Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 2

Capítulo 5: Todo por el Bien de Mis Novelas

Marzo estaba a punto de terminar, e Itsuki estaba desnudo en frente del espejo de su baño. Uno podría pensar que era porque iba a tomar una ducha o sumergirse en la bañera por un rato, pero esto no era así. En lugar de eso, el desnudo Itsuki tenía su miembro escondido entre sus piernas, retorciendo su cuerpo como la forma final de Freezer y dándose a sí mismo una mirada arrolladora en el espejo mientras decía con un falsete acartonado:

“Oh, Onii-chan… Continúa… ❤”

……

…

Luego miró al espejo por un momento.

“…No…”

Meneó su cabeza. Luego, aun estando en la forma de Freezer, juntó sus escasos pechos cruzando sus brazos.

“Oh, Onii-chan, ya no soy una niña… ❤”

Pasó otros segundos mirándose en el espejo. Y luego,

puso una mirada muy seria. “No, no, no”, refunfuñó.

La mente de Itsuki no estaba para nada fuera de lo normal. Todo esto era parte de su trabajo para su manuscrito.

Aún seguía batallando con Combate de hermanitas, Volumen 5; y Hilde, la heroína de la historia y hermanita del protagonista, le estaba confesando su amor a Sieg, desnuda como el día que nació. Sieg realmente no había pensado en Hilde más allá de ser su “querida hermanita” hasta este punto. Pero ahora, la vería como un miembro del sexo opuesto.

Era una gran e importante escena, más seria que la parte del “primer encuentro con el temor a la muerte de Sieg” que Itsuki finalmente había hecho el otro día. Sieg, el Caballero Oscuro, era un guerrero de corazón frío, rechazando el amor (o lujuria) de innumerables encantadoras mujeres que se le acercaban a él, y ahora reconocería a su propia hermanita… como una mujer. Era algo importante.

Si una chica algo linda te confesara su amor de imprevisto, eso haría que casi cualquier hombre (incluyendo Itsuki) se desmayara. Pero Sieg era diferente. Él era un hombre agudo y terco, y por motivos de la trama, esta escena tenía que tocarlo hasta el fondo de su ser. Una confesión de amor común y corriente no funcionaría.

¿Cómo podría Itsuki realizar esta escena tan convincente como fuera posible? Para responder eso, trataba de retratar a Hilde en la vida real—he ahí el motivo tras su comportamiento extraño.

“Ooh, Onii-chan… puedes hacer lo que quieras con mi cuerpo… ❤”

—No. Hilde es una chica más correcta.

“Ooh, Onii-chan, estoy tan avergonzada… no me mires demasiado… ❤”

—Eso  sí  fue  lindo,  pero  presentía  que  era  más  apropiado resaltar la fuerza interior de Hilde, no su timidez.

“Quiero envolverte con mi cuerpo, Onii-chan… ❤”

—Eso no sonó bien.

Así que Itsuki continuó retorciéndose al estilo Freezer mientras dejaba salir sus mejores frases de chica linda con su falsete. Es de importancia recalcar que, nuevamente, no se había vuelto loco. Estaba siendo muy serio con esto.

Los novelistas tienen que usarse a sí mismos cuando trabajan con ciertas situaciones de la trama. Para describir correctamente el rebote de pechos de una hermosa chica, los autores (hombres) agitan su barriga en frente del espejo; para descubrir como retratar un beso, los autores (de nuevo, hombres) besan agresivamente sus brazos una y otra vez.

A veces dicen en voz alta los nombres de los hechizos mágicos o golpes definitivos mientras escriben escenas de acción, o empiezan a jadear en un tono agudo mientras detallan los momentos eróticos.

Todo esto era totalmente común, e Itsuki estaba seguro de que todos los novelistas del mundo hacían lo mismo. La manera en que un autor u otro describían de una forma tan vívida y sensual cómo lucían un pecho o un trasero, o qué tan seductores eran los pezones de alguien, o qué tan apasionado era un beso—todo eso era un hombre tocándose solo a sí mismo.

Así que, el hecho de que Itsuki estuviera en modo Freezer no era nada fuera de lo normal.

“Quiero que seas mi primera vez, onii-chan… ❤…¡no!”

“Mis pechos son muy grandes… ❤… ¡no!”

“Onii-chan… tengamos sexo… ❤… ¡no!”

“También quiero hacer algo por ti, Onii-chan… ¡no!”

“Onii-chan… Yo también soy una mujer, ¿sabes…?¡no!”

“Tal vez debería tomar un acercamiento directo… ¡¡Te amo, Onii-chan!!”

Freezer se abrió de brazos y se agarró de su hermano imaginario.

“Muuuuaahhh…”

Y justo cuando iba a besarse en el espejo, vio a alguien que no era él en una de las esquinas.

“¡Kyaaaaaaaaa!”

Gritando con una voz quebrada (ya que aún seguía en modo Hilde), se volteó para encontrar a Nayuta Kani apuntándolo con un celular.

