Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 9

Capitulo 1: Un Nuevo Encuentro

Parte 2

Fue entonces cuando llegó un grupo del norte como para calmar esa frustración. Naturalmente, de Silver Vase, dirigido por Shumiral.

“¡Bienvenido! ¡Te he estado esperando, Shumiral!”

“¿Lo tienes…?” preguntó el joven, inclinando un poco la cabeza mientras se quitaba la capucha y revelaba su cabello plateado.

Con eso, le confié la preparación del myamuu giba a Lala Ruu mientras movía una enorme bolsa de cerca de mis pies al costado del establo.

“Aquí está la cecina que te prometí. Y tiene mis más profundas disculpas por cortarlo tan cerca de la fecha señalada”.

Eran los 40 kilos de cecina que Shumiral me había encargado. Originalmente había planeado entregárselo un poco antes, pero la cecina preparada por los Sudra no había salido del todo bien… O para ser más precisos, usaron un poco más de hierbas que los otros clanes, que dejó un sabor fuerte que no era tan agradable y tuvimos que rehacerlo rápidamente.

Realmente tenía sentido que el sabor variara de un clan a otro. Entonces, ese fue mi error por no darme cuenta de un hecho tan obvio.

Gracias a eso, terminé enseñándole a Li Sudra el equilibrio adecuado de las hierbas mientras lloraba lágrimas de gratitud, y afortunadamente logramos terminar de alguna manera a tiempo.

Después de revisar el contenido de la bolsa, los ojos de Shumiral se entrecerraron felizmente.

“Gracias. Aquí están las monedas”.

Con eso, me pagó 60 monedas blancas.

Como era la convención al hacer negocios, los conté frente a Shumiral.

Diel todavía estaba allí de pie, y dejó escapar un sonido desinteresado, “Huh… Seguro que lo estás haciendo bien. Para un comerciante de Sym, eso es. Te acercaste desde el norte, entonces, ¿haces negocios en la ciudad del castillo?”

Shumiral se volvió hacia el chico, todavía luciendo perfectamente tranquilo. “Si. Yo soy, Shumiral Zi Sadumtino, del Silver Vase”.

“No tienes que darme tu nombre. Después de todo, nunca le daría el mío a alguien de Sym”, respondió el chico mientras sacaba la lengua de manera desagradable. Incluso yo no pude evitar sentirme molesto al ver eso.

“Um, este hombre es un cliente mío y un amigo precioso. ¿Puedo pedirte que no actúes tan groseramente con él?”

“¿Qué, entonces estás del lado de los chicos de Sym? Bueno, supongo que son prácticamente los únicos que comerían algo tan maloliente como la carne de giba”.

Me acerqué a él sin siquiera pensar, solo para que Shumiral me detuviera suavemente. Luego, se volvió para enfrentar al joven con la mirada rebelde brillando en sus ojos verdes.

“Vamos, no peleemos. Los orientales y sureños, pelear en el reino occidental, está prohibido”.

“¡Hmph! ¡Entonces ustedes deberían dar media vuelta y regresar a la tierra del este ya! ¡Jagar ha tenido una relación más larga con Selva que tú! Y cuando andas por ahí viéndote tan alto y poderoso, ¡realmente me cabrea!”

Desde que comencé a dirigir los puestos en la ciudad postal, había una sensación peligrosa en el aire entre el grupo de Aldas y el Silver Vase. Sin embargo, pudieron mantener la paz a través del acuerdo tácito de que ninguna de las partes quería interferir con mi negocio. Pero las discusiones verbales entre ciudadanos de las naciones enemigas de Sym y Jagar ciertamente no eran raras en general.

Definitivamente podía entender todo eso en mi cabeza, pero eso no significaba que me sintiera bien con eso. Y eso fue aún más cuando se trató de ver a alguien atacar unilateralmente a Shumiral.

“Mis disculpas… Nos iremos”, dijo Shumiral con una pequeña reverencia en mi dirección.

Rápidamente me incliné profundamente en un nerviosismo.

“No hay nada de lo que te disculpes, Shumiral. Quiero decir, además de no ser un cliente, esa persona también parece ser bastante grosera” —dije, susurrando naturalmente la mitad de atrás.

Mientras nos miraba con furia, el chico pateó con impaciencia.

“Está bien. Gracias, por la cecina”. Después de entregar la bolsa de carnes secas a uno de sus compañeros, Shumiral aceptó su myamuu giba de Lala Ruu y fue a darse la vuelta. Sin embargo, se detuvo un tanto incómodo en medio de ese movimiento. “Asuta… ¿Vina Ruu, no está presente?”

