro que se oponga a ellas. Así fue como se eligieron los Fou y Beim”.

“Ciertamente puedo ver la lógica allí. El jefe del clan Sudra es un tipo bastante inteligente, ¿eh?”

Entonces, en última instancia, los jefes de los clanes Fou y Beim asistirían a la reunión de mañana. Actualmente estaban participando en la sesión de preparación final que se estaba llevando a cabo en la casa de Ruu, mientras que los jefes de clan restantes se fueron para informar a sus casas de lo que estaba pasando, mientras nos dirigíamos al sur.

La gente del borde del bosque solía no tener nada que ver con clanes no emparentados con ellos por sangre, pero ahora estaban tratando de formar nuevos lazos por su propia voluntad.

Además de eso, aunque todavía era primitivo, ahora estaban intentando construir una red de comunicación para el asentamiento en el borde del bosque, que era demasiado vasto para las 500 personas que vivían allí.

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Ellos mismos lo negarían, pero no pude evitar preguntarme si la causa detrás de eso realmente fue un intento de cambiar su forma de pensar después de que el clan líder Suun había cortado los lazos durante más de una década y se había vuelto corrupto sin que ellos se dieran cuenta.

“Entonces, ¿estás satisfecho? En ese caso, creo que ya es hora de que aclares mis preocupaciones”, dijo Ai Fa, inclinándose hacia el asiento del conductor. “¿Por qué invitaste exactamente a ese pascua a la casa del Fa?”

Además de Ai Fa, Shumiral también viajaba en el carro. Sin embargo, el jefe de mi clan no tuvo que esforzarse demasiado para mantener la voz baja, ya que estaba sentado en la parte trasera mientras observaba el paisaje pasar volando.

“Bueno, pasaron todo tipo de cosas… quería animarlo un poco después de todo eso, así que seguí adelante y lo invité a cenar”.

Con eso, Shumiral entrecerró los ojos y se veía mucho más feliz de lo que esperaba.

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