“¡¿P-por qué estás aquí?!”, gritó. Su cara estaba completamente roja mientras cubría su entrepierna con su mano derecha y su pecho con su brazo izquierdo por mero reflejo… luego puso ambas manos ahí abajo, dándose cuenta de que no necesitaba cubrir nada de arriba, y pasó de estar en modo Freezer a regresar a su modo normal.

Extrañada, Nayuta dijo, “Emm… toqué el timbre y nadie respondió, pero pude oír a alguien hablando con una voz extraña, así que intenté abrir la puerta y me di cuenta de que no tenía seguro. Luego me metí, y oí una  voz  viniendo  del  baño,  vine  a  revisar  y  estabas  tú

ocultando tu pene entre tus piernas y retorciéndote desnudo susurrándote solo, así que pensé que probablemente debía grabarlo”

“¡Elimina ese video ya! ¡Y también vete de aquí!”

Sacando a Nayuta del baño, Itsuki se apresuró en ponerse un par de calzoncillos. Ninguna chica me había visto desnudo antes. Ahora tendremos que casarnos…. Espera, ¡no hay manera de que eso pase!

Ahuyentando los ridículos pensamientos de su mente, se vistió y se apresuró a la sala. Nayuta se encontraba en el kotatsu, y él sintió que le debía una explicación.

“Em… Está bien. Mira, Kanikou, lo que acabaste de ver…”

“Oh, ¡no te preocupes! Sólo tratabas de retratar una

escena de tu novela, ¿verdad?”

Esto era completamente normal y un comportamiento completamente entendible para todos los escritores, por lo que Nayuta, perteneciente al grupo, no requería más explicaciones.

“Oh… em… sí. Eso era”

Itsuki ahora estaba aliviado. Lo bueno es que fue Nayuta quien lo encontró. Si hubiera sido Miyako o Chihiro, eso le hubiera traído graves problemas a su relación. Soltó un suspiro mientras se sentaba con ella en la mesa—una acción que provocó que Nayuta se sonrojara.

“Eh, ¿qué, Kanikou?”

“El   recuerdo  de   verte   desnudo  me   pone   algo emocionada”

“Bueno,  ¡olvídate  de  eso  ahora!  ¿Y  eliminaste  el video?”

Nayuta meneó la cabeza: “No quiero”

“Bueno, ¡hazlo! Si eso sale a la luz, ¡estaré muerto para la sociedad!”

“Oh, tranquilo. Lo disfrutaré para mí solamente”

“¡No! ¡Lo quiero fuera de tu celular y de tu cabeza también, si puedes!”

“¿Eh? ¡No puedo hacer eso!”

“Bueno, ¡entonces sólo borra el video!”

“¿Es ese el tono de voz con el que le pides un favor a alguien?”

“Agh…. ¡P-por favor borra el archivo por mí…! ¿Sí?”

Sonaba a punto de estallar en lágrimas mientras hacía esa petición.

“Hmmm”, ronroneó Nayuta, haciendo un puchero. “Bueno, ¿puedes hacerme un favor?”

“¡Sí! ¡Lo que sea!”

Ella soltó un ligero suspiro.

“… ¿Sabes?, no deberías decir ‘sí’ tan fácilmente a preguntas así. Harás que me deje llevar.”

“Oh… ¿en serio? Sí, supongo…”

Itsuki se arrepintió de su error, aunque él no sentía que se merecía ese análisis tan frío.

“… Entonces, ¿qué es lo que quieres?”

“Por favor, déjame quedarme aquí por un tiempo.”

“¡¿Qué?!”

Mientras Itsuki gritaba estúpidamente, ella continuó: “A partir de hoy, van a estar haciéndole algo de remodelación a la cocina y al baño de mi casa. Quiero que me dejes quedarme aquí por unas dos semanas.”

“¡¿D-Dos semanas?! ¡¿Cómo esperas que haga algo así?!”

Nayuta se había quedado varias veces antes, ya sea por perder el último tren o por el clima, haciendo que el quedarse afuera no sería una opción. Pero esas eran estadías de una sola noche.

“Eres la única persona a la que puedo recurrir”, suplicó Nayuta, mirando hacia arriba a Itsuki que estaba encogido de miedo.

“¡¿N-No  te  puedes  quedar  en  la  casa  de  algún amigo?!”

“No tengo muchos amigos.”

“Pero  sí  tienes  algunos,  ¿no?  Como…,  ya  sabes, ¿Miyako?”

“Ah, pero Myaa vive con sus padres. Les sería una molestia si me quedo ahí tanto tiempo…”

“¡¿Y tú no eres una molestia para mí?!”

“Bueno, ya sabes, pronto vamos a casarnos de todas formas, así que…”

“¡Claro que no! …Espera, ¿qué hay de tus padres?”

“Ellos se van a quedar en un hotel mientras tanto, sólo  ellos dos… Parece que podría tener una hermanita el próximo año…”

“… Dejemos de lado esas cosas sucias, ¿bien?” Itsuki se apenaba mientras recordaba a su propia familia. “Me refiero a que… ¿tus padres están bien con eso? O sea, ¿que su hija se quede en la casa de un hombre por varios días?”