“¡Ah, eso es correcto! ¡Realmente fui y olvidé algo importante allí! Verá, Vina Ruu se lastimó el pie mientras trabajaba en la casa, por lo que no puede venir a la ciudad postal en este momento. Por lo que escuché, debería poder caminar de nuevo en dos o tres días, aunque…”

Aparentemente, mientras limpiaba después del banquete de ayer, una de las mujeres de la sucursal que desmontaba las estufas improvisadas casi dejó caer accidentalmente una piedra grande sobre los pies de Rimee Ruu.

Vina Ruu había estado de pie junto a la chica y logró levantarla rápidamente a tiempo. Sin embargo, el impulso resultó demasiado y se cayó, torciéndose el tobillo en el proceso.

Tardé un poco en mencionarlo, pero Reina Ruu estaba actualmente en el puesto de hamburguesas giba en el lugar de su hermana como bateadora emergente. Incluso si eran hermanas relacionadas con la sangre, todavía no había confusión entre ellas, incluso a distancia.

Con eso, Shumiral regresó al establo y se inclinó sobre la bandeja de hierro.

“¿Son graves las lesiones de Vina Ruu…?”

“Ah, no, aparentemente no hay problemas con el hueso ni nada. E incluso ahora, puede caminar apoyándose contra una pared. Así que estoy seguro de que volverá a trabajar en unos tres días…”

Pero hoy era el día 28 del mes azul. Eso significaba que dentro de tres días era el 31… el último día que el grupo de Shumiral pasaría en Genos. Aparentemente, ya estaban programados para salir a otra ciudad al día siguiente, por lo que si la extrañaba el 31, Shumiral terminaría sin poder ver a Vina Ruu nuevamente.

El joven cerró la boca y miró hacia abajo. Su expresión no había cambiado en lo más mínimo, pero de alguna manera parecía bastante triste independientemente.

“Entiendo, gracias.”

Con eso, Shumiral realmente se fue.

Di un profundo suspiro y luego noté que Lala Ruu abría la boca como si quisiera decir algo. Pero antes de que pudiera, ese chico de antes intervino.

“¡Caramba, todo el mundo en Sym es tan tedioso! ¡No quisiera tener nada que ver con ellos incluso si nuestras naciones no fueran enemigas! De todos modos, ¿qué te divierte de tratar con tipos así?”

“…Cállate. Estás siendo demasiado descortés, molestando a mis clientes mientras trabajo”, le respondí finalmente.

En realidad, este fue un caso bastante claro de que él obstruyó mi negocio, ¿no? Y Milano Mas siempre me advirtió que, por el bien de mantener la paz en la ciudad postal, debería informar a los guardias de cualquier cosa que sucediera en lugar de tratar de encubrirlo.

Pero por alguna razón, el chico ahora me estaba lanzando una sonrisa de satisfacción.

“¡Ah, finalmente estás mostrando tus verdaderos colores! Es mucho mejor cuando haces eso en lugar de tratar de actuar de manera extrañamente educada, ¿no es así? Al menos, me gusta más así”.

“No me importa exactamente lo que te gusta. ¿Podrías salir de aquí ya, o tendré que denunciarte a los guardias por obstruir mis asuntos?”

“Oye, Asuta, cálmate”, intervino Lala Ruu, con una mirada de molestia en su rostro mientras tiraba de mi manga. “No tiene sentido interactuar con gente así. Y la lucha tampoco puede conducir a nada productivo”.

Yo también estaba plenamente consciente de eso, por supuesto. Era importante no meterse en peleas con los clientes, para no dar munición a quienes dirían que la gente del borde del bosque no es más que un grupo de rufianes.

Sin embargo, no pude evitar preguntarme si este chico estaba aquí para intentar deliberadamente iniciar una pelea.

El hecho de que tuviera vínculos con la ciudad del castillo realmente me estaba molestando. Después de todo, ese hombre Cyclaeus que era el representante del señor de Genos seguía siendo un completo misterio.

Pero no había escasez de rumores desagradables sobre él, por lo que había una clara posibilidad de que mi negocio fuera una monstruosidad para él, ya que parecía ver a la gente del borde del bosque como un grupo para que él gobernara y poco más.

Si ese fuera el caso, sentí la necesidad de lidiar con esto de la manera correcta, usando las leyes de la ciudad postal.

“Los guardias, ¿eh? Sin embargo, los guardias de la ciudad postal no son más que subordinados, ¿verdad? No me puedo imaginar que ninguno de ellos pueda hacerme nada”.

“¿Oh? ¿Eres un noble o algo así, y no pueden ir en tu contra? Si es así, entonces no veo qué negocio tendrías con esos puestos tan insignificantes”.

“Por supuesto que no soy un noble. Yo mismo soy hijo de un comerciante. Pero no es que esté lo suficientemente bajo como para ir a comer algo como carne de giba”, dijo el niño con una sonrisa. Era una linda sonrisa, como esperaría de una chica, pero tenía una sensación realmente desagradable.

“¿Qué está pasando aquí? ¿Estás en algún tipo de pelea o algo así, Asuta?” intervino una voz, señalando la llegada de algunos clientes más.

Era el grupo constructor de Jagar, liderado por Balan y Aldas.

“Ah, bienvenido. Y no, esto no es nada. Gracias por su continuo negocio, como siempre”.

“No estás haciendo una mueca como si no fuera nada, pero lo que sea… En cualquier caso, date prisa y hazlos ya. Me muero de hambre aquí”.

¿Acababan de terminar su trabajo de la mañana? En cualquier caso, se secaban el sudor mientras hacían fila, siete frente al puesto de myamuu giba y cinco junto al puesto de hamburguesas giba.

Y, por supuesto, Diel no se quedó quieto en silencio después de verlos llegar.

“¡Oye! ¿Estás comiendo giba a pesar de que eres de Jagar? ¡¿Qué diablos estás pensando?!”

“¿Eh? ¿Qué hay con vos? Seguro que estás bien vestida, ¿no es así? Sabes que si caminas por la ciudad postal de esa manera, te estás convirtiendo en un objetivo para los rufianes, ¿verdad?” Dijo el Viejo mientras se volvía hacia el chico y levantaba una ceja.

En cuanto a Diel, se volvió y señaló con el pulgar al tipo que estaba detrás de él.

“No le tengo miedo a ningún rufián. A pesar de las apariencias, Labis aquí es un maestro espadachín. ¡Incluso capturó a tres bandidos solo hace un momento!”

Ah, ahora que lo mencionó, ese tipo tenía una espada larga además de una corta. Pero tal vez porque estaba tan acostumbrado a tratar con gente como la gente del borde del bosque, Kamyua Yoshu y Melfried, no me sentía exactamente abrumada por él.

El Viejo miró a Labis, luego dijo, “Hmph. Realmente no me importa mucho, pero eres bastante altivo para alguien tan joven. ¿Eres de la capital o algo así?”

“No, nací en Jeland”.

“Ya veo. Yo mismo soy de Nellwea. Jeland… Ese es un pueblo de herreros con una mina, ¿no es así?”

“Si. Mi familia vende artículos de hierro y hemos estado haciendo negocios en la ciudad del castillo de Genos”, respondió Diel. Había un aire de paz ahora, completamente diferente a cómo eran las cosas antes. Sin embargo, aparentemente no tenía la intención de dejar las cosas así. “Oiga, Sr. Nellwea, ¿qué está pensando, comiendo carne de giba? No parece que le falten fondos ni nada…”

“¿Qué tiene eso que ver con querer comer giba? Quiero decir, cuesta lo mismo que cocinar con karon de todos modos. De hecho, cuesta aún más cuando se trata de cenar en la posada”.

“¿Oh? Entonces, ¿por qué no comer karon en su lugar?”

“Karon es bueno y todo, pero giba también es sabroso. Y solo puedes comerlo aquí en Genos, así que decidí seguir comiéndolo”, respondió el Viejo sin rodeos mientras olfateaba la carne que estaba calentando.

“¡No lo creo! ¡No hay forma de que el giba sea sabroso! Debes haberte lanzado alguna brujería desagradable o algo así, ¿verdad?” replicó el chico, frunciendo el ceño.

Aldas había permanecido en silencio hasta ahora, pero soltó una carcajada e intervino: “Solo la gente del este usa la hechicería. Y si esas cosas pudieran hacerte sentir así de feliz, entonces estaría totalmente de acuerdo. Sin embargo, si no nos cree, pruébelo usted mismo”.

“De ninguna manera, no quiero comer carne de giba”, replicó el niño, mirando a otro lado. Sin embargo, cuando el Viejo comenzó a masticar el myamuu giba caliente, su mirada volvió a vagar. “¿Eso es realmente sabroso…?”

“Sí, lo es”.