“Oh, em, sí. Les dije que me quedaría en la casa de mi novio, y dijeron que estaba bien”

“Entonces, ¡ve a la casa de tu novio!”

“Ay, por favor, Itsuki, estoy hablando de ti.”

“¡Deja de inventarte cosas! Espera… ¡¿Estás diciendo que tus padres están bien conmigo?!”

“Mm-hmm.”

“¡No me hagas ‘mm-hmm’!”

“Estaba esperando poder presentarte con ellos algún día.”

“¡Por supuesto que no!”

Itsuki se estremeció. Empezaba a parecer que Nayuta iba removiendo lentamente todos los obstáculos en su camino.

“Bueno, dejando eso de lado mientras tanto, es verdad que no tengo ningún lugar al que ir ahora mismo.”

“¿No puedes buscar un hotel como tus papás?”

“¿Contigo? ¿En un hotel? Oh, ¡eso sería genial!”

“¡Idiota! Me refiero… a que te vayas a meter a un  hotel tú sola.”

“Pero quedarme en un hotel por dos semanas sería demasiado caro, ¿no?”

“Cielos, ¡Podrías darte el lujo de quedarte en una suite por dos semanas! Demonios, si les pidieras a los tipos de Editorial, probablemente te darían un cuarto.”

Nayuta Kani era actualmente la mejor generadora de ganancias para su editorial. Era a tal punto que la presencia, o la falta de esta, de una nueva novela en su serie Panorama tenía un gran impacto en las cifras financieras de la compañía al final del año. Si ella quisiera encerrarse en un cuarto en algún lugar para enfocarse en escribir, sus editores no dudarían en empezar a buscar sitios web de hoteles en ese mismo instante.

“Sí, pero si hiciera que mi editorial pagase un hotel y todo, eso significaría que tendría que empezar a trabajar y todo eso, ¿no es así?”

“Eh… no lo creo. No es como si tuvieran una cámara de vigilancia en ti. Solo di algo como: ‘Bueno, lo intenté, pero no se me ocurrió nada’ o algo así.”

“Ah, ya veo…. Muy a escondidas, ¿no? Pero no quiero quedarme sola en un hotel. Es aburrido.”

“Entonces sal a un manga-café de veinticuatro horas o—bueno, que una chica se quede múltiples noches en un lugar como ese no es una buena idea, no…”

“¡Aw! ¡Eres tan lindo por preocuparte así por mí! ¡Te amo!”

“Cállate…. Realmente pienso que deberías pedirle a tu  editor un cuarto. Si te aburres, haz que te consigan unos libros o juegos para ti.”

“¡Ugghh!” Ahora era Nayuta la que iba a perder la paciencia.

“Mira, ¡sólo quiero tener alguna razón para quedarme en tu casa! ¡Hazte la idea ya!”

“¡Sí que lo hago! ¡Es por eso que intento encontrar una razón para rechazarte!”

“…Y eso que dijiste qué harías cualquier favor que te pidiera.” Nayuta infló sus cachetes.

“Mngh…” Pudo haber sido sin pensar, pero Itsuki lo había dicho. Lo hizo vacilar.

“Te das cuenta de que pude haber dicho ‘por favor, cásate conmigo’ en vez de lo otro, ¿verdad? Pero estaré satisfecha con quedarme en tu casa por un rato. ¿Lo ves? No creo que sea un trato tan malo para ti, ¿o sí, Itsuki?”

“…Mmmh…”

“Además, ¿quién dijo que me iba a quedar gratis?”

“¿Qué…?”

Nayuta sonrió al confundido Itsuki.

“Si dejas que me quede aquí, dejaré que hagas lo que sea conmigo. Puedes unírteme mientras me estoy duchando todo lo que quieras, o entrar al baño cuando esté defecando, o hacerme cosas sucias mientras duermo. ¡O incluso cuando no estoy durmiendo! Todo es bienvenido, ¡y vivo mi vida estrictamente según la ‘versión del director sin censura’! No me importa lo que hagas,  y   también  seguiré   todas  tus   órdenes.   Por ejemplo, podría tomar tu pene y—”

“¡Está bien! Sólo dos semanas, ¡¿de acuerdo?! ¡Por mí quédate gratis!”

“No, no gratis, digo que me puedes hacer cosas sucias para—”

“¡Gratis!” Itsuki sonó desesperado mientras levantaba su voz, interrumpiendo a la agobiada Nayuta. “¡Quédate gratis! ¡No tomaré ni una cosa de ti!”

No por ahora, diciéndose internamente.

“Aw, no tienes que rechazarme así… (´･ω･`)” La mirada en la cara de Nayuta parecía indicar una ligera decepción, pero volvió a sonreír rápidamente. “¡Ee-jee- jee! Al fin voy a mudarme con mi novio…”

“¡No te estás ‘mudando’! ¡Sólo te vas a quedar un tiempo!”

Él sabía que no tenía caso llevarle la contraria, pero aun así le contestó, con una cara colorada.