“Hmm…”

“Si quieres comer algo, compra el tuyo”.

“¡No quiero comer carne de giba apestosa!” Diel gritó, solo para que su estómago gorgoteara audiblemente. Cuando sostuvo su barriga y su rostro se puso rojo, los trabajadores de la construcción estallaron en sonrisas divertidas. Esto me estaba dando un deja vu serio. “N-No, esto es solo…¡Es el olor! ¡El aroma de myamuu solo lo hace oler sabroso!”

“Bien, la carne de giba va muy bien con myamuu”, respondió Aldas con una sonrisa, solo para que otro del grupo interviniera con una sonrisa también.

“La cocina aquí es realmente la mejor. Pero creo que me gustan aún más las cosas de la posada”.

“¡Eso es porque ese plato usa aceite tau! Ah, pero también me gustaría probar un poco de carne a la parrilla con aceite tau”.

“Y si usaras myamuu sería increíble, ¿no crees, Asuta?”

Myamuu era una hierba que se parecía mucho al ajo, mientras que el aceite tau era un condimento parecido a la salsa de soja. Y, naturalmente, ambos combinaron muy bien con la carne de giba. Ah, y el plato de giba con aceite tau del que estaban hablando era el estofado de carne de giba en cubos que vendí a The Great Southern Tree.

“Bueno, he preparado carne a la parrilla con myamuu y aceite tau en casa. Y yo diría que todavía van muy bien con la carne de giba, incluso usando ambas a la vez”.

“¡Ah, no es justo! Si tienes un plato así, ¡también deberías venderlo!”

“Sin embargo, todavía no he decidido cómo preparar mejor el plato. No se siente lo suficiente como para asarlo. Además, el uso  de aceite tau aumenta un poco los costos”.

“Ah, cierto, esas cosas cuestan mucho aquí en el oeste, a pesar de que son baratas en Jagar … Realmente me dan ganas de llorar, pensar en que tenemos tres días más para comer tu comida”.

“Realmente aprecio el sentimiento. Ciertamente también me entristecerá verlos irse”.

Este grupo de construcción también estaba programado para regresar a casa en Jagar al final del mes azul. En algún extraño giro del destino, su agenda se sincronizó con el Silver Vase. Y así, la idea de tener que despedirme de ambos grupos exactamente el mismo día me hizo querer llorar.

“¡Bueno, entonces nos vamos! Yo también estaré deseando cenar, ¿de acuerdo?”

“Por supuesto. Y gracias nuevamente por su continuo negocio”.

Con eso, el Viejo y compañía regresaron al trabajo, dejando atrás solo a los dos jóvenes sin barba de Jagar. Ver a Diel parado allí con el ceño fruncido me hizo dar otro suspiro.

“Entonces, ¿cuánto tiempo piensas permanecer ahí así…? Si no te gusta la comida de la ciudad postal, ¿por qué no regresas ya a la ciudad del castillo?”

“¡Cállate! ¡No vayas a darme órdenes!” gritó el chico, solo para que su estómago soltara otro gruñido. Su rostro se puso rojo brillante y me miró. “Oye, ¿la carne de giba es realmente sabrosa…?”

“Ciertamente creo que lo es. Más que piernas de karon o kimyuus, al menos”.

“La carne de pierna de Karon es barata”.

“Eso es lo que escucho. Pero aquí en la ciudad postal, esa es la única carne de karon disponible”.

Diel parecía estar pensando demasiado para responder.

“Oye, tú…” comencé, con la intención de terminar con, “estos puestos estarán llenos pronto, así que ¿puedo pedirte que te vayas ya?” solo para un fuerte grito de “¡Muy bien!” para cortarme.

“¡Oye, haz una apuesta conmigo!”

“¿Una apuesta?”

“Si esa carne de giba realmente es sabrosa, entonces ganas. Pero si es asqueroso, entonces gano. ¡Y luego el perdedor tiene que entregar una moneda blanca!”

“¡¿Por qué?! ¡No debería desperdiciar dinero en cosas como apuestas!”

“Oh, cállate ya y asa la carne”, espetó el chico, sonriendo y luciendo bastante satisfecho consigo mismo.

Si pudiéramos estar mejor de acuerdo, entonces probablemente podría verlo como un niño encantador pero travieso como Ludo Ruu o Rau Lea, pero tal vez gracias a cómo nació y se crio, simplemente no podría soportarlo.

Aun así, es posible que haya estado pensando demasiado al sospechar que el chico era un espía enviado por Cyclaeus.